martes, 12 de mayo de 2009

NUMERO SEIS


Leo que el actor Jim Caviezel (La Pasión de Cristo) está rodando la versión largometraje de la serie británica The Prisoner ( El Prisionero) quizás la serie más insólita, fascinante y de culto -con permiso de Star Treck- de la historia de la TV. Fue protagonizada y escrita por el irlandés Patrick McGoohan y se emitió en la temporada 1966-67. En España algo más tarde y doblada en aquel entrañable español neutro (“Qué bueno que vino, comisario” ) aunque ahora se puede visionar en DVD en versión original subtitulada.
McGoohan ya había protagonizado otra serie mítica, Secret Agent, y su nombre fue el primero en que pensaron para el papel de James Bond pero como él mismo dijo: “Rechacé el papel por mis profundas convicciones religiosas. Luego me arrepentí y ello me llevó al alcoholismo…” Parece que McGoohan se empeñó en asumir el estereotipo irlandés: borrachín y meapilas; pero años más tarde se desquitó con el éxito de El Prisionero. Todos los capítulos tenían el mismo inicio que he bajado para el blog donde vemos a McGoohan (nunca sabremos el nombre de su personaje en la serie) discutiendo acaloradamente con un hombre que se nos muestra de espaldas. No oímos lo que dice pues su voz es sustituida por la banda sonora acompañada de ruido de truenos. McGoohan arroja un sobre donde se lee “Dimisión” y vuelve precipitadamente a su casa. Está haciendo las maletas cuando un chorro de gas narcótico penetra por la cerradura. El protagonista se despertará en un extraño lugar llamado La Villa donde sus habitantes no tienen nombre sino números (a McGoohan le corresponde el seis) y tras una aparente imagen de sociedad feliz a lo Huxley se oculta un sistema asfixiante y totalitario.
El Prisionero es una de esas raras producciones que no ha perdido con el paso del tiempo sino al contrario: su estética sesentera y pop art aumenta su atractivo.
Pero quien haya visto la serie no podrá olvidar fácilmente al Rover, un extraño y enorme globo blanco que atrapa –y absorbe como un leucocito gigante- a los que intentan fugarse de La Villa. Precisamente cuando McGoohan murió a principios de este año un seguidor de la serie colgó en Youtube este curioso homenaje con el Rover de protagonista:

2 comentarios:

León dijo...

Muy grande la serie, si señor. Y como bien dices, esos tics visuales le han añadido encanto con el paso de los años.
Un abrazo

miquel zueras dijo...

Es una serie genial y ese Rover todo un hallazgo. Además el tiempo la ha tratado bien resaltando su estética pop-art.
Saludos. León. Borgo.