jueves, 26 de febrero de 2015

LA INCORRUPTA HAMBURGUESA DE ISLANDIA

En el 2009, cuando el crack financiero islandés, McDonald´s decidió cerrar su única hamburguesería en Islandia,  que se unía a Albania, y Bosnia en el grupito de países europeos que no cuentan con ningún local de Ronald McDonald.
Sin necesidad de nevera ni otros medios especiales de conservación, uno de los McMenú vendidos el día del cierre, con patatas fritas incluidas, sigue intacto más de seis años después, sin haberse podrido ni apenas deteriorado. 
 Hjörtur Smárason es un joven islandés que compró el último McMenú vendido en Reikiavik el 31 de octubre del 2009. El lote contenía la típica cheeseburger, compuesta de queso y carne, y un paquete de patatas fritas.
La dejó olvidada en un rincón de su casa, dentro de una bolsa de plástico. No fue hasta al cabo de tres años cuando, con motivo de un traslado, encontró de nuevo la hamburguesa y pudo comprobar que seguía tal cual. El pan se había secado, pero, por lo demás, ni olía mal ni nada hacía pensar que el producto estuviera en proceso de descomposición. Smárason decidió donarla al Museo Nacional de su país pero fue rechazada, así que Smárason la entregó al Bus Hostel, en el centro de Reikiavik. El McMenú tiene tan buen estado que algunos clientes han comido de sus patatas fritas... Ecs.
De momento, ya le estoy dando vueltas a un relato en el que descubren en una cámara frigorífica del abandonado McDonald´s islandés el cadáver incorrupto del payaso Ronald McDonald (foto izquierda) 
Un tema muy candente: las apariciones de Jesucristo en la comida. No sé muy bien por qué motivo, el Mesías  tiene una especial afición a mostrarse de repente en alimentos y objetos relacionados con los mismos:
 Este señor de Brisbane (Australia) asegura que se quedó peligrosamente dormido dejando una sartén en el fuego y una voz profunda le despertó: "Despierta, soy tu ángel guardián". Al retirar el bacon carbonizado descubrió esta imagen. Poco después se descubrió que se trataba de un foto-montaje
Claro que esas apariciones pueden mostrarse de muchas formas. ¿Les suena este rostro en un pastelito japonés?
Y, ahora, marchando algunas chorraditas:
FINAL FELIZ
Rómulo decidió entrar en unos de esos locales orientales que anuncian masajes con final feliz.
Se quitó la ropa en un reservado y se cubrió con una sucinta toalla. Pasó a una sala donde sonaba música de  koto, el arpa japonesa, y allí le recibió una preciosa chica asiática vestida con un kimono de seda y largo cabello negro recogido en la nuca. Se la veía deliciosa, fulgurante, en contraste con la ascética habitación que olía a incienso.
La experta masajista tántrica trabajaba  con su cuerpo potenciando y estimulando toda su energía sexual. Le indicó a Rómulo que se pusiera boca arriba. Parecía que, bajo su toalla, alguien levantaba una tienda de campaña. El momento culminante se acercaba. La tensión se sentía como un calor excesivo, insoportable. La muchacha sacó un libro y leyó:
“Cuando Cenicienta se presentó en la boda, dejó a todos admirados de su extraordinaria belleza; el príncipe que la estaba aguardando le cogió la mano y bailó toda la noche con ella. Después se fueron al palacio donde vivieron muy felices rodeados de hermosos niños de dorados cabellos. FIN.”
 -Zài-Jiàn! – (Adiós) dijo cerrando el libro. Saludó con un movimiento de cabeza y se marchó.
HORARIO DE VERANO
El otro día adelantaron los relojes una hora y el sol se confundió. Salió dos veces. Ahora todo tiene dos sombras.
(Foto: El perseguido, de Antoni Arissa)
LAS PAREDES HABLAN
"Ya los oigo otra vez" -,pensó Montresor mientras se servía una copa de amontillado con la seguridad de alguien que ha bebido muchas en su vida. "Fortunato y Berenice... siempre cuchicheando, susurrando... hasta los oigo haciendo el amor apasionadamente toda la noche, con testaruda energía."
Montresor se sirvió un segundo vaso y murmuró:
"Tendría que haberlos emparedado por separado."

martes, 17 de febrero de 2015

¡HE SOBREVIVIDO A LA COMIDA DEL HOSPITAL!

 Aquí estoy de nuevo dispuesto a seguir dando la brasa después de tres días en el hospital (había de pasar sólo una noche, pero pillé uno de esos virus que pululan por los quirófanos)  Nada, una sencilla operación de menisco -artroscopia-, tres grapitas, una muleta y a la calle.
El personal, excelente y afectuoso, pero la comida... el caldo agrio, la carne reseca, y el pescado sabía a rayos. No pensaba más que en hacer un plato -Spaghetti con salsa de coñac- del que incluyo la receta al final de la entrada.
Ah, para matar el tiempo también he escrito alguna que otra chorradilla:



LOS TEMIBLES PIRATAS (A medias con Daniel Zbel)
Cuando los piratas irrumpieron sable en mano en los aposentos de la hija del virrey ella se había situado frente a la ventana que daba al alcantilado. Las olas rugian contra los peñascos y su cabello se agitaba como alas atrofiadas. El capitán pirata la señaló con un dedo ensortijado.
-¡Tú! ¡Te vienes al barco con nosotros!
-¡Me niego a ser ultrajada por unos viles piratas! -respondió altiva
El capitán recibió sus palabras con aguda risa de falsete.
-Tranquila, milady. Yo y mi tripulación somos todos homosexuales. Te queremos  para cocinar, fregar la cubierta, zurcir velas y hacer el dobladillo de nuestras casacas.
La hija del virrey miró por la ventana y volvió a considerar lo de arrojarse por el alcantilado.
THE LAST CHANCE SALOON


Acodado en la barra el dueño del Saloon contempló al recién llegado que se acercaba haciendo resonar sus espuelas sobre las tablas.
-¿Qué le sirvo, forastero?
-No soy forastero –respondió el recién llegado.
El dueño del Saloon decidió que hoy cerraría pronto; ya le habían chafado el día.
UN BUEN MUCHACHO


En la ciudad de Tebas, en Grecia, vivía un chico que quería mucho a su madre, la adoraba; de hecho, estaba enamorado de ella… pero ya no podía hacerle el amor.
Le incomodaba que su padre estuviera en la habitación mirándoles.
Al pasar por delante de la habitación de sus padres oyó un susurro: “Edipito…” Era su madre que le llamaba desde la cama vestida con un sugerente camisón. El joven se acercó a la puerta y vio a su padre detrás de la cortina mirándole con una expresión entre interrogadora y lasciva. Ni hablar.
A Edipo no le gustaban esas fantasías.

HE HECHO HABLAR EN CATALÁN A WOODY ALLEN
También he pasado por el estudio para una prueba, esta tórrida escena entre Allen y Charlize Theron. Traduzco el diálogo que no tiene desperdicio:
CHARLIZE: -¿Qué hace en mi armario ropero?
ALLEN: -Vaya... hola.
CH: -Usted es uno de esos detectives babosos¿no? Un sabueso, un rastreador...
A: -No, soy un investigador de seguros baboso. Los detectives son románticos, yo soy sólo baboso.
CH: -¿Se excita acariciando zapatos de mujer?
A: -A veces acarício a la mujer entera.
CH: -No me gusta usted.
A: -Es que a la gente le entro despacio. Podríamos quedar usted y yo más tarde y vamos entrando...
(La maldición del Escorpión  de Jade. 2001)
 
SPAGHETTI CON SALSA DE TOMATES Y COÑAC
La receta preferida de Sofía Loren. Miren lo hermosa que se puso de tanto comerlos.
Cocinar en una sartén con aceite cebolla picada hasta que tome color. Subir el fuego y verter un vasito de coñac. dejar evaporar unos 30 segundos y añadir tomates pelados y cortados en dados.
Sazonzr con sal y pimienta mientras la pasta cuece en abundante agua salada. En 15 minutos los tomates se habrán reducido, escurrir la pasta al dente, echarla en la sartén y mezclar bien con la salsa.
Servir con unas hojas de albahaca y pimienta negra recién molida.

miércoles, 4 de febrero de 2015

CUANDO SALTA EL TIBURÓN

Saltar sobre el tiburón (Jumping the Shark) es una expresión que se usa cuando a los guionistas de una serie de TV se les va la olla e introducen situaciones absurdas o enrevesadas para recuperar audiencia. Normalmente eso anuncia el declive de la serie. El origen de esta expresión está en una escena de la serie Happy Days (Días felices) en la que el personaje de Fonzie salta sobre un escualo:

Aquí, algunos ejemplos:
LOS COLBY (1985-1987)

Puede que el mayor salto sobre el tiburón de la historia. ¿Alguien recuerda esa Spin-Off de Dinastía? Solo duró dos temporadas. Al ver que la audiencia no remontaba los guionistas decidieron que el  personaje de  Emma Samms (Fallon Colby) se encontrara  en mitad de una carretera desierta con un Ovni, con marciano incluido, que baja del cielo para llevársela, con un patidifuso Charlton Heston contemplando la abducción.
EXPEDIENTE –X (1993- 2002)

La serie perdió mucho al descuidar los casos paranormales de las primeras temporadas y acentuar los problemas personales de los protagonistas. Al final de la 7ª temporada, la más floja, en un capítulo titulado Jumping The Shark (el guiño estaba claro) Fox Mulder (David Duchovny)  resulta abducido por extraterrestres y abandona la serie. Robert Patrick -  T-1000, el cyborg que cambia de forma en la película de James Cameron Terminator 2: El juicio final- se sumó al elenco acompañando a Scully (Guillian Anderson) y recuperando el tono de anteriores capítulos – a eso los guionistas lo llaman Huida hacia atrás- lo que fue un acierto, pero la mítica Expediente –X sólo duró otras dos temporadas.
LOST (2004-2010)

En mi opinión, a esta magnífica serie le sobraban las tres últimas temporadas. Los guionistas la embrollaron hasta casi convertirla en una parodia de si misma con nuevas propuestas narrativas que no acabaron de funcionar. Demasiados flashbacks, historias paralelas, viajes temporales…  LOST fue decayendo hasta su famoso final que desconcertó a sus seguidores. ¿Qué pasó realmente? ¿Todo fue un sueño? ¿Estaban muertos? ¿una realidad alternativa a lo Phillip K. Dick? Se formaron dos bandos, los que opinaban: “El final de LOST me pareció una estafa” y los que respondían: “Eso es que no lo entendiste”. Durante una cena en casa de unos amigos asistí a una de esas discusiones que se prolongó hasta la madrugada.
PRISON BREAK (2005-2009)

Inicialmente Prison Break solo tenía que durar una temporada, pero su éxito motivó que se prolongara con una pasable segunda temporada con tramas y personajes adicionales. Posteriormente se realizó una tercera con una trama muy forzada, recluyendo de nuevo a todos los protagonistas –incluidos Bellick y Mahone- en una cárcel panameña (Sona). La cuarta temporada (que no he visto) no debió resultar mucho mejor pues su capítulo final fue estrenado directamente en DVD.
LOS SERRANO (2003-2008)

También hay una serie española en la que saltó el tiburón. Los Serrano, la costumbrista serie con mayor audiencia de Tele-5 acabó su octava y final temporada dejando alucinados a sus seguidores: todo había sido un sueño.
 Diego Serrano (Antonio Resines) se tira por un puente. Cuando abre los ojos aparece el rostro de Lucía (Belén Rueda) que anteriormente había muerto atropellada. Diego la mira alucinado: "¿Qué haces aquí?". "¿Y tú?", sonríe ella incorporándose de la cama. "Te recuerdo que nos casamos ayer".
Diego y Lucía bajan a la cocina y se encuentran con una escena muy similar a la que da inicio al primer capítulo de la serie.

¿Qué opinan? ¿Ya han empezado a ver una amenazante aleta de tiburón merodeando por su serie favorita? Parece que eso está pasando ya con The Walking Dead. ¿Saltará el escualo en Juego de tronos? Espero que no, por favor…
EL MONSTRUO DE HAWKLINE
Recomiendo esta divertidísima novela  -aquí publicada por Blackie Books- de la que acabo de hacer esta portada para Inglaterra: El monstruo de Hawkline. Un western gótico. Su autor, Richard Brautigan (1935-1984) fue todo un personaje. Era adicto al sexo (incluía su número de teléfono en algunas ediciones para que sus lectoras contactaran con él) y decía que su máximo deseo era escribir un libro que finalizara con la palabra mayonesa.

Me despido con un relato corto -FUNDIDO EN NEGRO-  que se incluirá en una selección de cuentos en catalán: Mai és massa (Nunca es demasiado) de la editorial El Call:

El rayo de luz matutina que traspasa las cortinas despierta a Eustaquio Épsilon de un confuso sueño con aviones que bombardean la ciudad con bombonas de butano.
Al incorporarse, luchadores de sumo se embisten en el interior de su cabeza y su estómago comprimido envía acidez a su garganta. La típica resaca de fin de semana. No reconoce la habitación. Está claro que es un hotel, sencillo pero agradable, con madera reluciente y tabiques con paneles color aguacate. Ya había pasado antes por esta experiencia.
Pero cuando Eustaquio mira hacia el otro lado de la cama no puede creer lo que ve: una chica preciosa, muy joven, durmiendo con expresión satisfecha y dejando escapar aire con suaves bocanadas. La sábana le tapa la mitad inferior del cuerpo dejando a la vista una espalda firme y bronceada. Eustaquio acerca la nariz a la cascada de rizos castaños y percibe olor a champú con aroma de melocotón.
Pero la habitación también alberga ese olor de marea baja propio de la actividad sexual. En el suelo Eustaquio distingue unas braguitas blancas con el dibujo de Hello Kitty y también un condón color fucsia evidentemente usado.
Confuso y tambaleante Eustaquio se dirige al lavabo.  Frente al espejo inclina la cabeza en ángulo oblicuo para examinarse: ojos vidriosos, nariz que parece una masa esponjosa y prominente barriga que asoma por encima de la pica. Se sienta en la taza del inodoro. “¿Cómo puedo haberme llevado a la cama a una belleza que no aparenta más de dieciocho?” –piensa- “Y más me vale que tenga dieciocho años…” Intenta recordar algo de la noche anterior pero sólo acuden ráfagas intermitentes, como una escena rodada por David Lynch.
 Había ido al bar Belladona como todos los viernes, eso seguro, ¿pero qué más?
Eustaquio Épsilon no sabe –y de haberlo sabido ya lo habría olvidado- que la chica que ahora duerme plácidamente en la habitación del hotel irrumpió la pasada noche del viernes en el Belladona y se confirmaron sus sospechas al descubrir en la zona más oscura del bar a su novio magreando apasionadamente a una compañera de la facultad. “¡Ahora vas a ver –le grito furiosa- como me voy a la cama con el primer tío que se me ponga a tiro!” Giró sobre sus talones y chocó de bruces con Eustaquio que le volcó en la camiseta la mitad del vaso de Jack Daniels con cola que sostenía en la mano.
-Ooops… lo siento -.Balbuceó Eustaquio.
Fin del flashback.
Fundido en negro.