jueves, 24 de diciembre de 2009

CORAZÓN DELATOR


Ya no esperaba ningún encargo hasta después de las Fiestas y ahora me ha venido una sorpresa: una portada para el relato Corazón delator de Poe. Se nota que he querido hacer un homenaje a mi admirado Saul Bass. Aquí está una auténtica joya de la animación, un corto en el que James Mason narra Corazón delator con unos impactantes dibujos que recuerdan a una de las historias del Tío Vampus con algún toque daliniano:

EL CANTANTE MÁS MISTERIOSO DEL MUNDO


Se hace llamar Jandek. Lleva unos 59 discos grabados desde 1978 que no se venden en las tiendas, para adquirirlos hay que pedirlos por medio de un apartado de correos de Houston, Texas a la fantasmal discográfica Corwood Ind. Casi todos los elepés llevan una cubierta ilustrada con una –supuesta- foto del músico, granulada y con aspecto de los años 70. Solo ha concedido dos entrevistas por teléfono y en el 2003 le dedicaron un documental en el que no aparece. Su música es difícil: guitarra acústica y eléctrica con toques de blues y folk.

FELIZ NAVIDAD


Me he encontrado por la red con este micro relato navideño para añadir un saludable tono inquietante a estas empalagosas fiestas:
Dejamos un cuenco con galletas y un vaso de leche junto al árbol. “Seguro que Papá Noel viene hambriento y cansado” –dijo mi padre. Al día siguiente corrimos alborozados a ver los regalos. El cuenco y el vaso estaban intactos. El perro había desaparecido.

sábado, 19 de diciembre de 2009

PET SEMATARY


Mi última portada: una edición inglesa de bolsillo de Pet Sematary, aquí conocida como El cementerio de animales. Tengo que rectificarla pues el nombre vende mucho y quieren que el nombre de Stephen King se vea el triple de grande.
Supongo que la mayoría conocen la historia: el doctor Louis Creed se traslada con su familia a un pueblo de Maine. Su vecino, Jud, le muestra un cementerio de mascotas –Pet Sematary- donde los niños entierran a sus animales domésticos que luego resucitan, sí, pero convertidos en bichos maléficos. No recuerdo gran cosa de la película salvo que el papel de Jud lo interpretaba Fred Gwynne, el entrañable Herman de Los Munsters.
Ya publiqué en mi blog, el 14 de julio, una entrada para los que tienen prisa del libro Memorias de un chef de Anthony Bourdain. Así que para los que no conozcan la trama de Pet Sematary aquí he puesto una versión muy abreviada. Aviso: cuento el final.

MURNAU: SINIESTRO TOTAL


Así quedó el coche después del accidente que costó la vida al director alemán Friedrich Murnau y su chófer filipino. Según el cotilla de Kenneth Anger en su libro Hollywood Babilonia la posición en que fueron hallados los cuerpos dejaba bien claro que Murnau estaba practicando sexo oral con su chófer, una temeridad cuando se va a 120 por hora; se nota que entonces no existía el carnet por puntos. El director Joe Dante, muy aficionado a los guiños cinéfilos, incluyó a un mayordomo filipino llamado Murnau en el reparto de El chip prodigioso.
El grupo The Frozen Autumn practica una música dark wave cargada de atmósfera gótica. Suyo es este video con las imágenes de la mítica Nosferatu de Murnau.

jueves, 17 de diciembre de 2009

¿QUÉ PASÓ ENTRE ABBOTT Y COSTELLO?


En la película de Álex de la Iglesia Muertos de risa sus protagonistas Nino (Santiago Segura) y Bruno (El Gran Wyoming) forman un dúo cómico en el que Nino carga con el ingrato papel de payaso tonto, el que recibe las bofetadas. Nino acumula el resentimiento contra Bruno y su relación se va cargando de odio y enloquecida rivalidad.
Abbott y Costello, la pareja cómica más popular de los años 40, presentaban una curiosa situación a la inversa: en la pantalla Abbott era el astuto, el que se aprovechaba de la ingenuidad de Costello. En la vida real Costello practicaba una asfixiante relación de dominio sobre Abbott. Durante las pausas de los rodajes se jugaban grandes cantidades de dinero en póker. El ludópata Abbott no tardó en deber astronómicas sumas a Costello por lo que tuvo que cederle la propiedad de su casa y, además, aceptar que su compañero modificase su contrato cobrando el 20% más que Abbott. En las reuniones con los directivos de la Universal era Costello quién tomaba las decisiones mientras Abbott asentía en silencio.
El inocentón Costello de las películas se convertía a veces en un ser tiránico: enfurecido porque su chófer se presentó tarde a recogerle Costello lo arrastró hacia el plató y ante los sorprendidos técnicos y actores le obligó a comerse una pastilla de jabón.

La Universal ya no consideraba a sus monstruos clásicos como taquilleros en solitario, así que reunió a Drácula, Frankenstein y el hombre lobo juntos en dos películas: La Mansión de Frankenstein (1944) y La Mansión de Drácula (1945) Tenían el guión para un tercer cóctel de monstruos: The brian of Frankenstein en el que Drácula se apoderaba de la voluntad del doctor para que reviviera a su criatura quien serviría al conde como ejecutor de sus planes. Este guión se reconvirtió como vehículo para Abbott y Costello en Abbot and Costello meets Frankenstein (1948) o Abbott y Costello contra los fantasmas. Los productores –que ya conocían los problemas con las drogas de Bela Lugosi- querían a Ian Keith (actor que sustituyó a Lugosi como Drácula en el teatro cuando aquel marchó a Hollywood) en el papel del conde pero Keith sufrió un accidente de tráfico y el húngaro volvió a interpretar Drácula, ahora por última vez.
Todos daban por seguro que la unión de los monstruos clásicos de la Universal y sus cómicos más rentables sería un acierto y así fue: Abbott and Costello meets Frankenstein se convirtió en el taquillazo del año a pesar de que los críticos que no sentían aprecio por la pareja (preferían el humor más arriesgado y maduro de los Marx) la masacraron. La película tiene un marcado tono crepuscular pues fue el canto del cisne de Drácula, Frankenstein y el hombre lobo en la Universal.Aquí los podrán ver a todos reunidos. Por cierto que la voz del Hombre Invisible del final es la de Vincent Price.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

EL HOMBRE CON CARA DE SUSTO


Pues como nadie lo hace, lo hago yo. Qué caray. En Borgo dedicamos una entrada-homenaje al actor Elisha Cook jr ahora que se cumplen 15 años de su fallecimiento. No me digan que esta cara no les suena porque por fuerza le habrán visto en alguna película –siempre en papeles secundarios, eso sí- ya sean olvidables productos serie B o en títulos como El halcón maltés, Shane (Raíces profundas) o La semilla del diablo.
Cook vivía en una cabaña sin teléfono en el lago Sabrina (California) dedicado a la pesca de truchas. El único modo de contactar con él era llamando a un bar-gasolinera cercano. El dueño le decía: “Cookie, te llaman de Hollywood” y allí se iba él para rodar un papelillo.
Pero lo que nadie podrá negar es que Elisha Cook sabía poner caras de pasmo como nadie. En los años 60-70 su especialidad era la de interpretar al borrachín del pueblo que era el primero en toparse con el monstruo o el alienígena de turno. Cuando pretendía avisar a sus paisanos se reían de él y el sheriff lo metía en la celda a dormirla. Por eso cuando los ovnis destruían el pueblo con rayos color verde yo decía: “Esto, por no haber creído al bueno de Elisha”.
He escogido esta espléndida secuencia de Phantom Lady (La dama desconocida, 1944) una joya del cine negro en la que Cook ejecuta un solo de batería a lo Gene Krupa mientras lo seduce Ella Raines.

¡DIEZ AÑOS SIN MILI!


El próximo día 31 se cumplirá un decenio de la abolición del servicio militar obligatorio. Esta ley me llegó tarde –cachis la mar- y aquí estoy en la foto, celebrando mi cercano regreso a casa con el uniforme de Regulares de Ceuta; algo parecido a un Africa Korps en cañí y con el Sol y sombra (anís con coñac) como cóctel de moda. Tranquilos que no pienso usar este blog para contar historias de mili, solo quiero presentar al pelotón de exploradores al que me destinaron. Saludos, chicos. Espero que la vida os esté tratando bien.
De izquierda a derecha: soldado Zueras (radio) soldado Sanz (busca y captura) soldado Villegas (ojeador) y cabo Villegas (señales)

sábado, 12 de diciembre de 2009

OCHO MILIMETROS


De niño yo tenía un proyector Super 8 con el que pasaba películas a mis amigos en los tiempos remotos anteriores al video y los DVD. La mayoría de las que yo alquilaba eran de la productora Castle films Home-Movie, especializada en distribuir viejas cintas en 8 y 16 mm.
Aún recuerdo como me impactaban las ilustraciones de sus carátulas, la mayoría de cine fantástico de los años 30, 40 y 50. Pinchar aquí y disfruten con esta colección de carátulas para películas 8 mm de la Castle films.

viernes, 11 de diciembre de 2009

PORNO VINTAGE


Pido disculpitas –como diría Ned Flanders- si ofendo la sensibilidad de alguien pero no he podido resistir la tentación de colgar estas dos muestras de porno retro. No perderse el modelito del señor: calzoncillos de la mili y zapatos de charol; todo un antídoto contra la lujuria. ¡Y esa cara!!! ¿Es el tiburón (Richard Kiel) de las películas de James Bond? ¿Y esa especie de dildo marca Acme que maneja? Im-presionante, como diría el torero.

WURDOLAK


Informe del capitán Julius Heide. 4 de agosto, 1944.
Mi coronel: la desaparición reciente de un pelotón de soldados alemanes mientras patrullaban en misión de vigilancia anti guerrilla por el monte Postavaru confirma el aumento de la actividad partisana en esta zona de los Cárpatos. Ayer llegué con mi compañía a la cercana aldea de Domogled donde el teniente Goetzi, de origen rumano, interrogó a algunos paisanos que nos informaron de un grupo liderado por un tal Gorsha que recorre las montañas de los alrededores. Parecen temerosos de ese Gorsha pues todos se santiguaban al pronunciar su nombre. Mañana a las 6 horas me dirigiré al monte Postavaru con la 1ª y la 2ª sección (68 hombres) con equipo completo, y dos perros rastreadores. El teniente Goetzi permanecerá con la 3ª sección en Domogled.
Heil Hitler!

La partida de los soldados es observada por el viejo Ion que se dirige, como cada mañana, a cortar leña. Corre apresuradamente a buscar a Goetzi pues ya sabe que puede entenderle:
-Teniente, escuche con atención pues de esto puede depender la vida de todos: si sus hombres regresan más tarde de las doce campanadas la tercera noche después de su partida volverán convertidos en… ¡wurdolaks! ¡La peor de las maldiciones caerá sobre este pueblo!
-¿Wurdolaks? ¿Vampiros? - Goetzi mira condescendiente al anciano mientras limpia el cañón de su pistola- Mire, abuelo: ahora no estoy para leyendas.
Tres días después, poco antes de las doce de la noche, un centinela se presenta ante Goetzi.
-¡Mi teniente! –un taconazo y-: Llega la unidad del capitán Heide.
El reloj de un monasterio cercano, lentamente, anuncia las doce. Apenas suena la primera campanada cuando el teniente ve salir del bosque al capitán que, seguido por los soldados, se aproxima a la aldea.
Goetzi se sorprende a sí mismo al experimentar un cierto alivio por el regreso de la tropa antes de finalizar el tercer día… ¿o quizás no? Han llegado justo al sonar las doce campanadas. ¡Y qué silencio! Normalmente regresan al campamento cantando algún himno militar. El teniente siente un repentino escalofrío e instintivamente acerca una mano a su pistola.
El reflector enciende destellos en los cascos de acero. Goetzi y el resto de los soldados miran con sorpresa y repulsión la cabeza ensangrentada que el capitán lleva en la mano.
-¡Aquí está Gorsha! –anuncia con una sonrisa triunfal que descubre unos enormes y afilados colmillos. Se acercan los demás soldados, todos con una espantosa mueca en los labios.
Unos meses después, un grupo de soldados rusos a los que sorprende una tormenta de nieve se refugian en el monasterio. Cuando los monjes les sirven té caliente les preguntan acerca de la aldea que se divisa hacia el bosque y responden que Domogled debe estar deshabitada pues no se ve a nadie durante el día.
-¿Y por la noche? –pregunta un siberiano de ojos oblicuos.
-No sabemos. Nadie se aventura por ahí de noche.

sábado, 5 de diciembre de 2009

MONDO ZOMBI


Petit Goave, Haití. 1929. Este año se esperaba una extraordinaria cosecha de caña de azúcar. El viejo jefe del poblado, Ti Joseph, se presentó con un grupo de nueve trabajadores. Nueve hombres andrajosos, mudos y ausentes. Joseph explicó a Croyance, su mujer, que procedían de una remota zona montañosa y no hablaban criollo ni francés. También le dijo que eran primitivos y asustadizos por lo que trabajarían lejos de los demás grupos de la plantación. La verdad es que Joseph –un brujo bokó- temía que algún pariente los reconociera pues esos nuevos trabajadores eran zombis.
Trabajaban diligentemente durante todo el día y sólo paraban al atardecer para comer un potaje de miso sin sal; es sabido que si un muerto viviente come sal el encantamiento se esfuma y el zombi se vuelve consciente de su verdadera condición. Un domingo, Joseph dejó a Croyance al cuidado de los zombis durante el resto del día. Croyance, que sentía lástima de aquellos harapientos que trabajaban sin descanso, decidió llevarlos a una feria. En el mercado la mujer compró cacahuetes salados que ofreció a los zombis. Al instante, los zombies se agitaron pronunciando sonidos guturales. Iniciaron una improvisada asamblea y los zombis decidieron denunciar a Joseph por explotación laboral en condiciones insalubres y hasta crearon un sindicato:



Esta es la única foto existente de un zombi con certificado oficial por parte de las autoridades sanitarias de Haití aunque se usó el término francés revenant en lugar de zombi: se trata de Felicia Mentor que fue encontrada deambulando por una carretera en 1934. Dos parientes la reconocieron y afirmaron que había fallecido en 1907. El caso atrajo la atención de una doctora americana, Zora Hurston, quien tomó la fotografía.



Y para terminar con el tema de los zombis quería comentar un curioso libro: Zombi, guía de supervivencia. Escrito por Max Brooks, hijo del director Mel Brooks y la actriz Anne Bancroft, se trata de un interesante libro -ilustrado con típicos dibujos de manual- con múltiples consejos para sobrevivir si hemos de enfrentarnos a una invasión de zombis y a los disturbios, saqueos y falta de provisiones que suelen traer estos acontecimientos. Ante los primeros indicios de un brote de no muertos preparar lista de provisiones, afilar machetes, engrasar carabinas, llenar la bañera (el agua suele cortarse pronto para prevenir infecciones) y atrancar puertas y ventanas, claro.


jueves, 3 de diciembre de 2009

HASTA SIEMPRE, NASCHY


En el invierno del 76 me topé con el hombre lobo. Le pregunté tímidamente si me firmaba un autógrafo “¡Pues claro, majete!” – me dijo-. Después Naschy se fue corriendo hacia la roulotte del maquillaje. Le esperaban tres horas con la cabeza encajada entre un molde de escayola para que ningún movimiento hiciera caer los pelos tostados de camello que le ponían uno por uno.
Yo estaba en un campamento muy cerca del rodaje de La maldición de la bestia. Una delirante película en la que se encuentran el yeti y un licántropo llamado Waldemar Daninsky. En aquel rincón del Pirineo catalán que simulaba el Himalaya correteaban Paul Naschy, el también recientemente desaparecido Víctor Israel y unos cuantos extras orientales reclutados entre los entonces escasos restaurantes chinos de Barcelona. El autógrafo –ay- lo perdí después de tantos años y algunas mudanzas.
En 1996 Paul Naschy acaparó las portadas de los suplementos dominicales al coincidir el estreno de su película Licántropo y la publicación de sus memorias: Memorias de un hombre lobo. Tenía curiosidad por ver qué tal le sentaban los años 90 al infortunado Daninsky pero la película solo estuvo un fin de semana en cartelera. Un año después la vi por televisión, en la 2, presentada por Naschy y un despistado Terenci Moix que enseguida reconoció que no sabía muy bien qué pintaba allí.
Sé que Jacinto Molina- Paul Naschy quería ser recordado como un Karloff o un Lugosi, pero yo lo veo más bien como un Ed Wood a la española. Un hombre que hacía las películas que él quería: cine de género; una tercera vía entre las españoladas y la inaccesibilidad de Erice o Saura.
En Borgo siempre se te recordará, Naschy. Seguro que ahora estarás en un café, bajo la luna llena, en compañía de tu admirado Larry Talbot.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

LA LLORONA


La pasada noche, trabajando ya muy entrada la noche frente a mi ordenador, irrumpió La llorona en mi habitación.
Me quedé helado. No podía mover un solo músculo viendo aquel espectro totalmente vestido de blanco lanzando horribles gritos y gemidos. ¡Aaaay, mis hijos!!! – gemía. Una cascada de lágrimas fantasmales brotaba por las negras cuencas de sus ojos.
De repente la habitación quedó mágicamente vacía. Repleta, eso sí, de ecos de llantos e infinitas ausencias todavía presentes…
Hablando de ausencias: se ha llevado mi paquete de kleenex.

LA ÚLTIMA JAIMITADA



En el colegio nos estaban proyectando por enésima vez el mismo lote de películas mudas. Aguardábamos impacientes cuando el narrador decía: “Y Jaimito, muy ufano…” entonces toda la clase gritaba a coro: “…a su novia mete mano!!! ” Era el momento en que el hermano Costas, encargado del orden en la sala, se ponía a repartir capones.
El aquí conocido como Jaimito se llamaba realmente Larry Semon (1889-¿1929?) y era el derrochador oficial de Hollywood. En sus rodajes llegaba a construir casas enteras cuando no le gustaban los decorados y empleaba un gran número de coches y aeroplanos que serían sacrificados en sus destrozonas escenas de splastick. Eso le llevó a la ruina varias veces, lo que no impidió que en 1925 realizara su proyecto más ambicioso: dirigir la primera versión cinematográfica de El Mago de Oz en la que Semon interpreta al Espantapájaros y su amigo Oliver Hardy al Hombre de Hojalata. Es su única película disponible actualmente en DVD.
El crack de 1929 dejó a Semon en la definitiva bancarrota. Además, la industria ya apostaba claramente por el cine sonoro y la tartamudez de Semon no parecía facilitar las cosas. En diciembre se produciría su extraña muerte. Existen dos certificados de defunción: uno que atribuye su muerte a la tuberculosis; el otro, a un ataque cardíaco. Su viuda declaró que nunca pudo ver el cuerpo de Larry Semon porque se lo impidieron (aunque no dice exactamente quién) y que ni siquiera logró comprobar si realmente había sido incinerado. Por ello, mucha gente piensa que la muerte de Semon fue una jaimitada; un montaje para eludir a sus numerosos acreedores. Una leyenda alimentada por la sensacionalista publicación Weird América que en 1931 afirmó que varios testigos habían visto a Semon paseando por las calles de Hermosillo (México) ¿Qué fue realmente de Larry –Jaimito- Semon?