jueves, 24 de febrero de 2022

LOS EFECTOS DE INGERIR JABÓN. Otro cómic de la mili.

 En nuestra unidad llevábamos días de maniobras y marchas agotadoras. Muchos soldados buscaban el modo de fingirse enfermos. En la cantina un cabo destinado en la farmacia militar me dijo:


PROFESOR SIBELIUS

LA RECETA: MINIPIZZAS DE CALABACÍN O BERENJENA.
Foto: Silvina. 
Cortar rodajas de calabacín (zapallito para mis amigos del otro lado del charco) y berenjena de un dedo de grosor. Ponerlas en el horno a 200º unos diez minutos, cuando tomen color sacarlas y poner encima trocitos de jamón, gambitas, pimientos... cualquier cosa, lo que apetezca ese día. Cubrir con queso rallado o sésamo y gratinar en el horno cinco minutos más. 


jueves, 10 de febrero de 2022

SIEMPRE ES DE NOCHE CON LOS SUCCUBUS

 Basado en un relato inconcluso de Boris Vian. 


 He conseguido convertirme en el cronista oficial de la macrogira por Europa de Succubus, el grupo liderado por la cantante Elisa Bathory. No ha sido fácil formar parte de su séquito, durante su gira anterior me convertí en un solícito servidor que les conseguía todo lo que querían a horas imposibles, desde alcohol hasta sustancias ilegales pasando por los más insólitos pedidos.

Viajamos durante el día en una enorme caravana con cristales ahumados. Esta noche actúan en París, la primera etapa. El grupo parece poseído por una vitalidad sobrehumana que les lleva a tocar sin descanso hasta el alba.

Al día siguiente nos alojamos en un hotel de Glasgow. Poco antes del concierto nos reunimos en la habitación de Elisa que se pasa horas golpeando los bongos dejándose guiar por una salmodia obsesiva mientras apura un gran vaso de jugo de tomate. Mañana nos espera Berlín.

 En su actuación de Berlín el grupo consigue un éxito apoteósico a pesar de que mucha gente no sale de sus casas. Los periódicos hablan de un misterioso asesino que desangra a sus víctimas. En sórdidos callejones han aparecido cadáveres blancos como el mármol. Durante una tarde lluviosa, mientras los músicos duermen en sus habitaciones, cotejo en el ordenador las reseñas de la prensa sobre la gira y las páginas de sucesos. Hay un rosario de muertes entre París y Berlín. Cadáveres que aparecen al alba, cuando la caravana de los Succubus enfila la ruta hacia la siguiente ciudad.

 La última actuación ha sido en Praga. Cenamos copiosamente y me siento mareado por el vino cuando subo a la caravana. El sol se pone por el oeste tras una gran nube rojiza. Siempre es de noche con los Succubus. Recuerdo ahora un pasaje de Macbeth: Los buenos seres diurnos languidecen mientras los negros agentes de la noche despiertan buscando sus presas. El africano Zel, uno de los músicos, toca un extraño instrumento aborigen. Elisa aporrea sus bongos ahora cantando en un incomprensible idioma gutural. El vehículo se está llenando de humo y todo tiene un extraño aspecto delicioso y letal. Seguimos avanzando por una carretera envuelta en niebla hasta que Elisa dice: “Hay una avería, tenemos que bajar”. Comprendo. Camino hacia la oscuridad dispuesto para el sacrificio. Mientras me rodean intento calcular cuantas horas de gloriosa música producirán los litros de sangre que alberga mi bien alimentado cuerpo. Lo último que veo es la boca golosa de Elisa y la lengua que recorre sus rojos y gruesos labios.

El resto de los músicos aguardan su turno.

FIN

FRODO SE DISCULPA

Y como receta he pensado en algo apropiado para el próximo lunes, Día de San Valentín. 

TE QUIERO MUCHO... COMO LA TRUCHA AL TRUCHO

Mientras el horno se calienta a 200º poner las truchas abiertas y sin espina en una fuente.

Sazonar con sal y pimienta, rociar con aceite de oliva y unas gotas de limón y colocar una loncha de bacon o jamón sobre cada trucha e introducirlas en el horno. 

Diez minutos después añadir un vasito de vino blanco y almendra rallada por encima. Poco después ya estará lista.





miércoles, 2 de febrero de 2022

YO TOMÉ PARTE EN LA INVASIÓN DE MARRUECOS

 Bueno, invadir... invadimos poco, unos cinco kilómetros, y todo terminó en un par de horas. Pasé mi servicio militar en Ceuta, en el norte de África. 




Aquí estoy con el pelotón de exploradores: (1)-Chus, (2)-Yo, (3)-El Córdoba, (4)-Marcos, (5)-Fran.

LA RECETA: ALITAS DE POLLO AL CALIMOCHO. Foto: Silvina.
El calimocho o Cuba Libre de los pobres. Vino tinto mezclado con  Coca Cola, la típica bebida de las fiestas mayores de los pueblos. El calimocho contribuye con el sabor del vino tinto (muy recurrido en cocina) pero con el característico toque dulce que aporta el refresco de cola.
Sofreír las alitas en aceite y retirarlas cuando se vean doradas. 
En el mismo aceite freír cebolla cortada fina. Cuando tome color añadir refresco de cola y vino tinto (las medidas a gusto de cada uno) remover un poco.
Llevarlo todo al cuenco de la batidora y triturar hasta formar una salsita cremosa. Juntar en la sartén las alitas de pollo y la mezcla de vino y cola y cocer a fuego lento durante unos 20 minutos.