jueves, 30 de octubre de 2014

RISA LOCA

Dedicado a Ole Benzen, espectador danés que murió de un ataque de risa en 1989 viendo la película Un pez llamado Wanda.

 Acabo de ver la disparatada película Mr. Sardonicus de William Castle que me ha recordado una experiencia que tuve con un ataque de Gelasma, o risa histérica.
Fue durante mi servicio militar en un cuartel de Ceuta. Nos ofrecieron una representación ya que pasábamos nuestra primera Navidad lejos de casa. Yo estaba sentado en un banquillo entre un soldado al que llamaban El Córdoba y un recluta de bigote ralo como el de un armadillo. En el improvisado escenario aparecieron un grupo de soldados con aspecto abatido vestidos como el pato Donald, con chaquetilla de marinero por la que asomaba un enorme trasero blanco y patas de pato, todo de goma espuma. Se veían muy cómicos. Uno dijo:
-Somos unos patos desgraciados que merecemos ser asados.  Cuac…
Entonces ocurrió. Dicen que suele pasar al atardecer, cuando la sangre se espesa y la adrenalina se dispara por efecto de la risa.
 Reímos, pero el recluta del bigotillo no podía parar de reír. Su risa se convirtió en chillidos y luego en alaridos de hiena sincopada. Muchas cabezas con idéntico corte de pelo se giraron en nuestra dirección. El recluta  cayó al suelo preso de una risa marigüanera y espasmódica. Un sargento se acercó con grandes zancadas. Temía que zanjara el asunto al estilo cuartelero, a sopapo limpio, así que El Córdoba y yo nos apresuramos a incorporarle.
-Nos lo llevamos fuera, mi sargento –le dije-.
-¡Sacadlo pero rápido! –masculló mientras echaba furtivas miradas hacia los asientos del coronel y los mandos.
El Córdoba, mucho más corpulento que yo, agarró al recluta por los brazos y se lo cargó a la espalda como una mochila. Yo lo sujetaba por los pies. Salimos al patio en dirección a la enfermería. Las risas del recluta parecían aullidos inarticulados hasta que se oyó un chasquido y cesaron bruscamente.
Como en una escena culminante de una película de terror –un violento zoom- miré la cara del recluta distorsionada en una mueca grotesca. Se le había desencajado la mandíbula y no podía cerrar la boca. Daba miedo verle; parecía el personaje de El grito de Munch.

En la enfermería había un joven alférez médico absorto en la lectura de un libro. Cuando vio el extraño aspecto del recluta no hicieron falta explicaciones.
 -Vamos a poner la articulación en su sitio. Sentadlo en esa silla y sujetadle bien la cabeza –nos dijo. Había dejado el libro sobre la mesa y me fijé en el título: El almuerzo desnudo, de Burroughs. Entonces no podía ni imaginar que mucho más tarde dibujaría una portada para ese libro.
El oficial se puso delante del recluta y lanzó con fuerza el puño hacia arriba impactando en la base de su mandíbula. Es el golpe que en el boxeo se conoce como Uppercut. Se oyó un crujido que nos puso los pelos de punta, un ruido desgarrado como si se hubiera abierto la bragueta de un gigante. El recluta tenía ahora una expresión normal aunque aturdida.
-Será mejor que se quede aquí por esta noche –dijo el alférez inyectándole un relajante muscular.
El recluta musitó algo que no entendimos, pero estoy seguro de lo que sus labios deberían haber dicho en ese momento: “Cuac…”
ABAJO: algunos personajes que se han hecho famosos por tener la risa floja.

LORD JÁ, JÁ. UNA RISA CÉLEBRE
 William Joyce (Lord Haw Haw) no se hizo famoso por sus carcajadas. Este apodo se lo dieron a causa de su voz –resultado de haberse roto la nariz en una pelea cuando militaba en el Partido Fascista Británico- que siempre sonaba como si estuviera reprimiendo un estallido de risa. Expulsado del partido por bruto y deslenguado, en 1939 se traslada a Berlín y empieza a trabajar en los servicios de propaganda nazis con su programa radiofónico Berlín Calling. Pronto adopta el alias de Lord Haw Haw iniciando siempre sus emisiones con el mensaje: “Here Lord Haw, Haw. You´ll never win, boys”. Su programa se hace tan popular en Inglaterra que la BBC emite a la misma hora (21h.) su mejor programa musical iniciando lo que ahora es algo tan común en la TV como la contraprogramación. Cuando la guerra ya no pinta bien para Alemania Joyce se entrega al alcoholismo y a los brazos de Axis Sally, norteamericana que también tenía su programa propagandístico en la radio alemana. Dios los cría…
Su último Berlín Calling –con un Joyce claramente bajo los efectos del alcohol- se emitió el 30 de abril de 1945. Lord Haw Haw es detenido poco después por los británicos y ejecutado al año siguiente por alta traición.
EL HOMBRE QUE RÍE

“La naturaleza fue pródiga en favores con Gwynplaine. Le había dado una boca que le llegaba hasta las orejas y una cara a la que no se podía mirar sin reír…”
Así describe Víctor Hugo al protagonista de su obra El hombre que ríe. Gwynplaine es un niño comprado por un fabricante de monstruos al que le practican la operación llamada Bucca fissa: cortes que prolongan la comisura de los labios dando el aspecto de una sonrisa permanente. En 1928 el director alemán Paul Leni llevó la novela al cine con el resultado de una de las últimas obras maestras del cine mudo.   El protagonista es Conrad Veidt –conocido sobre todo  por su papel de general Strasser en la película Casablanca. Por cierto que el dibujante Bob Kane se inspiró en el personaje de Veidt para crear al más letal enemigo de Batman: el Joker.
 Aquí está la versión completa con rótulos en castellano:
   

viernes, 24 de octubre de 2014

HAY ALGO EN LA VENTANA (Relato de Halloween)

Al abrirse la puerta del bar se oye el silbar del viento y el golpeteo de la lluvia cayendo en la oscuridad aunque no son más de las siete de la tarde.
El dueño del bar examina al recién llegado, lleva años haciéndolo: impermeable reluciente por la lluvia, de calidad, corte de peluquería y zapatos de piel. Un hombre de ciudad en aquel bar de pueblo decorado con embutidos colgantes y banderines de desconocidos equipos de fútbol; tan fuera de lugar como un daiquiri de fresa.
-Un coñac.
Mientras se toma el coñac el dueño advierte con el rabillo del ojo que su mano tiembla ligeramente. El cliente señala con el mentón hacia la puerta:
-Esa casa de enfrente parece estar abandonada.
-No lo parece, lo está –el dueño simula leer un periódico deportivo eludiendo la conversación; hoy no tiene el día sociable.
-Me ha parecido ver en una ventana de esa casa a… una niña.
-¿Cómo? –el dueño le mira incrédulo.
-Han sido sólo unos instantes, pero un relámpago ha iluminado la fachada y he visto a una niña frente a una de las ventanas. Estoy casi seguro del todo… tenía unos ojos grandes y parecían asustados.
-Oiga… -el dueño adopta ese tono cargado de paciencia propio de las personas poco pacientes- como usted ha dicho ha sido cosa de un momento y esa casa lleva años deshabitada. Puede haber visto un gato… o cualquier otra cosa.
El cliente señala con un índice tembloroso la copa vacía. Mientras le sirven el segundo coñac dice:
-¿Sabe que creo? Puede que una niña perdida se haya metido en esa casa para refugiarse de la lluvia –apura su coñac que parece bajar mejor que el primero-. No hay luz y podría lastimarse. Creo que iré a echar un vistazo.
“Los coñacs son para infundirse valor –piensa el dueño-, a estas horas y con ese tiempo la casa se ve bastante siniestra”…
-¿Podría prestarme una linterna? –pregunta el cliente.
El dueño masculla algo entre dientes mientras rebusca en un cajón detrás de la barra. Al menos, piensa, Don daiquiri de fresa me dejará en paz mientras se dedica a explorar la casucha. Deja una linterna cilíndrica con un sonoro clock sobre el mostrador.
-Acuérdese de devolverla. Con esta tormenta es probable que nos quedemos sin luz.
El cliente paga apresuradamente y el dueño suspira aliviado al verlo salir linterna en mano pero una duda le cosquillea: “¿Y si realmente ha visto a alguien?” Lo descarta enseguida meneando la cabeza. “Los de ciudad no tienen buena visión nocturna, están acostumbrados a pasear por calles bien iluminadas”.
 Durante un rato sólo se oye en el local el repicar de las fichas de dominó sobre la mesa, el silbido de la máquina de café y las conversaciones desde la barra.
El ruido de lluvia se hace más intenso, alguien ha abierto la puerta. Son Don daiquiri de fresa y una niña cogidos de la mano. El dueño del bar los examina, lleva años haciéndolo: el primero tiene en el cuello dos heridas recientes con la carne horriblemente amoratada a su alrededor. Los ojos de la niña son un abismo rojo y… sus pies flotan a unos dos palmos por encima del suelo.
Con una mezcla de incomprensión y miedo infinito el dueño ve a la niña bajar rápidamente la pesada puerta metálica del bar. Los ha dejado encerrados. La niña se vuelve hacia los parroquianos con una mueca burlona mostrando sus espantosos colmillos.
-Ocúpate de los clientes que están en las mesas –dice a Don daiquiri de fresa - Yo me encargo de los de la barra.
EL SINIESTRO PAYASO DE WASCO

 Un inquietante payaso vestido al modo de Pennywise, el de la novela IT de Stephen King, tiene aterrorizados a los vecinos de la población de Wasco, en el norte de California. El individuo se dedica a posar en fotos inquietantes en varios emplazamientos de la ciudad que luego cuelga en Instagram. "Hay que parar esto", ha dicho un responsable policial de Wasco, cuyas autoridades reconocen que no hay ninguna ley que prohiba hacerse fotos disfrazado de madrugada. Sin embargo, la aparición de imitadores (Copycats) ha acrecentado la preocupación ante la inminente noche de Halloween, donde se teme que algo puede ocurrir. Esos imitadores ya se han hecho notar en lugares tan dispares como Portsmouth (Inglaterra) Poitiers (Francia) o L´Hospitalet (Barcelona) ¿Hay algún Payaso de Wasco por su barrio? 

jueves, 16 de octubre de 2014

PELÍCULAS PARA VER CON DICCIONARIO

CUANDO LOS DINOSAURIOS DOMINABAN LA TIERRA (1970) Hablada en cavernícola.

 La productora Hammer que había iniciado su saga prehistórica con Hace un millón de años (1966) decidió con esta película repetir la misma fórmula: dinosaurios y chicas en biquinis de piel que a juzgar por sus piernas depiladas se habían saltado varias etapas de la evolución. El encargado de los oscarizados efectos especiales fue Jim Danforth –discípulo del mítico Ray Harryhausen- que también se encargó de los dinosaurios en otra película con diálogos trogloditas: Cavernícola (1981) con Ringo Starr. Cuando los… tiene una memorable escena: un paleolítico seduce a una rubia antediluviana con un chuletón de plesiosaurio. A falta de bombones...
Spielberg dedicó un guiño a esta película bautizando con el nombre “When the Dinosaurs Ruled the Earth” el parque temático (foto izq.) de Jurassic Park.

SEBASTIANE (1976) Hablada en latín.

El realizador Derek Jarman eligió para su primera película rodar en latín la historia del centurión romano cuya muerte, traspasado por flechas, es todo un ícono de la pintura renacentista. Jarman lo tuvo más difícil pues a diferencia del lenguaje troglodita el latín tiene sus diccionarios y expertos que criticaron el acento londinense de los actores.
 Sebastiane es un título de culto de la cinematografía gay aunque la recaudación en taquilla fue discreta, quizás por eso Jarman renunció a su futuro proyecto: Safo, hablada íntegramente en griego clásico y con Glenda Jackson en el papel de la poetisa.

INCUBUS (1966) Hablada en esperanto.

 William Shatner es el protagonista y único actor conocido (un año después interpretaría al mítico capitán James Tiberius Kirk de la saga Star Trek) de esta curiosa película de terror. Shatner es un soldado herido en el frente que acude a una supuesta fuente de aguas milagrosas en la aldea de Nomen Tunn para recuperarse. Lo malo es que en esa fuente merodean los íncubos, demonios con la apariencia de atractivas mujeres encargadas de conseguir almas para el que llaman Señor de la Oscuridad.  El  director Leslie Stevens eligió el esperanto para crear un ambiente ajeno y misterioso, de hecho su primera elección fue el Volapük, un antecesor de esperanto actualmente desaparecido.

DEAFULA (1975) Hablada en lenguaje de signos.

 Drácula para sordomudos; sin duda la más extraña de las adaptaciones al cine del personaje de Stoker. La película está completamente rodada en lenguaje de signos incluyendo voz en off para espectadores con audición normal a cargo del actor sordo Howard Nye que recita su texto sin énfasis, casi como un autómata, aumentando la sensación de extrañeza que impregna esta película. En Deafula abundan escenas sorprendentes como la del protagonista hablando consigo mismo. En el cine convencional esto se resuelve con una narración en off pero aquí resulta curioso ver al actor gesticulando furiosamente cuando no hay nadie a su alrededor. Actualmente es una película imposible de encontrar por lo que los interesados en rarezas cinematográficas tendrán que conformarse con algunas escenas que circulan por la red:

LA PASIÓN DE CRISTO (2004) Hablada en arameo, latín y griego.

 El australiano Mel Gibson quiso reproducir los evangelios de la forma más fidedigna posible sin importarle que al ser el arameo una lengua muerta desde hace tantos siglos nadie sabe con exactitud cómo se pronunciaba. Resulta curioso ver a Jesucristo (Jim Caviezel) rezando en arameo mientras los soldados romanos a su alrededor le increpan en latín.
 La película fue acompañada de una viva polémica relacionada con acusaciones de antisemitismo, las crudísimas escenas del martirio de Jesucristo (en especial, la flagelación) y el hecho de que el personaje de Satanás lo interpretara una mujer: la inquietante Rosalinda Celentano, hija del cantante Adriano Celentano.

MARTINI PARA TRES
Mi última portada me ha recordado la célebre frase de Dorothy Parker: "Al tercer Dry Martini estoy debajo de la mesa. Después del cuarto, debajo de mi anfitrión."


 DRY MARTINI: mezclar en jarra o vaso mezclador hielo, 9/10 ginebra y 1/10 vermut blanco seco. Servir en copa de cóctel adornada con una aceituna verde pero no rellena, pues la anchoa alteraría el sabor.

lunes, 6 de octubre de 2014

DIECISIETE (Relato con receta)

Selene no se arrepiente en absoluto de haber enviado a paseo a aquel imbécil del Opel azul que la había llevado a esa horrible discoteca de polígono, sólo lamenta haberse quedado sin medio de transporte. Se dirige hacia la carretera y se detiene junto a una señal de parada de autobús. No sabe cuánto tiempo tendrá que esperar pues alguien ha arrancado el cartel con los horarios.
Poco después aparece al otro lado de la carretera un viejo enjuto con un sombrero cordobés. Despliega una silla de tijera, coloca un plato de hojalata junto al arcén y se pone a tocar unas castañuelas. “Ese viejo debe estar loco –piensa Selene-. Mira que ponerse junto a la  carretera   en medio de ninguna parte…” El viejo canturrea con tono monocorde:
-Diecisiete, diecisiete, diecisiete…
-Está como una chota –murmura Selene -. No creo que le echen muchas monedas.
Pasa el tiempo y el autobús no aparece. Aunque ya ha oscurecido el calor no afloja. Selene nota la nuca pegajosa de sudor y se recoge el pelo en una improvisada coleta. El viejo sigue con su solitaria actuación:
-Diecisiete, diecisiete, diecisiete…
Un soñoliento tábano pasa muy cerca de la cara de Selene. Lo ahuyenta agitando su bolso en el aire. Selene contempla al viejo que deja por unos segundos de tocar las castañuelas como si estuviera a punto de desfallecer pero de repente, como un muñeco al que acaban de dar cuerda, sigue repiqueteando las castañuelas con renovado brío. Selene pasa del asombro al fastidio cuando le oye recitar: “diecisiete, diecisiete, diecisiete…”
 Media hora después Selene pasea nerviosa y sofocada alrededor de la parada. Es un anochecer  entorpecido y quieto por el calor. Pasa muy cerca de ella un coche tuneado con tres chicos dentro que le gritan groserías. Uno de ellos la señala e imita con gestos el sexo oral.
-Diecisiete, diecisiete, diecisiete…
Selene se sorprende a sí misma gritándoles  con una furia descontrolada. Ahora comprende hasta qué punto el viejo le está crispando los nervios. Además ahora aúlla más que recita  sus diecisiete agitando frenéticamente las castañuelas. Con la mayor velocidad que le permiten sus tacones Selene cruza la carretera y se planta delante del viejo que no parece advertir su presencia.
-Diecisiete, diecisiete, diecisiete...
 Selene cierra con fuerza los puños. Sus dientes chirrían. Grita furiosa:
-¡Cállese de una puta vez!!!
Selene queda cegada por un súbito resplandor de película quemada. Un camión de potentes faros la embiste lanzándola a una docena de metros de distancia. Su cuerpo aterriza sobre la carretera formando un charco de sangre color rojo intenso.
Tres días después un joven de aspecto extranjero deja su pesada mochila al lado de la señal de la parada de autobús. Mira con aprensión las señales de sangre seca sobre el asfalto y luego se fija en un viejo con sombrero cordobés sentado enfrente, al otro lado de la carretera. Repica unas castañuelas y empieza a canturrear:
-Dieciocho, dieciocho, dieciocho… 
STEAK TARTARO
Cómo son las asociaciones de ideas. Imaginarme a la pobre Selene hecha picadillo me ha hecho recordar este plato de carne picada cruda, pero bien condimentada. Se puede preparar mientras se ve este carnívoro vídeo:
Mezclar bien la carne picada con una cebolla rallada, una yema de huevo, perejil, una cucharada de mostaza, un chorrito de coñac, sal y pimienta. Remover todo con las manos como hacen los buenos cocineros y... ya está. La rápidez es una de las principales ventajas de los platos que no necesitan cocerse. Para un sabor picante se le pueden añadir unas gotas de tabasco.
Presentar el Steak en forma de torta plana adornado con champiñones crudos cortados en láminas.