martes, 23 de febrero de 2016

INSPECTOR DURALEX. EL CASO DEL ALFILER DE ORO

-Un, dos, tres, probando -… desde su tarima, el alto comisario Starlux se inclina sobre el micro y se dirige a los alumnos de la Escuela Superior de Policía que abarrotan la sala -. Ahora, el inspector Duralex les contará uno de sus más intrincados casos.
-¿Ven esta cinta de aquí? –Duralex se levanta y señala una cinta tricolor colgada del único botón de su ajada gabardina -. Es la Legión de Honor, la más alta condecoración francesa. Así fue como me la concedieron:
“La bella Josette, hija del gobernador de Sainte Omelette, una isla francesa en el Caribe, se había casado con un científico a medio exiliar llamado Iván. Al tercer día, se dio cuenta de que le habían robado un valioso y largo alfiler de oro y diamantes. Como mi fama no conoce fronteras, me llamaron para que investigara el caso.
 Al llegar al palacio del gobernador fui recibido por las sirvientas, todas nativas de piel color macadamia, vestidas solo con una falda de lino. Increíble, créanme. Sus peras desafiaban las leyes de la grav… ¡Auch! –Starlux le suelta una patada en la espinilla para que vaya al grano-. Bueno, la estupenda Josette me dijo que respondía de la honradez de su servidumbre. En la casa, además de su marido, vivían una cocinera murciana y cuatro perros.
Mi sexto sentido me incitó a sospechar del marido pero no obstante, hice una radiografía a los cuatro perros, sin resultado.
Decidí sondear a la cocinera que suponía dispuesta a colaborar por nuestra común cercanía geográfica. Simulé un encuentro casual entre fogones y empecé hablando sobre el tiempo para romper el hielo.
 Pasamos a compartir los últimos chascarrillos sobre política actual y derivamos a otros temas como la última traducción de los versos de Horacio hecha por Kurtel que la cocinera no aprobaba: “Eze Kurtel, zeñó, tiene la hiel de Juvenal en lugar de la sutil ironía de Horacio…” ¡Uaaah!!!!  – nuevo  patadón de Starlux-. Decidí no perder más tiempo y cortar por lo sano. Agarré a la cocinera por los talones, la puse boca abajo y la sacudí con fuerza a ver si caía el dichoso alfiler pero solo salieron de sus bolsillos un lápiz mordisqueado, llaves y algunas monedas.
Me dirigí al encuentro de la hermosa Josette y solicité interrogar a su marido. “Iván lleva dos días en su laboratorio trabajando en un acero deslizante para las barras de las stripers”, me dijo. Empuñando mi pistola Luger por si las moscas abrí de una patada la puerta del laboratorio.” ¡Ajá!”, exclame triunfal. Como yo suponía, el marido tenía el alfiler.
 Lo tenía precisamente clavado en la espalda, bajo el omoplato izquierdo. El resto de Iván estaba tendido sobre una cara alfombra afgana empapada de sangre.
Después del entierro, el gobernador me condecoró y la guapa Josette, emocionada, se echó a mis brazos, momento que aproveché para meterle mano y volví a casa muy ufano. ¡Huy, he hecho un verso! Jú, jú. Soy la monda… ¿Alguna pregunta? –un alumno levanta la mano- Desembucha, jovenzuelo. Tengo la obligación de instruirte.
-Pero señor inspector… ¿y qué hay del asesinato?
-¿Qué asesinato?

El público enfervorizado aplaude con entusiasmo, sacan en volandas al inspector Duralex del auditorio y lo arrojan al estanque de los patos.

PRESENTACIÓN DE MI LIBRO

 El 17 de marzo, jueves, a las 19h. presento Sombras y siluetas en el FNAC La Maquinista de Barcelona (Centro Comercial La Maquinista. Paseo Potosí,2) 
Lo presentará la escritora, locutora y cantante Vanessa Martí. Coincidí con ella en una lectura de relatos eróticos el pasado noviembre en Tarragona (foto) y condujo fantásticamente bien aquel evento tan divertido.
Venga, animénse, que me gustaría conocer personalmente a mis compañeros blogueros. Cuantos más, mejor. Hasta Nosferatu me ha prometido acudir que tiene muchas ganas de lucir su nuevo look.



jueves, 11 de febrero de 2016

TARANTINO LES ECHÓ UN CABLE

Este famoso director suele incluir en sus repartos actores que habían caído en el olvido o que estaban pasando una mala racha.
LAWRENCE TIERNEY EN RESERVOIR DOGS (1992)

 Lawrence fue un actor especializado en papeles de tipos duros fuera de la ley. Su carrera se vio truncada por sus frecuentes detenciones por pelearse en bares. Llevaba años apareciendo en papeles muy secundarios y sacando partido a su recia voz –entre otros, dobló a Dan Brodka, el oficial de seguridad que detiene a Bart Simpson por robar en unos almacenes- hasta que Tarantino le encargó el rol de Joe Cabot, el mafioso que lidera la banda de atracadores con nombres de colores. En una escena, Tim Roth (Sr. Naranja) comenta que Cabot se parece a La Cosa.
JOHN TRAVOLTA EN PULP FICTION (1994)

Quizá el más conocido de los rescates de Tarantino. Antes de encarnar a Vincent Vega, la carrera de Travolta parecía estar en pleno declive a pesar de que la serie Mira quién habla sido un éxito de taquilla pero no de crítica. Su carrera renació gracias a que Tarantino tuvo claro desde el principio que Travolta tenía que hacer el papel de Vincent. Tras Pulp Fiction, el actor volvió a aparecer en películas prestigiosas como La delgada línea roja y a codearse con actores como Gene Hackman o Bruce Willis.
PAM GRIER Y ROBERT FORSTER EN JACKIE BROWN (1997)


 Rescate por partida doble. La reina del Blaxploitation de los años setenta acababa de tener un papel importante en Mars Attack! de Tim Burton después de años de olvido cuando Tarantino le ofreció el papel de Jackie en la, posiblemente, menos personal de sus películas. Compartió protagonismo con Robert Forster,  que llevaba mucho tiempo sumido en la serie-B, hasta que  su papel del  agente de finanzas Max Cherry le proporcionó una nominación al Óscar al mejor secundario reactivando su carrera.
ROD TAYLOR EN MALDITOS BASTARDOS (2009)

 Nada menos que 45 años separan estas dos fotos: Rod en la obra maestra de Alfred Hitchcock Los pájaros (1963) –su película más recordada junto a El tiempo en sus manos ( 1960)- y en su breve papel de Winston Churchill para Malditos bastardos, en una muy breve escena que comparte con Michael Fassbender y un irreconocible Mike Myers como un general británico. Esa fue su última aparición en pantalla, pues Rod Taylor falleció en el 2015.
DAVID CARRADINE EN KILL BILL (2004)

 La carrera del hijo mayor del clan Carradine tiene más altibajos que una montaña rusa. Ha trabajado con Scorsese, Ingmar Bergman y Walter Hill, pero nunca le ha hecho ascos a los productos de bajo presupuesto en los que aparecía con frecuencia.  El papel de Bill, el espadachín encantador de serpientes, sería su último trabajo más sonado antes de su misteriosa muerte en un hotel de Bangkok.
Por cierto que Tarantino anuncia su intención de producir Kill Bill-3 pero en versión anime para los prestigiosos Estudios Ghibli, los de El viaje de Chihiro y Mi vecino Totoro.

¿Es la niña de El exorcista? No, es Jenifer Jason Leigh en Los odiosos ocho. También puede decirse que Jenifer fue repescada por Tarantino, pues llevaba tiempo alejada de la pantalla dedicada a sus proyectos teatrales.
Y ahora un misterio digno de los casos del inspector Duralex: ¿dónde van a parar los calcetines que desaparecen en la lavadora?
DESPAREJADOS  
Hoy le ha tocado a Gabi Dixan hacer la colada en el piso que comparte con otros dos estudiantes.
En el armario, con la cabeza metida entre las profundidades de la sección de manga corta, justo debajo de las camisetas y la ropa de deporte, comprueba una vez más que un calcetín ha salido de la lavadora sin su pareja correspondiente.
Recuerda que alguien le había dicho que a veces se quedan atrapados en el interior de la lavadora, entre el tambor y el agitador del centrifugado. Gabi aparta el cesto de la ropa e introduce la cabeza por la puerta de la lavadora. “¡Ajá!”, dice cuando descubre lo que parece una porción de tela blanca aprisionada en el tambor.
 Gabi se adentra todo lo que puede en el interior del electrodoméstico y, justo cuando agarra la pieza blanca, la lavadora se pone en marcha. El ruido del motor se eleva como el canto fiero de un ave tropical, por encima de la canción Mith, de los Beach House, que suena desde alguna habitación.
El joven es engullido por el vórtice de un remolino jabonoso, entre vertiginosas sacudidas. La lavadora hierve, silba y su interior gira frenéticamente. Su compañera de piso, Ariel, aún puede ver las piernas de Gabi asomando un momento antes de que se cierre la apertura. Superar esa visión le costará un año de terapia.
Ahora, Gabi Dixan se encuentra plácidamente flotando por un jabonoso líquido amniótico. Es el limbo donde van a parar los calcetines desparejados. Él mismo se ha convertido en un calcetín, de esos de deporte blancos, sin goma. Además está contento; hoy tiene una cita con unas perdidas braguitas de Intimissimi, suaves y sedosas.


lunes, 1 de febrero de 2016

¡CUATE, AQUÍ HAY TOMATE!

¿Alguna vez se han metido en una bañera repleta de zumo de tomate? Yo una vez, en México.
Nos habíamos ido Laura, mi pareja de entonces, su hermano Carlos y su novia Gloria a una casita de su familia en la sierra de Cuautepec; un lugar donde muchos defeños de la capital se refugian de los rigores de la estación seca de noviembre-mayo.
 Yo estaba arrancando las malas hierbas del jardín cuando advertí unos negros y furtivos ojillos negros que me observaban desde un seto de cicutas. Era un animalito que hasta ahora solo había visto en documentales, una mofeta de lustroso pelo negro con dos bandas simétricas de color blanco en el lomo. Me acerqué hasta una prudente distancia para verla mejor, en ese momento la mofeta dio un rápido giro, se apoyó sobre sus patas delanteras y levantó la cola. Cuando me di cuenta de lo que se proponía ya era tarde.
Disparó un líquido amarillo pálido que me empapó la camisa. Un hedor acre, de una fetidez insoportable asaltó mi nariz. Entré corriendo en la casa. Laura, Carlos y Gloria estaban sentados en un sofá viendo la tele, nada más llegué se taparon la nariz con las manos.
-¡Jíjoles!!! – exclamó Laura- ¿Dónde te has metido, güey?
-¡Me ha rociado una mofeta!
-¿Una qué…? –recordé que estaba en México.
-Un zorrillo.
-Órale, sal al jardín que vas a apestar todita la casa –me dijo Carlos dándome empujoncitos con una revista enrollada-. Quédate aquí en el jardín, extiende los brazos, que te dé el aire. Ahorita tomo el auto y voy al 7- Eleven a por zumo de tomate.
-¿Ahora te vienen ganas de tomar un Bloody Mary?
-No chingues, pendejo. El zumo de tomate es lo mejor para quitar el tufo a zorrillo.
Mientras Carlos se alejaba con su ranchera Ford me quedé en posición de espantapájaros. Empezaba a oscurecer. De noche las serpientes de cascabel salen a cazar y en esta sierra las había a montones. Solo faltaría que una me mordiera para redondear un día perfecto con la fauna local. Sentí un escalofrío que parecía bajar silbando por las colinas de Cuautepec.
Respiré aliviado al oír chirriar la grava. Carlos descargó cuatro packs de seis botellas de zumo de tomate. Laura se me acercó con un cesto en la mano y un paño empapado en perfume cubriendo su nariz.
-Carlos está llenando la tina con zumo. Apúrate, habrá que poner una lavadora solo con tu ropa y dejarla tendida cinco días, nomás.
 Dejé toda mi ropa en el cesto y me volví corriendo hacia la casa. Carlos estaba vaciando el último frasco. Entré en la bañera. Recogí algo de zumo de tomate en un vaso y me lo eché por la cabeza. Me miré en un espejo; parecía Carrie en su fiesta del instituto.
Llevaba un rato en aquel baño untuoso cuando irrumpieron en el cuarto, doblándose por las carcajadas, Carlos, Laura y Gloria. Carlos se había traído del 7-Eleven una botella de mezcal y se habían tomado ya unos cuantos tragos. Soy pudoroso y no me hacía mucha gracia que me vieran con mis ejém… cosas medio sumergidas en tomate. “Fíjense. Parece un perrito caliente con cátsup”, dijo Laura señalando ya se imaginan qué.
-Órale, comadres –dijo compasivo Carlos, alargándome un platito con un vaso de mezcal, una rodaja de limón y un montoncito de sal con chile-. Dejemos a nuestro hediondo amigo –y dirigiéndose a mí-: quédate ahí un rato, para que el tomate entre en los poros.
Se fueron. Alguien puso música. Después de todo, no se estaba tan mal flotando en zumo, con un vasito de mezcal con gusano y oyendo Psyicho Killer de los Talking Heads.

GILDA (Chorradilla)

 Sergio Banderilla tiene un bar de pinchos y montaditos y, además, es conocido en el barrio por su pasión por el cine clásico. Su local está lleno de carteles y fotos de Rita Hayworth.

Su especialidad –por supuesto- es el pincho Gilda, al que añade un toque especial. Cuando alguien pide en la barra una Gilda, Sergio se la sirve y acto seguido le propina al cliente un bofetón. Ocurrencia que en su bar es acogida con gran regocijo por la clientela. 

¿RECUERDAN A PEPE LE PEW?

Sí, seguimos con mofetas. Pepe es un personaje de los Looney Tunes de la Warner. Un zorrillo francés que galantea a la gata Penélope pero su olor corporal no ayuda mucho. El actor Johnny Depp declaró que para interpretar su personaje Jack Sparrow de la serie de Piratas del Caribe, se inspiró en Pepe le Pew. Ahora este zorrillo vuelve a estar de actualidad pues se anuncia para este verano el estreno de su primer largometraje con la voz de Mike Myers (Austin Powers).
Anteriormente Pepe la Pew ya había ganado un óscar en la categoría de mejor corto de animación por Razones sentimentales For Scintemantal Reasons(1949)