El lunes por la tarde Bruno llega a casa después del trabajo. Como no le gustan las anchoas, ni los champiñones ni el salami se decide por una pizza Margarita.
-El chico llegará en 20 minutos –le dice un empleado de voz nasal-. Hará sonar tres veces el timbre.
A los 20 minutos el repartidor aparca su moto delante de la casa de Bruno. Hace la señal convenida y le entrega la pizza en una caja de cartón humeante.
El martes Bruno encarga otra pizza Margarita; y lo mismo el miércoles, el jueves y el viernes.
El sábado decide que ya está harto de pizza. Al salir del trabajo compra en un Todo a 100 un libro de bolsillo : Cocina fácil. 1000 Recetas, y una cacerola de barro. Después se dirige al supermercado.
Ese día el calor ha sido agobiante. Lo primero que Bruno hace al llegar a casa es ducharse y ponerse un pijama. Luego, en la cocina, desenvuelve lo que ha comprado.
En la cacerola sofríe un redondo de ternera, luego añade cebollas, zanahorias y un diente de ajo picados. Cuando la carne empieza a dorarse vierte un generoso chorro de coñac. Un delicioso aroma invade la cocina estimulando el apetito de Bruno.
Mientras se reduce el coñac Bruno toma una cerveza y se sienta ante el televisor. Él es uno de esos raros especímenes que no solo afirma que lo que más le gusta de la tele son los documentales sino que además es cierto. En el Discovery Channel aparece un científico en una pequeña sala con un perrito explicando la famosa teoría del reflejo condicionado de Pavlov. Bruno sonríe al recordar una ilustración de su libro de texto: un perro con expresión bobalicona babeando al lado de un timbre y una mano que le alarga un plato de comida.
Bruno se levanta de un salto al percibir un inquietante olor a quemado. La cazuela está envuelta en llamas que Bruno apaga con la tapadera de la sartén. El inexperto cocinero ha dejado el fuego demasiado alto, el calor ha rajado el fondo de la cacerola de barro y el coñac ha prendido. La carne está quemada por un lado y apenas cocida por el resto.
Aunque Bruno había decidido no comer hoy pizza la perspectiva de vestirse para comer fuera le provoca una inmensa pereza.
El empleado de voz nasal ya le reconoce la voz: “El Sr. Fisuras ¿verdad? El del número 29 de la calle Discordia… ¿Una Margarita? Llegará en 20 minutos.”
Bruno se sirve otra cerveza y decide esperar al repartidor frente el televisor. El documental recién ha terminado y los créditos pasan por encima del dibujo de un perrito babeando parecido al de su libro escolar.
-Al menos –piensa Bruno- los de Pizza Speed son rápidos. Tengo muchísima hambre.
Como todos los días el repartidor llega puntual. Suenan tres timbrazos. Unas gotas resbalan por la chaqueta del pijama de Bruno que está babeando copiosamente.
PIZZA BLANCA CON PECORINO Y NUECES
En una base de pizza envasada al vacío extender cebolla cortada en rodajas finas y rociar con un chorrito de aceite de oliva.. Introducir la pizza en el horno a 200 ºC y hornear durante diez minutos. Mientras derretir en una sarten con un poco de mantequilla el pecorino (roquefort también sirve o cualquier queso cremoso) aplastándolo con una cuchara de madera con el fuego al mínimo y añadir crema de leche hasta que se haya deshecho. Verter la mezcla sobre la pizza con unas nueces partidas por la mitad y espolvorear con orégano. Dejar la pizza en el horno otro par de minutos y servir.
35 comentarios:
Pobre Bruno, mira que compararlo con un perro solo porque no sabe cocinar ;-)
Un saludo.
Huy, David pues no había caido. Ha sido inconsciente, je, je. Claro que más de una vez he comido en sitios donde parecía que la comida la había preparado un caniche lobotomizado. Saludos y buen fin de semana. Borgo.
Me hace gracia la gente que no sabe cocinar y de pronto un día se ponen a hacer un plato complicadísimo.
Hola, Doctora. Bueno, es el afám de superación que todos llevamos dentro aunque desde luego no es aconsejable pasar de una tortilla a un bavarois de frutos del bosque así por las buenas. Saludos. Borgo.
Hola Miquel,
Pobre Sr. Fisutas que identificado me siento.
Huum... espero que esta historia no posea tinte autobiográfica escondidos... ;->
Yo soy nefasto para cocinar, por suerte hay un monton de preparados, y pequeños trucos para los que como el Sr. Fisuras se olvidan de la comida en el fogón y despues realizan excelente flambeados (excesivamente quemados).
Muy buena Mr. Borgo esta historia de la cotidianidad de muchos personas solas.
Un abrazo Mr. Borgo.
Hola Borgo! ¡Qué malo acostumbrarse a la comida preparada! No hay nada mejor que la comida de toda la vida, yo hago unos potajes, y unos pucheros para chuparse los dedos, también quizá porque tengo tiempo, Ah! y de la fideua y la paella ni te cuento.
Muy buena la receta de la pizza. Me parece un abuso el dinero que cobran por una pizza en la famosa cadena que todos sabemos, además a mi me resultan correosas y prefabricadas total, pero bueno para gustos...Un besazo Borgo
De entrada, Bruno, se parece a mí. no me gustan –demasiado- las pizzas, me decidiría por todo tipo de ensaladas.
Pero, seguro que con la cazuela, la cocina acabaría en llamas. Jejejeee…
Saludos, Ann@
¿Qué tal, UTLA? Yo también fui un Fisuras. Yo empecé con cuatro recetas de un viejo libro de cocina y pasito a pasito... Eso sí, cuando hay partido o una buena película el cocinero se toma descanso y encarga a veces una pizza. Abrazos. Borgo.
Hola, SqS. Pues claro que sí; nada mejor que la cocina de cuchara y que se quite el fast food aunque reconozco encargar alguna pizza si me veo muy apurado.Seguro que te deben quedar muy bien las paellas y la fideua como buena alicantina. Pienso dedicar pronto una entrada a la paella, un plato que no hay dos personas que la hagan igual; cada uno tiene su propio truquito. Besos. Borgo.
Hola, Anna. Bueno, las ensaladas son un buen recurso y además con ella no hay peligro de incendios en la cocina. Saludos! Borgo.
¡Qué historias las tuyas !
¿ No hay libros de cocina "para torpes" ?jaja :-D ¡Menuda gracia!
La pizza crea adicción Miquel por eso se le quema la comida ;-P
Y desde luego donde esté una buena paella, ensalada al gusto, o con este frio, un cocido madrileño..no hay color, ni sabor.
¡Puchero puchero !
Saludos y ¡ buen provecho!
Lo bueno que tiene el cognac es que prende muy rápido yse apaga enseguida, no como el traicionero aceite (supongo que por eso nunca han echado cognac hirviendo desde una almena)
Habrá que informar al Sr. Fisuras de que hay más locales que llevan la comida a casa, me preocupa su dieta.
Hola, Abril. Pues claro que hay libros de esos, yo mismo escribí e ilustré uno: "Uf, hoy cocino yo" (Ed. Zendrera)Y comparto totalmente contigo el gusto por los pucheros invernales. Una madrileña me enseñó a hacer el famoso cocido, qué bueno... y las lentejas con chorizo, las judías con oreja, Mmm... Saludos. Borgo.
Hola, natsnoC. Muy bueno lo del coñac, yo tampoco me imagino a los sitiados arrojando desde las almenas el Flambeado de Moe. Lo que me extraña es que no me haya llamado ninguna empresa de vitrocerámica para hacerles propaganda, algo así como "Con la vitro eso no pasa". Saludos. Borgo.
Me apunto a la receta de la pizza. Ahora que he empezado a hacerlas yo mismo, cualquier idea es bienvenida y esa pinta bien ;)
Saludos.
Hola, Charly. Ahora que hay buenas bases de pizza frescas envasadas al vacío vale la pena hacerlas en casa, además así les pones los ingredientes que quieres. A veces me hago una con tiras de pollo y berenjena asada. Saludos. Borgo.
jejeje casi me he sentido identificada con Bruno, por despistada e inconstante.. ¡pero seguro que alguna vez vuelve a intentarlo! por pura curiosidad y como reto personal :))
besos,
ja ja que bueno, una vez me paso algo igual, en pleno verano de rodriguez y mi familia a 1000km. decidi hacerme un risoto y lo queme todo, arroz, olla. en vez de pedir una pizza, como tenia tanta hambre me hice un bocata-con-todo-lo que encontre -en la nevera. yo tambien babeo cuando abro un sobre de jamón jabugo.
Es como la escena de "Matrix" en la que el traidor Cifra está comiendo con el agente Smith un filete virtual. Y babeando tan contento.
Saludos.
Jajaja, estupendo relato con el cual me puedo identificar y es que cocinar se convierte, a veces, en una incógnita demasiado molesta. Mejor tener a nuestra disposición un self service perenne.
Claro, Maslama. En mis tiempos de cocinero principiante la de platos quemados y echados a perder que perpetré. He perdido la cuenta y espero que aquellos compañeros de piso también. Saludos. Borgo.
Hola, Aris. Uf, un risoto, pero qué arriesgado. El arroz es muy consagrado, yo todavía no le tengo pillado el punto. Siempre hay que tener provisiones en la nevera en caso de necesidad. Yo tengo un sobre de jabugo en uno de esos chismes que dicen: "Romper el cristal en caso de emergéncia". Saludos. Borgo.
Hola, Licantropunk. Qué escena... lo que babeaba yo viendo aquel filete. Es lo que tiene de bueno la cocina virtual, nunca se quema. Saludos. Borgo.
Hola, Cahiers. Yo siempre tengo a mano un kit de emergéncia: pasta, queso rallado y salsas empaquetadas. Para los días en que uno está perezoso o tiene algún percance en la cocina le sacan a uno del apuro. Saludos. Borgo.
YO también soy muy Perro...o muy Bruno jejeje Pbre Bruno Fisuras (me encanta su apellido jejeje)
Un abrazo.
Hola, Marcos. Mejor perro que Bruno o eso creo, je, je. Siempre tengo problemas para elegir los nombres de mis personajes y Fisuras fue el primero que se me ocurrió. Genio y fisuras... huy, qué malo. Abrazos. Borgo.
Los humanos tambien nos acostumbramos como el perro de Paulov, al fin y al cabo ninguno podemos evitar salivar cuando olemos una buena comida.
Saludos
Hola, Shilmulo. Sí, una de las cosas que nos asemejan a los perros. Yo aún salivo cuando paso frente a un puesto de pollos a l´ast que me traen recuerdos de mi infancia, ese era el fast food antes de los Kentuckys y Mac Donalds. Saludos. Borgo.
Me encanta el nombre del interfecto. Sr. Fisuras. Me apunto la receta que tiene muy buena pinta y yo soy un loco del roquefort.
Saludos.
Gracias, Jorge. Es que nunca se que nombre poner a los personajes y creo que no está mal como nombre. Esta pizza la he probado con roquefort y con el toque de las nueces queda muy buena. Saludos. Borgo.
Sí, nos amoldamos a muchas cosas por falta de sabe Dios tantas auto-limitaciones mentales, pudiendo resolvernos mejor, el ser humano es capaz de aprender y resolver mucho más de lo que en primera naturaleza -la ociosidad, la falta de iniciativa, el ingenio, la perseverancia- parece. Buen relato. Un abrazo.
Hola, Mario. Creo que lo has acertado plenamente. El gracioso perro de Pavlov -lo recuerdo bien del dibujo de mo libro escolar- lo veo básicamente como una víctima de la rutina. Una rutina babeante. Saludos. Borgo.
Muy perspicaz relato, me ha gustado mucho además de abrirme el apetito antes de hora.
Un abrazo.
Gracias, Victor. La verdad es que cuando acabé de escribirlo yo parecía el perrito de don Pavlov. Saludos. Borgo.
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