La empresaria, actriz, modelo y no sé qué más Kim Kardashian
ha revolucionado las redes sociales con sus fotos en las que muestra unas
nalgas que no parecen de este mundo. Kardashian asegura que lo consigue
inyectando en su trasero la grasa sobrante de sus liposucciones; esto sí que es
reciclar y lo demás mandangas. En esta portada de la revista Paper recrea una
conocida foto de Jean Paul Goude del célebre clip de Grace Jones Slave to the
Rhythm.
El tema me ha recordado a la historia de la infortunada Sara
Baartman, más conocida como…
LA VENUS HOTENTOTE
Nacida esclava en 1789 en Ciudad del Cabo, Sara fue llevada
a Europa a principios del siglo XIX para ser mostrada como atracción de feria,
su nombre artístico era La Venus Hotentote. La figura de Sara era desorbitante
a causa de la esteatopigia o excesiva acumulación de grasa en los glúteos. Una
sociedad benéfica parisina acusó, con justicia, de degradante el espectáculo donde exhibían a
Sara y clausuraron el circo. La Venus Negra, como se la conocía entonces, atrajo
la atención de la comunidad científica de París que la describió como una mujer
inteligente que hablaba inglés y holandés.
Sara sucumbió a una epidemia de fiebres en 1815, su cuerpo
fue embalsamado por el famoso naturalista Georges Couvier y exhibido en el
Museo del Hombre en París durante 160 años hasta que Nelson Mandela envió una
petición al presidente Mitterand para que sus restos volvieran a
Sudáfrica. Francia accedió y Sara fue
enterrada en El Cabo con honores oficiales.
Existe una película La vénus noire (2009) basada en la vida
de Sara. No fue estrenada en España pero se encuentra en DVD.
La repatriación del cuerpo momificado me ha traído a la
memoria un caso más cercano:
EL NEGRO DE BANYOLES
Alphonse Arcelin, un médico haitiano residente en Cambrils
(Tarragona) exigió en 1991 al Ayuntamiento de Banyoles la retirada del cadáver de un bosquimano
expuesto en el Museu Darder; de lo contrario, pediría el boicot de los países
africanos a las pruebas olímpicas de remo que se celebraban el siguiente año en
esta localidad. El caso provocó una inusitada atención de los medios llegando a
oídos de Kofi Anan, el Secretario General de la ONU. Arcelín prosiguió durante
años una auténtica cruzada personal que le llevó a la ruina económica pues
tenía que pagar de su bolsillo los viajes para entrevistarse con diversos jefes
de estado africanos. Los restos del momificado bosquimano fueron finalmente
enterrados en octubre del 2007 en Botsuana como un héroe nacional.
En el 2008 la pequeña editorial de Girona El Call encargó a
mi amigo el periodista Marc Ribot, que anteriormente había entrevistado al
doctor Arcelin, un libro sobre aquel suceso que se iba a titular: De Banyoles a Botsuana .
Al principio yo solo tenía que dibujar la portada pero me
fui involucrando cada vez más en el libro. Me convertí en coautor y entrevisté,
entre otros, a un miembro del Patronato
Darder que me contó una curiosa anécdota: al llegar la momia del bosquimano a
España tuvieron problemas para catalogarla en la aduana. Al final el
funcionario aduanero de turno optó por encasillarla como "bacalao seco".
Reunimos un material
muy jugoso a base de cartas a los periódicos y artículos y es que se
escribieron muchas tonterías sobre el Negro de Banyoles (desde la agresividad
racista hasta la corrección política más papanatas) Marc y yo acordamos
reducir al máximo nuestra intervención y dejar que el lector sacara sus propias
conclusiones. Estábamos a punto de entregar el texto cuando la modesta
editorial El Call tuvo que cerrar por motivos económicos y De Banyoles a
Botsuana pasó al limbo de los libros inéditos.
Dos de mis contribuciones al tema: Lote 249 de Conan Doyle y Breve conversación con una momia, de Poe. El único relato humorístico de ese autor.
Y este es el vídeo que he mencionado antes: Slave to the
Rhythm; causó furor entre los moderniquis en el lejano 1985.