Mi vecino instaló el aparato de aire acondicionado al revés.
Se enfrió todo el exterior. Al día siguiente el hombre del tiempo apareció en
televisión muy confundido: "Estamos en verano y se supone que hoy iba a
hacer calor."
Se ha dictaminado en todo el planeta viajar en agosto, y el que no lo haga, se le aplicará la pena de muerte. Dos meses antes de las vacaciones la gente va al psicólogo por la angustia de los viajes. Los psicólogos preparan a los pobres desgraciados a enfrentarse con las temibles vacaciones: el estrés que representa preparar el equipaje, los aeropuertos, los vuelos cancelados a última hora, los controles de temperatura, los robos, la masificación en los cruceros y el no ver nada de interés en un mundo destruido, feo, repetitivo, rutinario, masificado, decadente, falso, decorativo, carísimo, de mala calidad, mal servicio, cansancio, aburrimiento y soportando todo el día a la pareja y a los niños. En este mundo la gente está loca por volver a casa y deshacerse de los críos y de sus parejas. Veamos un típico encuentro semanas antes de agosto.
-Hola, Julia. ¿Adónde te ha tocado ir este año de
vacaciones? – le pregunta su mejor amiga con pena.
Julia le responde como si de un funeral se tratara:
-Acapulco, hija, Acapulco.
-Te acompaño en el sentimiento. Menuda catástrofe. Se dice
que se ha vertido millones de litros de líquido fecal en sus playas...
- ¡No me lo recuerdes! Y a vosotros, ¿dónde os ha tocado ir?
-Ay, realizar un recorrido a pie por las cenizas del
Amazonas.
Ambas se abrazan y se ponen a llorar desconsoladamente.
Julia dice entre sollozos que a su hermano, cuñada y sobrinos les ha tocado ir
en un crucero que ha estado en alta mar durante dos meses con veinte mil
pasajeros confinados por la tragedia de la covid-19; y lo peor de todo es que
no será desinfectado.
En el diario El país hay un artículo que habla sobre la
catástrofe ocurrida en Acapulco titulado “Acapulco lucha contra el desastre”, y
allí se dice: “El ansia por salir cunde entre los turistas...”.
Ahora la isla Mauricio está cubierta de mierda negra. Antes del desastre había un montón de turistas que ya tenían reservados los hotelitos, sombrillas de hojas de palmera muerta, cócteles de daiquiris en copas cónicas y toda la parafernalia que se requiere para ser un auténtico y odioso guiri. ¡Noooooo! Han gritado las gordas y blancuzcas marujas tatuadas. Y ahora ¿qué coño hacemos? Se les ha denegado la devolución del dinero y las agencias de viajes no se hacen responsables aduciendo que la isla Mauricio no ha cerrado el parque temático y que se puede ir allí.
- ¡Pero si todo está negro de petróleo! - Gritan las gordas
blancuzcas tatuadas cargadas de hijos y con el colesterol por las nubes.
-Lo sentimos, gordas – dicen los tipos y tipas de las
agencias – Las autoridades competentes no han declarado “zona de catástrofe” y
no estamos obligados a devolverles su dinero. No sé si ustedes, aparte de comer
como guarras, tatuarse hadas en los hombros, parir como conejas, mojar el pan
en la salsa y no tener ni el más mínimo conocimiento de geografía, que
Mauricio, no es solo el nombre del personaje de aquella horrorosa serie
española llamada Aída, sino que también es una nación insular en el océano
Índico, y no solo por sus playas, lagunas y arrecifes, sino por su “Parque
Nacional Gargantas del Río Negro”. Y ahí es donde van a ir, sebosas repugnantes
y por la gloria de mi madre, porque podrán contemplar con toda su
majestuosidad, y como su propio nombre indica, el buque japonés MV Wakashio ha
colaborado con la causa vertiendo 3.800 toneladas de combustible y 200
toneladas de gasóleo en el nombre de “Gargantas del Río Negro”. Además, putas
gordas, no sé si saben que allí hay una especie muy curiosa de zorros
voladores. A esos no los van a ver, porque han volado sabe Dios hacia dónde.
Este relato está a la espera de la siguiente catástrofe…
FIN
EL PROFESOR SIBELIUS SE ENFADA
Necesitaremos: pechuga de pollo o un bistec de ternera (me gustan las fajitas mixtas) 1 paquete de tortillas de trigo. 1 bote de salsa para tacos Old El Paso. 1 sobre de sazonador para fajitas. Cebolla, Pimiento rojo. Queso cheedar en láminas.
Sobre las tortillas poner 1 lámina de queso y el guiso de pollo, bistec, cebolla y pimientos.
Envolver las fajitas y a servir. Recomiendo unas gotas de tabasco.