-Miquel,
¿te importa si traigo a mi prima Sara? Está pasando una temporada conmigo. Es
profesora de instituto y le han dado la baja psiquiátrica.
-Pobre,
no me extraña con lo que hay en los institutos hoy en día…
-Te
advierto que es algo especial.
Al
oír lo de especial, viniendo de Sergio, se me dispararon varias alarmas.
-¿Cómo
de especial?
-Dice
que por las noches la visita un íncubo.
Nota
aclaratoria: un íncubo es un espectro masculino que tiene sexo con mujeres. Los
fantasmas femeninos que se lo hacen con hombres se llaman súcubos.
-Además,
le gusta comentarlo –dijo Sergio antes de añadir-: pero es… inofensiva.
-Eso
me tranquiliza, Sergio.
Joan
y Anna fueron los primeros en llegar y aproveché para advertirles de lo
peculiar de nuestra invitada. “Bueno –comentó Joan-, al menos no nos faltará
tema de conversación”. Luego llegó Sergio, me dijo que Sara tenía hora con su
médico. Poco después sonó el timbre de la puerta.
Eché
un vistazo por la mirilla. Observé una chica morena, atractiva más que guapa,
de unos treinta años. Todo aparentaba normal hasta que se puso a hablar con su
bolso: “Pórtate bien –le decía-, no me hagas quedar mal”.
-Ay,
madre –murmuré y abrí la puerta.
-Primero
aparece con medio cuerpo fuera de la pared y me mira mientras yo estoy tumbada
en la cama como en una especie de trance –nos contaba Sara. Joan y Anna intercambiaron
una mirada cómplice-. Luego viene hacia mí con una sonrisa de oreja a oreja.
Eso
me inquietó bastante: imaginarme un fantasma que se le acerca con una sonrisa radiante
como un gato de Chesire. Sara prosiguió:
-Se
acerca, se tumba a mi lado y sin dejar de mirarme fijamente me, me…
-Se
te folla –intervino Sergio con la mirada indulgente de alguien que ya ha oído
antes la historia.
-Me
posee –le corrige Sara un poco enojada.
Anna
aventuró sutilmente:
-¿No
has pensado en cambiarte de casa?
-¿Cambiarme?
–Sara parecía realmente sorprendida. En la mesa se estaba creando cierta
tensión-… ¿Tú sabes lo a gusto que me deja?
Joan
y Anna estaban envueltos en un estupor neblinoso, tan aturdidos como sonámbulos
que se resisten a despertarse. El aire pareció detenerse en torno a nosotros y entonces dije:
-¿Alguien
va a querer café?
Y el
aire se largó a otra parte y se dedicó a sus asuntos.
No sé si los súcubos han sido llevados al cine pero los íncubos tiene una película Incubus (1965) con William Shatner, el célebre capitán Kirk de Star Treck, que además tiene la particularidad de ser el primer largometraje rodado en esperanto.
Y para estas fechas tan piadosas les dejo una estampa de Bela Lugosi. Aquí le vemos encarnando a Jesucristo en un teatro de Budapest en 1915. Fíjense en la expresión tan beatífica, como la de un Cristo al que acaban de comunicar que le han conmutado la pena de cruz por la de cadena perpetua.
¡Feliz Semana Santa!