martes, 31 de diciembre de 2013

EL LADRÓN DEL ARCO IRIS, UNA INSÓLITA PELÍCULA


 Puede que el reciente traspaso de Peter O´Toole haya tenido algo que ver con la inminente aparición en DVD  de El ladrón del Arco Iris por parte de Manga Films. Una película muy insólita desde el momento de su concepción:  en 1989 al productor Bob Taicher la vida le sonreía, había ganado un montón de dinero con El príncipe de Zamunda con Will Smith, la tercera película más taquillera del año y se había casado con la bella aspirante a actriz Mae Wersey. Solían pasar muchas veladas en su sala de proyección privada viendo Lawrence de Arabia, con Omar Shariff y Peter O´Toole, la película preferida de Mae. Al cumplir la pareja su primer aniversario de boda Bob le preguntó qué regalo le haría más ilusión y Mae, ni corta ni perezosa, respondió: “¡Quiero que vuelvas a juntar en una película a Shariff y O´Toole!” Y Bob se puso a ello.
El director elegido fue nada menos que Alejandro Jodorowsky , el chileno novelista, historietista, instructor del tarot, psicoterapeuta y sanador psicomágico, entre otras cosas. Christopher Lee y el cantante Ian Dury completaban este curioso elenco.
 Dima (Omar Shariff) y el Príncipe Meleagre (Peter O'Toole) son dos personajes marginales que viven en una alcantarilla, bajo las calles de la ciudad. Los dos buscan la mítica poción mágica del final del arcoiris. Un misterioso benefactor (Christopher Lee, en el papel más interesante de la película) les ayuda en su patético espectáculo cirquense.
El rodaje estuvo plagado de conflictos. Shariff por poco se ahoga durante una escena en las alcantarillas, O´Toole estaba pasando por una dura etapa alcohólica y Jodorowsky se quejaba de las presiones del productor que no le dejaba hacer la película a su gusto. Traducción: no le dejaron hacer otra de sus pajas mentales.
El ladrón del Arco Iris –la última película hasta ahora de Jodorowsky- se saldó con un gran fracaso comercial pero al menos Mae tuvo su película soñada. Bueno, yo no pierdo la esperanza de ligarme algún día a una rica  productora de Hollywood que me pregunte: “¿Qué te haría ilusión por tu cumpleaños, cielo?” Y yo respondo: “¡Quiero que juntes de nuevo a Michael Caine y Sean Connery para hacer una nueva versión en 3-D de El hombre que pudo reinar!” En fin, soñar no cuesta nada…

EL INVITADO NÚMERO CATORCE
Este es un boceto que estoy preparando para un artículo sobre Spike; el gato de escayola que el Hotel Waldorf de Londres reservaba para los clientes supersticiosos. Cuando se reunían trece comensales sentaban a Spaike a la mesa y le servían el cubierto completo. Sí, aquí hay trece sin contar el gato, los pueden contar.


Justo hace ahora cien años, la Nochevieja de 1913, Spike cayó de su silla y se rompió. El personal del hotel lo tomó como un mal augurio y ya sabemos que ocurrió en 1914. Por suerte su sucesor actual, Cosmo, es un gato de hierro galvanizado.

….y aquí tengo una tarjeta que encontré en una recóndita y misteriosa librería de viejo que me ha parecido apropiada para desear un buen Año.
Bueno, vale, la tarjeta la he hecho yo... pero es que me encantan las historias con librerías de viejo.
¡MUY FELIZ AÑO NUEVO LES DESEA BORGO!!!!

martes, 24 de diciembre de 2013

21 CENTÍMETROS (RELATO)

Doce de la noche.  Juno esperaba frente la salchichería Baviera como un buen perro cazador, con la nariz manteniendo el olor de su presa. Sabía que los viernes, a las doce, el local cerraba sus puertas y se quedaba un solitario empleado esperando a que el dueño llegara para recoger la recaudación unos quince minutos más tarde.
 Juno trabajó allí durante un breve tiempo hasta que lo sorprendieron robando dinero de la caja, pero antes se había procurado una copia de la llave de la puerta. La guardaba en el bolsillo derecho de la cazadora. En el izquierdo llevaba una pistola P- 38 de imitación, fabricada antes de que la ley obligara a pintar de naranja la bocacha de las pistolas falsas. Imposible distinguirla a simple vista de un arma verdadera.
Los últimos clientes salieron del Baviera. Sólo quedaba en su interior un muchacho de dieciocho años  de cara franca y expresión confiada. “Mauro, el estudiante de medicina” Recordó Juno. Mauro estaba depositando sobre el mostrador una gran bandeja de salchichas congeladas. Aunque las autoridades sanitarias lo prohibían dejaban fuera las salchichas cuando cerraban para que se descongelaran durante la noche.  Mario se sentó a tomar café y leer una novela saboreando su taza caliente y la apacible tranquilidad del restaurante vacío.
 Juno miraba fijamente las puertas del local. Las aceras se veían brillantes y desiertas bajo las farolas. Cruzó la calle a paso ligero. Había un ritmo de bailarín en sus pasos ligeros y seguros.  Dio la vuelta a la llave en la cerradura. La puerta de la salchichería se abrió con un leve sonido metálico que repercutió largamente en la calle envuelta en silencio. De pie, en medio de la intensa claridad de las luces,  Juno dirigió con soltura la pistola hacia Mauro que lo miraba con ojos desorbitados a través de sus gafas.
-¡Vamos, rápido! –se impacientó  Juno-.  ¡Dame todo el dinero!
-Sí, ahora mismo…  -dijo Mauro conciliador. Guardó la novela en el bolsillo de su chaquetilla y se dirigió hacia la caja.
 Juno no apartaba la vista de  Mauro que pulsaba el botón para abrir la caja registradora. No advirtió que su otra mano agarraba una salchicha de la bandeja  -una Wurstel Selva Negra de 21 centímetros, la mayor de todas-  mientras Juno se repetía “Rápido, rápido” como una silenciosa oración.
Cogiendo desprevenido a Juno, Mauro le lanzó un fuerte golpe en la muñeca con la salchicha. Aquel Wurstel congelado tenía la dureza del acero. Juno, con los ojos desorbitados por el dolor, vio que había dejado caer la pistola. Cuando se precipitó a recogerla Mauro le asestó un segundo golpe de Wurstel en el cráneo. El estudiante sabía dónde golpear: en el centro del hueso frontal.  Juno perdió el conocimiento y se sumergió en una profunda oscuridad.
Mauro salió apresuradamente del local, bajó la persiana metálica y sacó su móvil:
-¿Policía? Llamo desde el restaurante Baviera. Tengo un asaltante encerrado. Posible conmoción cerebral. Traigan un equipo médico.
Mauro se sentó en un banco a esperar a los agentes mientras reanudaba la lectura de su novela: Relatos de lo inesperado, de Roald Dahl en una edición inglesa. Lo había comprado para perfeccionar el idioma aunque no le gustaba el dibujo de la portada. Cuando Juno irrumpió en la salchichería Mauro acababa de leer Cordero asado; un cuento en el que una mujer asesina a su marido usando como arma una pierna de cordero congelada.
COMO PREPARO EL POLLO DE NAVIDAD
 Saltear en una sartén el relleno: manzanas y salchichas cortadas a trozos, piñones y ciruelas que antes habremos escaldado en un recipiente con coñac.
Mientras el horno se calienta, untar las manos con aceite y frotar el pollo con sal y pimienta para que penetre bien en la carne. Introducir en el interior del pollo una cucharada de manteca, las manzanas, las salchichas, los piñones y las ciruelas con el coñac donde se han escaldado. Sujetar la apertura con palillos para que no se salga la farsa, como una sutura chapucera.
Untar el resto del pollo con manteca, un poco de zumo de limón, rociar con vino blanco o cava e introducirlo en el horno. Durante la coccion (una hora, depende del tamaño) conviene rociarlo con el jugo que irá desprendiendo. 


¡MUY FELIZ NAVIDAD!!! Me voy a compartir el pollo con esta gente tan simpática.


miércoles, 18 de diciembre de 2013

LO SIENTO, CUCARACHA

Cuando me encargaron esta portada me dije: "No caeré en el tópico de dibujar una cucaracha" pero me lo impusieron en la editorial.

Mi relación con esos bichejos tuvo un momento muy surrealista: una vez pedí perdón a una cucaracha por haberla pisado. Fue en México.
Me dirigí a la isla Cozumel en hidroavión desde Cancún. Un precioso aparato de dos hélices como los que había visto en películas de los cincuenta. Por dentro no se veía tan atractivo, tenía agujeros en el suelo y se agitaba mucho. El piloto lo manejaba con una palanca que colgaba del techo.
Un empleado repartía bolsas de papel. Sus movimientos eran espasmódicos a causa de los brincos del hidroavión. Afortunadamente había tomado la eficaz Diocemina, una pastilla contra el mareo que sólo se encuentra en México. Me sentí aliviado al notar que el aparato perdía altura. Le comenté a mi compañero de asiento: "Menos mal que ya aterriza". Me corrigió:
-Un hidroavión no aterriza, ameriza.
Un desvencijado taxi me dejó en el Hotel Palenque de San Miguel con típicas ventanas oblongas enrejadas. El calor era pegajoso, masticable. En la penumbra del recibidor me asaltó un estallido verde, la guayabera del recpcionista -gordo, ojos saltones a lo Steve Buscemi, mandíbula popeyesca- que mantenía una larga conversación telefónica sobre los chilaquiles del desayuno. Se notaba que disfrutaba de la parcela de poder que le otorgaba aquel lado del mostrador. Me hacía esperar a conciencia. Yo estaba sudoroso y agotado, podría haber descargado un puñetazo en la mesa (a veces tengo mal genio) pero la Diocemina tiene un curioso efecto secundario: te impide cabrearte.
 Por fin, Popeye -le había bautizado así- colgó. Le alargué mi pasaporte granate "¡Un gachupín! (español)" -dijo. "La agencia hizo una reserva" -dije. Eso le hizo gracia. Normal. Nadie reservaba  habitaciones en un hotel tan cutre. Sería tan inusual como llamar pidiendo una cama a un hospital de quemados.
Popeye encendió la luz de mi habitación. Varias cucarachas salieron del empapelado masticando sin tregua. No corrían, eran extraños insectos sumidos en un sopor marigüanero. La Diocemina no había afectado mi sarcasmo:
-Parece que no dormiré solo esta noche.
-No tenga pena, güey -me dijo Popeye-. Cuando aplaste a un par se sentirá como en casa. Son inofensivas.
Popeye esperaba bajo el marco de la puerta con las llaves en una mano. Me guiñó un ojo. "Parece simpático" -pensé. Con la otra mano se agarró las partes. Ya no me pareció tan simpático. Cogí las llaves y cerré con un portazo. Oí un apagado ¡Ouch! del otro lado. "Disculpe" -dije. Cuando me volví sonó un crujido. Había aplastado una cucaracha.
-Disculpe -repetí.
Y ya que he mencionado los chilaquiles:
 CHILAQUILES RANCHEROS DE POLLO
Saltear en una sartén con poco aceite filetes de pollo cortados en tiras, sazonar con sal, pimienta, una cucharada de salsa de tomatillo verde (opcional) y un poco de cilantro fresco (opcional) Añadir crema de leche con queso Cheddar rallado. Retirar del fuego cuando el queso se haya fundido.
Poner sobre una fuente para el horno varias tortillas de maíz y colocar sobre cada una el pollo con su salsa y un poco de queso parmesano por encima.
En el horno precalentado a 200º meter los chilaquiles y dejar unos diez minutos para que las tortitas y el queso se doren.
Es un típico desayuno mexicano que se suele servir con huevos revueltos.

martes, 10 de diciembre de 2013

EL MACABRO HOTEL DE H.H. HOLMES


 No. No se trata de una aventura inédita del famoso detective. H.H. Holmes fue el primer asesino en serie reconocido en Estados Unidos. Por su hotel conocido como Murder Castle desaparecieron cerca de doscientos huéspedes.
Holmes nació en 1860 en New Hampshire. Atractivo y seductor aprendió pronto a ganar la confianza de las mujeres a las que convencía para que le entregases grandes sumas de dinero. Después de reunir una considerable cantidad  pensó en construir un hotel para albergar a los visitantes de la Exposición Universal de Chicago en 1893. Él mismo diseñó un extraño hotel con aspecto de castillo medieval recurriendo a varias compañías de construcción a las que despedía al poco tiempo y nunca pagaba. El motivo era que sólo Holmes conociera las peculiaridades del establecimiento. Toda la estructura estaba llena de cuartos secretos insonorizados, trampillas que disparaban dardos envenenados y por unas ventanillas disimuladas Holmes espiaba  los movimientos de los clientes. Algunas habitaciones tenían espitas de gas que Holmes podía accionar desde su oficina para asfixiar a sus víctimas. Peor era el sótano: cámaras de tortura, un horno incinerador y hasta una cuba con ácido sulfúrico.
  Holmes tuvo una selecta clientela como Buffalo Bill que había llegado a Chicago con su espectáculo The Wild West of Buffalo Bill, pero solía cortejar mujeres adineradas que pronto desaparecían en el tobogán que conducía a la tinaja de ácido.
Minnie Williams vivió en el hotel más de un año. Se casó con Holmes y llegó a conocer la vida secreta de su marido. Fue incluso la instigadora de algunos crímenes. Urdieron la boda de Holmes con Georgianna  Hines, heredera de una gran fortuna, a la que Holmes había presentado a Minnie como su prima y participó como testigo en su boda. ¿Les suena la historia? Fue el origen de Los asesinos de la luna de miel (The Honeymonn Killers, 1970) con Tony Lo Bianco y Shirley Stoler.
Sin embargo fue  Minnie  la que desapareció en el siniestro hotel. Holmes explicó a la policía que había huido a Europa con su amante. Poco después Holmes abandonó a Georgianna y huyó a Texas.
Tantas desapariciones relacionadas con el hotel no tardaron en despertar sospechas y en julio de 1894 la policía registró el edificio encontrando numerosos restos humanos, objetos personales de las víctimas y lo más asombroso: un autómata chino que hacía cosquillas en las plantas de los pies hasta matar a sus víctimas literalmente de risa. 
Los agentes detuvieron a Holmes que fue ejecutado en la horca rn mayo de 1896.
El empresario circense Barnum compró el autómata chino que exhibió en su feria hasta que un incendio en 1897 destruyó el artefacto.
Actualmente Appian Way, la compañía de Leonardo di Caprio, produce el rodaje de The Devil in the White City en la que el protagonista de Titanic interpreta a H.H. Holmes. La película está basada en el libro del mismo título de Erik Larson que se mantuvo durante tres años en la lista de bestsellers de Nueva York.

jueves, 5 de diciembre de 2013

EL CALENDARIO SEXISTA DEL BAR

Como en mi entrada Mujeres y publicidad del pasado 20 de agosto, cedo la palabra a mi amiga y vecina Montse:
"Estoy harta, oye, me tiene frita el tío del bar de abajo y es que todos los años igual. Por Navidades encarga dos calendarios para la clientela, uno para hombres y otro para mujeres. El de las tías, no falla: un gatito que además yo diría que es el mismo puto gatito de cada año. El de los tíos, en cambio, siempre con una chica sexy.
Mira, la de este año lleva un vestidito de colegiala que queda como más de vicio... los tíos sois la repera. Si os hubierais tirado cinco años internos en un colegio de monjas como yo, ahora seguro que no os daría tanto morbo este rollo. Desde luego lo que lleva esa no se parece en nada al uniforme que llevábamos en las Teresianas ni en Las Damas Negras. Qué además, vaya nombrecito... eso de Damas Negras suena más a secta satánica que a colegio de niñas.
¿Pues sabes que te digo? Esta tarde, cuando baje a tomar el cortado, le voy a decir al dueño del bar que se meta el gatito donde yo sé y que vaya encargando para las clientas un Calendario 2014 con un chico guapo, cachas y ligerito de ropa. Y también le pienso decir que más vale que me haga caso porque de lo contrario reuniré a todas las amigas que pueda y nos meteremos en el bar fumando como camioneras hasta que pase un municipal y le meta un buen puro."
Puede que las advertencias de Montse hayan tenido éxito y el calendario del 2014 para las clientas del bar sea como este:


¡Ah! Muchas gracias por vuestros deseos de que mi mano se recupere pronto. Ya tengo la mano en condiciones y acabo de hacer esta portada, El desierto de los Tártaros. Lo bueno de los desiertos es que no te hacen trabajar mucho.




jueves, 28 de noviembre de 2013

ME OCURRE CADA COSA...

Hay gente que me dice que me suelen pasar cosas muy raras y empiezo a pensar que es cierto. Me he lesionado la mano en una prueba de doblaje ¿Y cómo es eso posible? Pues..
Me llamaron del Estudio ECAD. La prueba consistía en una secencia muy gritona de El indomable Will Hunting Yo ponía la voz a Matt Damon. El director del estudio es muy del metodo,opina que si el actor hace un gesto el doblador tiene que imitarlo para que la voz quede convincente. Damon tiene una escena muy acalalorada con su novia (Minnie Driver) en la que remacha cada palabra con un puñetazo en la pared. Me puse a berrear, me dejé llevar y... .
En el último ¡No me jodas!!! descargué mi puño con toda mi fuerza contra la pared. Poco después empecé a sentir un fuerte dolor y la mano se me hinchaba con rapidez. En el ambulatorio me dijeron que me había lesionado dos metacarpianos. Me pusieron una inyección de Voltarén y esta muñequera. Dos semanas sin poder dibujar. También me cuesta teclear por eso últimamente tengo algo descuidada mi actividad bloguera. Esto me pasa por querer imitar a loa actores del método. Claro que como decía el gran Humprey Bogart: "Esos del método no hacen más que recitar frases pomposas mientras se rascan los huevos." ¿O era el culo? Bueno, tanto da.
EL COMPLOT PIOJO
Al menos, el día antes, pude hacer este boceto para una portada muy especial. Mi hijo Dani está escribiendo su primer relato:
Una divertida trama conspiratoria en la que misteriosos hombres de negro pagados por empresas farmacéuticas fumigan los colegios con huevos de ácaros para que la gente compre más productos antiparasitários. La idea le vino a Dani -que acaba de empezar 1º de ESO- al comprobar algo curioso: en el colegio los niños andaban infestados de piojos y en el instituto, en cambio, brillan por su ausencia ¿Alguién tiene alguna teoría del porqué?

viernes, 22 de noviembre de 2013

DUELOS AL AMANECER

Esta portada es para un divertido libro sobre la vida cotidiana del París de principios de siglo. Encontré una curiosa anécdota que me ha recordado -salvando las distancias, pues no se derramó sangre- al incidente con mi plato de caracoles de mi entrada del 6 de noviembre.

Una noche de 1905 entró en un conocido restaurante Henry Baureville, un niño bien de familia aristócrata. Al ver que a su vecino de mesa le servían una brocheta de riñones se puso a gritar como un energúmeno: "¡Qué me dispongan otra mesa! Me niego a comer al lado de un cavernicola que come semejante porquería!". El cliente insultado terminó sus riñones, se levantó y se plantó ante la mesa de Baureville con un sonoro taconazo:
-Permitame: soy el barón Slogotzi de Hungría -dijo en perfecto francés-. El caballero no aprueba los riñones por la noche y tal vez tenga razón pero me pregunto si aprueba un duelo por la mañana. ¿Sable o pistola?
El retado siempre elige armas. Baureville respondió: "Sable".

Al amanecer siguiente Baureville recibió una profunda estocada en el pecho por la que tuvo que guardar cama durante dos meses. Espero que esto le enseñara a ser menos borde y no meterse con los platos de los demás.
 Ayer recordé este suceso en el bar donde vengo cada día a comer su menú pues están arreglando la instalación de gas de mi edificio y no puedo cocinar. En la mesa de al lado se sentaban dos chicas. Una, rubia con algo de sobrepeso pero muy atractiva, vestía con gusto. Enfrente, su amiga morena, delgada, con bolso caro del que asomaba un ejemplar de  Cuore y esa expresión altiva propia de las bocas rojas y fruncidas como una herida mal suturada. Picoteaba de una ensalada con mucho queso feta y tomates Sherry. A su amiga le sirvieron un solomillo con muy buena pinta, me llegó el aroma de la salsa de roquefort y la guarnición de patatas gratinadas. La morena frunció aún más la boca y señalando el solomillo en salsa con el tenedor le dijo:
-¿Tú sabes las calorías que lleva eso?
En aquel momento yo esperaba ilusionado que su amiga le gritara: "¡Serás zorrona!!! Te reto a un duelo mañana al mediodía -High Noon- y con pistolas. ¡Como la Sharon Stone de Rápida y mortal.!
Pero no. La rubia suspiró resignada y empezó a cortar en silencio su solomillo. Quizás pensando en aquel proverbio húngaro: "Con según que amigos no hacen falta enemigos".
 Bueno, como ya he publicado mis recetas de riñones y salsa roquefort y he mencionado por dos veces a los húngaros me decido por mi receta de goulash, el plato de Transilvania preferido por Bela Lugosi:
Sofreír en una cazuela la carne de ternera cortada a dados. Reservarlos en un plato y condimentar con sal, pimienta y paprika o pimentón picante. En el mismo aceite saltear cebolla picada y pimientos rojos en tiras.
Cuando el sofrito esté listo añadir crema de leche, remover bien y triturar todo en la batidora, quedará una salsa cremosa de un atractivo color rojizo.
Volver a poner la carne en la cazuela con un vasito de vino blanco, dejarlo reducir y añadir la salsa. Tapar la cazuela y dejar cocer con el fuego al mínimo durante media hora.
En Hungría lo tradicional es acompañar el plato con una guarnición de tallarines sazonados con un poco de mantequilla.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

MISTER BLUE

Este mes de diciembre la Editorial Sajalín publicará en castellano Perro come perro (arriba, la portada que ilustré para una edición inglesa) de Edward Bunker (1933-2005) un escritor nada convencional: secundario en varias películas (fue el Mister Blue de la banda de Reservoir Dogs) y durante años uno de los 10 fugitivos más buscados por el FBI.

Menuda pieza, con 17 años se convirtió en el recluso más joven de San Quintín (esta es su foto de ingresó que Bunker escogió para la portada de su libro de memorias: Education of a Felon)  cumplió penas por delitos como: robo de bancos,narcotráfico, extorsión, robo a mano armada y falsificación Con Dog Eat Dog se convirtió en un escritor de culto reverenciado por estrellas de la novela negra como James Ellroy. Posteriormente Bunker fue nominado al Óscar por su guión de El tren del infierno (1985) que protagonizaron Jon Voight y Eric Roberts.
 Al salir de prisión en 1975 escribe su primera novela: Straigh Time cuyos derechos fueron comprados por Dustin Hoffman. Se convertiría en película con el título Libertad condicional (1977) con Hoffman, Theresa Russell y Harry Dean Stanton. Aquí vemos a Bunker que se reservó un pequeño papel en la película. En el 2000 consigue un gran éxito con su guión Animal Factory basado en sus experiencias entre rejas. Dirigida por Steve Buscemi fue protagonizada por Edward Furlog, Mickey Rourke y su amigo Danny Trejo.

 Seguro que reconocen esa cara de brutote. Danny Trejo. Bunker y él se conocieron estando ambos cumpliendo condena en la Prisión Estatal de Fronsom. Trejo debe su rehabilitación al escritor pues fue Bunker quien le consiguió sus primeros contactos en Hollywood. Este ex boxeador de ascendencia mexicana se le ha visto en muchos papeles secundarios (Heat, Con Air, Abierto hasta el amanecer...) hasta que su primo Robert Rodriguez le reservó su primer rol protagonista en Machete (2010) que originalmente se trataba de un falso trailer colado entre los filmes Planet Terror y Death Proof de Rodriguez y Tarantino respectivamente.
De entre los muchos cameos de Ed Bunker (The Running Man, Tango y Cash...) sin duda el más conocido es su papel de Señor Azul en Reservoir Dogs (1992) Me encanta esa escena inicial con la discusión sobre las propinas:
Ed Bunker, el hombre que sobrevivió a varios tiroteos (recibió tres balazos al intentar escapar de una granja-prisión) le llegó absurdamente su hora en el 2005 a causa de una infección tras una operación de varices.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

BOOBSMAN: UN SUPERHÉROE CON MUCHO MORRO

Atención señoritas: un nuevo superhéroe recorre las calles y digo señoritas porque en lugar de perseguir delincuentes y villanos Boobsman -así se hace llamar- se dedica a explorar y palpar los senos de las transeuntes para concienciar a las féminas de lo importante que son las revisiones en busca de prevenir el cáncer de mama.
No sé, no sé...fíjense que todas las mozas están de buen ver y ninguna aparenta más de cuarenta que es la edad  recomendada para hacerse las primeras revisiones. A mí las intenciones filantrópicas de ese Boobsman me parecen algo dudosas.
Atención, caballeros: una nueva superheroína ha llegado a la ciudad:
UN ENCARGO ORIGINAL
Seguimos más o menos con el mismo tema. Una amiga me ha encargado el diseño de esta curiosa camiseta:

Mi amiga trabaja en un bar de copas y está bastante harta de que los parroqianos claven la mirada en sus turgentes pechos.
Este otro encargo es para un restaurante especializado en caracoles de Tossa de Mar. ("Caracol saca los cuernos" es de una canción infantil) Cuando les entregué el dibujo me premiaron con unos excelentes caracoles con cigalas y me ocurrió un curioso incidente:
En la mesa de al lado se sentaban un grupo de turistas. Hablaban en inglés y por lo escandalosos que eran (Bueno y por el pasaporte que a uno le asomaba por un bolsillo de la camisa) deduje que eran norteamericanos. Cuando me sirvieron los caracoles me miraron horrorizados, una chica incluso hizo el gesto de reprimir las arcadas. Uno de ellos llamó al camarero y le rogó que los cambiara de mesa pues explicó, en inglés, que serían incapaces de probar bocado al lado de alguien que estuviera comiendo... It.
Me pregunto si las hamburguesas Mac Donald que se zampan esos señores tendrán su proporción de caracol, no me extrañaría.


Casualidad. La semana siguiente me encargaron la portada de IT, mi tercera de Stephen King:
Al final, me ha quedado como una de esas entradas poti-poti. La terminaré con un microrrelato:
RUTA GAUDÍ
La Ruta Gaudí estaba siendo todo un éxito. Un grupo de turistas japoneses salieron atropelladamente del autocar disparando flashes como luciérnagas enloquecidas hacia la Sagrada Família. Al salir del templo un guía que enarbolaba una sombrilla les indicó donde debían situarse. A la hora señalada fueron todos arrollados por un tranvía.

miércoles, 30 de octubre de 2013

EL MÁS DÉBIL DE LA MANADA (Cuento de Halloween)

Julius Nerd salió del after estrechando la cintura de Selene y sintiéndose más afortunado de lo que había sido nunca hasta ahora.
Por supuesto que había reparado en ella cuando entró: cabellos negro alazán, proporciones perfectas de estatua y labios tan rojos como los de una herida recién abierta. La vio recorrer el local con una mirada fugaz, como si buscara a un conocido hasta que clavó sus ojos en Julius que no daba crédito al ver aquella belleza sonriente acercarse hacia él. Julius, con sus gafas de pasta, acné persistente y camiseta negra demasiado ajustada que ponía en evidencia su sobrepeso.
Se presentaron. “Selene, Julius” y compartieron trivialidades durante unos minutos hasta que ella, abanicándose con una mano, dijo:
-Aquí hace demasiado calor ¿Salimos a tomar el aire?
Julius se bajó –más bien saltó- del taburete y su alborozo subió unos enteros cuando Selene le rodeó un hombro con su brazo. Mientras se dirigían hacia la puerta Julius buscó con el rabillo del ojo a sus amigos para saber si le observaban. Y sí, ahí estaban, inmóviles en la pista de baile con una expresión atónita en sus caras. Julius sintió en su interior un cálido cosquilleo.
 Una tibia noche de verano. El cielo aún estaba oscuro pero las estrellas ya se difuminaban y una tenue luz amarillenta asomaba detrás de los edificios más altos. Se oyeron seis campanadas desde una iglesia cercana.
El pálido y serpenteante brazo de Selene se volvió nervudo y fuerte al guiar a Julius hacia el interior de un oscuro callejón. Julius se estaba preguntando qué clase de juego exótico querría practicar Selene justo antes de descubrir sus grandes colmillos hasta ahora ocultos tras el anillo rojo de sus labios. Cuando ella le sumergió en la negrura del final del callejón centellearon sus rojizos ojos, menos humanos que los ojos de un lobo. Imposible escapar. Ni Houdini hubiera logrado zafarse de aquel brazo gélido. Entonces Julius comprendió.
Era como aquellos documentales sobre la vida salvaje. Un león acecha una manada de antílopes, éstos corren pero siempre queda uno rezagado, el más débil de la manada, destinado a ser el alimento del león. Faltaba poco para el amanecer, Selene tenía prisa y cuando reparó en Julius supo que había encontrado a alguien que no se lo pensaría dos veces cuando le propusiera salir juntos a la calle. El más débil de la manada.
Las gafas de Julius resbalaron y se estrellaron contra el suelo cuando Selene se abalanzó sobre su garganta. Luego, un aguijonazo extrañamente agradable. Justo antes de que la oscuridad engullera definitivamente a Julius éste murmuró:
-No ha sido una mala experiencia después de todo.
Pobre, Julius. Me lo imagino como el protagonista de esta tira. Abajo, James Dean caracterizado como Frankenstein nos felicita el Halloween:
Ahora, una receta muy indicada para estas fechas:
CREMA DE CALABAZA
 Poner 1/2 litro de agua a cocer en una cazuela.
Cortar dos rodajas de calabaza por la mitad, pelar y cortar primero en tiras y después en dados.
Retirar la parte inferior y superior de 2 zanahorias, pelar y cortar en rodajas de 1 centímetro.
Limpiar 1 puerro, reservar un trozo y cortar el resto en rodajas.

Pelar y trocear 1 patata. Introducir todas las verduras en una cazuela, añadir 2 cucharadas de aceite y sal (1/2 cucharadita) Poner la tapa y dejar cocer media hora a fuego medio. Triturar con la batidora y un poco de mantequilla hasta que quede una crema homogénea. En el momento de servir,  cortar unas tiras de puerro (reservado anteriormente) y espolvorear con ellas la superficie.
Bueno y con esta portada minimalista (qué bien que nos viene el minimalismo a los dibujantes vagos) me despido ¡Feliz Halloween!!!

sábado, 26 de octubre de 2013

LA ÚLTIMA ISLA CANIBAL



Una de las escasísimas fotos –tomada con teleobjetivo- de los habitantes de la isla de North Sentinel. Mejor no acercarse más.

 ¿Se imaginan una isla como las de las novelas de Jack London, con feroces nativos que reciben arrojando lanzas a todo el que se acerca? Existe: North Sentinel, en el archipiélago de las Andamán, cerca de Indonesia. Completamente cubierta por una densa jungla y sin ningún puerto natural. Además la barrera de arrecifes de coral que la rodea hace muy difícil la navegación.
Sus habitantes viven en una sociedad paleolítica en estado puro. Sin contacto con el mundo exterior.
 Se supone que son unos 700 y digo se supone pues la India – país bajo su soberanía- se ocupa del censo por el rupestre método de contar sus habitantes a ojo desde un helicóptero pues los nativos no cesan de arrojarles lanzas y flechas como muestra esta foto tomada también con teleobjetivo.
 En los años sesenta unos pescadores de Hong Kong divisaron los restos de un pesquero javanés encallado en los arrecifes de North Sentinel. En una playa cercana hallaron huesos humanos con señales de dientes. Al parecer los tripulantes habían sido kai-kai (comidos en la lengua de la zona) y no pudieron averiguar mucho más pues los pescadores regresaron corriendo a sus botes cuando se les acercaron unos guerreros con evidente actitud hostil.
En abril de 1974 la isla fue visitada fue visitada por un equipo de antropólogos que estaba filmando un documental titulado Man in Search of Man. El equipo iba acompañado por algunos policías armados, un fotógrafo del National Geographic y nuestro incombustible explorador Miguel de la Quadra-Salcedo. Estas son algunas de las imágenes en las que se ve el poco amistoso recibimiento que les dispensaron los nativos.


Los policías (vestidos con chalecos de armadura acolchada) desembarcaron en lugar fuera del alcance de las flechas y dejaron regalos en la arena: un coche de plástico en miniatura, algunos cocos, un cerdo vivo atado, una muñeca Barbie y papel de aluminio.
Cuando los nativos regresaron a la playa les dispararon una lluvia de flechas, una de las cuales hirió en un muslo al director del documental. Los sentinelenses lancearon al cerdo y a la muñeca y, curiosamente, sólo se llevaron los cocos y el papel de cocina.
Una cosa está clara: yo no elegiría North Sentinel como destino de vacaciones.
Y como el post ha quedado algo breve voy a poner un par de tiras que tenía por ahí: