Puede que el reciente traspaso de Peter O´Toole haya tenido algo que ver con la inminente aparición en DVD de El ladrón del Arco Iris por parte de Manga Films. Una película muy
insólita desde el momento de su concepción: en 1989 al productor Bob Taicher la vida le
sonreía, había ganado un montón de dinero con El príncipe de Zamunda con Will
Smith, la tercera película más taquillera del año y se había casado con la bella
aspirante a actriz Mae Wersey. Solían pasar muchas veladas en su sala de
proyección privada viendo Lawrence de Arabia, con Omar Shariff y Peter O´Toole,
la película preferida de Mae. Al cumplir la pareja su primer aniversario de
boda Bob le preguntó qué regalo le haría más ilusión y Mae, ni corta ni
perezosa, respondió: “¡Quiero que vuelvas a juntar en una película a Shariff y
O´Toole!” Y Bob se puso a ello.
Dima (Omar Shariff) y el Príncipe Meleagre (Peter O'Toole)
son dos personajes marginales que viven en una alcantarilla, bajo las calles de
la ciudad. Los dos buscan la mítica poción mágica del final del arcoiris. Un
misterioso benefactor (Christopher Lee, en el papel más interesante de la
película) les ayuda en su patético espectáculo cirquense.
El rodaje estuvo plagado de conflictos. Shariff por poco se
ahoga durante una escena en las alcantarillas, O´Toole estaba pasando por una
dura etapa alcohólica y Jodorowsky se quejaba de las presiones del productor
que no le dejaba hacer la película a su gusto. Traducción: no le dejaron hacer otra de sus pajas mentales.
El ladrón del Arco Iris –la última película hasta ahora de
Jodorowsky- se saldó con un gran fracaso comercial pero al menos Mae tuvo su
película soñada. Bueno, yo no pierdo la esperanza de ligarme algún día a una
rica productora de Hollywood que me
pregunte: “¿Qué te haría ilusión por tu cumpleaños, cielo?” Y yo respondo:
“¡Quiero que juntes de nuevo a Michael Caine y Sean Connery para hacer una
nueva versión en 3-D de El hombre que pudo reinar!” En fin, soñar no cuesta
nada…
EL INVITADO NÚMERO CATORCE
Este es un boceto que estoy preparando para un artículo
sobre Spike; el gato de escayola que el Hotel Waldorf de Londres reservaba
para los clientes supersticiosos. Cuando se reunían trece comensales sentaban a
Spaike a la mesa y le servían el cubierto completo. Sí, aquí hay trece sin contar el gato, los pueden contar.
Justo hace ahora cien años, la Nochevieja de 1913, Spike
cayó de su silla y se rompió. El personal del hotel lo tomó como un mal augurio
y ya sabemos que ocurrió en 1914. Por suerte su sucesor actual, Cosmo, es un gato de
hierro galvanizado.
….y aquí tengo una tarjeta que encontré en una recóndita y misteriosa librería de
viejo que me ha parecido apropiada para desear un buen Año.
Bueno, vale, la tarjeta la he hecho yo... pero es que me encantan las historias con librerías de viejo.
¡MUY FELIZ AÑO NUEVO LES DESEA BORGO!!!!