Estoy practicándome una brutal manicura con los dientes intentando aplacar mis nervios y es que en cualquier momento Carmen Mary aparecerá desnuda -o casi- saliendo del cuarto de baño.
Carmen Mary es la más famosa ventrilocua del escenario. Y la más hermosa. Cuello, manos y boca de bailarina. Podía haber sido bailarina o actriz pero ha triunfado como ventrilocua, la mejor.
Repertorio limitado, sólo dos muñecos: Ponzoñosa, una bruja chapucera y Rapunzela -mi preferida- una paródia de las ñoñas princesas de los cuentos infantiles. Carmen Mary alteraba el tono de voz sin el más imperceptible movimiento de sus labios. Sólo asomaban por un instante sus dientes y su lengua que llegaba hasta el borde de la boca y se retiraba rápida.
Reuniendo todo mi escaso valor la abordé al final de una de sus representaciones para invitarla a tomar algo. Ante mi aturdida sorpresa aceptó: "Sólo tomaré café, el alcohol altera mi voz".
De cerca aún se veía más hermosa: el color amarillo aceite de sus ojos, el sonido bajo y acariciante de su voz. Reímos al sorber posos de café con aire pues ya habíamos vaciado las tazas, entonces me propuso acompañarla a su casa.
En el cuarto de Carmen Mary, sentado en una silla, veo la muñeca de Rapunzela sobre la cama mirando fijamente el techo como una momia que resucitará cuando la ventrilocua la tome entre sus brazos. Podría parecer algo inquietante, al estilo de ¿Qué fue de Baby Jane? pero el muñeco no desentona entre aquella decoración damasquinada con un punto irreal.
La puerta del baño se abre y Carmen Mary aparece sonriente y desnuda. Se tumba sobre la cama mirándome fijamente. La estancia ha quedado silenciosa como si todo se hubiera detenido a nuestro alrededor.
-Ven aquí, cariño - susurra.
Sin embargo su boca de labios parejos y carnosos permanece cerrada con sonrisa de Gioconda. Ella abre las piernas de forma harto elocuente y entonces lo veo con claridad.
Los labios de su sexo son horizontales. Siguen pareciendo los de la Gioconda pero como si un bromista le hubiera pintado un bigote por el bozo oscuro que ribetea el labio superior. Carmen Mary sonríe, con todos los labios en graciosa sincronía. Luego vuelven a hablar los labios de abajo:
-Déjate llevar...
Lo dice con la afelpada voz de Rapenzuela.
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42 comentarios:
jo jo y no tendrà dientes abajo? yo no me fiaría mucho...
Ostras, Aris, buena pregunta. No había pensado. Saludos. Borgo.
Por Dios! ¡Qué susto más grande! La verdad es que leyendo el relato he sentido hasta un escalofrío. Te has superado querido Borgo, y la escena final es realmente terrorífica, aunque he de confesar que a mi los muñequitos estos de ventrilocuos me dan bastante miedo, con esos ojos que parecen mirarte, y esos labios que parece que de un momento a otro comenzaran a hablar por si solos; así que desde el principio estaba como imbuida a sentir miedo.¡Me apasionan estas historias! ¡Me gusta pasar miedo!.Besos
Hola, SqS. Reconozco que me gusta saber que alguien ha pasado miedo con uno de mis relatos, está bien provocar sensaciones, pero es que esos muñecos tan inquietantes tienen mucho mérito. Un hermano de mi madre era ventrilocuo aficionado y me daba mucho miedo cuando era niño ver a sus muñecos mirando fijamente el techo con los ojos abiertos como cadáveres. Ugh... Besos. Borgo.
La sonrisa vertical, la horizontal, la transversal....qué más da mientras nos riamos...
Kisses.
Eso, Sincopada. La sonrisa vertical o como sea, hasta la estrábica. Kisses. Borgo.
Muy bueno el relato. Leyéndolo, me estaba acordando de la película "Death of night", en la que el personaje de Michael Redgrave tenía sus más y sus menos con el siniestro muñeco que lo acompañaba en los espectáculos. ¡Impactante! (la peli y tu relato).
Gracias, Sicoris. Recuerdo muy bien esa terrorífica película de episodios que aquí se llamó "Al morir la noche" y el mejor de todos era sin duda el del ventrilocuo (Redgrave)con un muñeco diabólico. Fue una precursora de las películas de la Amicus. Saludos. Borgo.
Carmen Mary en honor a Mª Carmen y sus muñecos?
Joder, qué chungo, con ésta o te gusta el sexo oral, o te gusta el sexo oral...jajajajaj
1besico!
Genial relato, Miquel, ya sólo el comienzo promete y el final es sensacional. Genial.
¿Has visto "Magic"? En ella Anthony Hopkins es un ventrílocuo de lo más inquietante. Es de 1978 pero a mí me sigue gustando, claro que estando el señor Hopkins... Besos, Borgo.
¿Cómo he podido pasarme tanto tiempo sin los relatos de borgo? Divertido y algo escabroso, aunque no tan negro como otros, pero siempre genial.
En fin, que hola de nuevo. Mención especial para el comentario de Aris, que me ha hecho reir también.
¡Vaya, Fiona, por fin se ha percatado alguien? Pues sí, es un homenaje -algo perverso- a Mari Carmen y sus muñecos ¿Te imaginas que en pleno acto sexual se pusiera a hablar como Doña Rogelia? Besicos. Borgo.
Gracias, Clementine. Claro que recuerdo "Magic", genial Hopkins y qué inquietante el muñeco Fats. Si es que siempre ocurre lo mismo: esos muñecos feos con ganas acaban adueñándose de la personalidad del ventrilocuo como en la excelente "Al caer la noche" que comentaba con Sícoris y que te recomiendo por si no la has visto. Besos. Borgo.
¡natsnoC, qué alegría volver a verte! ¿Dónde te habías metido? Espero que volvamos a saber el uno del otro. Te prometo más relatos escabrosos. Aris siempre es muy agudo. Saludos. Borgo.
Sí he pensado tambien en Dª Rogelia y claro da risa pero tu relato da miedo un miedo con risa así de refilón porque ¿ quien se atreve?..
Si los payasos dan un poco de repelús ¡ imagina esas caras de ojos fijos y bocas devoradoras, las de arriba y las de abajo ! Ay que horror ! ;-P
Me ha recordado tambien ( la ví hace poco) a La huella, la versión de Laurence Olivier y Michael Cain, hay un muñeco, un marinero que siempre se rie y resulta espeluznante..
¡Muy bueno ese final !
Saludos
Miquel, me has hecho pasar angustia y me he reído un montón. Recuerdo, mi infancia con la troupe de ventrílocuos cañís, en las noches de fin de año made in TVE. Qué movidas se montaban. Siempre acababa con la primera pesadilla del nuevo año. Abrazos
Muy ingenioso y con final sorpresivo, Estaba esperado que algo terrorífico sucediera con esos muñecos, menos que apareciera una vagina parlante.
Muy bueno, Borgo.
Un fuerte abrazo.
HD
Genial relato Borgo. A mi lo que más yuyu me dá son las fotos de los muñequitos, con esas caras que tienen. Aún a mis 40 años me siguen dando pánico.
Un saludo
Jajaja! No he podido evitar recordar a mi sobrina cuando, pobre criatura, a sus dos añitos descubrió que tenía una "boca" ahí abajo, presa del pánico, la pobre!!
Me gusta Carmen Mary. En pocas líneas le he cogida hasta cariño. Me parece un personaje muy Fellini o Berlanga. Dedícale una serie, se la merece ;.)
Abrazo
Hola, Abril. Sí, "La huella" que terminaba con aquella siniestra marioneta vestida de marinero que se reía con desagradables carcajadas. Creo recordar que tenía escondida una de las pruebas del supuesto crimen. Qué yuyu tener algo así en casa. Gracias y saludos. Borgo.
Hola, J.C.Alonso. Sí, yo también recuerdo aquellos pesadillescos fines de Año de nuestra infancia con sus Macarios y sus Rockefellers. No sé quién daba más mal rollo, si José Luís Moreno o sus muñecos. Saludos. Borgo.
Hola, Humberto y gracias por pasarte por aquí. Sí, la verdad es que la mayoría esperaban que Rapunzela o alguno de los muñecos hiciera una trastada final, ya puestos una vagina habladora no está tan mal. Abrazos. Borgo.
Hola, Gárgola. Pues hay una palabra para eso: la Automatonofobia o miedo a los muñecos de ventrilocuo, no me extraña porque suelen ser bastante inquietantes por lo menos. Saludos. Borgo.
Hola, deWitt. Sí, yo creo que podría ser un personaje berlanguiano. Si estoy inspirado ya le dedicaré otro relato, es muy entrañable. Saludos. Borgo.
Hola, borgo. Sí, mucho tiempo. Yo también espero que nos "veamos" algo más a menudo, al menos buscaré ratos para ello.
“reímos al sorber posos de café con aire, pues ya habíamos vaciado las tazas, …” , genial miquel :-D Un relato brillante, miquel, inquietante. La verdad es que me he reído y no dejo de sorprenderme porque la risa no suele acompañar a la inquietud… aunque bien es cierto que hay risas nerviosas.
Un abrazo. Por cierto, me quedo con la peli que recomienda Clementine de Anthony Hopkins, Magic. Suena de maravilla.
Hola, natsnoC. Yo también lo espero, he pasado buenos momentos leyendo tus comentarios. Saludos y gracias por regresar. Borgo.
Gracias, Javier. La verdad es que este momento tenía que ser más largo para que empezara como una historia romanticona y luego se volviera inquietante pero prefiero que los cuentos del blog sean cortos y decidí enviarlos a la cama directamente. Guardo la versión larga para ese proyecto de libro de relatos. "Magic" la recuerdo como una buena película pero tengo que revisarla pues ya han pasado la tira de años. Hopkins y Burgess Meredith estaban magníficos. Saludos. Borgo.
¡Vaya! Con la elocuencia, plural, de los múltiples labios de Carmen Mary… Es la mujer ideal para cualquier macho que desee envestirla por uno u otro lado.
Je, je, je… Está hecho todo un picaruelo. Pero, un picaruelo muy, pero que muy imaginativo. Me encantó. Bss,
Ann@ Genovés
PS El finde, a leer la mía
Gracias, Anna. Creo que Carmen es de esas personas a las que conviene "leerle los labios". Este finde me leo la tuyo, hasta entonces saludos. Borgo.
Un buen relato, más bien surrealista. Saludos.
Gracias, Ricard. Es que a mí me encanta el surrealismo, creo que le vendría bien un poco a la realidad, sería más divertida. Saludos. Borgo.
Qué bueno. Pues yo creo que Carmen Mary debe tener mucho éxito con esa cualidad suya. Fijo que se la rifan ;)
Un abrazo
Hola, Mara Miniver. Eso seguro, claro que triunfaría mucho más actuando con menos ropa. En escenarios de Bangock locales por el estilo... o en Tele-5. Saludos. Borgo.
¡pero qué susto! creo que esta imagen no se me va a ir fácilmente de la cabeza
besos,
¡Vya, bienvenida de nuevo, Maslama! Un sustillo viene bien después del paréntesis vacacional. Besos. Borgo.
Vaya... no me imagino a Doña rogelia de esta gusia!!! Muy ingenioso tu relato de esta total ventrilocua. Sin dientes abajo, está claro... Un abrazo.
Muchas gracias, Marcos. Y ojo con los dientes que Doña Rogelia podía albergar muchos secretos. Abrazos. Borgo.
Uy, yo tampoco me fiaría. Creo que me disculparía y saldría como pudiera de aquel cuarto, jejeje.
Para número bueno de ventriloquía, uno que siempre me viene a la memoria, Faemino y Cansado con "La pera Marielena". Genial.
Un saludo.
Hola, Charly. Sí, creo que pocos hombres podrían "funcionar" con un panorama semejante, por no hablar de la muñeca mirando al techo.
No conozco ese número de Faemino y Cansado, ya lo buscaré en internet. Seguro que es bueno. Saludos. Borgo.
Menuda mujer!!! dese luego sería nua experiencia fuera de lo normal...y no puedo evitar, recordar a otro ventrílocuo...nada menos que Barney Dunn, ese tipo tan divertido de Broadway Danny Rosse!
Sí, Tirador, toda una experiencia singular. La verdad es que me has venido ganas de revisar esa película de Allen donde representaba a un pingüino que patinaba vestido de rabino y a ese ventrilocuo tan especial. Saludos. Borgo.
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