"El 31 de agosto de 1981 me dirigía desde Prats de Molló, en los Pirineos, a Barcelona por carretera. Me equivoqué de camino y acabé en una vía forestal. Bajé del coché en busca de alguien que me ayudara a situarme. Al cruzar un bosqué divisé una luz y me fui allá pensando que sería una casa pero me encontré con una nave esférica de unos setenta metros de altura. Oí una voz -como si viniera del fondo de mi mente- que me dijo que me acercara sin miedo. De la nave descendió una escalerilla y entré. Dentro había una luz blanca, casi cegadora. Cuando mis ojos se acostumbraron me vi rodeado de cuatro seres que me dieron la bienvenida. Sus rasgos eran humanos, parecidos a los orientales. Iban completamente vestidos de blanco y llevaban sobre el pecho un medallón resplandeciente. La nave despegó y estuve viajando con ellos unas siete horas."
Pons Prades nos dijo que hablaron sobre diversos temas: guerras, conflictos culturales... hasta que la nave aterrizó muy cerca de donde partieron. Cuando le preguntamos si había vuelto a contactar con ellos respondió:
"Sí, muchas veces pero sólo cuando duermo; se comunican mediante los sueños".
Y esta es la historia, o así la he contado. Oportunista como soy me ha parecido un buen momento para rescatar mi relato:
EXPEDIENTE LANGOSTA (RELATO)
El hombe vestido con severo traje color pizarra y chaleco a juego es cliente habitual. La camarera del restaurante, después de saludarle con una sonrisa, le conduce hacia un acuario donde nadan crustáceos vivos.
Con gesto adusto, como el sumo sacerdote que elige la doncella para el sacrificio, el hombre de severo traje color pizarra señana una langosta con el índice: "Esa de ahí".
Diestramente la camarera atrapa la langosta con una redecilla y se dirige a la cocina mientras el hombre de severo traje color pizarra toma asiento en el comedor mientras le sirven una copa de cava y unas aceitunas para amenizar la espera.
Al llegar a la cocina la camarera deja caer la langosta en un cubo de agua salada mientras el cocinero filipino saca una langosta del congelador. Luego sirven esa langosta al cliente de severo traje color pizarra con una fuente de salsa tártara.
Ya se han ido los últimos clientes y el restaurante cierra sus puertas. La camarera se arrodilla frente al cubo, atrapa a la aturdida langosta y -plouf- la devuelve al acuario.
La langosta se posa sobre la gravilla al lado de un enrome bogavantecon las pinzas sujetas con cinta aislante. Agitando nerviosamente las antenas le dice:
-No te lo vas a creer... ¡Me han abducido!!!
46 comentarios:
No sabría con cual quedarme de las tres cosas que cuentas en un solo post. La novela de Vonnegut (increíblemente divertida), el relato del maquis abducido o bien la historia de la langosta, que resume el tema de las abducciones. Creo que últimamente ya no se producen este tipo de fenómenos, no se si será la crisis o bien que ya estamos todos abducidos definitivamente por los bancos y esas cosas.
Hola, Lluís. Recomiendo a todo el mundo la novela Matadero Cinco y también la película de Roy Hill que no estaba nada mal, mejor que la horrible adaptación de "Desayuno de campeones". Tiene sentido -y mucho- lo que dices. Naves llamadas Hipotecas nos tienen abducidos a todos. Saludos. Borgo.
Tu relato suena mucho más creible!! Jajaja. Pero en fin, como siempre interesantísimas historias. Y como siempre me maravillan mis coincidencias sobrenaturales con este blog, pues me lei hace un escaso mes "Matadero 5". Un libro excelente.
Un saludo!!
muy bueno, el relato y la anecdota. Estuve a punto de trabajar en el observador pero al final no me contrataron. Donde si trabaje una semana fue en el Diari de Barcelona, justo cuando Sadam Hussein invadió Kuwait. Esa si que fue una abducción de verdad.
Me gusta mucho la portada del libro.
Además es muy curiosa la entrevista que le hicisteis. Ya cada uno que crea lo que quiera acerca de las abducciones.
Un abrazo.
¿Qué tal, Wolfville? Matadero-5 es seguramente el mejor libro de Vonnegut aunque también me gustaron mucho "Madre noche" y su incursión en la SF "La pianola". Muy curiosa. Saludos. Borgo.
Hola, Aris. ¿Estuviste a punto de trabajar en El Observador? Bueno, pues al menos te libraste de trabajar sin cobrar. Vaya desastre todo aquello. Saludos. Borgo.
Gracias, Signum. Lo cierto es que por entonces se habló mucho de este tema ya que el supuesto abducido no era ningún friki televisivo sino un respetado historiador y escritor. A mí me pareció una persona muy convencida de lo que contaba. Saludos. Borgo.
Estupendo tu relato, el del sr.Pons no sé suena un poco a truquis, excelente la portada, miraré en la biblio si hay forma de conseguir la novela.
Saludos
Roy
Yo creo que a más de uno de han abducido, sino no tiene explicación.
Como dicen por ahí arriba, hace mucho que no se oyen estos relatos tan fascinantes como creibles o no. Ya no tenemos ni ganas para contarlo.
La portada de la estupenda novela, espléndida. Me ha gustado mucho.
Joer y el relato, ahora cuando vaya algún restaurante no me queda más remedio que seguir al "bicho"
Saludos
Suena demasiado sencillo como para no ser cierto :-D incluso lo de que aún contacta con ellos mediante los sueños.
El relato está muy bien. El paralelismo tiene mucho sentido y resulta muy simpático :-)
Un abrazo, miquel.
Hola Borgo! Pues a mi me encantan estas historias de abducciones, lo que pasa que es como todo: hay que verlo para creerlo;aunque también hace mucho la confianza o la veracidad que transmita la persona que lo cuenta; te aseguro que a mi me gustaría tener algún tipo de experiencia si no con lo paranormal, por lo menos con lo extraterrestre, eso si, siempre que saliera ilesa de la prueba jajajaja. La portada es muy chula, ¡mira que imponen los uniformes con la esvastica nazi!, y más si en el fondo hay un platillo volante : una portada realmente terrorífica. La historia de la langosta me encantó cuando la leí por primera vez, y ahora al hacerlo por segunda vez, me ha provocado lo mismo: una gran sonrisa. Besos querido Borgo
La portada m'encanta.
Segur que la llagosta és Pons Prades. O això es pensa ella!
Gracias, Roy. No termino de ver clara la historia de Pons Prades pero reconozco que impresionaba su naturalidad al contarla. La novela de Vonnegut es muy buena, hay muchos saltos atrás y adelante en el tiempo pero tan bien contados que no resultan confusos. Saludos. Borgo.
Hola, Noodles. Me alegra que te guste la portada. Luché un poco por ella pues querían que hiciera otra de un estilo como el del cartel de la película.
La historia se me ocurrió al oir la experiencia de una amiga que trabajó en una marisqueria de Menorca donde "sustituían" de esa manera el marisco congelado por el fresco. Saludos. Borgo.
Hola, Javier. Esa fue la parte que más me gustó de su testimonio, que usaran los sueños para comunicarse telepáticamente. Me alegra de verdad que te haya gustado el relato. Saludos. Borgo.
Durante los años 70, quien más y quien menos aseguraba haber visto un ovni o haber tenido algún contacto con extraterrestres. Luego, la fiebre de la ufología fue amainando hasta que, como decís, nos fue abduciendo a todos el mostruo de la banca, y así nos encontramos ahora: abducidos y cabreados.
Tiendo a identificarme mucho más con la langosta de tu relato que con el señor Pons Prades (con todos mis respetos).
Hola, SqS. Desde luego Pons Prades no era el típico personaje al que le ocurrirran ese tipo de cosas. Claro que a mí también me gustaría tener una experiencia abductora siempre que no me viviseccionaran ni les diera por ahí. Eso me lo pusieron claro en la portada: pon un uniforme nazi que vende más... quien paga manda y les hice caso. Saludos de mi parte y de la langosta. Besos. Borgo.
Hola, Enric. Si menys no és una llagosta que ha viatjat molt. Salut. Borgo.
Hola, Sícoris. Todos esos temas van y vienen con las modas como el Triángulo de las Bermudas -_¿Quién lo recuerda ya?- o Nessie.
Pobre langosta, sin poder contar su historia en la prensa o en el programa de Iker Jiménez. Saludos. Borgo.
vaya, que casi me dio pena la pobre langosta.. y la portada genial. Además de la composición, me gusta mucho como dibujas los uniformes nazis, creo que logras captar el encanto que debieron tener en la época para sus seguidores
besos,
Hola, Maslama. Me alegra mucho que te guste la portada. Si algo se puede decir de los uniformes nazis es que estaban bien diseñados, por algo los hizo Hugo Boss en persona con símbolos esotéricos (runas, hojas de roble...) que le indicó Himmler. Besos. Borgo.
Esto de los ovnis creo que son modas,
me ha gustado tu portada.
un abrazo
fus
No he leído la novela de Vonnegut (pero es un tío que me cae muy bien; sí he leído Madre Noche y me gustó mucho). Su experiencia durante aquel bombardeo debió marcarle...
El otro tema, el de Pons Prades, me lo tomo casi como el relato de la langosta. A broma. No su lucha en la Guerra Civil o la resistencia, sino lo otro (soy demasiado escéptico para esas cosas).
Un saludo.
No he leido el libro así que no puedo opinar, pero la portada me ha gustado.
El relato es muy bueno. Espero que no se manchara el severo traje color pizarra con la salsa.
Gracias por lo de la portada, Fus. Es que todo va a modas. Lo que se hablaba de Nessie y las Caras de Bélmez cuando yo era niño y ahora nadie lo recuerda. Saludos. Borgo.
¿Qué tal, David? Vonnegut se sintió muy afectado por aquel suceso. Me gusta mucho "Barba Azul" su protagonista es un pintor también superviviente de Dresde, como muchos de sus personajes. Yo también soy escéptico pero no me esperaba ese testimonio de Pons Prades del que acababa de leer su estupendo "Españoles en el maquis francés", el mejor y más completo libro que se ha escrito sobre el tema. Saludos. Borgo.
Gracias, natsnoC. Suerte que ya ha pasado la moda de la salsa rosa, sus manchas sí que eran difíciles de quitar. A mí me gusta la salsa de alcaparras con el marisco, un día de estos publico la receta. Saludos. Borgo.
Al relacionar la segunda guerra mundial con los ovnis, me he acordado de lo que por entonces se denominaba como "foo fighter" y que sorprendieron más de una vez a los pilotos de los aviones de combate, que supongo ya tenían bastante con lidiar con enemigos de este mundo.
Cómo me intrigan estas historias. Y hay gente que te las cuenta y ves la verdad en sus ojos y entonces es cuando piensas "estará loco?" Yo les doy el beneficio de la duda, tal vez sea porque en el fondo soy como Mulder (I want to believe).
Mi padre siempre me ha contado que cuando conducía su autobús a las 5 de la mañana camino de su destino, vio lo que creyó ser una estrella fugaz que aparecía por un lado del horizonte, pero que de repente se paró en seco y acto seguido cruzó el cielo a una velocidad brutal para terminar desapareciendo. Y conociendo a mi padre (un hombre de campo nada fantasioso ni mucho menos) da que pensar que habrá por ahí...
Y ya que estamos, te dejo una anécdota graciosa que me contó un amigo cuando estaba sentado "al fresco" en su pueblecito con su padre y ambos en silencio se quedaron mirando al cielo, y en estas mi amigo soltó un profundo:
- Papa, te imaginas que hay vida en otros planetas?
A lo que su padre, solemne le respondió:
- Tú estudia...
Un saludo.
Recuerdo haberme aburrido sobremanera con la película Matadero 5 inspirada en esa novela que no conozco; claro que la ví de estreno y entonces quizás era demasiado joven para apreciar ciertas ironías.
¿Trabajaste en El Observador, en la zona Franca, a las órdenes de A.Q.? Vaya, vaya...
Me parece más creíble la abducción de tu buen relato que la fantasía de una bola de setenta metros cerca de Prats de Molló: hubiera salido en todos los periódicos de Catalunya, por lo menos... ;-)
Un abrazo.
Mr. Borgo, ¨ luz blanca... seres vestidos de blanco ¨, todo esto es un claro indicio de que la victima habia estado consumiendo sustancias ilicitas ¡ y que viaje se dio !; ya quisiera la ancargada de la tarde de mi empleo tener una experiencia de esta magnitud. Un saludo y muy buena entrada.
Hola, Cahiers. Ah, sí, los Foo Fighters. Los ingleses los llamaban "Kraut Fireballs" creyendo que era una arma secreta de los nazis. Hay muchas teorías sobre ellos y no faltan las extraterrestres, claro. Saludos. Borgo.
Hola, Charly. Ja, ja, yo tengo ese póster en mi cuarto "I want to believe" para que las visitas comprueben los friki que soy.
Lo que vio tu padre podría tratarse de algún objeto volador desconocido, no siempre ha de ser cosa de los extraterrestres, creo que casi todos alguna vez hemos visto luces extrañas en el cielo. Muy buena la anécdota de tu amigo y certero el comentario de su padre. Me lo apunto. Saludos. Borgo.
Hola, Josep. Quizás no la viste en su momento oportuno, para mí es de esas raras películas que me gustaron tanto como el libro que había leído antes.
En El Observador publicaba dibujos para la Sección de opinión (Xavier Domingo, Bru de Sala...) mi director de arte recuerdo que se llamaba Martí y no duró mucho. Se fue -como todos- al ver que allí no cobraba nadie. No sé quién es ese A.Q.
Pons Prades publicó su experiencia alienígena en un libro "El mensaje de otros mundos" pese la oposición de su editor que pensaba que podría perjudicar su reputación. Saludos. Borgo.
Gracias, Belknap. Pues podría ser, esa es la época de los "bolets" (setas) en esa zona e igual consumió alguna de efectos psicotrópicos. En todo caso, vaya experiencia. Saludos. Borgo.
La historia de la langosta me ha parecido divertidísima y le veo un punto de ternura (no se si voluntaria o involuntaria) digna de desarrollarse hasta convertirla incluso en un cuento para niños (género que por cierto adoro).
Aprovecho, Enric, para agradecerte tus palabras de aliento en mi blog No te imaginas cuan infecunda y absorvente ha sido la vuelta altrabajo tras las vacaciones.
Hola, Daffari. Pues no lo había pensado pero sí que tiene su punto de ternura y quizás podría funcionar como historia para niños. A mí también me gusta este género y quisiera dedicarle más atención. Saludos. Borgo.
jajajaj la historia de la langosta me ha encantado, pues cuando veo a esas personas en los restaurantes eligiendo la langosta viva que se van a comer, me entra siempre un poco de congoja por la langosta. Llámame sentimental.
Respecto a la otra historia estoy convencido que el abducido creía firmemente en su historia.
Un abrazo!!!
magino a las langostas en ese momento poniendo cara de enfermas para que no las elijan a ellas, pobrecitas. A mí me pareció que Pons Prades creía firmemente en lo que estaba contando, no era el típico abducido friki de los programas de la tele. Saludos. Borgo.
Lo malo de esta experiencias es una vez contadas quedan estúpidas independientemente de su veracidad o no, que ahí no entro. O bueno sí. Al final casi que pienso como tu relato, jajaja... Un saludo.
Hola, Quimérico. Es posible que el sujeto más fiable de toda esa historia al fin y al cabo sea la langosta. Ja, ja. Saludos. Borgo.
¡Pobre langosta!
Hola, Ricard. No, hombre, no digas pobre langosta que al menos pudo explicar su experiéncia aunque la marearan un poco, eso sí. Saludos. Borgo.
Hola, ¿es posible leer la entrevista a Pons Prades entera?
¿alguien sabe que le decian en sus sueños?
Aparte del libro, es muy dificil encontrar más información sobre lo ocurrido luego, como los sueños, o habilidades adquiridas.
Saludos.
Posiblemente sea una de sus mejores novelas. El gran Vonnegut. Lo que llegó a sufrir en su infancia sobre el bombardeo que sufrió por parte de los suyos.
Lo que contaba Pons Prades era muy de aquella época en España. Recuerdo que en la televisión salían muchos catetos mellados con la camisa abrochada hasta el último botón del cuello diciendo que habían avistado un Ovni. ¿Cómo habían llegado a saber esa gente lo que era un Ovni? Muchos de ellos decían que habían sido “abducidos”. Era evidente que no conocían esta palabra, pero los de los programas de lo decían. ¿Cómo era posible que una civilización mucho más avanzada que nosotros requerían el contacto de los últimos catetos de un país de catetos? Recuerdo de uno que se parecía mucho a la caracterización del trío “La charanga del tío Honorio”: unicejo, mellado, algo bizco y con boina, dijo que le invitaron a subir un Ovni y él les preguntó si podía llevar su cabra. Según esos seres celestiales vestidos de blanco y medallón les dijeron que no. Entonces el cateto, indignado, se negó a subir. J. J. Benítez salía defendiendo a toda esta gente por televisión. Todavía se pueden ver algunos de ellos por Youtube con aquel color gastado que tanto caracteriza ahora aquella época. Luego vino la Movida, Tino Casal, Alaska, Los Pegamoides (suena a extraterrestres). Almodóvar, Radio futura, las vomitonas por las calles, los pelos encrespados y la vestimenta a lo Son Goku, y los Ovnis se fueron a otra galaxia. De los catetos, nunca más se supo de ellos.
Joder, qué relato más bueno. Malicia y pericia por todos lados. Si has colocado tu cuento al final de esta trilogía intuyo que tú tampoco eres de esos que se creen lo que dicen algunos. Todo esto siempre me sonó como la flipada de algunas personas que les hubiera gustado viajar en la Enterprise de Star Trek y poder charlar con Spock y el capitán Kirk. Luego vino Star Wars y el oculto deseo continuó, pero ya nadie se atrevió a admitir que le gustaría subir en El Halcón Milenario para hablar con Chewbacca. Lo que me fascina es por qué fueron en busca de estos catetos a pueblos remotos. ¿Qué interés había, por parte de los medios de comunicación, que los catetos pusieran su voz y careto como representantes de la España de entonces? Ni Iker Jiménez se entera un carajo.
¡Un fuerte abrazo!
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