SIBELIUS Y SUS VIAJES EN EL TIEMPO ...Y NO PODÍA FALTAR FRODO Para la receta nos hemos decidido hoy por un plato que nos gusta mucho a mí y a Silvina:
jueves, 28 de abril de 2022
BORGO CUMPLE TRECE AÑOS
SIBELIUS Y SUS VIAJES EN EL TIEMPO ...Y NO PODÍA FALTAR FRODO Para la receta nos hemos decidido hoy por un plato que nos gusta mucho a mí y a Silvina:
lunes, 11 de abril de 2022
TOC, TOC, TOC.
Relato escrito a cuatro manos con Ricard del blog Classics de cinema.
Juno ha invitado a Eva a cenar a su nuevo piso. Su reciente
mudanza es un buen pretexto para una cena íntima y lo que salga. La velada
promete: Eva se ha presentado con un vestido que empieza tarde y acaba pronto.
Eva ayudándose con la cuchara arremolina espaguetis con su
tenedor. El cubierto se queda a medio camino de su boca cuando advierte que
Juno dirige una fugaz mirada a su reloj y luego al techo. "Escucha" -dice Juno, y señala arriba con el índice.
Suenan unos golpes. Vienen del piso de arriba, el ático, parece que
alguien golpea rítmicamente el suelo con un palo o un bastón.
-Cada día a esta misma hora oigo golpear durante un
minuto más o menos -precisa Juno.
Eva se concentra en el sonido.
-Llevan una cadencia -dice-. Son golpes regulares: cuatro
golpes, pausa y sigue de nuevo ¿Dices que siempre es a la misma hora?
-A las diez en punto de la noche. Podría ajustar el reloj
cuando empieza.
Los golpes cesan bruscamente. Eva pregunta:
-¿Y siempre suenan igual?
-Es probable. Cada noche termina con cuatro golpes largos
muy irritantes.
-¡Cuatro golpes largos! -los ojos de Eva se iluminan - Sí,
algunos golpes eran rápidos y otros más intensos, como un código.
-¡Claro! Secuencias de golpes largos y cortos -asiente Juno-
Puntos y rayas... ¡Morse! ¿Intenta enviar un mensaje? No sé cómo será ese
vecino. Llevo apenas un mes en este piso y no conozco a casi nadie.
-¡Qué interesante! -dice Eva-. Se me ocurre algo, mañana
podríamos volver a vernos aquí y anotaremos los golpes. Si es Morse podremos
enterarnos de lo que dice tu misterioso vecino.
La decepción produce un sabor demolido en la boca de Juno.
Le alegra que Eva vuelva mañana a su casa pero si ha dicho volver a vernos es que no piensa quedarse esta noche. Dirige de
nuevo su atención al plato y responde con un murmullo de aprobación.
Al día siguiente Juno regresa a casa del trabajo más fatigado que
de costumbre. En el vestíbulo hay una mujer que
nunca había visto antes esperando el ascensor. Tiene un cabello negro largo y
sedoso y parece muy esbelta, pese a que una larga gabardina de cuero oculta su figura.
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- ¿A qué piso vas? - pregunta ella.
Atenazado por una mezcla de miedo y fascinación él se ve
incapaz de responder. Ella no insiste, se apoya en la pared del ascensor
cruzando los brazos y contempla a Juno con descaro y una enigmática sonrisa.
Llegan al último piso y salen juntos del ascensor. Él,
incapaz de otra cosa, la sigue como un autómata. Entran en el apartamento de ella y le señala un sofá forrado de terciopelo rojo en el centro de una sala
tenuemente iluminada.
- Ponte cómodo - dice -. ¿Quieres una copa?
Después Juno no
recordará haber respondido a la pregunta, pero en cualquier caso ya está
sentado en el sofá con un whisky en la mano. Aguarda a que ella, que ha salido
de la habitación, regrese mientras él contempla su reflejo en la pantalla apagada de un televisor.
Entonces ella vuelve y se queda ante él de pie.
Está completamente desnuda. Su cuerpo es perfecto, salvo un detalle.
La chica no tiene pierna izquierda. La sustituye una pieza
ortopédica sujeta con unas tiras.
- Espero que no te moleste, pero a algunos de mis clientes
les gusta.
Juno lo comprende perfectamente. Él está embelesado, y ni siquiera cuando hacen el amor en el mismo sofá puede apartar la mirada de
la pierna de plástico.
No puede discernir si ella finge o realmente se está
corriendo. En cualquier caso resulta muy convincente. "¡Oh, sí, oh,
sí!" - exclama.
Al tiempo que golpea el suelo con la pierna ortopédica,
rítmicamente.
TOC, toc, TOC, toc…
FIN
PROFESOR SIBELIUS
LA RECETA: MERLUZA A LA MARINERA. Foto: SilvinaCocer los mejillones con 1 vaso de vino blanco y 1 hoja de laurel. Cuando se vean abiertos reservar el jugo de la cocción.jueves, 31 de marzo de 2022
MIEDO GARANTIZADO
Índigo empujó la puerta y entró. Sentado en una mesa le
observaba un hombre de cabello y bigote grises con una extraña expresión de
sosiego, como si la cara no encajara bien en los huesos.
-Buenos días. Venía
por el anuncio -dijo Índigo mostrando un recorte de periódico: "¿Quiere
pasar realmente miedo? Calle Schreck, 28. Puerta 16".
-¡Adelante, siéntese! -dijo el
hombre gris con una meliflua sonrisa indicándole una butaca-. Me llamo Timor. He reconocido en usted a alguien que busca emociones
fuertes. Un hombre de mandíbula firme, pensamientos rojos y dientes blancos.
-¿Me asegura que
pasaré miedo? -preguntó Índigo tomando asiento.
-¡Garantizado!
-afirmó Timor- cuando salga de esta oficina lo hará presa del pánico a cambio
de una simple transacción.
-Algo me dice que
hablamos de dinero -dijo Índigo con una sonrisa amortiguadora.
-No. A cambio de diez
años de su vida.
"Está loco" -pensó Índigo. Pero había algo en
Timor que inspiraba seguridad, quizás aquel bigote recortado como un cepillo de
dientes. Timor aguardaba con la mirada del que espera una rápida respuesta.
-De acuerdo.
Timor le tendió solemnemente un impreso de aspecto rutinario y una pluma. Le señaló una línea punteada:
-Firme aquí, por
favor.
-Pensé que tendría
que firmar con sangre -dijo Índigo. Timor correspondió al
comentario con una sonrisa cortés. En cuanto Índigo separó la pluma del papel
Timor le arrebató el documento enrollándolo como un pergamino.
-Bueno, señor Timor
¿Y cuándo empezará ese miedo?
-¡Desde ahora mismo!
-a Timor le centelleaban los ojos. Todo parecía irreal y desenfocado -¡Ya puede
empezar a horrorizarse!
Aquellas inesperadas palabras provocaron una punzada en el
estómago de índigo. Timor se levantó y salió rápidamente por una puerta a sus
espaldas.
Índigo decidió seguirle. Rodeó el escritorio y abrió la
puerta. Daba acceso a una sala grande y muy descuidada. Una mortecina bombilla
iluminaba las telarañas que colgaban del techo como jirones putrefactos. Al
fondo había otra puerta a considerable distancia, tendría que haber visto a
Timor salir por allí. El suelo estaba cubierto por una gruesa capa de polvo ¿y
dónde estaban las pisadas?
"Diez años de mi vida... ya no soy tan joven ¿Y si
estaba destinado a morir mañana en un accidente absurdo?".
Tragó saliva. Índigo estaba demasiado aturdido para advertir
que estaba cruzando la avenida con el semáforo en rojo. Un estruendoso bocinazo
le hizo volverse. Lo último que vio fue un rótulo brillante: 78. Drassanes -
Les Corts. Cuando el autobús dejó atrás el desmadejado cuerpo de Índigo ya no
sentía ningún miedo. Ni sentía ni padecía, como suele decirse.
Timor dejó el impreso firmado por Índigo sobre un cenicero y
le prendió fuego. Las llamas expulsaron un globo luminoso que ascendió
lentamente.
-Qué cosa tan
fascinante es el alma -murmuró Timor.
La puerta se abrió.
-Buenas tardes, venía
por el anuncio.
PROFESOR SIBELIUS
FRODO Y SU HUMOR ARGENTINORECETA: MACARRONES A LA LEÑADORA Foto: Silvina.Aunque aquí la primavera se ha presentado fría y lluviosa, ésta es la típica receta de pasta primaveral en Italia.
Sofreír bacon cortado a tiras. Añadir champiñones, guisantes
(arvejas, para mis amigos del otro lado del charco) aceitunas negras
deshuesadas y cortadas en rodajas y un tomate de lata, de los enteros y
pelados. Dejar reducir un poco a fuego mediano y verter 1/2 brick de nata para
cocinar. Remover y apagar el fuego.
Mientras tanto, los macarrones se habrán cocido en agua
salada. Colar, mezclarlos con la salsa y servir con pimienta recién molida.
Esta receta también se puede hacer con espaguetis. Aprovecho
para mostrar un truco que me enseñó un chef italiano: los espaguetis crudos que
caben en un anillo equivalen a la ración de pasta para una persona.
viernes, 18 de marzo de 2022
POR UNA BALA McCORMICK
Mi cuñado me llamó ayer, quiere rodar unas escenas en mi casa para un cortometraje ambientado en la guerra civil, y es que vivo en un caserón casi intacto desde hace un siglo. No me explico como mi insufrible cuñado gana tantos festivales y dinero con sus películas insulsas y pedantes; como él mismo.
Todos los enchufes de la casa están ocupados por cargadores,
de móviles y baterías para las cámaras. Los de atrezzo desalojan anacronismos
del salón como mi televisor QLED de plasma. Su lugar lo ocupan lámparas estilo
araña con tulipas, sillones de la época y hasta un calendario de 1936. El
palurdo de mi cuñado cuida obsesivamente los detalles. Siempre dice: “Mis
películas destilan realidad, lo mío es cinema verité.” Soplapollas… Mientras escribe notas en el guion
me dice:
-Este festival concede los premios mejor pagados de la
industria cinematográfica. Lo primero que haré si gano será pagarle la
operación de aumento de pechos a mi muj… a tu hermana.
-Gracias, ya sé que es mi hermana. ¿Pero no se había hecho ella
antes esa operación?
-Sí, pero salió mal. Ahora tiene una teta la mitad de grande
que la otra.
Aprovecho que a mi cuñado le suena el móvil para hacer
mutis. Me desquicia que siempre me cuente cosas que preferiría no oír. En el
lavabo abro el botiquín y me tomo una de mis píldoras de nitrato para el
corazón, creo que hoy me harán falta.
Cuando vuelvo al salón mi cuñado casi se abalanza sobre mí.
-Acaba de llamar un actor para decirme que no podrá venir.
Tú podrías hacer su papel. ¡Es muy fácil! Te disparan con una bala de fogueo,
tú solo tienes que caerte de espaldas.
Antes de que pueda protestar mi cuñado abre un maletín y
saca algo parecido a una pequeña cápsula.
-Esto lo llaman Bala McCormick. Está rellena de sangre
falsa, lleva una pequeña carga explosiva que se activa con mando a distancia. Se
fija a la piel con una pequeña ventosa y cuando el técnico pulsa el mando la
sangre sale disparada al exterior simulando el impacto de un disparo. Queda muy
realista, muy auténtico, muy…
-Verité –mascullo entre dientes.
-Tu papel es el de un coronel republicano que está pasando
información al bando enemigo. Un miliciano te ha descubierto. Entrará por ahí
–señala una puerta- te dispara y te caes
hacia atrás. Ya ves que te hemos puesto detrás un futón para que no te lastimes
al caer.
Se vuelve hacia el equipo de rodaje batiendo palmas:
-¡Venga todos a sus puestos! Esta escena ha de salir en una
sola toma que esas balas cuestan una fortuna -.Se acomoda en la silla de tijera
y me pregunta-: ¡Cuñado! ¿Quieres que hagamos antes un ensayo?
-¡Dale ya, John Ford, que no tengo todo el día!
-¡Silencio! ¡Se rueda! ¡Acción!
La puerta se abre de golpe y entra un miliciano –mono azul
con cartucheras, pañoleta roja y negra- empuñando un fusil máuser. Me apunta. Dispara.
El técnico pulsa el mando a distancia. La bala McCormick expulsa su carga de
sirope de maíz con zumo de remolacha. Surge un destello rojo y noto llamas en
el pecho. Todo mi cuerpo se sacude envuelto en chispas. ¡Mierda, mi marcapasos!
La explosión de la bala ha provocado una descarga de mil pares…
Caigo hacia atrás. La caída ha quedado muy convincente pues
estoy realmente muerto. Sí, lo noto por una vaga sensación de abandono astral,
pero sigo percibiendo todo a mi alrededor. Debo estar en una especie de umbral
o algo así. El miliciano se me acerca. Grita: “¡Quintacolumnista! ¡Traidor a la
Repub…!” se calla de repente al notar que algo va mal. Se vuelve hacia el
director, o sea, mi cuñado:
-¡Eh! ¡Ese tío está muerto de verdad!
Y oigo la imperiosa voz de mi cuñado:
-¡Sobre todo no pares de filmar! –grita al cámara- ¡Qué
pasada! ¡Esto sí que es cinema verité!
-¡Cuñado! –le grito-. ¡Eres un verité cabronazo!!!
Pero como estoy muerto nadie me oye.
La cobertura en el más allá deja mucho que desear: FIN
PROFESOR SIBELIUS
¡Y... AQUÍ ESTÁ DE NUEVO FRODO!RECETA: LANGOSTA DE POBRE. Foto: Silvina.Venga, que hace tiempo que no pongo un plato de pescado. El nombre viene de que este plato de rape sabe muy parecido a la langosta.
martes, 8 de marzo de 2022
SUICIDIOS S.A. Basado en un relato de Martin Page
Ayer intenté suicidarme pero no tuve éxito, de no ser así no
lo estaría contando.
Estoy ingresado en urgencias y hoy han venido a visitarme
dos amigos, Geno y Vera. Ésta última me ha contado de nuevo sus repetidos intentos de quedarse embarazada.
-Después de inseminarme nos vamos al parque de atracciones y
nos montamos en el Dragon Khan horas y horas.
-No veo la relación –le comento.
-Creemos que la fuerza centrífuga de la montaña rusa puede
propulsar los espermatozoides hacia el lugar adecuado –me aclara Vera.
-¿Porqué estás aquí? –pregunta con voz femenina.
-Coma etílico.
-Ah, eso ya lo probé –asegura la mujer-. ¿Vodka? ¿Whisky?
¿Cuántos litros?
-Cerveza. Un botellín.
La mujer ríe. Entre las vendas solo se ven sus ojos verdes,
como dos esmeraldas en un estuche blanco. Vuelve sus ojos hacia mí y dice:
-Voy así de empaquetada porque intenté suicidarme. Me tiré
desde la cúpula del monumento a Colón y aterricé sobre un grupo de turistas
japoneses. Claro, son mucha gente en un país pequeño y les gusta sentirse
agrupados. Amortiguaron la caída y tengo rotos casi todos los huesos. ..
Entonces la mujer me comenta que ha visto en internet el
anuncio de un club para suicidas donde imparten clases de suicidio. Me dicta la
dirección y en ese momento aparece un médico que anuncia que puedo abandonar el
hospital con el mismo tono de un mecánico que te informa de que tu coche está
arreglado.
Llamo al día siguiente y una voz cantarina me informa:
-¡Aquí el Club de los Suicidas! Suicidios fáciles y rápidos.
Clases todos los lunes y miércoles a las siete por la profesora Cruella
Arsénica. Le digo la dirección…
“Qué raro que el club tenga un nombre tan… mercantil” –pienso.
Recorro un largo pasillo guiándome por los letreros hasta que descubro una enorme puerta y encima “Suicidios S.A.” en un rótulo luminoso. Al otro lado aparece la tienda de la asociación, como en algunos museos y locales turísticos lo primero que se ve al entrar es la tienda de regalos. Es una sala iluminada con grandes ventanales que ofrece libros sobre suicidio, armas, venenos, amanitas faloides secas… y lo necesario para una grata muerte: vinos, manjares selectos y música. No podía faltar “Glommy Sunday” (*). En las paredes cuelgan posters a la venta de suicidas célebres: Hemingway, Virginia Wolf, Robin Williams, Kurt Cobain…
“Vaya negocio tienen aquí montado” –me digo decepcionado por
todo este grosero merchandising que destruye la parte romántica del suicidio. ¿Qué
pinta aquí el joven Werther y su suicidio por amor? ¿O Mishima, despidiéndose con
el seppuku, al más puro estilo samurái?
Decido que ya no quiero morir, abandono el edificio y me
precipito hacia el primer bar que encuentro.
-Un botellín de cerveza –pido en la barra-. Sin alcohol, por
favor.
Ahora tengo que cuidarme.
(*) GLOOMY SUNDAY. La canción de los suicidas.
Gloomy Sunday, conocida popularmente como “La canción
húngara del suicidio,” es posiblemente la primera leyenda urbana de la
historia. Fue compuesta en 1933 por Rezso Seress y pasó bastante desapercibida
hasta que en 1936 las autoridades húngaras decidieron prohibirla al ser
relacionada con no menos de 17 muertes voluntarias. Se basaron en que habían
encontrado referencias a la canción en las notas de los suicidas; algunos
tenían además el disco de Gloomy Sunday (Domingo Triste) puesto en el gramófono
en el lugar de los hechos. Esto proporcionó una gran publicidad a la canción
que se vendió con gran éxito en Estados Unidos con el sobrenombre de “The
Hungarian Suicide Song” aumentando a cien el número de suicidios relacionados
con la canción. Hay varias versiones con cantantes tan dispares como Björk,
Elvis Costello o Sinéad O´Connor pero sin duda la mejor es la de Billie Holiday.
Es una bonita canción aunque bastante melancólica, eso sí. Por cierto que años
más tarde, afligido por no poder componer una canción con un éxito similar, el
autor Rezso Seress decidió poner fin a su vida saltando por la ventana. A eso
yo le llamo ser consecuente.
jueves, 24 de febrero de 2022
LOS EFECTOS DE INGERIR JABÓN. Otro cómic de la mili.
En nuestra unidad llevábamos días de maniobras y marchas agotadoras. Muchos soldados buscaban el modo de fingirse enfermos. En la cantina un cabo destinado en la farmacia militar me dijo:
Foto: Silvina. Cortar rodajas de calabacín (zapallito para mis amigos del otro lado del charco) y berenjena de un dedo de grosor. Ponerlas en el horno a 200º unos diez minutos, cuando tomen color sacarlas y poner encima trocitos de jamón, gambitas, pimientos... cualquier cosa, lo que apetezca ese día. Cubrir con queso rallado o sésamo y gratinar en el horno cinco minutos más.
jueves, 10 de febrero de 2022
SIEMPRE ES DE NOCHE CON LOS SUCCUBUS
Basado en un relato inconcluso de Boris Vian.
Viajamos durante el día en una enorme caravana con cristales
ahumados. Esta noche actúan en París, la primera etapa. El grupo parece poseído
por una vitalidad sobrehumana que les lleva a tocar sin descanso hasta el alba.
Al día siguiente nos alojamos en un hotel de Glasgow. Poco
antes del concierto nos reunimos en la habitación de Elisa que se pasa horas
golpeando los bongos dejándose guiar por una salmodia obsesiva mientras apura
un gran vaso de jugo de tomate. Mañana nos espera Berlín.
En su actuación de Berlín el grupo consigue un éxito
apoteósico a pesar de que mucha gente no sale de sus casas. Los periódicos
hablan de un misterioso asesino que desangra a sus víctimas. En sórdidos
callejones han aparecido cadáveres blancos como el mármol. Durante una tarde
lluviosa, mientras los músicos duermen en sus habitaciones, cotejo en el
ordenador las reseñas de la prensa sobre la gira y las páginas de sucesos. Hay
un rosario de muertes entre París y Berlín. Cadáveres que aparecen al alba,
cuando la caravana de los Succubus enfila la ruta hacia la siguiente ciudad.
El resto de los músicos aguardan su turno.
FIN
FRODO SE DISCULPA
Y como receta he pensado en algo apropiado para el próximo lunes, Día de San Valentín.TE QUIERO MUCHO... COMO LA TRUCHA AL TRUCHO
Mientras el horno se calienta a 200º poner las truchas abiertas y sin espina en una fuente.
Sazonar con sal y pimienta, rociar con aceite de oliva y unas gotas de limón y colocar una loncha de bacon o jamón sobre cada trucha e introducirlas en el horno.
Diez minutos después añadir un vasito
de vino blanco y almendra rallada por encima. Poco después ya estará
lista.