(Jack Lemmon): -¡Ja, ja, ja! Espaguetis... ¡Jaaa!
-¿Qué demonios te parece tan gracioso?!
-No son espaguetis, son linguini.
Matthau agarra el plato de Lemmon y lo estrella contra la pared de la cocina.
-¡Ahora son basura!
Siete años antes Lemmon había representado una secuencia aún más famosa con unos espaguetis:
En El apartamento Baxter (Lemmon) intenta aliviar la depresión de la desdichada Kubelick (Shirley MacLaine) preparándole unos espaguetis que escurre de una manera inusual: con una raqueta de tenis. Es un momento entrañable, pocas veces se ha representado mejor en la pantalla ese acto de amor que es cocinar para alguien.
Por supuesto que los italianos no les parece adecuado ese método para el escurrido de la pasta, un paso al que conceden una gran importancia: la pasta nunca debe permanecer en el agua de la olla después de apagar el fuego y es mejor no usar el escurridor que suele apelmazar la pasta. Es preferible "pescar" los espaguetis directamente de la olla con un tenedor o un cucharón con agujeros.
Estos consejos sobre el escurrido y como prepara la pasta verdi, verdi (al dente) se los debo a la simpática Giulina de la trattoria Scampi (Langostino) de Frascati, pueblo a unos 20 kilómetros de Roma. Arriba, el dibujo que hice para sus tarjetas.
Giu era una talibana de la pasta; una purista que se negaba a preparar espaguetis a la carbonara por no ser un plato genuino italiano. Un día que yo estaba comiendo en su local con Cristina, mi pareja de entonces, se acercó a nuestra mesa y me reprendió -cariñosamente, eso sí- por enrollar los espaguetis ayudándome de una cuchara lo que según ella era poco ortodoxo. Giu calló de repente y miró con cara de espanto a Cristina que detestaba complicarse la vida en la mesa y estaba cortando sus espaguetis con cuchillo y tenedor. ¡Sacrilegio!!!
Volvamos a los linguini, un espagueti plano de la zona sur. La forma más popular de prepararlos son los Linguini alla vongole (con almejas) Me gusta cocinar ese plato especialmente en verano y naturalmente admite cualquier otro tipo de pasta:
LINGUINI CON ALMEJAS
Dejar las almejas al menos una hora en un cazo con agua fría para que expulsen toda la arena.
Sofreír en una sartén ajo y perejil picados. Cuando el ajo empiece a dorarse añadir tomate de lata pelado y sin semillas. Cocer a fuego medio, añadir una copa de vino blanco seco y reducir.
Agregar las almejas a la sartén, tapar y dejar cocer unos cinco minutos para que el calor abra las valvas. Desechar las almejas que no se hayan abierto. Mezclar la pasta cocida y escurrida con la salsa y servir inmediatamente.
Me parece estar oyendo a Giu: "Nada de queso. Los platos de pasta con pescado no se sirven nunca con queso rallado".