En los cines de los años 30 solían animar los intermedios de los programas dobles con cortos protagonizados por estrellas de los estudios. Esta screwball (comedia alocada) se consideraba perdida hasta hace poco. Hay un muerto que no está muerto, dos investigadores ineptos y manos fantasmales que surgen de aquí y allá. Impagable la escena en que Lugosi (minuto 1.30) aparece pistola en mano y se limita a preguntar la hora. Poco después llega Karloff con un look a lo mister Hyde. Screwball puro.
sábado, 27 de marzo de 2010
viernes, 26 de marzo de 2010
SKULL & BONES

Se agradece cuando te encargan la portada de un libro tan interesante como este: Skulls and Bones (Cráneos y huesos) es el nombre de una sociedad secreta de estudiantes de Yale fundada en 1832. Sus miembros, casi todos de familias millonarias, se reúnen cada semana en la Deer Island, isla particular frente al campus de Yale, donde en un edificio de estilo babilónico llamado La Tumba celebran reuniones y suntuosas cenas servidas con la cubertería de plata que perteneció a Hitler. En sus escasas fotos siempre aparecen posando alrededor de una mesa con huesos humanos y un reloj que marca las 8 de la tarde. Ese reloj siempre va adelantado cinco minutos para dar la sensación a sus miembros de que su espacio es un mundo aparte.

Tres generaciones de los Bush pertenecieron a la Skull & Bones: el abuelo, Prescott (al que se acusa de robar el cráneo del apache Gerónimo para decoración del club) George W. Bush padre –señalado con un circulo en la foto- y George junior.
Los miembros de la Skull & Bones se han visto relacionados con acontecimientos tan dispares como la Guerra del Opio en China, el ascenso al poder de Mussolini y el asesinato de Kennedy. Lo que sí está claro es que han inspirado muchas sociedades secretas de ficción: desde el Club Diógenes de los libros de Sherlock Holmes (Mycroftt, el hermano de Sherlock era miembro) hasta los Stonecutters (Canteros) que aparecían en uno de mis episodios preferidos de Los Simpson:
NOTHING BUT THE BEST

Otra de aniversarios: cinco años desde que se nos fue George Best (1946 -2005) aunque su hígado traspasó unos años antes… Este jugador del Manchester United que logró la proeza de marcar 6 goles en un mismo partido (7 febrero 1970: Northampton 2, Manchester 8) y el único que Pelé confesó envidiar es también el autor de frases como las de arriba: “Perdí mi dinero en mujeres, coches y alcohol… el resto lo malgasté”.”

Aquí una imagen de Best en los años 70. Poderío. Llegó a ser tan popular -no solo por su juego sino también por sus juergas- que la prensa británica lo apodó El quinto Beattle. Se relacionó con tres Miss Mundo pero sentó la cabeza y se casó con Angela Mac Donald, una mujer que - después de que Best se tomara su diaria botella de champán con vodka antes de acostarse- aún conseguía que se levantara para ir a los entrenamientos. Mientras tanto Best es vetado en la BBC por presentarse trompa en un show y balbucear: “Me gusta follar”. Fue incapaz de decir nada más.
En el 2002 Best se somete a un trasplante de hígado, pero el futbolista no abandona sus tropecientas pintas diarias en el pub de su propiedad (normal, mientras que otros futbolistas ponen una tienda de deportes o un restaurante él pone un pub) hasta que el 25 de marzo de 2005 Best recibe la definitiva tarjeta roja (cómo diría Matías Prats junior)
En un panorama como el de ahora con tanto futbolista metrosexual y nenaza se echa de menos al alcohólico pichabrava y deslenguado de Best que opinaba así de Beckham: “No cabecea, no defiende y casi no marca goles. Aparte de esto, está bien”.
viernes, 19 de marzo de 2010
SUCUBBUS
He conseguido convertirme en el cronista oficial de la macrogira por Europa de Succubus, el grupo liderado por la cantante Elisa Bathory. No ha sido fácil formar parte de su séquito, durante su gira anterior me convertí en un solícito servidor que les conseguía todo lo que querían a horas imposibles: desde alcohol hasta sustancias ilegales, pasando por las más insólitas comandas.
Viajamos durante el día en una enorme caravana con cristales ahumados. Esta noche actúan en París, la primera etapa. El grupo parece poseído por una vitalidad sobrehumana que les lleva a tocar sin descanso hasta el alba.
Al día siguiente nos alojamos en un hotel de Glasgow. Poco antes del concierto nos reunimos en la habitación de Elisa que se pasa horas golpeando los bongos dejándose guiar por una salmodia obsesiva mientras apura un gran vaso de jugo de tomate. Mañana nos espera Berlín.
En su actuación de Berlín el grupo consigue un éxito apoteósico a pesar de que mucha gente no sale de sus casas. Los periódicos hablan de un misterioso asesino que desangra a sus víctimas. En sórdidos callejones han aparecido cadáveres blancos como el mármol. Durante una tarde lluviosa, mientras los músicos duermen en sus habitaciones, cotejo en el ordenador las reseñas de la prensa sobre la gira y las páginas de sucesos. Hay un rosario de muertes entre París y Berlín. Cadáveres que aparecen al alba, cuando la caravana de los Succubus enfila la ruta hacia la siguiente ciudad.
La última actuación ha sido en Praga. Cenamos copiosamente y me siento mareado por el vino cuando subo a la caravana. El africano Zel, uno de los músicos, toca un extraño instrumento aborigen. Elisa aporrea sus bongos ahora cantando en un incomprensible idioma gutural. El vehículo se está llenando de humo y todo tiene un extraño aspecto delicioso y letal. Seguimos avanzando por una carretera envuelta en niebla hasta que Elisa dice: “Hay una avería, tenemos que bajar”. Comprendo. Camino hacia la oscuridad dispuesto para el sacrificio. Mientras me rodean intento calcular cuantas horas de gloriosa música producirán los litros de sangre que alberga mi bien alimentado cuerpo. Lo último que veo es la boca golosa de Elisa y la lengua que recorre sus rojos y gruesos labios. El resto de los músicos aguardan su turno.
jueves, 18 de marzo de 2010
HASSEL DE NUEVO
Una portada más que me encargan para un libro de Sven Hassel: Court Martial, aquí publicada con el título Ejecución. Hassel era un autor que nunca faltaba en las librerías de los años 70 compartiendo espacio con autores como Harold Robbins, Dominique Lapierre o J.M. Gironella, sin embargo en España sus libros no se reeditan desde 1990 y ahora son objetivo de coleccionistas.

Hasta la foto oficial que aparece en los libros de Hassel rezuma misterio: look de guerra fría, parece un personaje de John Le Carré, y es que las supuestas vivencias durante la Segunda Guerra Mundial de este escritor danés no se han visto libres de controversia por el hecho de que su unidad (el célebre Quinteto de la Muerte: Porta El Viejo, Hermanito, Legionario y Heide) aparece en varios escenarios bélicos a la vez, por no hablar de personajes que mueren y “resucitan” caprichosamente como el apodado Barcelona. Un periodista danés, Erik Haaest, afirma que Hassel durante la ocupación se pasó todo el tiempo en la cárcel por trapicheos varios y que fue su mujer quien escribió el primer libro: La legión de los condenados; un bombazo editorial que se tradujo a 80 idiomas. Tampoco Haaest merece mucha credibilidad pues niega el Holocausto y la veracidad del Diario de Anna Frank.
A todo esto Sven Hassel sigue en su pertinaz silencio negándose a dar entrevistas, como un Salinguer, pero residente en Marbella; aunque no falta quien afirma que ha muerto y que por motivos poco claros su fallecimiento se ha mantenido en secreto.
Tanto si sus experiencias fueron más o menos ciertos no hay duda de que Hassel ha calado hondo en la cultura popular y que sus libros –de potente fondo anti bélico- dejaron su huella entre los que éramos niños en los 70. Incluso ahora, al escribir esto, me está pareciendo oír el traqueteo de un tanque T-34 avanzando por el pasillo…
lunes, 15 de marzo de 2010
EL PIANISTA CON ONCE DEDOS

El primero de la derecha, el del trombón, es mi padre con su orquesta en el otoño de 1936. Un día me contó que durante la guerra, estando Errol Flynn de paso por Barcelona apoyando la causa republicana, les advirtieron que se pasaría por el local donde tocaban, el Moka. La visita del actor fue fugaz: Flynn llegó rodeado de militares y periodistas, tomó una copa y se fue saludando con la mano a los músicos que estaban tocando en su honor Jarama Valley, el himno de los brigadistas norteamericanos. Al oír esta anécdota se me presentó una de esas extrañas asociaciones de ideas que a veces me vienen y es que poco antes de la guerra mi padre se presentó a una audición de piano para ser admitido en el conservatorio. Cuando terminó de tocar el profesor le puso una mano en el hombro y le dijo: “Joven, toca usted el piano con el nabo”.
Esa asociación es porque Errol Flynn era famoso –entre otras cosas- por tocar el piano con el pene en sus fiestas privadas. Bette Davis y Marilyn Monroe lo atestiguaron (Marilyn aseguraba que Flynn era un virtuoso) Por eso me gusta imaginar un final mucho mejor para esta historia. Mi padre se acerca a Errol Flynn y estrechando su mano le dice:
-Encantado, mister Flynn. Los dos tenemos algo en común: yo también toco el piano con el nabo.
viernes, 12 de marzo de 2010
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