Vespucio Camper camina por un sendero de grava cuando advierte un nutrido grupo de personas en torno a un objeto tendido en el suelo. La grava cruje bajo sus pies como si anduviera a cámara lenta. Entonces ve que el objeto es un hombre, era un hombre, tendido sobre el asfalto. Mira de soslayo un coche destrozado con manchas de sangre que van desde el sillón del conductor hasta el cadáver envuelto en una especie de lona dorada brillante, como un regalo de Navidad.
Llega una ambulancia sin luces giratorias y con las sirenas
apagadas. Claro, no hay prisa. Sacan una camilla con ruedas empujada por dos
enfermeros. Un hombre trajeado habla con un agente de policía, sin duda el juez
que viene a levantar el cadáver. A Vespucio siempre le ha hecho gracia esta
expresión -levantamiento de cadáver-, como si el juez fuese un
Lázaro que ordena al difunto: “Levántate y anda”.
Entonces Vespucio repara en los pies que asoman debajo de la lona; falta un zapato. Curioso. Recuerda haber visto en los noticieros imágenes de fiambres tendidos en el suelo víctimas de colisiones, accidentes, atentados… siempre les falta UN zapato. Nunca pierden los dos zapatos, o conservan los dos. No, a esa clase de muertos siempre se les sale un único zapato. ¿Porqué?
Ensimismado en sus pensamientos Vespucio cruza la acera sin
mirar. Unos potentes faros le deslumbran
como a uno de esos conejos que cruzan la carretera de noche. Vespucio
salta hacia atrás justo a tiempo de no ser arrollado por un enorme camión
alemán que transporta lavadoras suizas. El camión tiene los cristales ahumados
lo que le da un aire siniestro, como aquel vehículo de la película El diablo
sobre ruedas, y se aleja surcando un gran charco de agua que salpica a Vespucio dejándolo más empapado que
un gato en una lavadora. Éste, aturdido, le cuesta
levantarse del suelo a causa del temblor de sus piernas. “Uf, estoy entero de milagro”
–piensa. Toma aire y cuando empieza a caminar se da cuenta de que a su pie
derecho le falta un zapato. Avanza unos pasos, el pie enfundado en un calcetín
blanco de algodón nota la aspereza de las baldosas de granito. Busca su zapato extraviado
pero no lo encuentra.
-Vaya, parece que la Parca se ha adelantado con su trabajo
–dice, y luego -: espero que me devuelva el zapato.
FIN
¡HA VUELTO EL GRAN MELMOTH!
EL ESPANTAPÁJAROS.Cuando era niño mi pueblo estaba rodeado de campos sembrados y de espantapájaros que los custodiaban. La mayoría de ellos estaban construidos de manera chapucera que se asemejaban a los mismos campesinos vistos de lejos. A veces veía a toda una familia construir uno como si se tratara de un muñeco de nieve.
Recuerdo que en mi pueblo se comentaba que una vez un joven perdidamente enamorado de la hija de un campesino déspota tenía prohibido acercarse a su hija y a su casa. El pobre hombre se le ocurrió suplantar al espantapájaros que custodiaba los campos de aquel cretino, para poder ver de cerca a su amada sin ser visto por ellos. Lo desmontó una calurosa noche de
verano y se puso los ajados retales y el penoso sombrero. Luego, se enfiló
sobre la base de madera en forma de cruz y allí se quedó con los pies colgando.
Le debió costar lo suyo. Sin embargo, no previó que le resultaría imposible
volver a contactar con el suelo. Murió de inanición, crucificado y sin haber
pedido ayuda para no incomodar a su amada ni alertar a su perverso padre que,
por otro lado, se pasaba las horas mirando con orgullo a su espantapájaros, hasta que un día los gorriones, garzas y cuervos se
pusieron a picotearlo frenéticamente. Se dice que el viejo hasta que no se dio
cuenta del motivo, estuvo maldiciendo al espantapájaros por su ya inútil
existencia.
FIN
LA RECETA: CAVIAR DE POBRES
37 comentarios:
Tiene sentido que un Vesoucio, aunque lo sea de nombre y no de apellido, sea el descubridor de como esquivar a la muerte. Sea porque estuvo atento a las circunstancias. Y a la vez, se distrajo de la distracción, no fue atropellado por el camión. Le fue mejor que a la chica de 17, 17.
Lo que recuerda a Cementerio de animales.
El cuento de Melmoth recuerda una historia de Cuentos de la cripta, con una chica enamorada de un espantapájaros.
Es que es una figura, un elemento propicio para el el terror. Recuerdo un episodio de Doctor Who, en que El Doctor se venga de sus enemigos. Y uno lo congela en un instante del tiempo y así, paralizado temporalmente lo convierte en un espantápájaros.
Bien los dos relatos.
Saludos.
Buenos los relatos.
Le pasaré la receta de las aceitunas a mi cuñado, que el olivanegradependiente.
Un saludo.
Tu relato de Vespucio Camper (me chifla el nombre), "espero que me devuelva el zapato", jajaja, me encanta. ¡Muchos besos, Borgo!
Muy buenas amigo lo primero es felicitarte el Año Nuevo y desearte todo lo mejor.
Fabulosos los dos textos la genialmente que le ponéis no tiene parangón. Y tu receta me ha gustado la ignoraba ya sé una cosita más como aperitivo en unas tostas deben estar deliciosas. Gracias siempre por tus aportes a la blogoesfera. Un fuere abrazo y lo dicho Feliz Año.
En la primera historia, como en "Ghost", el protagonista tarda en darse cuenta de que ya no pertenece al mundo de los vivos. La segunda, en cambio, combina genialmente el candor de "El mago de Oz" con el horror de "Los pájaros".
Saludos.
Excelente relato y magníficos dibujos. Es cierto eso del zapato. Recuerdo que de niño, cuando caminaba con la pandilla por las vías del tren, veíamos siempre un zapato abandonado entre las traviesas de madera. Siempre hacíamos bromas sobre eso, además de imaginar historias sobre el origen y destino del propietario de aquel zapato. Cuando era el de una mujer nuestras invenciones eran más trágicas. Casi siempre eran antiguos botines de alto tacón. Extraño de cojones porque en aquel tiempo ninguna mujer se calzaba así. También ocurría lo mismo en los caminos rurales; siempre veíamos una suela de zapato que sobresalía medio enterrada en mitad del camino. Solo una, siempre una sola. A veces imaginábamos que era la de un cadáver enterrado y que con las lluvias y el paso constante de los carros rebajaba el nivel del camino dejando ver parte del pie del fiambre. Verás, amigo Miquel, yo tenía un amigo que solíamos hacer la coña esa de que si alguno de los dos moría debía aparecer para contar al otro cómo era el más allá. Resulta que fue él quien murió primero en un accidente de moto perdiendo una bota de motorista. Se me presentó una noche en mi habitación. ¿Por qué suelen presentarse a esas horas de la noche un muerto? Además de asustarnos más de la cuenta, nos pilla medio dormidos y en calzoncillos, y esa no es forma de recibir el fantasma de un amigo o, cualquier tipo de aparición, claro. Pues bien, me dijo que tenía mucha prisa porque, por lo visto, en el cielo te conceden el derecho de una sola aparición en el mundo que has dejado atrás, como el que es arrestado y tiene derecho a una sola llamada. Me dijo que no podía contarme mucho sobre el cielo porque era demasiado surrealista como para poder entenderlo y mucho menos explicarlo (con su vida le ocurría lo mismo), pero lo que le había llamado más la atención fue que allí había muchas zapaterías. Sospechaba que Dios tenía un negocio con eso, pero lo que más le sorprendió es que no podías comprar un par de zapatos iguales. Le preguntó a otro muerto que llevaba allí más tiempo que él si sabía algo sobre aquel absurdo celestial. Le respondió, algo aturdido, que tenía una ligera sospecha al respecto: que Dios castigaba de esa manera a los que no habían sido demasiado buenos en vida. Mi amigo me dijo, pocos segundos antes de desaparecer para siempre, que llevaba un pie calzado con una zapatilla converse y el otro con una bota de cowboy con espuelas. Me fijé en sus pies, pero ya había desaparecido. No puedo ni imaginar lo incómodo que tiene que ser ir calzado de esa manera eternamente. Tenemos un Dios muy retorcido, además de comerciante. ¿Queda explicado el misterio de la desaparición de un solo zapato en los accidentes? Espero tu respuesta, amigo Miquel.
Me encanta ese dibujo de “Poor Man’s caviar” de Truman Capote. La olivada está buenísima, tanto como lo que dices: “con un vino blanco seco y bien frío.”
¡Un fuerte abrazo!
hay, o hubo, no sé, porque tengo entendido que está inactivo, un tal humberto dib que tenía varios blogs (algunos de ellos compartidos), donde escribía sus historias, las que luego publicaba en libros.
él, una vez dio a conocer una historia donde un conductor muere tras un fatal accidente y termina sin un zapato.
esto lo recordé porque el comentario que le hice fue que al momento de ir conduciendo, al conductor le picó tanto el pie debido a la proliferación de hongos que había en él, que se quitó el zapato con el otro pie para rascarse, lo cual hizo que se distrajera y tuviera el accidente que le quitó la vida.
a una de sus comentaristas le hizo mucha gracia aquel comentario que le hice, pero él no sabía cómo tomarlo y le hizo la consulta a carina, mi socia en el blog, con quien en ese tiempo chateaba a menudo, y ella le explicó que aunque draco era un personaje, quien estaba detrás de él (o sea yo), había hecho el comentario con muy buena onda, jajajaja.
es muy interesante y original la vuelta de tuerca que le has dado a un hecho que a muchas personas les ha llamado mucho la atención.
en cuanto al tipo del espantapájaros, este debe tener el alma de un niño tímido de unos doce o trece años. me ha hecho recordar también cuando las personas adultas dicen cosas como: "yo tengo veintiséis (o tantos años) de edad, pero sigo siendo el niño de diez, o de doce, etc."
me gustó el trabajo que hiciste para ilustrar una historia de capote, y sería interesante probar aquel potaje con base a aceitunas.
un abrazo.
¡No es casual que se llame "Vespucio Camper" y pierda un zapatín! Desde luego, ante los caprichos anticipados de la Parca, hay que preocuparse un poquitín. Siento lo mismo: La expresión "Levantamiento de Cadáver" me trae reminiscencias veterotestamentarias muy adecuadas [¡sobre todo dada la tesitura inherente a Mi Yo Más Profundo de Ser Católico!] Siempre será un misterio el enigma(valga la redundancia)del zapato ausente de "las Piezas Frías" (así se dice en argot)
El asunto de espantapájaros me hechizó siempre. Estuvieron muy presentes en mi infancia porque vivíamos en un territorio muy rural. En ocasiones, al crepúsculo naturalmente, si circulábamos en el coche familiar de vuelta al hogar, mi padre solía proponernos retos a nuestras mentes infantiles, pero osadas ya para la época: -¿Quién se atreve a acercarse a ese espantapájaros y tocarle el sombrero?-decía el hombre . Y aunque, sin tenerlas todas conmigo, yo me ofrecía voluntario y avanzaba cauto a ese Ser de Los Sembrados que me sacaba dos tercios más de altura, mientras mis cinco hermanillos estaban en ascuas y temerosos por mi integridad .....m e n t a l.....¡¡¡¡Estas cosas las recuerdo hoy, y sigo amando los espantapájaros..... a pesar del raciocinio que se supone que debo tener......pero....yo......!!!!!!!!!!¿ ¡¡¡¡¡¡¡? ¡¡¡¡Uhhh!!!!! ....
También cuando pueda compondré en mi cocina caviar de pobres. ¡No tenía ni idea de esta recetilla apetitosa y plena de sabor!🍷🍷
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ G r a c i a s M u c h a c h o !!!!!!!!!!!!!!!!!! 🌳
Muy buenos relatos y dibujos. Esperemos le devuelva el zapato.
Qué rico tiene que estar el caviar de pobres, gracias por la receta, qué bien me vienen. Me encantan las aceitunas.
FELIZ 2022!!!
Besos.
Tu relato se emparenta con el anterior, hasta parece un segundo capítulo de historias de camiones que atropellan gente.
¡Ahora que volvió Melmoth, no me queda otra que volver yo también! ¡Hola Melmoth, espectacular realato!.
Yo ya perdí la fe en mi guerra contra los benteveos y zorzales, siempre acaban con mis tomates . Este año tuve que cosecharlos un poco verdes aún, porque apenas se ponen bien rojos, lo atacan con furia (al estilo de la película de Hitchcock). No hay ni espantapájaros que me salve... intenté con CDs, con tiras de papel aluminio, con telas. Definitivamente esos bichos perdieron el miedo.
Interesante en el final de la entrada, como mezclaste tus pasiones, el dibujo, la lectura y la cocina. Impecable.
Iré pensando algún chiste para volver al ruedo.
Abrazos, amigo.
Yo siempre llevo los calcetines sin agujeros para evitar ese tipo de vergüenzas póstumas y negros, nada de zapatos negros con calcetines blancos :)
Creo que en el fondo es la muerte la que nos engaña siempre, pero es como mis gatas, les gusta jugar con la comida, que tengan cierta sensación de que van ganando antes del zarpazo definitivo
Por lo que cuenta tu protagonista la parca tiene un solo pié de ahí que coja de los muertos solo un zapato je je je que buena historia.
La idea del espantapájaros no resultó ser buena. Pobre hombre murio con las iba a decir las botas puestas pero en este caso es con las hierbas puestas ji ji ji
El caviar de pobres es una buena solucion para fardar con las amistades.
Un abrazo Miquel y feliz 2022
Puri
Hola, Demiurgo!
Hace poco vi un documental sobre Vespucio, recordé que cuando el profesor lo nombraba en clase siempre salía un "gracioso": ¡Vespucio, tócame el prepucio! (vale, ese gracioso era yo) y pensé que sería un buen nombre. Por cierto que hay muchas dudas de que él descubriera América pero hicieron bien en elegir el nombre y no el apellido para bautizar el continente.
Recuerdo ese episodio de Doctor Who, muy bueno. Los espantapájaros han dado mucho juego al género de terror.
Me alegra que te hayan gustado los relatos. ¡Saludos, Demiurgo!
Borgo.
Hola, Macondo!
Me alegra mucho que te hayan gustado.
¡Olivanegradependiente! buen apodo el que le has buscado a tu cuñado.
Feliz año, Macondo,.
Borgo
Hola, Clementine!
¡Para qué necesitará la Muerte tantos únicos zapatos? Eso me recuerda a un sketch de los Monty Phiton en el que una banda de tullidos asaltan una zapatería y, claro, sólo se llevan un zapato.
¡Muchos besos!
Borgo.
Hola, Campirela y muy feliz 20222 con mis mejores deseos! Me alegra mucho volver a verte por aquí.
Bueno, yo lo dejo un poco en el aire, puede que ya no permanezca en el mundo de los vivos o que la Muerte, convencida de que Camper iba a morir, se adelantó y le robó un zapato. ¿Coleccionista? ¿Fetichista? A saber...
Esa salsa de aceitunas también queda buena sobre endivias.
Abrazos, Campi, y gracias a ti por visitarme.
Borgo.
Hola, Cinefilia!
Bueno, parece que la primera señal cuando cruzas el umbral de la muerte es que te ha desaparecido un zapato. Recuerda al pago de una moneda que los difuntos griegos entregaban para costearse el viaje al barquero de la laguna Estigia.
Y me ha gustado mucho (seguro que a Melmoth también) tu combinación "Mago de Oz"-"Los pájaros", eso daría para un guion de una película muy truculenta.
Saludos!
Borgo.
¿Qué tal, Doctor>?
Lo del zapato atrapado entre las vías del tren es una imagen con mucha fuerza cinematográfica. Estoy intentando ahora recordar el título de una película en la que Gloria Grahame comente un crimen a todas luces perfecto, pero cuando huye hacia una estación uno de sus tacones queda atrapado en las travesías cuando se produce un cambio de agujas y es fatalmente arrollada por un expreso. Uf, botines, esa debió ser una víctima de Jack el Destripador, fijo.
Houdini le prometió a su esposa que si moría él primero se le aparecería para contarle el tema "Lo haré de tal manera que no te dará miedo", le dijo. Me imagino al cabroncete apareciéndose de noche con mucho ¡Uuuuh!!! y arrastrar de cadenas.
Se me ocurre una combinación aún mejor que esa: zapato de claqué y botas de agua. Gracias, amigo creo que me has aclarado el misterio. Ahora que lo pienso en el Cielo todos van sobre una nube, así que no necesitan zapatos.
La olivada es deliciosa, ahora mismo me comería un plato con ese bacalao tan rico que preparas.
¡Abrazos!!!
Borgo.
Hola, Draco!
No leí ese relato en su blog, pero sí que Humberto me regaló un ejemplar de su estupendo libro "La comodidad de lo sólido" cuando lo presentó en Barcelona en el 2013 y que lamentablemente perdí en una mudanza que hice hace cinco años. Sí que había un relato (no recuerdo el nombre) con un personaje que perdía un zapato en un mortal accidente. Al igual que Dib ese tema me intriga y se me ocurrió la idea al ver una foto de un accidente múltiple en carretera cuando la operación retorno de Navidades, se veía un cuerpo medio cubierto por una tela con los pies por fuera y le faltaba el zapato derecho.
¿Un niño tímido? puede ser. Me recordó a mí a los once años, cuando me disfracé de espantapájaros por Halloween. Causé sensación entre las palomas de mi barrio, ahora las palomas de Barcelona han sido sustituidas por las gaviotas.
Me alegra que te guste el dibujo y te recomiendo este platillo tan económico, por eso lo llaman "Caviar de pobre".
¡Abrazos, DRACO!
Borgo.
Al leer el relato del espantapajaros, he caido en que en el mundo rural de hoy parece haberse perdido la figura del espantapajaros, siempre ha habido como una aureola de misterio al rededor de los espantapajaros, es como si en cualquier momento fuesen a comenzar a andar, y la version de "El mago de Oz" protagonizada por Judy Garland supongo que ayudó mas a mantener esa idea, por cierto que ese film del año 39 no ha perdido aun hoy en dia su poder visual, supongo que en el año del estrenó debió ser como una revolución para quien la supiera valorar, ya que de taquilla en un principio no fue muy bien...
El "Bardo Thodol" es un libro en el que se puede o no creer, pero habla de ese estado intermedio entre el mas acá y el mas allá...
Saludos.
Estupendos relatos!!!!.
Fantástico el dibujo.
Muy agradable siempre leerlos.
Y esa receta seguro que está muy rica. Y sencillita de hacer.
Un abrazo.
¡Hey, Portoventolero!
Los nombres a veces influyen en tu destino. Yo tenía en mi libro de religión un grabado muy bueno -de Doré- con esa escena de Lázaro que a mí de pequeño me daba miedo pues aparecía el finado envuelto en un sudario y caminando como si tal cosa. ¡"Piezas frías!" buen nombre, suena a título de relato de Stephen King.
Los espantapájaros impresionan y dan yuyu. He visto varías pelis de terror con ellos como "Scarecrown" (2002) por cierto ¿es que los espantapájaros ingleses sólo asustan a los cuervos?
Me gusta ese Caviar de pobres sobre tostadas y acompañado con una buena ensalada verde y endivias.
Gracias a ti por visitarme, Portoventolero!!!
Borgo.
Hola, María! Me alegra verte, como siempre.
Gracias, aunque me temo que su zapato ha pasado a la colección de la Parca, sobre todo si es un Camper auténtico.
A mí no hay quien me pare con las aceitunas, si me siento a ver una película de Netflix con un tarro en la mano me las liquido todas, "Imposible comer solo una", como dice el anuncio.
Te las recomiendo como una salsa para pasta.
¡Muy feliz 2022!
Borgo.
¿Qué tal, Frodo?!!!
Pues es verdad, aunque es la chica de "Diecisiete" la que se lleva la peor parte. Vespucio solo ha de lamentar un susto y perder el zapato derecho.
¡Eso, Frodo! En Borgo, que es para siempre tu casa, se te espera ya con impaciencia. El Benteveo, ese pájaro típico rioplatense. Hay muchas leyendas que circulan sobre el canto del Pitogüé, que creo que es como lo llaman en Uruguay. Los pájaros ya están curtidos, no se asustan de nada.
Me encantó ilustrar ese artículo, es de esos encargos que se agradecen y mucho.
¡Abrazos, amigo y adelante con esos chistes!
Borgo.
Hola, Beauséant!
Eso es ser elegante. Calcetín blanco, zapato negro. Mala combinación. Eso me recuerda a un primo muy enfermizo que su madre siempre le decía: "Ponte pijama limpio por si... te pasa algo". O sea, por si hay que enviarte a toda prisa al hospital. Un poco traumatizado se quedó mi primo.
Sí, las gatas se "entrenan" con sus presas antes de matarlas, yo he visto como parecen jugar con ratoncitos de campo. Algunos dicen que son sádicas, pero yo no creo que un animal sepa lo que es el sadismo, es más bien instinto.
Saludos!
Borgo.
He tomado ese snack con el que terminas otra estupenda entrada de las tuyas, está muy bueno. El relato de Paco es extraordinario, y el tuyo también. Muy diferentes, pero en ambos la parca haciendo de las suyas. Felicidades a los dos.
Abrazos.
Hola, Dulcinea!
Pues es posible eso de la Parca, siempre se la representa con una túnica negra hasta el suelo, no se le ven nunca los pies.
Hay gente que se queda "para vestir santos", lo mismo que el protagonista con el espantapájaros.
Hace poco serví ese "caviar" en una cena con amigos sobre endivias, queda muy bueno.
Te deseo lo mejor para este 2022.
Borgo.
Hola, Folk!
Los espantapájaros han sido sustituidos por discos de CD´s que tienen mucho menos encanto. Como todos los objetos antropomórficos parece que vayan a revivir en cualquier momento, son muy inquietantes y de eso dan fe los muchos cuentos y películas que han protagonizado, como éste>:
http://miquel-zueras.blogspot.com/2017/10/el-espantapajaros-cuento-de-halloween.html
Me encanta "El mago de Oz", escribí un relato sobre el Hombre de Hojalata que pronto publicaré.
¿Ese no es el Libro de los Muertos tibetano? Algo he leído, plantea una situación intermedia entre la vida y la muerte. Interesante...
Saludos, Folk y feliz año!
Borgo.
Si , exacto el libro tibetano de los muertos, puede resultar algo espeso cuando se lee la primera vez ,pero luego tambien da que pensar que no solo la imaginación de alguien puede crear un libro semejante , algo ha de haber de conocimientos atávicos en el "Bardo Thodol", tambien sucede algo similar con el "Tao the King", aunque este ultimo es mas "etereo"...
hablando de libros ahora ando leyendo uno algo mas "terrenal", el ultimo de Paul Auster (que me parece un gran escritor), el libro se titula "La llama inmortal de Stephen Crane", es una biografia sobre el novelista Stephen Crane que murió muy joven en 1900, con 29 años, pero dejó mucho trabajo escrito en articulos y novelas como "Maggie una chica de la calle" y "El rojo emblema del valor", el libro de Auster es un tocho de mil paginas, pero si algo tiene Paul Auster es que se lee de un modo muy fluido...es un libro muy interesante, por que a medida que relata la vida de Crane va reflejando la sociedad de aquellos tiempos...
¡Borgo! No se me había ocurrido nunca usar la olivada como salsa para espaguetis y mira que les hecho salsas a ls pastas de todo tipo. Lo probaré, pero tendré que ahorrarme la anchoíta que para mi uso particular me encanta.
Lo del zapato sí que es un buen misterio, sí; un día un forense me aseguró que con el susto había un movimiento compulsivo y una contracción de extremidades, pero siempre pensé que era una trola; si la parca los va coleccionando, como apunta Vespucio Camper (de nuevo brilla tu imaginación de nombrador), debe ser un escaparate interesantísimo para podólogos, pedicuros y podófilos varios.
Un abrazo.
Hola Miquel! Muy buen post, como siempre!
Me ha encantado el relato del cadaver, buenísimas esas ilustraciones. La primera imagen, viendo esos zapatos, podría tratarse de una vampira que se acaba de resbalar con una cáscara de plátano.
La segunda imagen me ha recordado a una mujer que me crucé por la calle hace unos cuantos meses. Tendría unos 45 años, era flaca, alta, huesuda, pálida y tiesa como un cadaver. Iba vestida con un traje marrón a cuadros, y llevaba calzados unos zapatos iguales que los de la foto: mocasines oxford de hombre marrones, de suela de cuero duro... eso sí, no iba descalza de un pie, aunque puede ver sus calcetines negros de ejecutivo que cubrían sus escuálidos tobillos. Esa mujer parecía un fiambre andante, iba con la mirada perdida y caminaba como si tuviera "rigor mortis"... o a lo mejor lo que tenía esa mujer eran callos en las plantas de los pies. Que mal rollo me dió esa mujer fiambre, era muy inquietante.
Espero que hayas pasado unas merecidas vacaciones, amigo. Yo he estado muy liado, a ver cuando puedo finalizar el relato vampírico que aún lo tengo a medias.
Feliz año 2022, amigo! Un abrazo, Borgo! :)
Hola, Folk!
Ah, sí... el libro tibetano de los muertos: "la liberación por audición durante el estado intermedio" y es que según este libro la muerte dura 45 días y luego se inicia la reencarnación, interesante.
¿Sí, ese libro estoy deseándolo leer! Crane fue un autor muy parecido a Jack London por su carácter aventurero. Su libro "La roja insignia del valor" aún es de lectura obligatoria en las escuelas americanas. Auster ya escribió una novela muy interesante sobre un actor del cine mudo supuestamente desaparecido: "EL libro de las ilusiones" con un Hector Mann que parece un émulo de Max Linder, el "cómico dandy".
La obra de Auster es apasionante.
Saludos, Folk!
Borgo.
Hola, AMALIA!
Por algún misterio cibernético se me ha saltado tu comentario.
Muchas gracias, me encanta de verdad que te hayan gustado los relatos y los dibujos.
Hoy he comido esta curiosa salsa de aceitunas con ensalada, gambas y cogollos.
Saludos y a seguir bien el año!
Borgo.
¿Qué tal, Etahn? Espero que hayas pasado Felices Fiestas.
Me gusta ese condimento con un buen aceite de oliva y algún filete de anchoa.
Paco y yo hemos intentado hacer unos relatos de "peligro", cercanos a la muerte. Me alegra mucho que te hayan gustado.
¡Abrazos y gracias!
Borgo.
Hola, Josep!
Me encanta añadir aceitunas negras a la pasta, y también alcaparras, orégano y anchoas... todo muy siciliano.
Me ha encantado lo de ese dato que explica el misterio del zapato solitario abandonado. Me recuerda cuando exhibieron el cadáver del Che justo después de ser fusilado, se ve a un oficial tapándose la nariz con un pañuelo frente a los periodistas y éste advirtió: "Los esfínteres se ensanchan en el momento de morir y por eso huele tan mal, el Che no era ningún cagón".
Saludos!
Borgo.
¿Qué tal, Shaun?
Muchas gracias. Divertido lo de la vampira que ha resbalado con una cáscara de plátano.
Uf, seguro que esa mujer daba pero que mucho mal rollo... me la imagino andando por una de las calles de mi barrio de noche, que aún conservan esas farolas decimonónicas.
Espero que lo acabes pronto ese relato, seguro que quedará muy bien, y también deseo que pasaras unas muy buenas Fiestas.
Abrazos!
Borgo,.
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