viernes, 6 de junio de 2014

LA HECHICERA (Relato mexicano)

Todo ocurrió muy deprisa, así que lo contaré del mismo modo:

Cuando a Ivo le ofrecieron un puesto importante en una sucursal de México aceptó sin dudarlo a pesar de que se encontraba en el norte, en Chimichanga, con su terrible calor masticable. A las pocas semanas conoció a Ilsa, fue un flechazo, se casaron el mes siguiente. Ilsa era medio india zapoteca por parte de madre, y una hechicera.
 Eso último lo supo una tarde en que se refugió de un aguacero en un bar que copiaba con simpatía la decoración de las pirámides aztecas. Pidió un Margarita que el cantinero preparó con la gracia de un malabarista. Al primer trago, Ivo se sintió chisporroteante por dentro. Afuera las palmeras se doblaban por el intenso chaparrón.
Un viejo se sentó a su lado en la barra. Ivo le invitó a una copa. “Mezcal”, luego añadió: “Cada cual escoge su veneno”. Aquel viejo conocía a la familia de Ilsa. Le dijo que la madre de ella era una reconocida bruja en varios kilómetros a la redonda. Ivo no se sorprendió al recordar aquella vieja de piel tiznada y grumosa.
-Ándate con cuidado, güey –le advirtió el viejo con sonrisa de sandía rajada-, puede que tu chamaca también sea una hechicera. ¿Sabes lo que hacen cuando sospechan que su marido le es infiel? Le entierran los calzoncillos en el jardín, y ese hombre nunca logrará salir de su casa – Se rió con una carcajada que sonaba al crujir de un somier.
Ivo acabó su Margarita. Se quedó inquieto con la conversación. Era como cuando uno sale de viaje y trata de recordar si no dejó abierta la llave del gas. Ese viejo olía a gas.
Ivo e Ilsa estaban cenando en una noche de luna llena y ulular de lechuzas. De repente, Ilsa le dirigió una mirada llameante. Sus pestañas se movían como alas de insecto. Le espetó:
-Si un día me engañas, te esconderé los calzoncillos y nunca podrás salir de casa-. Ivo se quedó helado al ver como se distorsionaba la boca de Ilsa formando un ocho horizontal.
 Todo ocurrió muy deprisa, así que lo contaré del mismo modo: Poco después, el 16 de septiembre, se celebró una fiesta en la empresa por el Día de la Independencia.  Ivo estaba tremendamente borracho y fue con una mujer a una oficina desierta. Le fue infiel a su esposa encima de una fotocopiadora.
Ivo regresó a casa sigiloso, como un ladrón que acecha entre las sombras, y se tumbó vestido en la cama al lado de Ilsa que parecía dormir profundamente.
En mitad de la noche, Ivo se despertó inquieto. En alguna parte ladró un perro y en el silencio nocturno el ladrido sonó como el tañido de una campana de bronce.
Miró hacia el otro lado de la cama. Vacío. “Se ha ido”, pensó aún confuso. Cuando comprobó que Ilsa no estaba en la casa supuso que se habría ido andando –no sabía conducir- a la estación de autobuses. Quizás la alcanzaría con el coche.
Intentó salir de casa pero no lo consiguió.  Todo ocurrió muy deprisa, así que lo contaré del mismo modo: Cada vez que abría la puerta no encontraba el jardín, sino el recibidor que en  aquel momento intentaba abandonar. Volvió a intentarlo una vez más: abrió la puerta, todo estaba oscuro, palpó la pared buscando el interruptor de la luz del porche. No consiguió encontrarlo. En cambio encontró el perchero y el paragüero. Volvía a estar en el recibidor del que acababa de salir y de espaldas a la puerta de salida.
Ivo corrió hacia el armario de la ropa. Abrió uno de los cajones. Faltaba uno de sus calzoncillos. Compungido, Ivo suspiró:
-Y encima se ha llevado los Calvin Klein.
HORA DEL CÓCTEL
 Al terminar el relato me han venido ganas de tomar un Margarita, pero como ya expliqué en otra entrada como preparo esta bebida ahora le toca el turno a otro excelente combinado: Tequila Sunrise, que además es el título de una película -aquí estrenada como Conexión Tequila- con tres actores que por entonces vivían su mejor momento: Mel Gibson, Kurt Russell y Michelle Pfeiffer.
TEQUILA SUNRISE: Tequila, 25 ml. Zumo de naranja natural, 100 ml. Granadina, 2 cucharadas, Hielo.
En una coctelera o una jarra introducir la mitad de los cubitos de hielo, el zumo de naranja, el tequila y remover enérgicamente.
En una copa alta añadir el resto del hielo, verter la mezcla y echar despacio la granadina para que vaya al fondo y le añada un bonito toque rojo.
Volver a remover bien y servir adornado con una rodaja de naranja.

El nombre de amanecer es debido a las irradiaciones de color que produce la naranja y la granadina al verter en el vaso de tequila.

42 comentarios:

El Doctor dijo...

Como siempre, me fascinan tus dibujos. México, ay, tengo raíces mexicanas, incluso mi primer apellido es mexicano. Más de una vez he estado bajo el volcán y buscando oro en Sierra Madre. Me he sentido atrapado en esa mansión de burgueses y no había manera de salir de allí. ¡Maldito ángel exterminador! He brindado junto a Peckinpah en la luna de Tepoztlan y he sido uno del grupo de Los profesionales en busca de aquel mexicano que no lo era:Jack Palance. Ah, se me olvidada; he subido en globo junto a Picaporte, que era francés en su origen pero luego descubrí que no, que era mexicano,¿lo recuerdas? Estaba yo con él y una botella de champán cruzando los Alpes. El mexicano Picaporte recogió un poco de hielo de la cima para tomar ese líquido divino bien frío y sobre las nubes.

Abrazos, amigo

Alimaña dijo...

Estupendo relato corto que se hace eso.. corto. ¿A quién se le ocurre liarse con una hechicera?

Recuerdo esa película con los tres protagonistas de moda en esa época, no lograban despeinarse ni con una ráfaga de viento.

Saludos

Anónimo dijo...

Si en lugar de echar un polvo se la hubiera pillado con la tapa de la fotocopiadora habría sido igual de feliz y ahora conservaría los Calvin Klein y las caderas de la linda zapoteca... porque seguro que lo mijor es lo que no cuentas.

Charly Hell dijo...

Jejejeje, que buen relato. En pocos párrafos metes en situación al lector y con originales temas.

Un saludo y buen fin de semana.

Charly Hell dijo...
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miquel zueras dijo...

Hola, Francisco! Sí, hay un pueblo llamado Machuca en el estado de Chiuahua "Tierra de perros chicos y hombres grandes" como dicen por allá. Es verdad, la historia tiene similitud con los asistentes a la fiesta atrapados de la película de Buñuel. Me pregunto si el director sabía de la fama de las indias zapotecas de poder encerrar a sus maridos infieles, un rumor que escuché por primera vez en México.
Lo de Picaporte (Passepartout) es una de tantas licencias de la maravillosa película con David Niven. Qué bien le sienta el hielo al maravilloso jugo del ágave que conocemos como tequila.
Abrazos, amigo Francisco. Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Alimaña. El amor es ciego, ya se sabe, y por eso da mucho tema para relatos. De eso podría hablar el Darrin de "Embrujada". Supongo que también tiene sus ventajas eso de casarse con brujitas.
Es una película con todo el glamour de los ochenta. Tiene su gracia.
Saludos. Borgo.

Anónimo dijo...

Hola Miquel
Moraleja si te casas con una bruja... esconde tus CalvinKlein.
Me gustan tus dibujos pero en esta ocasión, creo, me hubiesen gustado más con los colores del tequila sunrise.
Un saludo. Manu3l.

ricard dijo...

Por suerte, hoy en día se puede hacer casi todo sin salir de casa.

Saludos.

Doctora dijo...

Me ha hecho mucha gracia la manera en la que ella le avisa, así, sin venir a cuento. Se lo podía haber dicho antes de casarse :P

miquel zueras dijo...

Hola, Enric. Eso seguro, con un buen dolor en sus partes pero al menos podría salir de casa. Todo tiene su precio.
Saludos. Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Charly, y muchas gracias. Bueno, es que ya lo digo desde el principio: "Todo ocurrió muy deprisa..."
Saludos y muy buen fin de semana. Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Manu. Eso de casarse con una bruja (como le paso a Fredric March con Veronica Lake) al menos no debe ser aburrido, siempre debes tener tema de conversación cuando vienen a cenar parejas a casa.
Tengo que probar algo con los colores del rojo al anaranjado-dorado de esa bebida, aunque mi daltonismo me lo pone difícil.
Saludos. Borgo.

miquel zueras dijo...

¿Qué tal, Ricard? Muy cierto, Ivo siempre podrá pedir una pizza o lo que sea. Si el hechizo no le ha afectado a internet lo tiene aún más fácil.
Saludos. Borgo.

miquel zueras dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
miquel zueras dijo...

Hola, Doctora. Eso viene a ser cuando en "La condesa descalza" Rossano Brazzi le entrega a Ava Gardner un certificado que pone que el hombre ha perdido sus partes en la guerra ¡Y en la noche de bodas! Desde luego, hay cosas que se tienen que avisar antes. Que una es bruja, por ejemplo.
Saludos. Borgo.

Sícoris dijo...

Esa carcajada del viejo -como el crujir de un somier- era toda una premonición. Total, para quedarse encerrado, sin calzoncillos y sin fotocopiadora.
¡Nunca debiste despreciar el poder de una hechicera zapoteca, forastero!
Al menos le queda el consuelo del tequila Sunrise y... ¡que siga la borrachera!

miquel zueras dijo...

Hola, Sícoris! Hay gente que parece presagiar malas notícias y el viejo era como uno de esos mensajeros que se cargaban en Grecia. Por el bien de Ivo espero que tuviera en casa una buena provisión de tequila, a ser posible del amarillo, el añejo.
Saludos. Borgo.

Pensando en Haiku, Karin Rosenkranz dijo...

Que bueno, y que miedo! Me encantó el final, pero yo no quería que acabe. Me gustaría seguir leyendo este relato.
un saludo

miquel zueras dijo...

¿Qué tal, Karin? Bueno, quizás hago una secuela con la reconciliación de la pareja hasta que el marido cae en la tentación de nuevo y pasa lo que pasa. Una "Embrujada" a la española, con Abanderado en lugar de Calvin Klein.
Gracias y saludos. Borgo.

Pepe Cahiers dijo...

Bueno no es para tanto, podía ser peor, podría haberte tocado por suerte el método Lorena Bobbit.

miquel zueras dijo...

Hola, Cahiers. Huy, la señora Bobbit sí que era vengativa aunque no debió cortar muy fino pues su marido John Wayne Bobitt terminó protagonizando pelis porno.
Saludos. Borgo.

Cristina dijo...

Hola Miquel!!
Aterradora historia, fascinante, particularmente este mundo de los hechizos, aunque no me crea nada, despierta en mi mucha curiosidad, y el final tremendo, lo de los Calvin Klein genial.

Las infidelidades siempre suelen acabar mal,pero no se me ocurre nada peor que estar condenado de por vida a no poder salir de casa.

Muy apetecible el combinado que propones. Me voy a hacer una lista y este verano a probarlos todos. A ver como termino!!!

Un beso querido Miquel!!



Ana Bohemia dijo...

Ella se lo avisó, ¡verdad?, jaja.
Un relato muy fresco y extraordinariamente bien escrito, me ha encantado y me han atrapado tus letras.
Saludos
;)

Shilmulo dijo...

Es la forma de maldecir más graciosa que he conocido, esconder los calzoncillos jajajaja. Y el final apoteosico "Y encima se ha llevado los de Calvin Klein" jajajaja.

Saludos.

Clementine dijo...

Qué genial todo: el relato, las ilustraciones, la receta (qué guapos estaban Gibson y Pfeiffer en Conexión Tequilla)...
¡Yo quiero un libro recopilación de toooodos tus relatos! Y con dibujillos :)
Muchos besos, Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, SqS! Bueno, ya sabes lo que dicen: como en casa, ningún sitio. Desde luego hay lugares peores para pasar la eternidad y ahora tenemos internet...
El Tequila Sunrise es un buen combinado aunque para mí el mejor que se puede hacer con tequila es el Margarita con su limón, sal y Cointreau. Especialmente con Tequila Cuervo añeja, la amarilla. Mmmm... creo que me tomo uno ahora mismo.
Besos! Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Ana Bohemia. Es verdad, y la que avisa... no es traidora.
Me alegra mucho que te haya gustado el relato, de verdad.
Saludos bohemios.
Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Shilmulo. Pues lo cierto es que en el norte de México circula esa leyenda sobre las esposas zapotecas. Ya puestos, mejor aquellos Abanderado de la mili en lugar de unos genuinos Calvin Klein aunque quizás la marca influye en el conjuro.
Saludos. Borgo.

miquel zueras dijo...

¿Qué tal, Clementine? Muchísimas gracias. Por entonces esos actores estaban en su mejor momento y con aquel ambiente ochentero daban ganas de tomarse un combinado de tequila con ellos.
De momento tengo lo del libro en espera pero el lado bueno es que voy incluyendo más relatos, y dibujos, claro.
Muchos besos. Borgo.

Belknap dijo...

Mr. Borgo, eficaz, simple, no aburre, y no solo eso, acompañado de muy buenos dibujos. Saludos.

miquel zueras dijo...

Hola, Mr.Belknap y muchas gracias. Con los dibujitos todo pasa más ligero y más rápido, como el relato.
Saludos. Borgo.

Licantropunk dijo...

Ja, ja. ¿Y tenían que ser los calzoncillos precisamente? Le entierras a un tío el móvil y ya puedes estar bien seguro de que no saldrá de casa.
Saludos.

miquel zueras dijo...

Hola, Licantropunk. Já, muy bueno lo del móvil. Me ha recordado al profesor Bernardo (John Carradine) aquel sexólogo de "Todo lo que quería saber sobre el sexo" que sostenía que si a un hombre le esconden el sombrero se vuelve impotente.
Saludos. Borgo.

abril en paris dijo...

Se veia venir, no te la juegues con una bruja mexicana..¡ay los hombres!! jaja
Ahora le toca esperar el antítodo para el hechizo ¿y si le esconde las bragas a ella?jiji.:-P
Yo me quedo con el cóctel..ummm suena delicioso :-D

Saludos Miquel

abril en paris dijo...

Antidoto..upss

miquel zueras dijo...

Hola, Abril! Pues igual eso podría funcionar ¿porqué no? como esa llamada "Magia gris"que previene contra la negra, la que practican las hechiceras.
El cóctel te lo recomiendo. Es muy ligero y refrescante, apropiado para estos días calurosos.
Saludos. Borgo.

miquel zueras dijo...

¡Aaah, antidoto! Nada, un lapsus, ni me había dado cuenta.
Saludos! Borgo.

Nury ruri dijo...

Buena historia. El final con lo de Calvin Klein me ha recordado a la canción de Javier Krahe: ¿Dónde se habrá metido esta mujer?, cuando dice que falta una maleta, la de piel, para colmo la de piel... ja.

miquel zueras dijo...

¿Qué tal, Nury? Pues mira, voy a poner remedio a eso pues no conozco esa canción y eso que me gusta Krahe, sobre todo por sus letras que son muy cuidadas.
Saludos. Borgo.

Juan Esteban Bassagaisteguy dijo...

Muy buen relato, Borgo, muy bien ambientado.
Me gusta ese final abierto en el que nos dejás abierta a nuestra imaginación lo que sucedió con la pareja luego de la fuga de la esposa.
Las ilustraciones, de primera.
¡Saludos!

miquel zueras dijo...

Hola, Juan Esteban! Sí, un final abierto porque me pregunto: ¿si Ilsa decide volver podrá entrar en la casa? No sé muy bien como funcionan esos conjuros zapotecas.
Gracias y saludos.
Borgo.