lunes, 15 de julio de 2013
ESTO ME PASA POR PREGUNTAR
Una noche de sábado, cada dos meses, tengo en casa una timba de póquer que dura hasta el amanecer. Uno de mis compañeros de juego se llama Karl (no es su verdadero nombre; luego entenderán el porqué) un corpulento danés de 105 kilos de peso aunque lo más llamativo son sus largas pestañas amarillas que enmarcan unos ojos negros, como si tuviera girasoles en lugar de ojos.
Cuando se sienta a jugar la silla cruje y reparte cartas haciendo resonar sus gruesos nudillos sobre la mesa pero ahora percibo algo distinto: no veo el cenicero que durante las partidas Karl atiborra de colillas. En mi casa se puede fumar, naturalmente ¿Qué es una timba sin humo?
Hacia las seis de la mañana apenas distinguimos los palos de las cartas en la penumbra. Los ojos nos escuecen y hacemos una pausa. Un alba color merluza empieza a iluminar la sala mientras David va al lababo, Aleix lía unos cigarrillos y Karl me acompaña a la cocina. Le pregunto cómo lo ha hecho para dejar de fumar. La tenue luz del amanecer invita a la confidencia:
-Pues gracias a mi mujer -Dice Karl mientras saca unos botellines de la nevera-. Montserrat, ya la conoces.
La conozco. Una mujer imponnte. Karl siempre se ha sentido atraido por mujeres recias y autoritarias. El hecho de compartir nombre con una montaña ya sugiere dureza e inaccesibilidad.
-Empezó como un juego privado entre nosotros -Karl despacha una cerveza en dos tragos-, cuando Montserrat entraba en casa y notaba el olor a tabaco se poná muy seria y me decía: "Karl, ven aquí" Me ordenaba bajarme los pantalones, agacharme... y entonces me metía un dedo en el ano.
Ahora sí que Karl ha conseguido hacerme alucinar en colores.
-Me introducía el índice en el culo -precisa Karl.
-Gracias, Karl pero ya lo había pillado a la primera.
-Y lo cierto es que ha funcionado -asegura Karl cogiendo otra cerveza.
Volvemos a la mesa para jugar ahora al póker semidescubierto, el que se jugaba en el Oeste: dos cartas en mano y cinco en mesa que se muestran de una en una apostando cada vez. Se liga la jugada con dos cartas en la mano y tres cualquiera de las de la mesa.
No consigo concentrarme en el juego. Es lógico imaginándome al armario de Karl con sus 105 kilos agachado con los pantalones en los tobillos y el dedo barrenador de Montserrat alojado en su esfínter. Una demoledora visión que no consigo apartar de mi mente.
Además, David nos despluma con una doble pareja de ases y nueves, muy apropiado; La mano del hombre muerto.
El 2 de agosto de 1876 Will Bill Hickock, famoso pistolero, sheriff y jugador profesional se le desparramaron las cartas -y los sesos- sobre el tapete verde al recibir un tiro en la nuca cuando jugaba al póquer semidescubierto en un saloon de Deadwood (Dakota) Hickock se disponía a mostrar sus dos ases y dos nueves . Desde entonces esa jugada se conoce como La mano del hombre muerto.
Al menos, David me ha regalado una pequeña máscara africana que compró en Mali. "La elegí porque se te parece" -me dijo. La verdad, sí que le noto cierto parecido.
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33 comentarios:
Joder, sé que al ser artista tu blog no tiene por qué ser veraz al 100%, pero... si la mitad de las cosas que cuentas aquí tienen algo de cierto, ¡tu vida es digna de una película! ;)
Saludox...
Hombre, Roswell, qué alegria verte de nuevo por aquí. Bueno, lo que sí es cierto es que mis compañeros de timba sí que son dignos de una película. Me han proporcionado material para más de una entrada. Ya que no gano, al menos...
Saludos. Borgo.
ostia, digna escena de Marlon Brando en el último tango y la Sneider metiendole el dedo en el culo con mantequilla...
ara, como te gustara el tema, no dejabas de fumar ni en cien años...
Creo que la mejor técnica es un medicamento que me administraron que cada vez que fumo me coge un globo que me tienen que recoger del suelo, me quedo como si me hubiera fumado diez porros seguidos...
evidentemente ya no fumo, estoy acojonado solo de pensarlo...
Menos mal que le funcionó, con esa técnica podría haber ganado otro vicio en vez de perderlo ;P
La máscara se parece a Beavis, pero en negro.
Borgo, ese libro de Juan Bas. Lo recuerdo porque un viejo amigo era muy fan del bilbaíno. Me viene a la memoria que escribía relatos en Playboy. No ando muy fino de retentiva con el bochorno Mediterráneo. El citado libro no lo he leído, pero tu relato está muy elaborado entre grasa vegetal, timbas y ese toque esotérico africano. Cómo siempre un diez esa ilustración. Aprovecho para desearte un feliz verano. Saludos
¡Qué tal, Aris? Anda, es verdad, no había pensado relacionarlo con esa escena pero es que Karl no es precisamente Maris Schneider.
Huy, esa medicación sí que parece radical. El caso es que el "Método Montserrat" parece que también funciona pero no creo que lo vendan en farmacias.
Saludos. Borgo.
Hola, Doctora. Es lo que pasa con los vicios: un clavo saca otro clavo, como Peter Lorre que sustituyó las drogas por las mujeres exóticas.
Sí que es cierto que se parece a Beavis... y a mí de rebote.
Saludos. Borgo.
Hola, J.C.Alonso ¿Qué tal? Bas publicaba también guiones para cómics de El Víbora y ese libro es una maravilla de recopilación de relatos con el nexo común del póker. Leerlo es una gozada.
Me encanta esa textura de grasa vegetal, timbas y tambores africanos. También te deseo muy feliz verano.
Saludos. Borgo.
Madredelamorhermoso, el método desde luego es barato y eficaz, pero sin alguien de confianza al que recurrir flaquea... No es algo que se pueda pedir al vecino, como la sal, ejem. El caso es que funciona. Siempre es bueno saberlo! Un abrazo
Hola Miquel!! Me encanta el ambiente ese de las timbas típicas de las películas de cine negro: la lampara iluminando la mesa, oscuridad alrededor y mucho, mucho humo de tabaco.! Ah os falta la "vamp". Aunque para vamp, la mujer de tu amigo Karl jajajja.. esa terapia de choque es muy erótica a la par que escatológica.
Pues no sé...yo no veo que la máscara se te parezca mucho pero en fin....a mi una vez me dijeron que me parecía a James Dean jajajjaa.
Un beso amigo Borgo!
Qué bueno Miquel...He disfrutado mucho de este relato. Mi cuñado está intentando dejar de fumar, voy a hablar con mi hermana para que aplique la técnica de la parienta de tu buen amigo. Tienes buena prosa. Me ha gustado eso de "Un alba color merluza empieza a iluminar la sala". La ilustración genial como siempre Saludos.
No aguanto más... ¡Pregúntale al tal Karl QUÉ SUCEDE CON EL DEDO! Me imagino que el método de limpieza correrá a cargo del fumador, como un castigo extra, ¿no?
Hola, Mara. Justo lo que yo pensé, no es algo que pueda hacerlo cualquiera. Supongo que será eso de que el amor mueve montañas... o algo por el estilo. Lo bueno es que el método es más eficaz que los parches de nicotina.
Saludos. Borgo.
Hola, SqS! Una timba como es debido tendría que ser en blanco y negro pero a falta de eso tenemos humo y una lámpara cónica iluminando el tapete color verde. Vamp no tenemos -lo bien que nos vendría Ava Gardner- pero a saber lo que le haría al jugador que lo perdiera todo.
La máscara... no sé, creo que tendría que pintarme de negro y hacerme unos "scared" para ver si me parezco.
Besos! Borgo.
Hola, Álvaro. Por lo menos es un sistema más barato que la acupuntura y los chicles de nicotina, nunca se sabe.
Eso de el alba color merluza me vino a la cabeza al ver la luz que entraba por la ventana. Color merluza congelada, eso sí. Me alegra mucho que te gusten las ilustraciones.
Saludos. Borgo.
Hola de nuevo, Roswell. Comprendo tu malsana curiosidad pero francamente, Karl me dejó tan patidifuso que no se me ocurrió entrar en detalles escabrosos. Quizás en la próxima partida.
Saludos, te tendré informado. Borgo.
Un método nuevo para dejar de fumar, que bien se podría llamar "amenaza rectal". Yo he jugado muy poco al póquer y al final termino olvidando hasta como se juega. El Tirador solitario y yo hemos sido más de ajedrez, en tardes eternas, sin humo porque no fumábamos por entonces, y escuchando música en un radiocassette estéreo.
Hola, Cahiers. Creo que propondré a Montserrat que patente su método, seguro que se la rifan por la tele.
Me gusta el ajedrez pero nunca he tenido la paciencia necesaria para aprender a jugarlo bien. Una partida de ajedrez en invierno frente una chimenea con leños ardiendo y una copa debe ser una gozada.
Saludos. Borgo.
Lo malo es que ahora tengas que volver a fumar para dejar el "vicio" o costumbre del dedo achechino.:D:D:D
Lo mejor de estas cosas es dejar a la imaginación del lector si serán ciertas o no.
Saludos.
jajajja,
bueno al menos no le metía los cigarrilos por el culo...
Mr. Borgo, jajajajajajaja, bueno, al menos Karl no ha tenido que acudir a la clinica del doctor Vinny Donnatti, solo es el dedo de su mujer en el recto. Saludos.
Hola, Jorge. Bueno, dicen que "un clavo saca otro clavo". Quizás Karl abandone un vicio para adoptar otro. Lo del dedo al menos no perjudica los pulmones.
Saludos. Borgo.
Hola, Mr. Lombreeze. ¿Encendidos además? Eso hubiera sido una versión mucho más gore pero seguro que así deja el tabaco.
Saludos. Borgo.
Hola, Mr. Belknap. Vaya, me ha pillado, no sé quien es ese Donnatti. Creo que es una estrella mediática ¿No?
Saludos. Borgo.
Que terrible forma de dejar de fumar, como asustar a los niños con el cuco, y que honestidad de que te lo cuente. Y me ha quedado la duda de si es un relato o una anécdota real, se confunden. Tu blog siempre presenta gran variedad y muchas rarezas, lo que atrapa. Me gustan las ilustraciones que haces, siempre me ha gustado el dibujo y verlos es algo que me genera atención. Un saludo.
¿Qué tal, Mario? Sí que es real y eso coincide con la gente que conozco de los países nórdicos, parecen reservados pero de repente te hacen confidencias que uno no se las espera. Supongo que el alba y las cervezas ayudaron un poco.
Me alegra de verdad que te gusten los dibujos. Estoy preparando el proyecto de un libro de ilustraciones sobre el póquer y buscaré un editor después del verano.
Saludos. Borgo.
Mr. Borgo, el buen doctor Vinny Donatti, fue el personaje que interpretaba Alan King en: " Los Ojos del Gato " y que se encargaba de que James Woods abandonara el habito del cigarrillo. Saludos.
¡Ah, sí, Mr. Belknap! Hace bastantes años que vi esa película. Ese doctor usaba métodos muy expeditivos, creo recordar que secuestraba a la mujer de Woods y le cortaba un dedo. Curioso: otra vez una relación entre los dedos como terapia para dejar de fumar.
Saludos. Borgo.
Sin duda un método revolucionario XD
Hola Mr. Borgo,
Algo de parecido si que tienes con la careta. Ja ja Aunque tambien te comenté que cierto aire con Bruce Campbell no es descartable.
Increible, Roswell por aquí, solo tu podias lograrlo Miquel. Que alegria.
Pues yo creo que al tal Karl le iba el método "montserrat". Me explico, se pasa horas jugando en una habitación cerrada con tres fumadores... ¿ cuando llegue a casa su mujer a que olera ?
Este Karl es un listo. Ja ja ja ja
Me he reido mucho con la historia. Ya empiezo a sospechar que el 13,5% de lo que cuentas es verídico. Y el resto...el resto tambien. ^_^
Un abrazo Miquel.
Hola, Nocivo! Un método barato, casero y efectivo. Más que los chicles de nicotina, seguro.
Saludos. Borgo.
Hola, UTLA ¿Qué tal? Sí, hacía mucho que no se pasaba por aquí el bueno de Roswell.
Anda, pues es verdad. Supongo que Karl ya se lo habría advertido a Montse... o quizás no. Quién sabe, quién sabe, hay gustos para todo y sospecho que a Karl no le desagrada mucho el método.
Eso está bien, que la gente ría con mis historias. Es un gran cumplido. Ah, acabo de volver de Londres y he paseado por el Serpentine de tu relato y en bote.
Abrazos. Borgo.
No son ases y nueves ; la mano del muerto es de par de ochos y par de ases de picas y trevol .
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