sábado, 7 de enero de 2012
SEIS BALAS (RELATO)
MI revólver sólo conoce seis palabras, y son todas parecidas.
En el mundo no hay dos cosas iguales. Ni la gente, ni los revólveres ni las botellas de whisky, nada, pero sería capaz de distinguir mi revólver entre cientos: la empuñadura, el guardamonte, la aleta del seguro… aunque no le hubiera limado el gatillo para que disparara más rápido igualmente lo distinguiría.
Puede sonar extraño que un amante de su revólver busque refugio en una iglesia pero Armario Gunter me persigue empuñando su pistola automática color negro azulado con seis balas calibre 45 que llevan grabado mi nombre.
A la carrera recorro la nave y salto tras el altar justo en el momento en que Gunter dispara tres balas escupiendo humo y fuego. Una bala rebota en un crucifijo metálico y avanza por el suelo dejándolo acanalado y pasando demasiado cerca de mi pie para mi gusto. Tres tiros más suenan en dirección contraria, lo justo para disuadirle de acercarse.
Agarrado a mi revólver asomo la cabeza por encima de mi parapeto. Veo los pequeños y fulgurantes ojos de Gunter ansiosos por demostrarme lo bien que suena su automática. Dos tiros más vuelan los cirios. Los dos le son devueltos.
Salto desde el altar a un confesionario. Suena otro disparo y su respuesta. Ya van seis.
Me levanto y lentamente avanzo por el pasillo central revólver en mano. Gunter arroja su automática entre los bancos y se acerca alzando los puños con la cabeza baja y oscilante como hacen los boxeadores malos para demostrar que conocen los movimientos.
-He contado tus disparos –dice-, tu cargador también está vacío.
Amartillo el revólver, levanto el pulgar para dejar que el percutor baje suavemente, se produce un estallido y un fogonazo amplificados por la nave.
En la iglesia parece que el ambiente se ha enfriado hasta el punto de congelación. Armario Gunter yace en el suelo mirándome con expresión aturdida mientras la vida se le escapa por un perfecto agujero en mitad de la frente.
-Mi cargador está lleno, imbécil. Le estabas disparando al puto eco.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
40 comentarios:
Si ya lo decía Harry el sucio, con aquello del Magnum 44 y el recuento de balas. Mejor no arriesgarse. Buen relato.
Hola, Cahiers. Ah, sí, Dirty Harry y su Magnum (la pistola, no el polo de chocolate) Ya va siendo hora de revisarla pues apenas la recuerdo. Me alegra que le haya gustado. Saludos. Borgo.
A mi me ha encantado, completito, la portada y el relato con final feliz. Besos mussol.
Muchas gracias, Isabel. La portada la había hecho antes para el CD de Chris Huerta, un grupo tex-mex. Sí, un final feliz sobre todo para el del revolver, claro. Besos, mussol.
Un relato digno de los mismísimos Pérez Ledesma, Andreu Martin o Juan Madrid, un abrazo Miguel!
Gracias, Piru. La verdad es que no sabía que tal resultaría mi bautizo en el género negro. Saludos. Borgo.
¡Qué bueno! el final es genial!!!!
Pues mire, me ha gustado el microrelato, sobre todo el final.
Saludos.
PD: Como ve, ya he vuelto al bloger ;-)
Hola, Moniruki. Hay que estar al tanto del eco, eco, eco, eco... Saludos. Borgo.
Hombre, Lorenzo, me alegra verlo de vuelta. Luego me paso por su blog, espero que ya tenga las pilas bien cargadas. Saludos. Borgo.
Eso de contar balas siempre ha sido muy usado: en plena balacera, ¡cualquiera se pone a contar!
Muy bueno tu relato: de spaghetti western, eso de los pistoleros y las iglesias.
Saludos.
Por eso es necesario un tambor con ocho balas. Muy buen relato, Miquel, con un final excelente. Enhorabuena!
Buen relato, pero mejor final. Eso de contar las balas.. Yo, como Cahiers, tampoco me fiaría.
Hola Borgo! El relato negro es otro de mis preferidos, ya que cuando era niña era bastante asidua a las novelitas de Clark Carrados de las que mi padre era fan; además creo que mi afición por el terror también salió de la lectura de este prolífico escritor.Tu relato tiene todas las características necesarias para enganchar al lector, el final como siempre con ese toque tuyo tan particular:siempre sorprendiendo.Tendrias que animarte a escribir algo más largo, de tu cabeza saldrían historias apasionantes porque tu imaginación es desbordante, y no es peloteo, es que me encanta tu manera de contar las cosas. Besos.
Vaya, Licantropunk, eso de "balacera" recuerda mucho a las series televisivas de los años 60 con doblaje hispano. Sí, pistoleros e iglesias es una buena combinación como en aquella película "Bandido" con un Robert Mitchum de predicador en la Revolución Mexicana. Saludos. Borgo.
Hola, Marcos. Confieso que para el personaje protagonista me gusta imaginar una cara y tenía en mente al Richard Widmark de "El beso de la muerte". Ese sí que es un buen pistolero ¿eh? Gracias y abrazos, amigo. Borgo.
Hola, natsnoC. Siempre es importante contar las balas, lo tenía muy presente el Mickey Rourke de "El último forajido", un western infravalorado. Saludos. Borgo.
Hola, SqS. Mi padre también era aficionado a los libros de Carrados, un funcionario en excedencia que se convirtió en el más prolífico escritor de ciencia ficción, terror... y todo lo que le echaran. Ya me gustaría probar de escribir cosas más largas pero soy un poco vago y creo que es mejor que una trama dure lo que tiene que durar, sin alargarla. Me encanta que te guste el relato. Besos. Borgo.
Miquel escribes muy bien, quiero decir que más, que una prosa bonita
tienes un fondo enganchoso y serio
y divertido a la vez, tus relatos
rezuman mucho sentido del humor y eso me gusta.
besote.
Muchas gracias, Susan. El sentido del humor que no falte, eso sobre todo, así siempre resulta más fácil leer algo. Besotes. Borgo.
Hola Miguel,
Buen relato, hemos puesto a Armario Gunter como el malo de pelí, por qué?, algo habrás hecho el otro para que lo persiga, no?.jajaja
Gracias por ilustrarnos con tu relatos.
Saludos
Por cierto, que se me olvidaba, pásate por mi blog y dile algo al director de Stephanie que ha tenido el gusto de deleitarnos con su presencia en uno de los comentarios de la entrada de su película. Espero que siga la misma senda Tarantino.jajaja.
Hola, Jorge. Bueno, la verdad es que los dos son malos, dos pistoleros, aunque Gunter es el que se lleva la peor parte. Ahora me paso por tu blog. Ah, otro día te metes con una película de Isabel Coixet a ver si te responde que a mí me gustaría decirle cuatro cosillas. Saludos y gracias. Borgo.
Y aunque no hubiera sido el eco, a ti te quedaba otra bala, la sexta no tuvo respuesta...ainsss, hay que saber cuando se puede vacilar de matemático y cuando no! jajaja
1besico!
Un relato brillante y muy bien dirigido...me ha encantado , es como verse metido en las peliculas de pistoleros...
Me gustó el final..muy bueno..
Un abrazo
Me ha gustado el relato. Acertada su ubicación en una iglesia, por los ecos que generan sus formas a menudo irregulares y los techos altos y abovedados. ¡Que pillín! Ya tenias todo estudiado jajajaj
Saludos
Muy bueno Miguel!! que mejor que leerte nada más llegar de un largo periodo de letargo bloguero.
El eco puede ser muy traicionero y en una iglesia ni te cuento!!
BEsazos
Ostras, Fiona, me habré descontado. Te advierto que las matemáticas era lo peor que se me daba en el cole. Aún recuerdo con sudor frío aquellos deberes con divisiones de tres cifras y decimales ¡Argh! Besico. Borgo.
Bienvenida a Borgo, JValentina. Me alegra que te haya gustado. Ya me he pasado por tu blog que tiene fotos magníficas. Abrazos. Borgo.
Hola, Alimaña. Es que una iglesia posee muchos elementos dramáticos: su decoración, las imágenes, los cirios... por no hablar de su acústica, claro. Saludos. Borgo.
¡Hola, Lala! Me alegra mucho ver que has regresado con tus amigos blogueros. Espero que ahora vamos a seguir leyéndonos y escuchando el eco. Besazos. Borgo.
moraleja: dispara primero y pregunta después, muy bueno el relato!
Gracias Aris. También podría ser: dispara pero no te descuentes. Saludos. Borgo.
Buenas Miquel
De nuevo, consigues arrancarme una sonrisa con tu microrelato. Menos mal que era un duelo singular y no el tiroteo final de "Grupo Salvaje", si no, ambos pistoleros se habrían quedado completamente sordos. Por cierto, no habría quedado mal el amigo Clint Eastwood haciendo el papel...
Saludos
Hola, Von Kleist ¿Qué tal las Fiestas? Uf, en el tiroteo final de "Grupo salvaje" había tal cantidad de balas que ni un chino con ábaco habría podido llevar la cuenta.Con dos pistoleros con seia balas por barba es mucho más fácil. Claro, Eastwood con su poncho y cigarro en la boca habría quedado muy bien teniendo como contrincante, por ejemplo, a Lee Van Cleef en una iglesia de la frontera mexicana. Saludos. Borgo.
Suscribo tus comentarios sobre la brevedad igual a efectividad. Tus micro-relatos son un buen ejemplo. Creo que Borges igualmente nunca escribió una novela por lo mismo, ¿Para que alargar más de la cuenta una buena idea?
Un saludo!!
Hola, Wolfville, Es que yo creo que una historia tiene que durar lo que haga falta, ni más ni menos y en un blog siempre es mejor que no sea demasiado larga. Lo mismo que en las películas, Scorsese tiene la mania de alargarlas como un chicle como en "El aviador" que para mí le sobraba casi medio metraje. Saludos. Borgo.
Me gusta el relato, creo que es sencillo pero bastante entretenido, muy fluido y el final hasta irónico, el eco traicionero, la equivovación la paga caro, me parece que debió ser menos como esas caricaturas donde se ponen a parlotearle al héroe en lugar de ir a la acción de inmediato. Creo que en la misma postura de mal boxeador hay un aire de excesiva seguridad que lo traiciona. Un abrazo.
Hola, Mario. Gracias de verdad, tu opinión me parece importante porque supongo que eres buen conocedor del género negro. Yo he pensado en un tiroteo entre Richard Widmarck y Víctor Mature del "Beso de la muerte" con el añadido de un eco. Abrazos. Borgo.
Excelente relato. Sorprendente y conciso. Género negro con cierto aliento fantàstico, muy en tu línea. Saludos y enhorabuena.
Gracias, ricard. Me has dado ánimos pues no tenía claro que tal me iría con mi primer intento en el género negro al que le tengo mucho respeto. Saludos. Borgo.
Publicar un comentario