viernes, 12 de junio de 2009

LAS BOTELLAS DE ARRIBA DEL TODO


Esas botellas que en los bares siempre están en la estantería más alta porque nunca las pide nadie .El otro día me entretuve echándoles una ojeada y aquí están algunas de esas pócimas que forman parte de nuestra historia:
CYNAR: hace años que no fabrican ese aperitivo a base de alcachofa y por eso suele ser la botella más cochambrosa de todas, con una buena capa de polvo y mosquitos aplastados. A juzgar por su sabor siempre he creído que el Cynar estaba hecho con los excedentes de jarabe para la tos de algún farmacéutico desaprensivo.
PONCHE CABALLERO: bastante más agradable. Fácil de localizar por su inconfundible botella plateada. Anunciaban por la radio el cóctel Ponchelo (ponche Ponchelo, ponche con hielooo...) O sea, lo mismo pero con hielo. No se estrujaron mucho el coco para elaborar el ponchelo
AROMAS DE MONTSERRAT: siempre que veo la botella me imagino una escena como sacada de El Nombre de la Rosa con unos frailes rodeados de enormes alambiques en donde destilan este licor verdoso con sabor a hierbas. Encuentro su sabor sospechosamente parecido al licor de lagarto que sirven en los restaurantes chinos.
RICARD: ojo que engancha. Confieso que después de un viaje por Francia me convertí en adicto a esta bebida a base de regaliz, ajenjo y un fuerte aroma anisado que ha provocado que más de un compañero de barra se apartara con muecas de desaprobación. Celine contaba en su libro Larga Jornada Hacia la Noche que los soldados franceses de la guerra del 14 combatían las diarreas por la mala comida de las trincheras a base de lingotazos de Ricard.
RATAFÍA: licor a base de nueces de la Catalunya profunda. Textura más bien empalagosa, sabor nauseabundo y devastadores efectos laxantes
GRAN LICOR BONET: pomposo nombre para el antes conocido como Estomacal Bonet hasta que una ley obligó a quitar a las etiquetas de bebidas alcohólicas aquellos nombres que sugerían efectos medicinales. Típico licor con el que se dopan las viejecitas durante sus partidas de cinquillo.
ABSENTA: temible bebida a la que se atribuyen efectos alucinógenos (que se lo pregunten a Verlaine que flipaba cosa fina con ella) por eso se la conoce también como Diablo Verde. En Francia está prohibida desde que en 1906 un campesino bajo los efectos de la absenta la emprendió a hachazos con su familia. El Resplandor de Kubrick pero en francés y “avant la lettre”. A mí me gusta sobre todo por la parafernalia, ya saben: lo del tenedor con el terrón de azúcar y el agua.
LICOR DE PLÁTANO: de la marca Sorel, distribuidores también del conocido licor de menta y su no menos acreditada lima. Los más viejos del lugar recuerdan cuando algún cliente pedía esa bebida al ver aquella botella tan kitsch que imitaba un racimo de plátanos (seguro que John Waters mataría por conseguir una de esas botellas) Pero desde que cambiaron a un diseño más convencional el licor de plátano languidece en la estantería alta.

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