sábado, 25 de julio de 2009

MONDO CANIBAL



Quizás ahora no lo recuerde nadie pero entre los últimos años 70 y primeros 80 causaban furor en las carteleras las películas de caníbales. La más famosa producción de este sub género es Holocausto caníbal del italiano Ruggero Deodato que venía con el morbo añadido de que se trataba (o eso decían) de un documental con espeluznantes imágenes reales.
No se me olvidará fácilmente la tarde del verano de 1980 en la que fui a ver la película en el cine Capitol de Barcelona con unos compañeros del instituto. Se había unido al grupo César, hermano mayor de uno de ellos. Había oído que era aficionado a los bromazos y que por ello lo habían echado a patadas de más de un cine. Me intrigó que llevara una gran bolsa de El Corte Inglés.
-¿Qué llevas en la bolsa? –le pregunté.
-Un tupper con fabada Litoral.
Preferí no hacer más preguntas. Compramos las localidades más baratas –las de la sala de arriba o anfiteatro- y la proyección empezó puntualmente.
Al cabo de una media hora ya estábamos viendo una repulsiva escena con muchas vísceras y sesos desparramados. Fue el momento en que César, asomándose al palco, gritó: “¡Qué vomítooo!” y vació el tupper con fabada hacia las butacas de abajo. El alboroto fue dantesco. Los acomodadores encendieron sus linternas y un halo luminoso enfocó de lleno a César –aún con el tupper en la mano- un momento antes de que una manaza lo agarrara del cuello de la camisa y desapareciera en la oscuridad de la sala. Desde las escaleras que conducían al vestíbulo se oían ruido de puñetazos y allá nos fuimos corriendo temiendo por la integridad de César. En el vestíbulo pude ver una de las escenas más surrealistas que he presenciado en mi vida: dos acomodadores descargaban una lluvia de golpes sobre César que no podía parar de reírse a carcajadas a pesar de que la sangre le caía a chorro por una brecha en la ceja ¡Cómo se reía!
Aún no sé como conseguimos rescatar a César y nos fuimos Ramblas abajo. A nuestro alrededor todo eran miradas atónitas de los transeúntes cuando veían a César convertido en un ecce homo y riéndose a mandíbula batiente y ensangrentada.
Por cierto que todavía no he visto Holocausto caníbal. ¿Alguien podría decirme como termina?

3 comentarios:

Harry Sonfór dijo...

Termina mal. Bueno, termina mal para los protagonistas, para los caníbales termina rebién.

miquel zueras dijo...

Eso les pasó por no leer la Guía Campsa que recomienda no ir a lugares donde hay caníbales. Por cierto que pronto colgaré un estupendo relato corto de Jack London sobre antropófagos titulado "Kai Kai" (comido, en polonesio)Borgo.

Alimaña dijo...

¿El tal César aun vive no? jajaja

Supongo que ya la habrás visto, y si no ya te cuento que termina bien según de que bando estés...

Saludos Miquel