viernes, 18 de septiembre de 2009

QUERIDO TÍO VAMPUS



Observen los artilugios con los que los niños de 1975 provocábamos tales sustos a nuestros amiguitos que se les atragantaba el bocata de Nocilla. Haciendo click en la imagen podrán leer las descripciones de “Estremecedora calavera” o “Espeluznantes máscaras” que valen la pena. La distribuidora Moebius los anunciaba en la revista Vampus. El hijo del propietario de Moebius era mi compañero de pupitre escolar y me dijo que retiraron la “Piel artificial” por los sarpullidos que provocaba entre las criaturas. También se vieron obligados a retirar sus pistolas “realistas aunque inofensivas” pues algunos desaprensivos las usaban para asaltar gasolineras y cosas por el estilo.
A mediados de los 80 Selecciones Ilustradas (la editorial a la que el dibujante Carlos Giménez dedicó su estupenda serie Los Profesionales) recuperó la cabecera original: Creepy. La censura se había suavizado y junto a las historias trilladas de vampiros y casas encantadas se podían ver otras menos convencionales como Cuello a fondo publicada en el Creepy nº 15.

Un oficinista acude a un cine porno. En lugar de la esperada ración de tetas se encuentra con una película sin trama, diálogos ni desnudos en la que solo se ven cuellos…cuellos de mujeres.
El protagonista queda absolutamente fascinado y obsesionado por esta película.



El inicio –aquí están tres páginas- era lo mejor de una historia con un final algo decepcionante.


Este fue el último número de Creepy publicado en España. El tío Vampus se retiró definitivamente a su ataúd. Acababa una etapa de cómics de terror iniciada en los años 50 por DC Comics y empezaba otra en la que apenas había cabida para cómics que no fueran manga o superhéroes. Una lástima.

4 comentarios:

joanbcn dijo...

Alguna revista de comics de terror había caido en mis manos. Recuerdo una historia realmente increible del estilo de esa magnifica serie que era "The Twilight Zone", sobre un naufrago atrapado en el tiempo. Tambien destacaban esas magníficas, estilizadas y sexis mujeres embutidas en ajustados vestidos largos y melenas oscuras. Por cierto Miquel, como se llamaba ese compañero de pupitre cuyo padre era propietario de Moebius??

miquel zueras dijo...

A mí me tenía el corazón robado Vampirella. Con ese modelito del que un diseñador dijo que, en la práctica, era imposible que se sostuviera. Mi compañero de pupitre no lo conociste pues es de cuando yo me fuí a la Escuela Peñalver. Saludos. Borgo.

joanbcn dijo...

Por cierto, desconocía hasta hace bien poco que fuí compañero de clase del hijo del genial Julio Fernández, colega tuyo de profesión. Lo que es la vida, tantos años compartiendo pupitres y sin saber que su padre me hacia gastar mi paga semanal en sus magnificos "tebeos".

miquel zueras dijo...

¡Ostras. sí! Julio Fernández... era uno de los "negros" de Ibáñez. Era guionista y también dibujaba tiras de Mortadelo y Filemón. Estaba de director de arte de Bruguera (o algo así)cuando fuí a enseñar mis dibujos. Imponía mucho con su mirada fiera y sus mostachos pero pronto veías que era buena persona. Borgo.