miércoles, 16 de diciembre de 2009

EL HOMBRE CON CARA DE SUSTO


Pues como nadie lo hace, lo hago yo. Qué caray. En Borgo dedicamos una entrada-homenaje al actor Elisha Cook jr ahora que se cumplen 15 años de su fallecimiento. No me digan que esta cara no les suena porque por fuerza le habrán visto en alguna película –siempre en papeles secundarios, eso sí- ya sean olvidables productos serie B o en títulos como El halcón maltés, Shane (Raíces profundas) o La semilla del diablo.
Cook vivía en una cabaña sin teléfono en el lago Sabrina (California) dedicado a la pesca de truchas. El único modo de contactar con él era llamando a un bar-gasolinera cercano. El dueño le decía: “Cookie, te llaman de Hollywood” y allí se iba él para rodar un papelillo.
Pero lo que nadie podrá negar es que Elisha Cook sabía poner caras de pasmo como nadie. En los años 60-70 su especialidad era la de interpretar al borrachín del pueblo que era el primero en toparse con el monstruo o el alienígena de turno. Cuando pretendía avisar a sus paisanos se reían de él y el sheriff lo metía en la celda a dormirla. Por eso cuando los ovnis destruían el pueblo con rayos color verde yo decía: “Esto, por no haber creído al bueno de Elisha”.
He escogido esta espléndida secuencia de Phantom Lady (La dama desconocida, 1944) una joya del cine negro en la que Cook ejecuta un solo de batería a lo Gene Krupa mientras lo seduce Ella Raines.

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