lunes, 30 de marzo de 2020

EL HOMBRE QUE SE INTRODUCÍA EN LOS CUADROS. Ymás cosas...


La  terraza del hotel es tan diminuta que se presta a la confidencia. El hombre que se ha presentado como restaurador ha bebido mucho vino durante la cena y, aparentemente, tiene muchas ganas de hablar.
-Yo me he metido varias veces en el interior de un cuadro –dice mientras enciende un puro que ilumina su cara surcada por arrugas-. Sí, literalmente. 
 Cuando veía un cuadro que me gustaba de manera particular me ponía frente a él y me concentraba como un equilibrista que se dispone a caminar sobre una cuerda.
La primera vez que lo conseguí fue en un cuadro de Gauguin. Una de esas  acuarelas con playas y palmeras. Me sumergí en aquella pintura y fue una sensación incomparable… yo me convertía en un personaje de carne y hueso en el interior de aquel lienzo y todo cobraba vida: las siluetas de las nativas de La Martinica  empezaban a moverse y decían algo en lengua criolla hablando entre sí. De repente noté como si me estuviera fundiendo entre una capa de óleo, así que me impulsé con todas mis fuerzas y salté afuera del cuadro antes de quedar retenido para siempre como un personaje más del lienzo.
El restaurador se acomoda haciendo crujir la silla. Su cuello se tensa y la cabeza calva me hace pensar en una tortuga asomando por el caparazón.
No siempre fue tan agradable –continúa el restaurador-. Una vez pillé una pulmonía al sorprenderme la tramontana en una playa ampurdanesa pintada por Dalí.
El restaurador se pone en pie. Hasta ahora no me había dado cuenta de que era muy bajo. Lo justo para no ser considerado enano.
-Bueno, me he dejado llevar y he hablado mucho… ¡Buenas noches! 
  A solas en mi habitación no dejo de darle vueltas a la historia del restaurador y se me hace muy difícil conciliar el sueño. Abro mi bolsa de viaje y saco uno de los libros que siempre llevo conmigo: La torre del homenaje de Lampedusa. Abro una página al azar y me invade una brisa ligera como el movimiento de una capa de seda. Es la escena del banquete del rey Dagoberto en un valle rodeado de pinos. Me he introducido en el libro. Mis dientes se hunden ávidamente en la carcasa del cordero asado fundiéndose en mi boca y goteando por la barbilla. El rey Dagoberto, que aprecia a los que disfrutan con la buena mesa, sonríe y ordena personalmente que me sirvan más vino. Es un borgoña con destellos rubíes, vigoroso, aunque algo áspero para mi gusto.
FIN
Los avances científicos del PROFESOR SIBELIUS:
 MELMOTH: LOS ESPEJOS DE LOS BARES
 
Una vez entré en un bar donde no había estado nunca. Estaba bastante borracho. Me senté a la barra y pedí un gin tonic. Delante de mí había un espejo muy limpio, cosa me que extrañó mucho porque jamás había visto un espejo de un bar tan impoluto. Los espejos de los bares suelen reflejar la suciedad, no solo del bar, sino también las vidas de sus parroquianos. El camarero iba pasando por allí y detrás de él se reflejaba el bar que tenía yo a mis espaldas. Se veían las mesas con las parejas bebiendo; los cuadros de las paredes; la máquina tragaperras; el paki vendiendo rosas, la subsahariana con la cesta en la cabeza vendiendo elefantes de la suerte... De repente me atraganté con el gin tonic. ¡Yo no me reflejaba en el espejo! ¡No estaba allí! No me había dado cuenta hasta ese momento. Estaba tan limpio el puto espejo que no paraba de admirarlo y no recaí que no me reflejaba.
 Señalé con mi dedo al espejo y grité que yo no estaba allí. Se me acercó el camarero enfurecido.
 -Será mejor que pagues y te largues de aquí. No quiero jaleos de borrachos.
- ¿Pero no lo ves? ¡No me reflejo en el espejo!
- ¡Pero de qué coño hablas, chiflado!
- ¡El espejo! ¡El espejo!
El camarero miró a sus espaldas y luego se giró hacia mí.
- ¡Pero si aquí no hay espejo, idiota!
Entonces me di cuenta de que aquella barra estaba situada en el centro del bar que se dividía en dos partes. Pagué y salí a la calle. Le compré una rosa al paki y me la puse en el ojal y un elefantito a la subsahariana para que me diera suerte, que buena falta me hacía por aquel entonces.
FIN
 
Estas ilustraciones son un encargo para una musical que se tenía que estrenar este mayo en el Teatro Romea de Barcelona por los 100 años del nacimiento de Boris Vian. Se publicarían en el libreto que se entrega a los espectadores pero claro, el estreno se ha aplazado sine die.
Lástima me habría gustado ver en escena el Piano.Cóctel. Aparece en el libro de Vian La espuma de los días. Un instrumento que prepara bebidas mientras el pianista toca música.
Y este cerdito japonés tan simpático nos presenta la receta:
CHULETAS CON MANZANAS
Sofreír las chuletas, reservarlas en un plato y sazonar con sal y pimienta.
En el mismo aceite pasar las manzanas (recomiendo las golden) con piel y cortadas a láminas.
Cuando se vean doradas añadir las chuletas, 1 vaso de vino blanco, tapar y cocer con el fuego al mínimo 15m.
Quedan muy bien acompañadas de puré de patatas.


40 comentarios:

Campirela_ dijo...

Que bueno los dos relatos que nos has dejado , el del cuadro no creas puede llegar a ser cierto , la imaginación puede con todo ..por que no ..Y el del espejo es ser despistado o estar un poco piripi ajajja ..Los dibujos son buenos lastima que no se pueda estrenar pero sin duda se estrenara ,,Y me has dado una idea para la comida de hoy ..Así pues amigo muchas gracias por todo tu obra ..un abrazote y a pasar la semana bien y sin sorpresas muakk.

Macondo dijo...

Completísima entrada. Prefiero no elegir.
Me ha extrañado que hubiera que sonreir a las chuletas, pero como no sé mucho de cocina me me limitado a quedarme sorprendido. Luego ya he visto que era "sofreir".
Saludos.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Felicitaciones por las ilustraciones.

El cuento de Melmoth tuvo una buena salida.

Me gustó más el tuyo. Parece que el estado alcohólico parece favorecer esa entrada en los cuadros. Que tiene cierto riesgo, de quedar atrapado en un cuadro. Sobre todo si hay bellas mujeres.
Y no estaría bien visto que un restaurador se sume a un cuadro, alterándolo.
Alguien descrito de esa manera poco halagadora no tendría aprobación entre admiradores de la obra de Waterhouse, de cuadros como Hilas y las ninfas, o Circe ofreciendo una copa a Odiseo.

Interesante entrada.

María dijo...

Antes de nada felicitarte por las ilustraciones están genial, lástima que no puedan estrenarse para el musical porque será en mayo y todavía estaremos algo confinados, pero eres un genio, se te da bien hacer de todo.

Y en cuanto al relato, la verdad es que la imaginación nos hace volar de cualquiera de las maneras, hasta meternos en un cuadro, qué bueno jajaja.

Y lo de los espejos de los bares lo que es capaz de hacer el alcohol jajaja lo que me ha hecho reir.

Tu receta de la chuleta, bien rica, con manzanas nunca las he hecho así, y también con vino blanco, tienen que estar muy buenas, mira que me viene bien leer tus recetas, porque me das ideas.

Muy bueno tu post, muy variado, es un gusto leerte.

Que estés teniendo un buen día.

Besos.

Fran dijo...

Que tal Miquel!
Siempre un placer estos post tan variados (lo de los "añicos" esta genial...jeje), no vienen mal para estas horas que a veces resultan tan largas...
Venga, saludos y feliz semana!

Alí Reyes dijo...

Si no te sumerges en la obra de arte...No puedes decir que la viviste ¿cierto?

DRACO dijo...

he leído con mucho placer dos historias muy originales. de hoy en adelante trataré de no concentrarme mucho con ciertos cuadros y algunos libros que terminen siendo de lo más inconveniente para mí.

te ha salido un muy buen post en toda la línea.

un abrazo.

miquel zueras dijo...

Hola, Campirela! La imaginación lo puede todo, incluso entrar en un cuadro tan alucinante como "El grito de Munch". A mí me ha pasado algo parecido en un bar, aunque más bien por mi miopía que por el consumo de alcohol.
El autor del libreto es Baulenas, un escritor amigo mío, está preocupado por si el Día del Libro se suspende pues tenía que presentar su nueva obra.
Me alegra ayudarte con un "menú de confinamiento", siempre viene bien un nuevo plato.
Abrazos, Campi!
Borgo.

miquel zueras dijo...

¿Qué tal, Macondo? He picado, pensaba que había cometido una errata pero no, aunque quizás sonriendo a las chuletas quedan más buenas. Lo voy a probar.
Lo que sí olvidé es especificar que las chuletas son de cerdo.
Saludos!
Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Demiurgo! Muchas gracias. Melmoth saca mucho partido de un lapsus visual, como miope (y daltónico) le entiendo muy bien.
¿En qué cuadro te gustaría quedar atrapado, Demiurgo? En uno de Gauguin no estaría mal, desde luego mejor que en uno de El Bosco, con esos seres terroríficos. Hay un cuadro muy bonito de Waterhouse con Circe ofreciendo una copa, aunque yo no me la bebería.
Saludos, Demiurgo!
Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, María! Es una lástima porque me hacía mucha ilusión este proyecto. Además era un trabajo divertido y me encanta Vian. Bueno, lo último que me han dicho es que quizá se estrene en octubre.
Meterse en un cuadro -sin quedar atrapado en un pantano de óleo- debe estar muy bien. Hoy me apetecería un escenario de Magritte.
Esas chuletas de cerdo las comía un verano en el que trabaje en la cocina de un campamento en Suiza. Las acompañaban con chucrut, que aquí me cuesta encontrar.
Muchas gracias, Marí y un placer veret por aquí.
Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Fran! Ese dibujo lo publiqué antes en Facebook y a mis amigos maños les ha hecho mucha gracia.
Mejor un post algo variado, conviene distraerse en estos días de confinamiento, y a mí me divierte hacerlos con ayuda de Melmoth.
Muy feliz semana!
Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Ali! Pues es verdad, hay que entrar en un cuadro y formar parte de él. Como en una de esas pantallas de 360º. También introducirse en un libro debe tener su gracia.
Saludos, Ali!
Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, DRACO! Mejor evita los cuadros de pesadilla como los de El Bosco. Si se trata de libros me gustaría acompañar al protagonista de "El corazón de las tinieblas" de Conrad en su travesía por el río Congo.
Muchas gracias, me alegra de verdad que te haya gustado.
Saludos!
Borgo.

AMALIA dijo...

Buenísimos los relatos. No me importaría entrar en un cuadro de Sorolla, que tanto me gusta.

Las ilustraciones son fantásticas. Una pena no pueda ser el estreno. Cuándo acabará esta situación...?.

La receta es muy original. Anotada queda.

Un abrazo. Que siga todo bien.

Clementine dijo...

Tu relato del restaurador... magistral, Miquel, qué idea más buena, jajajaja, cuánta creatividad hay en tu cabeza.
Ayyy, tus dibujillos. Mil besos, Borgo.

DULCINEA DEL ATLANTICO dijo...

No es mala idea esa de meterse en un cuadro para ver como te observan los demás y observar tu a los observadores je je je .
Las ilustraciones están de diez, que lástima que de momento no sea el estreno, habrá que esperar tiempos mejores.
Gracioso el cuento de Belmont el espejo inexistente.
La receta interesante y fácil de hacer.
Un abrazo y mucha salud
Puri

manolo.dj dijo...

jajaja!! todo genial, como siempre, pero me quedo con el avance científico del año, que no es la deseada vacuna, sino el hallazgo de significado para "hacer añicos", jajaja.... Fuerte abrazo!

ricard dijo...

Las dos historias me han hecho pensar en un trampantojo.

Y, bueno, mejor entrar en un cuadro que en una película de terror.

Saludos.

Josep dijo...

Hola Borgo:
Esas chuletas tienen todo el aroma de estar riquísimas: me apunto la receta.

Que lástima que todo se haya ido al garete estos días y los aplazamientos se acumulen uno tras otro: espero que pronto vean la luz esas estupendas viñetas que has dibujado.

Yo creo que ése personaje tuyo del relato se habrá metido en tu mente una noche de esas que te hayas ido a la cama con hambre.... jaja...

Un abrazo.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Justamente, fue el cuadro que mencioné en mi comentario, que también use para el jueves de relatos de la semana pasada. Que vos comentaste. Y también mencioné Hylas y las ninfas, pero seguramente sería expulsado por Hylas, que razonablemente querrá a las ninfas para él solo.

Frodo dijo...

Hola Borgo!
Tu relato al estilo Woody Allen, o Pirandello, es impecable. Por otro lado tiene algo de cortazariano con esa continuidad que le da el final. Todos artistas que me encantan, así que tu relato va por la misma vía.
Tus ilustraciones van cada día mejor. Esas para los 100 años del nacimiento de Boris Vian, están a un nivel superior. Tienen tu estilo, son Borgo marca registrada.
El profesor Sibelius esta vez se comió un libreto que justo tenía un chiste malo de Chespirito
Recuerdo a la Chilindrina preguntarle al padre si sabía qué era una "oreja"... "sesenta minutejos"
Buena receta! La manzana la uso sólo para comer entre comidas, debería empezar a incluirla en los platillos.

Abrazos amigo!

miquel zueras dijo...

¿Qué tal, AMALIA? En un día gris y lluvioso como el de ahora mismo sería una gozada entrar en un luminoso cuadro de Sorolla.
Una pena lo de ese estreno, y lo siento por mi amigo el escritor, había puesto mucha ilusión en esta obra. En fin, esperemos que todo acabe pronto y que todos estemos bien.
Abrazos, Amalia y cuídate mucho. Besos.
Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Clementine! Ese relato se me ocurrió durante uno de esos sueños tan raros que tengo durante esta confinación, después de hojear un libro sobre el Museo del Prado. Un sueño con muchos cuadros y óleos sobre tela. Tendré que volver a coger los pinceles, te invitaré a mi próxima exposición.
Muchos besos!
Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Dulcinea! Visto y ser visto... me imagino que debe ser como los animales del zoo, pero flotando en un mar de óleo y acrílico.
Me ha encantado hacer ese trabajo, Boris Vian es uno de mis escritores preferidos, habrá que esperar mejores tiempos.
Abrazos y te deseo lo mejor ene estos días confinados, Puri. Besos.
Borgo.

miquel zueras dijo...

¿Qué tal, manolo dj?
Muchas gracias, y es que el profesor Sibelius es una eminencia. Si lo dejasen, seguro que encontraría la vacuna del coronavirus en un fin de semana.
Abrazos!
Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Ricard! Trampantojo, Trompé l´oeil... me encantan esas palabras, engañando a la vista jugando con la realidad. Como el protagonista de "La rosa púrpura de El Cairo" que entra y sale de la pantalla.
En una película de terror (!!!) con lo mal que tengo últimamente la rodilla no me veo corriendo delante de Leatherface y su sierra mecánica.
Saludos, Ricard!
Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Josep! Esa receta la comía yo en Suiza, el verano que fui a trabajar de cocinero en un campamento, regadas con cerveza y mucho chucrut. No hace falta -pero es recomendable- ponerse un traje bávaro con sus pantalones cortos para saborearla.
Con suerte, esa obra se estrenará en septiembre. Hay que ser optimista, ya me conformo con que todo vuelva a la normalidad.
Ese relato me vino a la mente después de una siesta tras haber comido caracoles a la llauna, uno de los platos preferidos de Dalí.
Abrazos, Josep!
Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Demiurgo! Qué cuadro tan excelente en el que Waterhouse nos muestra que la belleza también puede matar. Entre lo verde destacan los cuerpos desnudos de las ninfas, y sus ojos, que plasman perfectamente su poder de atracción. Hilas tuvo aquí su "atracción fatal".
Saludos!
Borgo.

miquel zueras dijo...

¿Qué tal, Frodo? También pensé en "La rosa púrpura de El Cairo" al escribirlo. Uf, me halaga muchísimo que hayas encontrado alguna relación con Cortázar.
Gracias, me alegra de verdad que te gusten estos bocetos (aún no ilustraciones) para esta obra que espero llegue a buen puerto.
Pensaba que al otro lado del charco quizá no se entendería lo de "añicos" y la costumbre aragonesa de usar el "ico" para los diminutivos.
Uso la manzana para el pollo y las chuletas de cerdo. Ese plato lo hacían muco en Suiza, en el campamento donde fui de cocinero un verano, acompañado de chucrut; que tiene un sabor avinagrado muy especial.
Abrazos, amigo!
Borgo.

Nocturno dijo...

Qué post más bueno!
Eres un genio. El cerdito simpático me parece lógico para el asunto del piano que prepara cócktails.
Un gran abrazo!

miquel zueras dijo...

Hola, Nocturno! Me alegra verte de nuevo por acá.
Un cerdito simpático y algo caníbal, pues nos muestra una receta de chuletas de cerdo.
Abrazos y a seguir bien!
Borgo.

Ana Bohemia dijo...

Muy bueno todo, que ratito mas bueno para leerte y ver tus ilustraciones, todas geniales. Me ha encantado tu relato, maravilloso meterse dentro de un cuadro y de un libro ni te digo. Pobre borrachillo del bar que confusión con lo del espejo, ese pánico momentaneo de pensar que había desaparecido del todo, que se había esfumado, que no se reflejaba, jaja. Muy buena receta también, para ponerla en práctica en estos días.
Un abrazo Miquel, espero que estes llevando bien el confinamiento.
:)

miquel zueras dijo...

Hola, Ana! Me hace muy feliz saber que te he ayudado a pasar el rato que falta hace en estos días confinados. Ahora mismo estoy releyendo "La conjura de los necios" qué divertido... me encantaría introducirme en él. ¿Lo has leído? Me pregunto si te vuelves cubista al entrar en un cuadro de Picasso.
Chuletas de cerdo y manzanas, combinan muy bien, y mejor con el puré.
Abrazos y sobre todo cuídate mucho.
Borgo.

Emilio José Pazos Brenlla dijo...

Me gusra ver cómo los cuadros adquieren vida, Ja, ja. Los adelantos del doctor son desternillantemente buenos. Y no voy a hablar de noches de borrachos, que cierta historia es reflejo real de lo que puede llegar a pasar, y mucho más. Lo de las manzanas, lo he hecho con carne picada, canela y mostaza francesa. Sabía muy bien.
Saludos.

miquel zueras dijo...

¿Qué tal, Emilio? Ver como los personajes y la naturaleza de un cuadro cobran vida debe ser una experiencia alucinante. En uno de El Bosco, por ejemplo, con esos seres de pesadilla.
Canela y mostaza francesa? suena bien. Supongo que usas aquella mostaza que llaman "a l´ancienne" con semillas, me gusta mucho.
Saludos y gracias por visitarme!
Borgo.

Gra dijo...

Hola Miquel!!
Primero que todo, me encantan tu dibujos como podes captar la esencia y caractrirstica de cada personaje y lo que queres dar a entender, muy buenos!!
Ese restaurador que toma vino mientras restaura los cuadros jajjaja me imagino como deben quedar al final del dia jajjaj y quien pudiera meterse en los cuadros no? yo me meto en las historias de los libros en ellos me sumerjo y viajo a esos lugares que propone la historia eso es maravilloso.
Muy bueno el chiste jajja, y la historia de Melmouth a mi suele pasar con las vidriera de las tiendas jajajja, pero ojo sobria jajja no tomo alcohol, creo que es peor aclararlo jajja una vez me lleve por delante una vidriera que estaba tan limpia que no la vi jjajaja.
Gran idea para esta noche buen plato como siempre!! Postres no haces?
Besos Borgo asi te llamas tambien no?

miquel zueras dijo...

Hola, Gra! Muchas gracias, me encanta que te gusten los dibujos.
Debe ser alucinante poder introducirse en los cuadros, y en los libros, porqué no. Ahora estoy leyendo un cuento de Roberlo Arlt "Noche terrible" y me gustaría meterme en la escena de la comida familiar con todos esos ñoquis y asado de entraña...
Eso me pasó en una tienda llena de espejos, no sé si viste la película "La dama de Shangai" pues eso, como una galería de espejos. Mi miopía fue la culpable de esytrellarme contra una puerta de vidrio demasiado limpio.
No suelo hacer postres pero un día publicaré mi receta de tiramisú.
Borgo es mi nombre para el blog, así se llama un camino que conduce al castillo de Drácula, el Paso de Borgo.
Besos, Cha!
Borgo.

Nury ruri dijo...

Entrada completísima. Estupendos los relatos. Con el primero me ha venido a la mente esa época en que estaba de moda eso de los cuadros en 3D. Aquellos en que te dejabas los ojos y en los que tengo que confesar que nunca logré ver nada. Y con el segundo, lo típico de acercarte a un escaparate y darte un buen golpe en toda la frente por no calcular la distancia (normalmente era porque las rejas estaban por dentro).
Otra receta a untar.
Se me olvidaba. Magníficas ilustraciones👍

Fuerte abrazo.

miquel zueras dijo...

Hola, Nury y muchas gracias! Recuerdo aquellos álbumes que te dejaban medio ciego. Yo tengo presbicias, y conozco bien esa experiencia de darme de narices contra espejos y escaparates.
Me alegra mucho que te gusten las ilustraciones.
Abrazos y bienvenida de nuevo!
Borgo.