The Big Bang Theory. Leonard y Sheldon comen costillas con
salsa barbacoa:
-(Leonard): ¿Crees que en el futuro habrá chuletas de vaca?
-(Sheldon): En el futuro la comida será gelatina. Las vacas
estarán muertas o… serán nuestros líderes.
En Blade Runner vemos a Deckard (Harrison Ford) el
caza-replicantes refugiándose de la lluvia ácida en un mugriento puesto
callejero. Bajo la enfermiza luz de neón
levanta cuatro dedos y dice: “¡Cuatro, con tallarines!” (Noodles, en la
versión original) pero cuatro… ¿qué? ¿Ternera, pollo, rata de cloaca? Deckard
agarra unos palillos de dudosa limpieza (los frota entre si antes de empezar a
comer) y engulle sus tallarines acompañados de sus cuatro “no se sabe qué”,
seguro que no debe faltar el glutamato. A juzgar por su expresión la comida sabe
a rayos. Estamos en el año 2019; de aquí
a cuatro días.
En la cinta de Kubrick 2001: Odisea del espacio vemos a los
astronautas Bowman (Keir Dullea) y Poole
(Gary Lockwood) disponiéndose a comer un menú supuestamente preparado por la
computadora HAL9000. Cada uno tiene enfrente una bandeja con algo parecido a
adoquines de colores vivos: naranja, verde intenso y un cubo de color sangre
(supongo que la proteína cárnica que se menciona en el libro de Clarke) Todo tiene un
aspecto liofilizado, aséptico, nada apetitoso. En el espacio no hay lugar para
un sofrito a fuego lento.
Alien, el octavo pasajero (1978) La tripulación del Nostromo
se sienta a la mesa para celebrar con un banquete el despertar de Kane (John
Hurt). En la mesa sólo se distingue algo
parecido a corn flakes y una ensalada de algas. Los comensales no tienen muy
buena opinión de la comida pues Parker (Yaphet Kotto) anuncia: “Lo primero que
haga cuando vuelva será comer, pero comida de verdad”. ¿Cómo qué? ¿Un
MacDonalds? ¿Un Soylent Green, la galleta que come Charlton Heston en Cuando el destino nos alcance
(1973) cuyo ingrediente secreto son cadáveres?
No es extraño que cuando a Kane le da el telele todos crean que se trata
de indigestión. “¿Qué te pasa muchacho? –dice Parker-. La comida es mala pero
no hay para tanto.”
Esta famosa escena la parodió con mucha gracia Mel Brooks en
Spaceballs. (La loca historia de las galaxias) John Hurt vuelve con el mismo personaje, y el bicho también:
En el siglo XXXIII habrá
MacDonalds; así lo demuestra esta foto de El quinto elemento (1997) un futuro con Bruce Willis en una trama inspirada en los cómics de Moebius.
Lo que sí dudo es que en esa época se preparen platos como este:
GAMBAS EN GABARDINA
Para 4 personas: 24 gambas, 1 huevo, 6 cucharadas de harina,
1 vaso de cerveza, aceite, 1 limón, perejil.
Pelar las gambas y sacar la cabeza pero dejando la parte
final de la cola.
Batir el huevo ligeramente en un cuenco, añadir la harina
y la cerveza removiendo sin parar para
que todo se mezcle bien (la cerveza es el toque secreto de los rebozados, así
quedan esponjosos) Sazonar con un poco
de sal y una cucharada de perejil picado.
Sujetando las gambas por la cola se van sumergiendo una por
una en esta mezcla. En una sartén echar una buena cantidad de aceite y cuando
esté muy caliente freír las gambas hasta que se vean bien doradas. Al retirarlas del aceite dejarlas encima de
papel de cocina para absorber el exceso de grasa.
Servir con rodajas de limón.
Nada mejor que una
ensalada verde para acompañar este plato.