miércoles, 29 de diciembre de 2010
CRÓNICA NEGRA: EL DOBLE DE BORIS KARLOFF
Se llamaba Benjamín Torrealba, chileno, fue doble en Hollywood de Boris Karloff (en la foto se aprecia un gran parecido) y se le inculpó en tres asesinatos; un monstruo dentro y fuera de la pantalla.
Atractivo, culto, casi dos metros de estatura. Dobló a Karloff en Frankenstein, La novia de Frankenstein, La Momia… bailó en espectáculos junto a George Raft, era amigo de César Romero y mantuvo una larga relación con la bella actriz Kay Francis.
A finales de los 50 regresa a Santiago de Chile. En enero de 1961 la policía encuentra restos humanos en su casa de la calle Dardignac 81. Torrealba explica a los periodistas que han hallado en su jardín un cementerio indígena, aquí le vemos mostrando utensilios indios que había adquirido para despistar a los curiosos. Pero la policía descubre un cráneo con un orificio de bala, detienen a Torrealba y éste confiesa que mató a un joyero y a su amante homosexual por un turbio asunto de joyas robadas.
Cuando el comisario Rodolfo Zimmer, encargado de la investigación, se presenta en la comisaría no da crédito a lo que ve: Torrealba está sentado en una silla con un vaso de whisky en la mano y rodeado de policías que escuchan embelesados sus anécdotas de Hollywood. El comisario le informa de que también es sospechoso del asesinato de la adinerada anciana Zenobia Valverde a lo que Torrealba responde:
-¿Yo asesinando a una dama? Caballero… vaya idea se ha formado usted de mí.
Zimmer reconoció años más tarde que nunca había conocido a un sospechoso con un encanto personal tan deslumbrante.
El ya conocido por la prensa como El monstruo de Dardignac 81 es condenado a 46 años de reclusión pero incomprensiblemente sale en libertad por buena conducta diez años después. Torrealba terminó apaciblemente sus días en una residencia de ancianos dedicado a esporádicas sesiones de espiritismo y escribiendo un libro de memorias que no pudo terminar. Murió en marzo de 1981.
Recientemente se habla de llevar al cine la vida de Torrealba. Su papel lo realizará Billy Drago, conocido por sus papeles de malvado en Los Intocables de Elliot Ness y en muchas producciones de serie B.
domingo, 26 de diciembre de 2010
LA QUE AVISA...
Estoy harta, oye, me tiene frita el tío del bar de abajo y es que todos los años igual. Por Navidades encarga dos calendarios para la clientela, uno para hombres y otro para mujeres. El de las tías, no falla: un gatito navideño que además yo diría que es el mismo puto gatito de cada año. El de los tíos, en cambio, siempre con una chica sexy. Mira,la de este año lleva un modelito de colegiala que queda como más de vicio… y es que los tíos sois la pera. Si os hubierais tirado cinco años internos en un colegio de monjas como yo, ahora seguro que no le veríais tanto morbo a este rollo. Desde luego no se parece mucho al uniforme que llevábamos en las Teresianas. ¿Sabes qué te digo? Que esta tarde cuando baje a tomar el cortado le voy a decir al dueño del bar que se meta el gatito donde le quepa y que ya puede ir encargando para las clientas un calendario del 2011 con un chico guapo, cachas y ligerito de ropa si es posible. Y también le pienso decir que más le vale que me haga caso, porque de lo contrario reuniré a todas las amigas que pueda y nos presentaremos en el bar el próximo dos de enero fumando como camioneras hasta que pase un municipal y le meta un buen puro. La que avisa no es traidora.
Nota para los lectores y lectoras de fuera: el dos de enero es el día que entra en vigor en España la ley que prohíbe fumar en los bares.
viernes, 24 de diciembre de 2010
BORGO LES DESEA FELICES FIESTAS
Tom Savini, el mago del maquillaje, también les desea Feliz Navidad y presenta este microrrelato navideño:
Dejamos un cuenco con galletas y un vaso de leche. "Papá Noel vendrá hambriento y fatigado" dijo mi padre. Al día siguiente corrimos alborozados a ver los regalos.
El cuenco y el vaso estaban intactos. El perro había desaparecido.
domingo, 19 de diciembre de 2010
ORREP, PERRO AL REVÉS
- ¿Sabéis qué pasa cuando un perro ve a un hombre colgado boca abajo?
Malfario,el Calambres y yo mismo dirigimos nuestros soñolientos ojos desde nuestras cartas hacia el Peteneras.
- Pues que el perro se cree que es él quien está del revés -prosiguió el Peteneras-, y pegará un fuerte salto hacia arriba para ponerse en la posición correcta.
Nadie hizo ningún comentario ¿Y qué se podía comentar? Los relatos del Peteneras, una vez contados, quedaban tan herméticamente cerrados como un huevo de gallina.
¡El Peteneras y su costumbre de contarnos historias en mitad de una mano! Eso exasperaba al Malfario, que carraspeó para amortiguar su nerviosismo. Llevábamos 20 horas seguidas de timba y el que más o el que menos empezaba a sentirse irritable. Sobre todo el Malfario que llevaba una racha fatal.
- Voy a encargar una pizza por teléfono -anunció el Calambres.
- ¡Un momento! -masculló el Malfario- ¿A quién le toca dar?
- Pues a ti -respondió el Calambres.
- ¡Siempre me toca dar a mí, leches!
- Joder, siempre que te toca, ¿no? –Calambres sonrió levemente intentando apaciguar al Malfario con escaso éxito.
Una vez encargado el pedido -pizza de berenjenas y salami con doble de mozzarella- el Calambres volvió a ocupar su puesto mientras un ceñudo Malfario nos arrojaba, más que repartía, los naipes.
- Peteneras: una.
- Yo: dos.
- El Calambres: servido.
- Para mí, también dos. – El Malfario empezaba a mostrar una palidez enfermiza, como la de esos peces ciegos y albinos que nadan en las cuevas.
¿Sabéis qué jugada es la que se conoce como La Mano del Hombre Muerto?
Ya estamos otra vez con lo del Peteneras. Ni el sonoro carraspeo de un cada vez más sombrío Malfario consiguió amilanarle.
- Es la jugada que Wild Bill, el famoso pistolero, llevaba en la mano cuando jugando al póker en una taberna le pegaron un tiro por la espalda. Bill tenia un ful de ochos y...
- ¡AAARRG!!!!!
Todos los jugadores nos quedamos petrificados al oír el alarido del Malfario. Vimos su cara roja, con la lengua asomando entre los dientes. Farfulló algo y se cayó hacia atrás con las manos crispadas en el tapete verde llevándose consigo un Niágara de cartas, monedas, ceniceros repletos de colillas, tazas de café y latas de cerveza quedándose tendido en el frío suelo de gres.
La brisa que entraba por la ventana nos cosquilleaba la nuca mientras mirábamos expectantes al Calambres apoyando el oído en el pecho inerte del Malfario. Nos sobresaltó el sonido del timbre. La pizza.
- Está muerto -el Calambres meneó la cabeza-. Un infarto.
- ¿Qué se hace en estos casos? -dije yo.
- Pues sacar los ochos -sentenció el Peteneras.
Asentimos en silencio. El timbre volvió a sonar con zumbona insistencia. Al repartidor le esperaban aún muchos pedidos y si se retrasaba más de los 30 minutos estipulados tendría que pagar un recargo de su propio bolsillo.
viernes, 17 de diciembre de 2010
EL WESTERN MÁS BIZARRO
En una escena de la película de culto Johnny Suede (1991) el protagonista –un entonces desconocido Brad Pitt- está hablando por teléfono, de repente se queda paralizado frente a la pantalla del televisor:
-Oye, debo estar alucinando. Estoy viendo una película del Oeste donde todos los actores son enanos y cabalgan poneys.
No es una alucinación. Se trata de la película El terror de Tiny Town (1938) un insólito western protagonizado exclusivamente por enanos que montan poneys y vaqueros que conducen rebaños de terneras. La película fue producida por el empresario Jed Buell que además era el representante de una troupe de enanos.
El protagonista es un vaquero –Bill Curtis- que protege a una ranchera de unos temibles forajidos. El argumento no es demasiado original, pero sí lo son algunas escenas impagables como la entrada de los vaqueros en el salón pasando por debajo de las puertas.
“Forastero: si mides más de metro y medio abandona Tiny Town antes de la puesta de sol”.
LAS DOS ÚLTIMAS PORTADAS DEL AÑO
Zombie Nightmare: ¡Ya me ha llegado la imparable moda zombie! Un apacible pueblo del medio Oeste americano decide acabar con una plaga de insectos que asola su cementerio fumigando con un producto químico que consigue resucitar a los cadáveres. Como al amigo Alimaña no se le habrá escapado es una premisa muy similar a la película "No se debe profanar el sueño de los muertos".
Montecasino: quién me iba a decir cuando estaba en el instituto -rodeado de voraces lectores de Sven Hassel- que haría siete portadas del escritor germano-danés que reside ahora en Marbella alejado del mundanal ruido.
martes, 14 de diciembre de 2010
¿PORQUÉ LAS BOINAS TIENEN RABO?
Este fue el tema del apasionado debate durante una cena en mi casa con mis amigos Rubén y Marta ante un plato de goulash. Rubén se había presentado con su última adquisición para su colección de sombreros: una hermosa boina existencialista. Marta había trabajado en una sombrerería (gracias a ella sabemos que los sombreros conocidos como panamá se fabrican en Ecuador y no en el país del Canal) y comentó que en la tienda clasificaban las boinas en machos y hembras, las primeras tenían rabo y las segundas, no. Las boinas para mujeres no llevan nunca rabo aunque nadie le supo explicar el porqué.
Rubén nos dijo que en el pueblo de sus padres, en Teruel, es costumbre durante las fiestas capar la boina (cortarle el rabo) al primero que se queda frito por el alcohol. En ese caso el así estigmatizado tiene que comprar lo antes posible una boina nueva pues se dice que trae muy mala suerte llevar una boina capada. Y entonces surgió la cuestión: ¿pero… para qué sirve el rabo de la boina? Marta tenía su propia teoría: “Al tirar del rabo la boina queda más ahuecada y no aplasta el pelo”. Pero Rubén, calándose su boina, defendió este argumento: “Es muy simple. El rabo sirve para quitarse la boina con más facilidad. Se hace así –cogió el rabo entre el índice y el pulgar-: y ¡plop! Tiras hacia arriba”.
Dicho esto volvió a ponerse la boina con una sola mano (es más difícil de lo que parece) orientando la visera hacia la izquierda y arropado por la euforia de un par de copas de orujo helado nos deleitó los oídos con esta emotiva jota:
Cada vez que te veo se me endereza
Cada vez que te veo se me endereza
El rabillo la boina, de la cabezaaaaaa
A la izquierda posiblemente la más famosa boina del mundo, por cierto que no tiene rabo. Bueno, si alguien quiere enviar a este blog su propia teoría sobre el rabo de la boina será muy bien recibida. Y ahora, la receta del goulash:
Sofreír los trozos de ternera en una cazuela y cuando tomen color dejarlos en un plato y sazonarlos con sal, pimienta y dos cucharadas de paprika (pimentón rojo picante) En el mismo aceite saltear una cebolla picada y un pimiento rojo cortado pequeño, añadir crema de leche y triturar en la batidora; quedará una salsa espesa y rojiza. Volver a poner la carne en la cazuela junto con la salsa, tapar y dejar cocer 30 minutos con el fuego mínimo. Se suele acompañar con una guarnición de tallarines.
domingo, 12 de diciembre de 2010
LA LLORONA
Tenía que enviar el dibujo para una portada a primera hora del día siguiente. Aún seguía trabajando ya muy entrada la noche cuando irrumpió la llorona en mi habitación.
Me quedé helado. No podía mover un solo musculo viendo a aquel espectro totalmente vestido de blanco profiriendo horribles gritos y alaridos -¡Aaaaay, mis hijooos!!!- gemía. Una cascada de lágrimas fantasmales brotaba de las negras cuencas de sus ojos.
De repente la habitación quedó mágicamente vacía. Repleta, eso sí, de ecos de llantos e infinitas ausencias todavía presentes.
Hablando de ausencias: se ha llevado mi paquete de kleenex.
viernes, 10 de diciembre de 2010
KLAUS KINSKI Vs. TERENCE HILL
Diez años desde que nos dejó Klaus Kinski, el actor irascible y adicto al sexo que tan mal se lo hizo pasar a los directores que tuvieron que vérselas con él: Fernando Colomo nunca olvidará el rodaje de El caballero del dragón. Kinski intentó arrancarle las barbas, le tocaba el culo a Eva Cobo a la menor ocasión y se subió a las espaldas de Fernando Rey en plan caballito. Y no hablemos ya de Herzog; mientras ambos trabajaban en Fitzcarraldo planearon asesinarse mutuamente.
Kinski se permitió el lujo de decir no a directores como Fellini, Truffaut, Visconti o Spielberg (éste quería darle el papel de Dr. Bellog, el arqueólogo malo de En busca del Arca Perdida) En cambio no tenía ningún reparo en participar en películas trash pues decía: “Soy una prostituta que está en esto por dinero”. Aquí le vemos en el spaguetti western “Un Genio” (1975) retando a un duelo nada menos que a Terence Hill.
martes, 7 de diciembre de 2010
LA FRASE DE LA SEMANA
“¡Cómo me pitan esos cabrones!” (Paul Naschy ante el abucheo del público cuando recogió su premio al mejor actor en el Festival de Sitges de 1975)
Al pobre Naschy le tocó un mal año para recibir su premio y es que los galardones del Festival de cine fantástico y de terror de Sitges 1975 fueron muy cuestionados ya que algunos miembros del jurado (actores, directores…) participaban en las películas a concurso. Ese Festival -con Peter Cushing como invitado de honor- ya empezó con mal pie pues muchas películas extranjeras fueron retiradas como protesta por las últimas ejecuciones del franquismo y tuvieron que sustituirlas con producciones asiáticas bastante mediocres.
El público pateó y abucheó con ganas el premio al mejor largometraje (un bodrio llamado Necrophagus) y luego, de rebote, el premio para Paul Naschy. El actor hizo su comentario junto al micrófono por lo que pudo ser oído por toda la platea.
Naschy fue premiado por una de sus películas más delirantes: La maldición de la bestia. Su alter ego Valdemar Daninsky forma parte de una expedición que se interna por el Tibet con un guía alcohólico (Víctor Israel, nada menos) Así no era extraño que se encontrasen con el yeti y dos sacerdotisas del dios Moloch en una caverna. Esto sí que era un auténtico viaje al Himalaya y no las expediciones al Everest.
domingo, 5 de diciembre de 2010
CUIDADO CON EL MAYORDOMO
El perro andaluz(1929): la famosa secuencia del ojo seccionado con el filo de una navaja es quizás el primer momento gore en la historia del cine. En 1943 Charles Chaplin reunió a varios invitados en su casa de Hollywood (entre ellos Salvador Dalí que había sido contratado por Walt Disney) para una proyección de la película de Buñuel. En el momento de la escena del ojo oyeron un estrépito a sus espaldas: Benigno,el mayordomo filipino de Chaplin que acudía con una bandeja cargada de bebidas, había caído al suelo desmayado por la impresión.
El 23 de junio de 1944 Benigno (izquierda) apareció en la primera plana de los periódicos estadounidenses con las manos esposadas y escoltado por agentes del FBI; habían descubierto que era un espía del servicio secreto japonés. Proporcionaba información destinada al desembarco en una playa californiana de un submarino con un grupo de saboteadores suicidas que atentarían contra los principales estudios de Hollywood por entonces consagrados a la propaganda aliada.
Suena a plan descabellado, tanto que a Robert Zemeckis le ofreció la idea principal para el guión de la película 1941 dirigida por Spielberg.
La historia tiene un feliz desenlace, cuando se comprobó que el mayordomo había sido obligado a colaborar con los japoneses que mantenían prisionera a su familia decidieron ser benignos (valga la redundancia)con él. El FBI publicó en los periódicos la falsa noticia de su muerte mientras detenían a los agentes japoneses cuyos datos había facilitado Benigno. En 1947 el mayordomo pudo reunirse con sus parientes que habían sobrevivido a un campo de prisioneros.
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