viernes, 26 de octubre de 2012

ESPANTAPÁJAROS (CUENTO DE HALLOWEEN)

-Cuidado con los espantapájaros esta noche - les advirtieron en la posada a Mia y Mara.
Las dos amigas habían decidido pernoctar en un pueblecito centroeuropeo de camino a Dubrovnik. Ese pueblo diminuto y remoto sólo resultaba interesante una noche al año.
"La última noche de agosto -decían las guías turísticas- la gente del pueblo traspasa a sus espantapájaros todo el mal que pueda haber entre ellos por medio de un antiguo ritual. Luego se encierran en sus casas hasta el alba, pues esa noche no sale nadie exceptuando a los espantapájaros según los pueblerinos."
Mia y Mara pasaron la tarde contemplando a los lugareños que recorrían los cultivos en procesión. Habían cuatro andrajosos espantapájaros, no más, figuras tristes inclinadas sobre los campos dorados. Unos ancianos entonaron extrañas canciones, luego el silencio cayó sobre la multitud y todos se precipitaron hacia el pueblo. Antes Mia se volvió a mirar a los espantapájaros. Se veían inquietantes bajo la luz del crepúsculo, como si sus rostros inexpresivos esperasen ansiosos la llegada de la noche.
A las dos turistas les pareció que la posada tenía ahora un aspecto distinto, sobrecogedor. Pronto oyeron correr un pesado cerrojo a sus espaldas.
 En su cuarto, avanzada la noche, Mia oyó a Mara quejarse de un olor desagradable, un relente a establo y humedad. Mara le propuso salir fuera a fumar un cigarrillo pero Mia fingía estar dormida.
Cuidado con los espantapájaros esta noche...
La inquieta Mara no podía soportar tanta ociosidad. Se levantó de la cama con un estrépito de muelles, luego Mia escuchó sus pasos al abandonar la habitación y por último el chirrido del cerrojo.
Mara fumaba un cigarrillo recostada en una pared de piedra bajo la vacilante luz de un farol. Aquel instante se llenaba de un estremecimiento invisible de sutiles alientos. Todas las sombras, todos los bellos fantasmas.
Una silueta surgió detrás de ella y la agarró por el cuello.
-¡Suéltame! -gritó Mara.
Pero lo que fuera que la había levantado en vilo acababa de hacerse invisible y, para el resto del mundo, desaparecieron en la oscuridad.
Cuando Mara regresó al alba todos estaban esperándola.
-¿Estás bien? -le preguntó Mia que no había podido conciliar el sueño.
-Claro que estoy bien -respondió Mara.
Entonces ¿por qué tenía el cabello desordenado? ¿Y esos hematomas en el cuello? ¿Y su expresión ausente?
Mia sintió una culpa no expresada. El alegre sentimiento que había animado el viaje parecía haberse esfumado. Decidieron regresar a casa. No volvieron a verse hasta...
Doce años después. Mia estaba segura de haber visto antes a esa mujer ante la escuela, separada del rebaño de mamás que esperaban para recoger a sus hijos el primer día de curso.
-¿Eres Mara, verdad?
Se separó un tanto y sus ojos parecieron vacilar.
-Sí... y tú eres Mia. Apenas has cambiado -Su voz era fría, con una nota discordante de dureza.
-¿También esperas a tu hijo? -preguntó Mia y en ese momento sonó la campana. Todos los niños se precipitaron hacia la verja.
-Sí, allí está...
Mara señaló a un niño alto, huesudo, con ojos brillantes. Los trigueños mechones de su cabello eran tiesos y sobresalían de su cabeza como si fueran de paja.
-Ese niño parece... -susurró Mia.
Como si leyera sus pensamientos el niño se la quedó mirando maliciosamente. Extendió los brazos hacia los costados con las manos colgando fláccidas. Ladeó la cabeza y soltó una estridente carcajada.
- ...¡parece un espantapájaros!!!  


  

45 comentarios:

Marcos Callau dijo...

Muy bueno, Miquel. Excelente relato para Halloween. Me ha gustado la historia de los espantapájaros. Un abrazo. Espero que el niño sea granjero, al menos... no habrá quien le estropee la cosecha.

Cristina dijo...

Hola Borgo! Una historia muy buena, de esas que ponen los pelos como escarpias a medida que vas leyendo. A mi siempre me dieron miedo los espantapájaros, hasta el de "El mago de Oz" me da miedo: bueno es que la película entera en sí me da , aunque me encanta, un poco de yuyu.No esperaba ese final, la verdad es que me ha sorprendido. Tengo que hacer una recopilación de tus historietas terroríficas, para leerlas ante a mis amigos en Halloween, porque el libro de leyendas urbanas ya lo he usado un par de añitos, y como que están algo cansados jajaja. Me ha encantado tu relato. Besos

Jon Alonso dijo...

Un relato fascinante, amigo Borgo. Bien, tras una miniconvalecencia no hay mejor antídoto que darse una vuelta por los sitios donde uno se divierte e ilustra. Y como ando un poco de resaca postaniversario; me encanta esta época y las noches hallowenianas. Por un momento, he visto entre las líneas a los chicos del Maíz y W. Irving convertido en espantapájaros descabezado. Pero, creo que Mia y Mara son más auténticas que C. Ricci y C. Grace. Abrazos

maslama dijo...

¡pero qué bueno! este niño de Halloween promete protagonizar una vida escalofriante. ¿Buscaría a su padre con el tiempo?

besos,

abril en paris dijo...

¡Uff..qué horror ! Ese niño más que espantar pájaros espantaria a sus compañeros..pero ya se sabe los niñós son muy creativos.. ja ja..
me rio, pero éste cuento es de miedo ¿ no?..:-D

El cartel, escalofriante.

Saludos

El Abuelito dijo...

Un espantapájaros que recuerda al Hombre de Mimbre...

ricard dijo...

¡Muy bueno el relato! A todo esto, ¿existen todavía los espantapájaros? No soy muy de campo, pero es que no los veo nunca excepto en películas de miedo... Saludos.

miquel zueras dijo...

Gracias, Marcos. Seguro que ese niño estará muy solicitado para el campo, un sector donde actualmente hay mucho paro. Abrazos. Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, SqS. Pues me encantaría que les recitaras a tus amigos mis narraciones por Halloween pero eso sí: no te olvides de leerlas a oscuras con la tradicional linterna y si es en una tienda de campaña, mucho mejor. Besos y feliz Halloween. Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, J.C. Alonso. Espero que te hayas distraído un poco por este post de Halloween. El cine nos ha marcado mucho y los espantapájaros y los campos de maiz pueden activar la imaginación. Saludos. Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Maslama. Yo creo que tendría que ser Mara la que se encargara de buscar a su padre por lo de la custodia compartida y todo eso que hoy en día un niño trae muchos gastos. Besos y maullidos. Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Abril. Con ese niño supongo que no se debían acercar las palomas al patio del colegio. En los cuentos de miedo siempre vienen muy bien unas risas. Saludos. Borgo.

miquel zueras dijo...

Ja, ja. Muy bien, Abuelito. Como tenía el día perezoso la figura del espantapájaros la retoqué de mi portada de "El hombre de mimbre" que está en mi blog Rosebud. En realidad es el guión novelado de Franklin J. Schaffner. Saludos. Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Ricard. Yo los he visto muy pocas veces en los campos de por aquí. Es curioso que en inglés su nombre sea "Scarecrows" como si únicamente espantaran a los cuervos. Saludos. Borgo.

Pablo Daffari dijo...

Muy bien ambientada la parte de terror y muy divertido el "morboso" giro del final. Que los lectores me perdonen, pero no puedo resistirme a recordar aquel chiste soez que se contaba hace años de que el niño espantapájaros está hecho de paja como el bebé probeta.
Un saludo.

miquel zueras dijo...

Hola, Daffari. Me alegro que te guste y no te preocupes, los chistes aquí son siempre bienvenidos y ese de la probeta no lo conocía. Muy bueno. Saludos. Borgo.

Mr. Aris dijo...

lo que hace el tabaco, si no hubiera fumado no hubiera tenido que salir de la casa...ay

miquel zueras dijo...

Ostras, Aris, pues no lo había pensado. Me ha quedado un impactante mensaje sobre los peligros del tabaco, hasta te puede violar un espantapájaros. Menos mal que lo dejé hace años. Saludos. Borgo.

Unknown dijo...

Gran historia para la gran noche terrorífica de Halloween.

Pepe Cahiers dijo...

Muy bueno, y es que uno no se puede fiar ni de los espantapájaros. Figuras siempre inquietantes, siempre vigilantes, no se si asustan a los pájaros, pero por la noche parecen vigilantes, extraños, muy extraños.

miquel zueras dijo...

Gracias, Javi. Faltaba alguna que otra calabaza pero puede pasar como cuento de Halloween. Saludos. Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Cahiers. Recuerdo haber visto muchos espantapájaros en un viaje nocturno en autobús por los campos ingleses y desde luego se veían inquietantes sobre todo cuando los iluminaban los faros. Seguro que no sólo a los pájaros les debían dar miedo. Saludos. Borgo.

Anna Genovés dijo...

Vaya con miamara, maramía (o ¡madre mía)... Muy entretenido y maliciosos como el niño de los truños trigueños.

Eres un cuentacuentos excepcional, sabes mantener la intriga y dar una vuelta de tuerca completa, al final. Muy bueno, amigo Miquel.

Un abraza, Ann@

miquel zueras dijo...

Muchas gracias, Anna. Y ya sabes: cuidadito con la gente de peinado espantajo-trigueño. Abrazos. Borgo.

Quimérico Inquilino dijo...

Muy apropiado el realto para estas fechas. En la portada denoto claras influencias de "The wicker man" ¿me equivoco?

miquel zueras dijo...

Hola, Quimérico. Sí, unas fechas apropiadas para sacar el Stephen King de pacotilla que llevo en mi interior. La verdad es que el dibujo lo saqué de la portada que hice para el guión novelado de "The Wicker Man" aunque se nota bastante, eso me pasa por vago y no hacer un dibujo expreso. Saludos. Borgo.

Víctor M. Lázaro dijo...

Los espantapájaros tienen una pinta bastante siniestra pero el hecho de que en Mallorca no haya visto más que uno o dos hace que no les tenga especial aversión.
Por cierto de qué se va a disfrazar usted para Halloween...yo del padre Karras poseído...

Un abrazo y buen relato.

Humberto Dib dijo...

Borgo:
Veo que andamos todos contando cuentos perturbadores. Me agrada que sea así, pues no soy de los que elegirían este tipo de literatura comúnmente.
Muy buen relato, los niños están portándose muy mal, Borgo, deberíamos hacer algo.
Un abrazo.
HD

miquel zueras dijo...

Gracias, Víctor. Sí, los espantapájaros no son muy mediterráneos por lo que quedan un poco más lejanos y misteriosos. Yo este Halloween creo que no me voy a estrujar las meninges y llevaré mi modelito de vampiro urbano que le gusta mucho a mi hijo. A ver si publico alguna foto con mi cuervo, claro. Saludos. Borgo.

miquel zueras dijo...

¿Qué tal, Humberto? Viene bien un cuento perturbador de vez en cuando pero no voy a disfrazarme de espantapájaros que pica mucho. Saludos. Borgo.

Sr.Pérez dijo...

Me ha gustado mucho el cuento, pero protesto enérgicamente por el fundido en negro tras el "rapto" de la muchacha y su regreso a la mañana siguiente.
Yo quiero imaginar que la relación fue consentida, tras un largo diálogo entre el espantapájaros y la fumadora y tal vez unas copas entre los sembrados.
Eso sí, al día siguiente ni una llamada, ni un "cómo estás?" ni nada.
Si es que todos los espantapájaros son iguales.

miquel zueras dijo...

Bienvenido de nuevo, Sr. Pérez. Vale, quizás la relación fuera consentida pero ¿y si el espentapájaros fuera menor de edad? que esa es otra, oiga. Además se supone que tienen al niño en custodia compartida y no me imagino al espantapájaros pasándole una pensión mensual. Esos espantapájaros... Saludos. Borgo.

Alimaña dijo...

Buen cuento para la noche de Halloween... Ese niño que luego creció y se hizo un mozalbete que cerraba los bares, no sería por casualidad Enrique San Francisco, no me preguntes el motivo pero siempre he asociado su careto con los espantapájaros jajajaja.

Hay un corto muy recomendable acerca de un espantapájaros en Vimeo. Se llama "Juan Con Miedo".

Saludos y feliz puente amigo mio.

miquel zueras dijo...

Ostras, Alimaña, pues ahora que lo dices Quique podría ser un buen ejemplo de espantapájaros viviente. Ahora me pongo a buscar ese corto. Abrazos y muy feliz puente halloweenesco. Borgo.

Belknap dijo...

Mr. Borgo, verdaderamente un muy buen relato para estas epocas, gracias por el mismo. Un saludo.

natsnoC dijo...

Genial el relato, como siempre. Está claro que este espantapájaros no le pidió al mago de turno cerebro sino otra cosa... aunque dicen que también se usa para pensar, ¿no?

miquel zueras dijo...

Un placer, Belknap y mis mejores deseos para este Halloween. Borgo.

miquel zueras dijo...

Ja, ja, natsnoC. Muy buena esa comparación con el espantapájaros de "El Mago de Oz". Por cierto ¿cómo deben llamar a la masturbación los seres hechos de paja? Lo dejo para el debate. Saludos. Borgo.

Fanny Riffel dijo...

Ufff,me encantó.El clima del principio es muy película de vampiros,como la primera Subespecies de Ted Nicolau...
Feliz Samhain !!!(Beltaine para los de nuestro hemisferio)

miquel zueras dijo...

Me alegra muchísimo verte por aquí de nuevo, Fanny. Sí, a la posada del relato le faltaban unos ajos aunque no sé si eso funciona con los espantapájaros. ¿A que hubiera quedado bien Ingrid Pitt en el papel de Mara? Que tengas muy feliz Beltaine! Borgo.

Susan Lenox dijo...

No hay cosa más cruel que los niños, recuerdo la peli " Los inocentes " según la novela de Henry James " Una vuelta de tuerca"
Los niños son muy malos...estupendo relato y sí Ingrid Pitt hubiera quedado genial en el papel de Mara.

Molts Petons y gracias me has demostrado que eres una buena persona.

Susan Lenox dijo...

No hay cosa más cruel que los niños, recuerdo la peli " Los inocentes " según la novela de Henry James " Una vuelta de tuerca"
Los niños son muy malos...estupendo relato y sí Ingrid Pitt hubiera quedado genial en el papel de Mara.

Molts Petons y gracias me has demostrado que eres una buena persona.

CINEXIM dijo...

La verdad es que me esperaba unos espantapájaros más malignos y menos lujuriosos... en todo caso siempre me han parecido figuras muy inquietantes.

Feliz Halloween!!!

miquel zueras dijo...

Hola, Susan. No me canso de leer "Otra vuelta de tuerca" es de esos libros como "El corazón de las tinieblas" que siempre descubres en él algo nuevo por más veces que lo revises. "¿Quién puede matar a un niño?" es otra buena muestra de la crueldad infantil.
Petons y gracias a ti, Susan. Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, CINEXIM. Los espantapájaros tienen que sr inquietantes, es su oficio, los pájaros ya lo saben y una noche al año pueden permitirse también ser lujuriosos. ¡Muy feliz Halloween! Borgo.