“Después de una hora de sesión, sudaba a mares. Parecía que Pierce me había cubierto con una mortaja viscosa.” (Boris Karloff hablando de su caracterización para Frankenstein)
El 14 de octubre de 1946 los Estudios Universal comunicaron al genial Jack Pierce (autor del maquillaje de Frankenstein, la momia y el hombre lobo, entre otros) que prescindían de sus servicios. Universal había decidido abaratar costes y el artesano Pierce se negaba a usar el económico látex. Parece que también influyó su áspero carácter. En su libro de memorias Elsa Lanchester as himself la famosa Novia de Frankenstein describe a Pierce como un hombre “sumamente desagradable”. Además la Universal ya tenía un actor –Rondo Hatton- que, debido a su acromegalia, podía rodar sus papeles de monstruo sin necesidad de maquillaje. Por cierto: si alguien quiere saber quién era Hatton ya le dediqué una entrada en este blog el 20 de abril.
Imagino a Pierce, muy digno, saliendo del estudio cargando una gran caja con las vendas de la momia, los tornillos de Frankenstein, el pelo de yak con el que convertía a Chaney jr en hombre lobo… y recordando las largas sesiones de maquillaje con Boris Karloff (ocho horas diarias para La Momia). Este es un curioso documento: 1957 , en el programa de TV This is your life dedicado a Karloff apareció Jack Pierce como invitado sorpresa; adivinen que regalo traía para Boris.
5 comentarios:
Tampoco le haga mucho caso a Elsa, que cuando se pone es de lo más cascarrabias de colmillo "retorcío". Piense que lo que más le llamaba la atención de Bertolt Brecht (que estuvo bastante tiempo trabajando con Laughton en la adaptación inglesa de su Galileo) no era ni su talento ni su obra, sino que tenía los dientes negros de tanto fumar puros.
Aunque es comprensible que no simpatizara con el maquillador: sus vendajes por todo el cuerpo en "La Novia de Frankestein" hacían muy complicadas (e incómodas) sus expediciones al servicio.
El maquillaje de Pierce no hay latex ni CGi que le pueda pasar la mano por la cara. Sólo hay que comparar el Im-Ho-Tep de Karloff y el de las últimas revisitaciones cinematográficas: no hay color.
Ah, y además Elsa Lanchester decía que Karloff estaba celoso de ella pues todos los piropos del equipo (especialmente de Thessiguer) iban dirigidos a su maquillaje. Lo cierto es que Pierce era un maestro. Su momia nunca fue igualada. Bueno, me voy a ver "Testigo de cargo" en mi DVD que hablando de Lanchester y Laughton me ha entrado el capricho. Borgo.
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Muy buena la entrada, y gracias por decirmelo. La verdad es que me da pena que estos grandes maestros terminen saliendo por la puerta de atrás, gracias a los directivos, que en lugar de levantarles monumentos y estar agradecidos de por vida (alguien se imagina a los monstruos de la universal sin las manos de Pierce?), deciden darles la patada.
Gracias, Gárgola. Sí, la verdad es que la vida es cruel... mucho más que los monstruos de Pierce. La Universal no hubiera sido lo mismo sin sus creaciones. Borgo.
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