viernes, 29 de enero de 2010


En un insomne canal de televisión he vuelto a ver El último hombre vivo o The Omega Man (1971) con Charlton Heston. La segunda de las versiones de la magnífica novela de Richard Matheson Soy Leyenda (las otras dos fueron protagonizadas por Vincent Price y Will Smith) No ha resistido bien el paso del tiempo, ahora se notan mucho sus tics setenteros: puesta en escena televisiva, horrible música en la banda sonora… Heston, en su libro de memorias In the Arena –muy interesante, lástima que dedica su último capítulo a vendernos la moto de la Asociación Nacional del Rifle- cuenta que el rodaje fue muy tenso por las malas pulgas del director Boris Sagal. Es posible pues durante un rodaje en 1981, al bajarse de un helicóptero, Sagal le echó una acalorada bronca al cámara sin darse cuenta de que se estaba acercando a la hélice de cola que lo decapitó en un instante.
El actor habla de la escena más recordada de la película, la del inicio, en que aparece conduciendo un descapotable por las desiertas calles de Los Ángeles. Ante el elevado coste de construir unos decorados se rodó la escena un domingo muy temprano (igual que hizo Amenábar para el Madrid deshabitado de Abre los ojos) Heston entra en un cine y se proyecta Woodstock -película que este actor consideraba sumamente aburrida-. Fue una buena idea: un hombre solo en un cine, el último que queda en la tierra, viendo escenas en las que aparecen miles de personas.

2 comentarios:

Alimaña dijo...

Amigo miquel, en ese escenario apocalíptico que citas, con Heston conduciendo por las solitarias calles de la ciudad, me parece un error mayúsculo ver los semáforos encendidos cuando se supone que ya no hay electricidad... me resultó chocante un error tan clamoroso. Tambien citar que ninguno de los tres finales de las adaptaciones es fiel a la novela de Matheson, y nada, despues de este tostón que te he metido me voy de vacaciones.
Un saludo

miquel zueras dijo...

Ostras, Alimaña. Tienes toda la razón y yo no había caído. La verdad es que ninguna de las versiones -desde Vincent Price hasta Will Smith- es muy fiel a la novela de Matheson ¿a qué esperan para hacer una película más fiel al libro? Felices vacaciones, Alimaña, a pasarlo de muerte. Borgo.