Muchísimas gracias a todas y todos por dar vida a
este blog con vuestros comentarios siempre tan interesantes de leer. Gracias
por opinar, comentar o simplemente echar un vistazo por aquí. Lo que empezó
como una ventana donde mostrar mis ilustraciones –esa era la idea- también me
ha ayudado para compartir con más gente mis anécdotas, relatos, curiosidades y
frikadas varias. Para esto y aún más cosas. Un abrazo desde mi querida
Transilvania que es su casa.
He decidido hacer una entrada típica borgiana (de Borgo) con
dibujos, receta, un poco de esto y lo otro…
SEIS GRADOS DE SEPARACIÓN
Entre las sábanas Julia mira fijamente a Bepo, su amante, y
le dice:
-Tus ojos son como dos auroras boreales.
A Bepo le cuesta contener la risa al oír semejante cursilada
pero piensa que podría funcionar con Julieta, su esposa.
Entre las sábanas Bepo mira fijamente a Julieta y le dice:
"Tus ojos son como dos auroras boreales". Julieta queda desconcertada
y se pregunta qué efecto causaría eso en Zepo, su amante.
Entre las sábanas Julieta mira fijamente a Zepo y le dice:
"Tus ojos son como dos auroras boreales". A Zepo esa frase le deja
indiferente pero decide usarla con Julia, su esposa, últimamente se queja de
que ya no le susurra palabras dulces en la cama.
Entre las sábanas Zepo mira fijamente a Julia y le dice:
"Tus ojos son como dos auroras boreales". Julia se pone furiosa.
-¡Cabrón! -arroja un despertador hacia Zepo que éste esquiva
con una finta-. ¡Eso es que has estado con otra!
-¡De acuerdo! -admite Zepo-. Pero si tú también sabías esa
chorrada de las auroras es porque también has estado con otro.
Julia, confusa, comprende que se ha delatado a si misma y
balbucea lo primero que se le pasa por la cabeza:
-No es cierto. Uh... ¡Lo pillé en los lavabos de un bar!!!
FIN
Ya es hora de ir al cole, hay que ir a trabajar. El profesor
un tanto déspota lo mira con recelo, es el encargado que siempre anda
vigilándole. Suena la campana y sale precipitadamente de clase y hace cola para
fichar en el reloj de la fábrica. Todos están eufóricos por salir de allí.
Luego no quiere volver a casa todavía. Juega en el parque y libera todas las
tensiones y cuando llega un pelín tarde su mujer le increpa porque huele a
cerveza. Cae enfermo y se queda en la cama con el termómetro en la boca. Su
madre le pone su suave mano en la frente y el médico dice que es la edad, ya
tiene ochenta años. Intenta escapar de casa porque no aguanta a sus padres, a
la familia que ha creado sin darse cuenta. Corre. Quiere huir de todo; de las
primeras experiencias infantiles, las frustraciones de la juventud, los
desengaños de la madurez, la ruina final de las ilusiones. Corre el niño y allí
lo encontraron a la mañana siguiente. Murió de infarto. Debió subir corriendo
por el sendero serpenteante como un muchacho.
FIN
LA RECETA
¡Nooo, es broma!!! No es una receta de rata al ajillo, sólo quería mostrar mi portada de ¿Qué fue de Baby Jane? con la famosa escena del roedor servido en bandeja.
ENDIVIAS AL ROQUEFORT. Foto: Silvina
Calentar mantequilla en una sartén, cuando esté fundida -¡sin que llegue a hervir!- añadir queso roquefort y desmenuzarlo con una cuchara de madera.
Verter 1 brick (200 ml) de crema de leche y remover hasta que el roquefort se haya deshecho y mezclado con la crema.
Disponer las hojas de endivia sobre un plato y echar la salsa roquefort por encima. Queda muy bien con unas nueces picadas.