Acabo de pasar unos días en Carcassonne, en el sur de Francia. Una villa amurallada donde parecen vivir en un permanente mercado medieval.
ADIÓS, UNDERWOOD
Por razones de espacio he tenido que prescindir de un armatoste muy querido; una máquina de escribir Underwood que mi família compró en 1955. Echaré de menos el sonido de las teclas, el tabulador y el rodillo. Ecos del pasado...
APRENDIENDO A DIBUJAR
Creo que los autores de esta publicidad no tenían muy claro como es eso de ser dibujante...
Y ahora, mi última chorradilla. Me ha quedado un poco guarrilla, qué le vamos a hacer... la primavera, que empieza a alterarme
LA DOMADORA
Topacio tiene una cita con Amatista, una domadora de
leones. Ella le espera en la pista del
circo, frente a la jaula de los felinos, envuelta en olor a churro chamuscado y
cacas de león. Cuando Topacio aparece, Amatista –vestida únicamente con un
ajustado corpiño de cuero negro- hace restallar teatralmente su látigo. Los
leones rugen al ver aparecer a Topacio y Amanita entra en la jaula para
fustigarlos. Las fieras parecen aceptar los latigazos resignados y hasta con un
punto de deleite que pone celoso a Topacio: “Amanita, ¿me das con el látigo?”.
Ella le azota un poco, lo justo para causarle pequeñas heridas que ahora lame
con avidez. Tendidos sobre el serrín, Topacio acerca sus labios hacia el pubis
de Amanita, pelirrojo como las melenas de sus leones. Amanita agarra a Topacio
por las orejas y le empuja hacia su hendidura que se abre de tal manera que
toda la cabeza de Topacio penetra en la cavidad donde el aire es denso, pesado,
como una selva impenetrable. “Ahora lo entiendo” –se dice Topacio-, es una
versión para adultos del domador que introduce su cabeza en las fauces del león…”
A Topacio le cuesta respirar. Saca la cabeza de la vulva con
un flujulento Plop. El haz de un potente foco le deslumbra. Por toda la carpa
retumban los aplausos de un público enfervorizado por el algodón de azúcar y la
música de organillo. En la primera fila, un niño aplaude con tanto entusiasmo
que se le cae a la pista su bombón helado.
Topacio se siente ahora algo violento y se pregunta si
tendrá que saludar.
Después de mi entrada sobre los Easter Eggs en el cine he querido rendir homenaje a algunos célebres huevos que se han pasado por la pantalla
VINCENT PRICE: Egghead
En la mítica serie de TV Batman (1966-68) los malvados eran interpretados por actores famosos. Uno de los más inolvidables fue Egghead (Cascarón, en el doblaje latino) Vincent Price disponía de temibles armas secretas como huevos de gas lacrimógeno, puestos por gallinas sometidas a una dieta de cebollas.
ROBERT DE NIRO El corazón del ángel (1987)
Louis Cipher -un mefistofélico Robert de Niro- pela con maestría un huevo duro. Con sus manos de uñas afiladas rompe suavemente la cáscara trazando un círculo. He intentado hacerlo igual pero no me sale. Mientras, le explica a Harry Angel (Mickey Rourke) que el huevo simboliza el alma en algunas culturas.
LA LEYENDA DEL INDOMABLE (1967)
Paul Newman asegura en Cool Hand Luke que puede zamparse 50 huevos duros en una hora, así de chulo. Según el ayudante del director Sid Chambers, Newman llegó a ingerir doce huevos durante el rodaje de esta escena, no está mal, aunque fue superado por la norteamericana Sonya Thomas -65 huevos ingeridos en una hora- está en el Libro Guinness de 1979.
¡Y TAMBIÉN DOS HUEVOS DUROS!
La más famosa escena de Una noche en la ópera (1935)
Por supuesto, aquí no podía faltar una receta: HUEVOS ROTOS CON JAMÓN Y CHIPS DE ALCACHOFA:
Pelar cuatro alcachofas, retirar las puntas y las hojas externas. Cortarlas en lonchas muy finas y freír en una sartén con aceite a fuego bajo. Escurrirlas sobre papel de cocina y sazonar con sal y pimienta. En una sartén con dos dientes de ajo freír dos huevos por persona. Colocar los huevos fritos sobre las alcachofas (para mantenerlas calientes aconsejo reservarlas en el horno a 180º antes de servir) y acompañarlos con lonchas finas de jamón.
Bueno, como me ha quedado una entrada con mucha albúmina aprovecho para homenajear al recientemente desaparecido Leonard Nimoy con mi relato más treekie:
BATALLA EN LA GALAXIA DEL HUEVO FRITO
Después de una maratoniana sesión de siete horas de DVD de Star Trek es
lógico -como diría Spock- que empiece a sentir algo de hambre. Me
preparo un par de huevos fritos acompañados de pimientos del Padrón –unos pican, otros non-
lo más parecido a una ruleta rusa gastronómica. Me viene una importante
secreción de saliva cuando estoy a punto de mojar el pan en el huevo
frito de la derecha.
Aprieto suavemente la dorada yema con el trozo de
pan y ¡Paf! El líquido se esparce por el plato tiñendo el fondo de
naranja galáctico bordeando la isla de pimientos. Suena el teléfono. Me
imagino que el timbre es una alarma y que el trozo de pan es la nave
Enterprise en misión de salvamento para rescatar a los pimientos del
Padrón, naves tripuladas por seres del planeta Galixia, que habían
aterrizado en sitio equivocado: el planeta Platosh, de atmósfera
aceitosa e irrespirable. Hay que rescatarlos antes de que queden
atrapados por un líquido amarillo y corrosivo que atrapa inmisericorde a
los que entran en contacto con él. Mientras estudio la estrategia a
seguir me como uno de los pimientos. Esa nave-pimiento explota dentro de
mi boca -es de los picantes- ¡Zas!y esparce el ardiente combustible
provocándome un escozor de cien pares de megatones venusianos. Me como
las yemas para atenuar la quemazón creando sendos cráteres donde
deposito las restantes naves después de quitarles el rabito o propulsor
para su mejor absorción. Los envuelvo cuidadosamente con una capa de
clara y lo deposito todo sobre un transbordador de pan chapata. Una de
las naves-pimiento no ha quedado bien acoplada y cae al vacío es decir,
al plato, pereciendo su tripulación en el acto. Para evitar más
incidentes abro la boca todo lo que puedo y engullo enteramente la
flotilla para que se alojen en la seguridad de mi esófago-transportador.
Mastico, misión cumplida…qué rico. El teléfono ha dejado de sonar y
estoy satisfecho. Lleno un vaso de vino. La tripulación del Enterprise
se ha ganado una ronda por el éxito de su misión de salvamento.
Se conoce como Easter Egg o huevo de Pascua en el cine a
aquellos detalles o guiños dirigidos al público más avispado. Cameos, elementos
ocultos… Posiblemente las apariciones de
Alfred Hitchcock en sus propias películas fueron el primer Easter Egg.
Ahora, el más frecuente son las breves apariciones de Stan
Lee en las películas sobre superhéroes de la Marvel.
Empresas como Marvel, Disney o Pixar suelen usar personajes
y elementos de unos largometrajes saltando a las aventuras de otras películas
de forma sutil. En esta escena de Monsters S.A. una niña entrega a Sulley su
juguete más preciado: el pez Nemo.
Un huevo de Pascua para un público más maduro: en El chip
prodigioso (1987) el personaje que interpreta Kevin McCarthy tiene un mayordomo
filipino llamado Murnau. El director
alemán Friedrich Murnau, realizador de Nosferatu, y su chófer filipino García Stevenson fallecieron
en un accidente de automóvil el 11 de marzo de 1931. La posición en que fueron
hallados los cuerpos dejaba bien claro que Murnau estaba practicando sexo oral
con su chófer, una temeridad cuando se va a 120 por hora.
En una escena de Destino final-5 (2012) una de las futuras
víctimas de esta saga (Emma Bell) consulta los WhatsApp de su móvil. En la
pantalla vemos aparecer estos emoticones que hacen referencia a una popular
leyenda urbana, se dice que si alguien recibe tres emoticones de esta luna
procedente de un número oculto le quedan dos días de vida. Se está rodando una
película sobre el tema: Pursuit Moon (Luna acosadora) con James Franco.
CINCUENTA SOMBRAS DE GREY
¡Se ha cumplido mi sueño profesional! ¡Me han encargado una portada para el libro más vendido de la década!!!
Por cierto... es broma.
Y ahora, vamos con las Chorraditas:
EL INTERIOR DE LA CARACOLA
En la playa descubro una caracola y me la acerco al oído.
Desde el interior me llega el rugir de las olas sobre los arrecifes, las
palmeras que tiemblan en el aire caliente, la playa queda atrás y en el mar
interior un bote de pescadores enfila su proa hacia mí. Eh… ¿Porque van todos
armados?
Cuando mis padres se enteran que me han secuestrado los piratas
somalíes reaccionan inmediatamente: alquilan mi habitación.