El mes pasado fui a comer a casa de Jorge Rangel, periodista free-lance y coleccionista de todo tipo de objetos, preferiblemente raros. En su comedor cuelga una bandera rumana agujereada de cuando asistió como corresponsal a la Revolución de 1989 que acabó con la dictadura de Ceaucescu. Los revolucionarios rasgaban la estrella roja del centro de las banderas. En las calles habían tenderetes donde se vendían banderas con la estrella a tres dólares y las agujereadas, por diez dólares. Con gran sentido comercial Rangel compró una bandera con estrella y la agujereó el mismo ahorrándose así siete dólares. Aún guarda la estrella sobre la que alguien había escrito en rumano: Ai dracu! (Al infierno)
Rangel me muestra una silla de apariencia antigua. Es de madera oscura y brillante tallada con un motivo neoclásico de arpas. Tiene dos curiosos brazos curvos como algunos tronos medievales que se ven en las películas. "Siéntate" -me dice. Al sentarme, de repente, los dos brazos se cierran sobre mi cuerpo dejándome apresado.
-Collons! -grito. Rangel es castellano hablante y hablo con él en ese idioma pero en ciertos momentos -como cuando te dan un susto de muerte- se recurre a la lengua materna.
Por un momento me temo que los ojos color avellana de Rangel se volverán almendrados y me dirá con la voz de Fu Manchú: "Le tengo en mi podel, imposible escapal". Mi amigo, soltando una irrefrenable carcajada, se sitúa a mi espalda, pulsa un resorte y me libera de los brazos que se repliegan.
-Es una silla trampa que se conoce con el nombre alemán de Fangstühl - me informa Rangel-. Se pusieron de moda entre los depravados nobles vieneses de principios del siglo pasado.
-Me suena haber visto una en una película de James Bond -le digo examinando la curiosa silla- ¿Cuánto te ha costado?
No, no es mía -Rangel suspira-: no me la puedo permitir. Es de un anticuario amigo mío. La tengo en casa mientras hace reformas en su local. Dice que esa silla vale por lo menos treinta mil euros.
-Collons -...repetí.
Por cierto que esa palabreja me está saliendo cara. En mi casa tengo un bote de los tacos, a cincuenta céntimos la palabrota, desde que mi hijo Dani regresó de colonias con un lenguaje cuartelero que tiraba de espaldas pero de momento soy yo el que lo llena de monedas. Como ayer, cuando le enseñé esta portada de la que me sentía bastante satisfecho:
-Papá -me dijo-: ese caballo parece un perro.
-Els collons! -respondí.
Otros cincuenta céntimos al bote, creo que no ha sido una buena idea. Hablando de dinero... si alguien está interesado en un Fangstühl podría intentar convencer al anticuario de que rebaje un poco el precio. ¡Quién se anima?
martes, 30 de abril de 2013
miércoles, 24 de abril de 2013
LIBROS, LIBROS...
A mi amigo Lluís Anton Baulenas que ayer firmó muchos libros.
ADIÓS A MIS LIBROS.
PORTADA...
El Día del Libro terminé esta portada: Catch-22, una de las mejores obras sobre el absurdo de la guerra. Yossarian, piloto de combate destinado a Italia, alega locura para ser recluido. No tardará en darse cuenta de que los locos más peligrosos no son los que están encerrados.
...Y UNA PRESENTACIÓN
El próximo lunes día 29 a las 19h. se presenta en la Llibrería Alibri (Calle Balmes, 26. Barcelona) el libro Escribiendo esperanza en el que han participado Marcos Callau del magnífico blog El tiempo detenido y un servidor, entre otros autores. Yo leeré mi microrrelato El huevo y tú que publiqué en Borgo el 14 de septiembre del 2011. Me encantaría que la gente de la blogosfera se animara a asistir y así nos conocemos. De paso anuncio que si viene alguien de lejos que tengo un cuarto libre en casa. O sea: alojamiento y comida gratis, faltaría más.
RECETA DE LIBRO: FETTUCCINE (TALLARINES) AL COÑAC
Mira por donde me está quedando otra entrada de esas poti-poti.
En La dolce vita se habla de este plato. Los noctámbulos acudían al restaurante de Alfredo a las cuatro de la madrugada para reponerse con estos Fettuccine all´ Alfredo. Estuve hace años en esta casa y, como en el libro, el dueño remueve la pasta con un con un tenedor y una cuchara de oro antes de servirla. Francamente, me pareció una pijotada.
Mientras hierve el agua salada para los tallarines fundir mantequilla en una sartén y añadir crema de leche. Con el fuego mediano remover hasta que la crema se haya reducido un poco. Añadir el coñac, cocer durante un minuto para que el alcohol se evapore y sazonar con sal, pimienta recién molida y una cucharadita de nuez moscada.
Cuando los tallarines estén cocidos y escurridos incorporarlos a la sartén con un poco de queso rallado. Apagar el fuego y dejar la sartén tapada un minuto antes de servir para que la pasta se impregne bien del aroma.
ADIÓS A MIS LIBROS.
PORTADA...
El Día del Libro terminé esta portada: Catch-22, una de las mejores obras sobre el absurdo de la guerra. Yossarian, piloto de combate destinado a Italia, alega locura para ser recluido. No tardará en darse cuenta de que los locos más peligrosos no son los que están encerrados.
...Y UNA PRESENTACIÓN
El próximo lunes día 29 a las 19h. se presenta en la Llibrería Alibri (Calle Balmes, 26. Barcelona) el libro Escribiendo esperanza en el que han participado Marcos Callau del magnífico blog El tiempo detenido y un servidor, entre otros autores. Yo leeré mi microrrelato El huevo y tú que publiqué en Borgo el 14 de septiembre del 2011. Me encantaría que la gente de la blogosfera se animara a asistir y así nos conocemos. De paso anuncio que si viene alguien de lejos que tengo un cuarto libre en casa. O sea: alojamiento y comida gratis, faltaría más.
RECETA DE LIBRO: FETTUCCINE (TALLARINES) AL COÑAC
Mira por donde me está quedando otra entrada de esas poti-poti.
En La dolce vita se habla de este plato. Los noctámbulos acudían al restaurante de Alfredo a las cuatro de la madrugada para reponerse con estos Fettuccine all´ Alfredo. Estuve hace años en esta casa y, como en el libro, el dueño remueve la pasta con un con un tenedor y una cuchara de oro antes de servirla. Francamente, me pareció una pijotada.
Mientras hierve el agua salada para los tallarines fundir mantequilla en una sartén y añadir crema de leche. Con el fuego mediano remover hasta que la crema se haya reducido un poco. Añadir el coñac, cocer durante un minuto para que el alcohol se evapore y sazonar con sal, pimienta recién molida y una cucharadita de nuez moscada.
Cuando los tallarines estén cocidos y escurridos incorporarlos a la sartén con un poco de queso rallado. Apagar el fuego y dejar la sartén tapada un minuto antes de servir para que la pasta se impregne bien del aroma.
sábado, 20 de abril de 2013
LA SALA DE LOS SUICIDAS
Esta
sala, sin ventanas, estaba completamente revestida con azulejos para limpiar
fácilmente la sangre. Incluso aseguran que el personal del casino disponía de
una pistola para ofrecer a los arruinados.
El
Casino de la Arrabassada tuvo una muy corta existencia: en 1912 volvió a
prohibirse el juego lo que provocó la quiebra de la sociedad y la decadencia
del complejo que cerró un año más tarde.
Actualmente
los restos del casino se han convertido en unas inquietantes ruinas sepultadas
de maleza muy frecuentadas por equipos de parapsicólogos en busca de cacofonías,
entre ellos el equipo de Iker Jiménez que el pasado octubre dedicó un programa
a ese lugar.
Me ha
parecido un final muy adecuado para esta entrada recordar Glommy Sunday (Lunes
melancólico) conocida popularmente como la canción húngara de los suicidas;
quizás la primera leyenda urbana de la historia. En 1936 las autoridades
húngaras decidieron prohibirla al relacionarla con diecisiete muertes
voluntarias. Se basaron en que habían encontrado referencias a la canción en
las notas de los suicidas, algunos tenían además ese disco puesto en el
gramófono en el lugar de los hechos. Esto proporcionó una gran publicidad a
este tema que fue vendido a los Estados Unidos con el título The Hungarian
Suicide Song aumentando hasta un centenar el número de muertes relacionadas con
la canción que se menciona en la película española La caja Kovacs. Hay muchas versiones pero mi preferida es la
de Billie Holiday:
Por
cierto que el compositor de este tema, Reszo Seres, puso fin a sus días
saltando desde lo alto de un edificio en Bucarest. Sin duda el suceso aumentó
la leyenda negra de Glommy Sunday.
martes, 16 de abril de 2013
BORGO CUMPLE CUATRO AÑOS
Quién me lo iba a decir. Todo empezó hace cuatro años en una etapa difícil de mi vida en la que me entretenía dando la brasa a mis compañeros de piso con mis historias y frikadas varias. Un día me dije. ¿Y si les doy la matraca a otros? podría publicar mis dibujos y alguna que otra receta para condimentar el plato o lo que salga.
Muchas gracias, de corazón, por haber dado vida al blog con vuestros comentarios, opiniones, simplemente pasando por aquí... y muy especialmente por tantas experiencias que me habéis dejado compartir. Gracias a todos y todas.
Y para animar el evento nos visita el famoso grupo Los Hippy-Lollas después de una triunfal gira de tres meses por Andorra con su hit Love, love love. Pues eso: Love por un tubo.
viernes, 12 de abril de 2013
¿DÓNDE VAN LOS ARMADILLOS CUANDO MUEREN?
Dedicado a Clementine del blog La gran pantalla a la que le gustan mis entradas Poti-poti.
Poti-poti es una expresión catalana que significa batiburrillo. Así es como llamo a las entradas a las que pongo un poco de todo, como esta:
DOS PORTADAS DE TERROR
Me encanta hacer portadas de terror y me han coincidido dos esta semana. Palomos del infierno de Robert E. Howard,el creador de Conan el bárbaro, una historia de zombis en los pantanos de Louisiana y el clásico La pata de mono, un amuleto que concede tres deseos pero a un precio muy alto.
Y no podía faltar una receta. En mi entrada Sexo de ultratumba del 27 de marzo hablaba de este plato:
POLLO AL JEREZ CON ACEITUNAS
Sofreír en una cazuela los trozos de pollo con dos dientes de ajo, reservar en un plato y salpimentar. En el mismo aceite poner aceitunas tipo Gordal sin hueso cortadas a rodajas. Darles unas vueltas y añadir el pollo, una hoja de laurel (Importante: sin el toque del laurel ya no sabe igual) cubrir lo justo con el jerez y tapar la cazuela. Dejar cocer con el fuego al mínimo durante media hora.
Poti-poti es una expresión catalana que significa batiburrillo. Así es como llamo a las entradas a las que pongo un poco de todo, como esta:
DOS PORTADAS DE TERROR
Me encanta hacer portadas de terror y me han coincidido dos esta semana. Palomos del infierno de Robert E. Howard,el creador de Conan el bárbaro, una historia de zombis en los pantanos de Louisiana y el clásico La pata de mono, un amuleto que concede tres deseos pero a un precio muy alto.
Y no podía faltar una receta. En mi entrada Sexo de ultratumba del 27 de marzo hablaba de este plato:
POLLO AL JEREZ CON ACEITUNAS
Sofreír en una cazuela los trozos de pollo con dos dientes de ajo, reservar en un plato y salpimentar. En el mismo aceite poner aceitunas tipo Gordal sin hueso cortadas a rodajas. Darles unas vueltas y añadir el pollo, una hoja de laurel (Importante: sin el toque del laurel ya no sabe igual) cubrir lo justo con el jerez y tapar la cazuela. Dejar cocer con el fuego al mínimo durante media hora.
domingo, 7 de abril de 2013
OSCARS, INCIDENTES Y PIFIAS
Robert
Opel, desnudo, eclipsando el smoking de David Niven durante la retransmisión de
los Oscars de 1974.
45
SEGUNDOS Y A LA CALLE
En
1942 Greer Garson recogió su Oscar por La señora Miniver y se pasó la friolera
de siete minutos y medio agradeciendo su premio. Desde entonces la Academia
acordó conceder solo 45 segundos a los ganadores del trofeo, pasado ese tiempo
la orquesta empieza a tocar interrumpiendo el discurso.
BRANDO
RECHAZA EL OSCAR
Como
si formara parte de un guión, cuando Littlefeather abandonó el escenario John
Wayne ocupó su lugar. Alto, beligerante, se acercó al micro y cantó un viejo
tema: You should dedicate to do movies (Dedícate a hacer cine) Estaba claro que
el título de la canción era un mensaje para Brando.
Poco
después se descubrió que Little feather era en realidad una actriz llamada
Marie Cruz y que sólo era medio indígena por parte de padre.
EL
EXTRAÑO OSCAR PARA MARISA TOMEI
Ese
año estaba cantadísimo que ese premio se lo darían a Vanessa Redgrave por
Retorno a Howards Hend aunque también se apostaba fuerte por Judy Davis
(Maridos y mujeres) El actor encargado de anunciar el premio era Jack Palance
que desde el principio tuvo un comportamiento chocante, nada más subir al
escenario se puso a hacer flexiones para demostrar que a sus setenta años
estaba en plena forma. Entre la platea se extendió el rumor de que iba algo
achispado –el actor reconoció años atrás haber sido alcohólico- y entonces
Palance los dejó a todos boquiabiertos al pronunciar el nombre de Marisa Tomei
por El primo Vinny, una discreta comedia con Joe Pesci.
¿Jack
Palance estaba trompa? ¿Se equivocó al leer el nombre o Tomei era realmente la ganadora? Hay especulaciones para todos los gustos.
NADA
DE BUTACAS VACÍAS
Trabajé
unas semanas en una taberna de antojitos (tapas) en Ixtapa, México, un día
contaré algunos anécdotas ¿Pero eso qué tiene que ver con los Oscars? se preguntarán.
Al grano: allí preparaba cócteles un tal Fabricio Soto, un atractivo muchacho
que se fue a Hollywood a probar fortuna como actor pero sólo consiguió trabajar
de modelo ocasional. Un día su agencia se lo llevó a la entrega de los Oscars
de 1995 con un curioso encargo:
“Resulta
que la academia no quiere que se vean en televisión asientos vacios cuando
alguno de los invitados abandona momentáneamente su localidad” –me explicó
Fabricio-. “Por eso en el salón hay varios hombres y mujeres vestidos de etiqueta
contratados para ocupar esa butaca hasta que regrese el invitado. Teníamos la
norma de no hablar con la persona sentada a nuestro lado a menos que se dirija
a nosotros.”
“Me
senté en una butaca que había quedado vacía, a mi lado estaba Cher. No fue nada
agradable, poco antes había comido muy deprisa y el fortísimo perfume de
Cher me daba nauseas. Por suerte su acompañante regresó pronto, un minuto más
tarde y vomito encima del vestido de Cher.”
…Y
UN DIVERTIDO OSCAR
La
academia demuestra a veces su sentido del humor. En 1939 Walt Disney (aquí le
vemos con Shirley Temple) recibió este curioso premio por Blancanieves y los 7
enanitos: un Oscar de tamaño natural acompañado de siete pequeñas estatuillas.
miércoles, 3 de abril de 2013
SEMANA SANTA EN PARÍS
Dedicado a mis amigos Claudia y Ale, con ellos el Burdeos, el Camembert y París saben mejor.
Llegué a París justo a tiempo para una ola de frío siberiano. Nada que no se arregle con calvados y una buena sopa de cebolla. Hacía mucho tiempo que no venía. Para que se hagan una idea, la última vez cambié pesetas por francos.
MIS PORTADAS PARISINAS
El guión novelado de una magnífica película: La travesía de París. Dos estraperlistas -Bourvil y Jean Gabin- llevan unas maletas cargadas de carne de cerdo por el París ocupado:
DÍAS TRANQUILOS EN CLICHY: las andanzas del pichabrava de Miller. Desde Clichy no se ve la Torre Eiffel, fue una imposición de la editorial.
EL HOMBRE INVISIBLE EN PARÍS: aquí no se ve ni París ni la Torre Eiffel. De hecho, lo lógico es que tampoco se viera al hombre invisible.
Y termino con un apropiado microrelato que me encanta: Como en las películas francesas del mexicano Armando Dévora:
Después de hacerle el amor encendió un cigarrillo y lo fumó pensativo: como en las películas francesas...
Luego se levantó de la cama y empezó a vestirse lentamente: como en las películas francesas...
La miró, apagó el cigarrillo presionando fuertemente sobre el cenicero y se fue sin despedirse: como en las películas francesas...
Al llegar a su casa encontró a su mujer acostada con otro: como en las películas francesas.
Llegué a París justo a tiempo para una ola de frío siberiano. Nada que no se arregle con calvados y una buena sopa de cebolla. Hacía mucho tiempo que no venía. Para que se hagan una idea, la última vez cambié pesetas por francos.
MIS PORTADAS PARISINAS
El guión novelado de una magnífica película: La travesía de París. Dos estraperlistas -Bourvil y Jean Gabin- llevan unas maletas cargadas de carne de cerdo por el París ocupado:
DÍAS TRANQUILOS EN CLICHY: las andanzas del pichabrava de Miller. Desde Clichy no se ve la Torre Eiffel, fue una imposición de la editorial.
Y termino con un apropiado microrelato que me encanta: Como en las películas francesas del mexicano Armando Dévora:
Después de hacerle el amor encendió un cigarrillo y lo fumó pensativo: como en las películas francesas...
Luego se levantó de la cama y empezó a vestirse lentamente: como en las películas francesas...
La miró, apagó el cigarrillo presionando fuertemente sobre el cenicero y se fue sin despedirse: como en las películas francesas...
Al llegar a su casa encontró a su mujer acostada con otro: como en las películas francesas.
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