¿A quién no le gustaría ser atendido por un barman como
este?
Cantante de ópera, ex agente del servicio secreto… el
recientemente fallecido Christopher Lee era muy polifacético, también era un
excelente espadachín y lo demostró en varios filmes:
EL HIDALGO DE LOS MARES (1951)
¡Señor Peck, así no se maneja un florete!
Lee realizó una audición para el célebre director Raoul
Walsh quien sólo le hizo dos preguntas que el actor respondió afirmativamente:
“¿Habla español?” y “¿Sabe manejar una espada?”.
El protagonista, Gregory Peck, no había empuñado un sable en
su vida. El cameo de Lee que aparece gritando en español “¡Los ingleses nos
atacan!” no puede apreciarse correctamente pues la imagen fue oscurecida con noche artificial precisamente para
disimular la escasa pericia de Peck con la espada.
Algo más importante fue la interpretación de Lee en EL TEMIBLE BURLÓN (1952) –foto de la izquierda- dirigido por Robert Siodmack, aquí de figurante sin acreditar,
luciendo vistosas casacas y manejando el florete contra el Capitán Vallo (Burt
Lancaster). Lee no guardó un buen recuerdo del rodaje: “Lancaster era muy
engreído y no aceptó bien mis consejos sobre lucha con espada; se creó un
ambiente muy tenso…”
EL VENGADOR NEGRO (1954)
Aquí se produjo el famoso incidente durante un duelo fictício entre
Errol Flynn y Christopher Lee en el que el australiano por poco cercena un dedo de la
mano derecha del inglés. Flynn no sólo no pidió disculpas a Lee,
además se mofó de la abundante sangre que corría por su muñeca. Lee se encendió y
de una certera estocada cortó media peluca que llevaba el personaje de Flynn.
Éste, ofendido, se encerró en su camerino. Lee salvó el dedo por muy poco.
LA PRINCESA DE ÉBOLY (1955)
Lee viaja a España para rodar esta gafe producción con
Terence Young en la que encarna al Capitán de la Guardia de Felipe II. En una
escena Gilbert Roland y Lee dirimen sus diferencias a caballo, Roland embiste la armadura de Lee con demasiada fuerza y el inglés sufre una dolorosa caída. Mientras el
equipo se encuentra en Segovia, el magullado Lee no puede conciliar el sueño y
su compañera Olivia de Havilland –famosa por sus bromas pesadas- le ofrece una
pastilla para dormir que resulta ser un supositorio con muy mal sabor. Encima,
la escena del combate con Roland es suprimida del metraje.
Más adelante, Lee decide pasarse a las nuevas tecnologías y
esgrime una espada láser.
Le invitaron a pensar pero él respondió:
- No quiero causar molestias, ya pensaré en casa.
Me he ido unos días a Mallorca pero no perdemos el contacto. ¡Borgo no cierra en agosto!
Por cierto que durante el vuelo Barcelona-Palma entramos en un bucle espacio-tiempo. Todos los pasajeros llevaban sus octogonales cajas de ensaimadas en lugar de portarlas en el vuelo Palma-Barcelona que sería lo habitual. Por cierto, estaban igual de buenas.