martes, 28 de marzo de 2017

NOCHE DE BODAS EN LA MANSIÓN FRANKENSTEIN

 Por fin llegó el día en que iba a conocer a Elsa, la compañera que el Dr. Frankenstein había creado para mí. El doctor me esperaba en el salón, me obsequió con un puro y apareció Elsa del brazo del profesor Pretorius. Estaba preciosa con aquel vestido- mortaja blanco diseñado por el propio Pretorius. El profesor tenía los ojos húmedos. “Siempre lloro en las bodas” –se disculpó.
Nos hicieron esta foto. Elsa pone una cara como de susto. Quizás eran los zapatos pues no paraba de quejarse de que le hacían daño. Poco después ocurrió un feo incidente, como un mal augurio de lo que más tarde me esperaba. Iban a dar las doce cuando entró Igor con una enorme tarta. Al sonar la primera campanada el zopenco del jorobado se asustó y dejó caer el pastel que se espachurró sobre el suelo. El doctor la emprendió a latigazos con Igor gritándole: “Torpón”, “Manos de trapo” hasta que le rogué que se detuviera para no ensombrecer un día tan señalado.
 Brindamos y nos condujeron a un cuartito donde Elsa y yo estaríamos solos. Habían tenido el detalle de retirar las telarañas y colocar una cubitera con una botella de champagne. Prometía ser una velada inolvidable pero mi decepción fue mayúscula al descubrir que Elsa… no era virgen.
A la mañana siguiente el Dr. Frankenstein se sorprendió al verme sentado solo en la mesa de la cocina frente un café y a una hora tan temprana. Le referí lo ocurrido la pasada noche omitiendo detalles escabrosos. El doctor me escuchaba con una sonrisa comprensiva, casi paternal, mientras removía su café. 
Aproveché su aparente buen humor para preguntarle si en un plazo de tiempo razonable podría fabricarme otra compañera. El Dr. Frankenstein soltó un bufido:

-¿Pero tú te crees que los cadáveres recientes se encuentran en la tienda de la esquina?
Es sabido que el origen de Frankenstein se gestó en la famosa reunión de 1816 en la Villa Diodati. Los presentes -Lord Byron, Polidori, Percy y Mary Shelley- mataron el aburrimiento de un año sin verano escribiendo relatos de terror. ¿Pero qué hubiera pasado si...?
Un dato curioso: James Whale, director de Frankenstein (1931) con Boris Karloff, ex combatiente de la Primera Guerra Mundial y un magnífico pintor, se inspiró en el casco alemán para el diseño de la criatura. Concretamente en los remaches metálicos a los lados que Whale convirtió en electrodos para recibir las descargas eléctricas que darían vida al monstruo.

jueves, 16 de marzo de 2017

UN POST PARA LOS QUE TIENEN PRISA

Sí, porque aquí todo es muy rápido y breve:
ALÉJATE DE LA DUCHA (Microrrelato inquietante)
Los alaridos flotaban en el interior del pequeño dúplex donde vivía y cesaban tan pronto como tocaba el pomo de la puerta del cuarto de baño. Cuando la abría veía que la cortina de la ducha estaba corrida. Desde que había visto “El resplandor” lo que más miedo le daba era correr la cortina de la ducha, temía que surgiera una horrible criatura, escamosa y putrefacta.
Pero la bañera siempre estaba vacía; sólo había una gran mancha de sangre que se deslizaba hacia el desagüe como si fuera una masa viva.
“No pasa nada –se dijo-, todo va bien.”
CUANDO ESTOY SOLO EN CASA
Otro micro, en formato cómic y también algo inquietante.
SOY INVISIBLE
El científico loco se ha inoculado la fórmula para volverse invisible y se sitúa ante el espejo para contemplar la metamorfosis. Su cuerpo se difumina y por un momento  sus ojos negros parecen dos pupilas en el espacio antes de desaparecer. Exclama con una risa satisfecha:
-¡Ahora conquistaré el mundo!
Sale dispuesto a conquistar el mundo, pero entre el laboratorio y el vestíbulo hay una escalera. Da un mal paso y cae hacia delante dándose un terrible golpe en la cabeza. Grita:
-¡Maldito escalón!
Es realmente difícil bajar una escalera si uno no puede verse los pies.
Y PARA LOS QUE TIENE ALGO DE TIEMPO...
Una receta, el Vitel-toné, que me trae recuerdos de las Navidades que pasé en Buenos Aires.
 Es un plato buenísimo y muy fácil que se prepara con redondo de ternera (Peceto, lo llaman allá) que pondremos en una cazuela con cebolla, apio y zanahorias y lo dejamos cocer 1 hora en agua y un poco de vino blanco. 
Dejar enfriar la carne. No usaremos sal, las anchoas ya le dan un toque fuerte.
Cocer 4 huevos. En un cuenco para batidora poner 1 lata de atún escurrido, 4 filetes de anchoa, 1 bote pequeño de mayonesa, 2 cucharadas soperas de mostaza, 1 puñado de alcaparras y las yemas de los huevos duros (las claras las picamos y reservamos). Añadir un poco del caldo en que se ha cocido la carne y batir.
Filetear la carne y colocar por encima esta salsa. Adornar con aceitunas cortadas en rodajas, alcaparras y la clara de huevo.
Es un plato que se come frío, y es mejor prepararlo el día antes para que la carne se impregne del sabor de la salsa. 




lunes, 6 de marzo de 2017

BOLAS CHINAS (RELATO)

La rutina se ha instalado en la casa de Andrea y Andrés. Cuando el marido llega a casa alrededor de las nueve cenan, se acomodan en el sillón frente al televisor y Andrés –que siempre maneja el mando a distancia como un cetro patriarcal- se queda dormido al empezar las noticias. Todas las noches lo mismo. Viven en una tranquilidad leve, amistosa, pero sin chispa.
 Andrea, más abierta de mente que el soso de Andrés, decide una tarde curiosear en uno de esos modernos Sex Shops que han aparcado su antigua sordidez. Es un local luminoso donde no es raro ver parejas y mujeres solas. Andrés no aprueba los juguetes sexuales.
Andrea compra unas bolas chinas con mando a distancia, cargador y diez programas de vibración. Al salir a la calle siente de inmediato una creciente excitación.
De vuelta en casa coloca el mando en el cargador y revisa las instrucciones: –“Recarga en 2 horas. Tiempo de uso 30 minutos. 10 programas de vibración…” –y sonríe al pensar en una travesura: después de la cena se introducirá las bolas, se sentará en el sofá con su marido y las activará cuando se quede dormido. Así la situación tendrá más morbo.
En el exterior, la luz se desvanece. Andrea prepara una cena rápida, sopa de sobre y ensaladilla rusa. Andrés llega y empiezan a cenar. Mientras él recoge los platos, Andrea se encierra en el lavabo, se baja los tejanos, luego las bragas y se introduce las bolas. Cuando regresa al comedor Andrés ya se ha sentado en su lado del sillón y Andrea la izquierda,  junto al cojín donde ha escondido el vibrador.
 Andrés apunta con el mando hacia la tele y pulsa el botón, no responde, pero Andrea nota una repentina vibración en la vagina. Está claro que ha confundido los mandos. Su marido está concentrado en la pantalla inanimada “Creo que se han gastado las pilas”, y no advierte que Andrea ha pulsado el otro mando. El televisor se enciende en mitad de una serie de forenses californianos. Andrea se apoltrona en su rincón del sofá sintiéndose cada vez más húmeda. La electricidad fluye de abajo a arriba cerrando el circuito y pasando a una trepidante carrera hacia el orgasmo.
Empiezan las noticias. Andrea ahoga un gemido. Las bolas son sensibles a la música y vibran con más fuerza al sonar la estridente sintonía del telediario. La televisión le parece un pequeño punto luminoso mientras observa con el rabillo del ojo a Andrés que cabecea soñoliento. Andrea siente un preámbulo de orgasmo cuando aparece en la pantalla Rajoy con su consejo de ministros.
Por fin, Andrés reclina la cabeza y cierra los ojos. Aún sostiene el mando y al distender el cuerpo oprime el pulgar sobre un botón accionando las bolas a la máxima potencia.  Andrea gime y jadea hasta que sus poros explotan, se estremece, y libera el orgasmo con un furioso grito de éxtasis.

Andrés se despierta bruscamente y mira perplejo a su esposa. El sonoro estallido orgásmico de Andrea ha coincidido con la noticia de un pavoroso incendio en el zoo de Budapest. Tres hipopótamos murieron cocidos en el agua de sus tanques.
Me parece que estos dos disneyanos ratoncitos están jugando con las bolas chinas. ¿O es un producto de mi enfermiza mente?
SINDROME CLEVELAND
En mi entrada Extraños sindromes televisivos:
miquel-zueras.blogspot.com/2014/01/extranos-sindromes-y-desapariciones.html
 Hablé de extrañas idas y venidas de algunos personajes en las series. Ahora hay que añadir el Síndrome de Cleveland, o cuando un personaje vuelve con el rabo entre piernas a la serie original al no haber tenido éxito con su Spin-Off.
Sucedió en el último episodio de la 12º temporada de Padre de família emitido en España la semana pasada. Tras la cancelación The Cleveland Show, Cleveland y su família regresan a la ciudad de Quahog donde han de soportar las crueles bromas de Peter Griffin y sus amigos: "¿A quién se le ocurrió la idea de que un oso que habla con acento ruso es divertido?" O: "El logo de la serie parecía un pene morado."

Bueno, y ya que se ha hablado de ensaladilla rusa así es como la preparo:
 ENSALADILLA RUSA
Pelar y cortar a dados 2 patatas grandes, poner los trozos en un cazo de agua salada y fría (para que las patatas queden bien cocidas y los huevos no se rompan) y poner el agua a hervir.
Añadir guisantes (recomiendo los que van en tarro de vidrio) 2 zanahorias cortadas a taquitos y 1 pimiento verde sin semillas y cortado pequeño. 
Dejar cocer 20 minutos. Poner los huevos bajo el chorro de agua fría para pelarlos.
En un bol, juntar las patatas y las verduras, desmenuzar los huevos duros, escurrir el aceite de una lata de atún y mezclar todo bien con la mayonesa.
Queda muy bien servirla decorada con aceitunas rellenas de pimiento y bastoncitos de pan.