jueves, 30 de enero de 2014

CONVERSACIÓN EN EL BAR: RELIGIÓN Y COMIDA

 Mi bar preferido está cerca de la sinagoga de Barcelona, en la calle Porvenir. Yo estaba  saboreando los estupendos caracoles que prepara Xavi, el dueño, cuando entraron un grupo de estudiantes judíos ortodoxos, reconocibles por el gorrito kipah y los tirabuzones. Eran de Tel-Aviv, hablaban inglés y contemplaban mis caracoles con curiosidad. Poco después estaban sentados en mi mesa, algunos probaron los gasterópodos y nos hicimos fotos con un móvil. Prometieron que me las enviarían por correo pero aún no las he recibido y sospecho el porqué: era la prueba de que habían cometido una falta.
-¡Eh, esos judíos ortodoxos han comido caracoles! –le digo a Xavi cuando los estudiantes ya se han marchado.
-¿Y qué? –responde Xavi-. El sofrito no llevaba carne de cerdo.
-Ya, pero la ley judía prohíbe comer animales con caparazón y que se arrastran por el suelo y los caracoles cumplen con las dos cosas. Son Taref (no apropiados)
 Me explico: hace años pasé por una breve crisis espiritual y consideré hacerme judío, por eso leí sobre la Toráh y la Cábala pero al final se impuso mi raciocinio. Bueno... y lo de recortarme un pellejito de una zona muy delicada no me hacía mucha gracia.
-Pues para ser ortodoxos no estaban muy informados –opina Xavi-. Nunca entenderé esas religiones que te prohíben comer según qué. Sus razones no se aguantan por ningún lado.
Rafa, sentado en la barra comiendo un bocadillo de morcilla (algo que no es para judíos, ni musulmanes, ni Testigos de Jehová, pues estos no pueden comer nada que lleve sangre) interviene en la conversación: -Creo que los judíos tienen prohibido mezclar la leche con la carne.
-Así es. Si la leche toca el plato de la carne hay que lavarlo y no con agua; con arena.
-¡Claro, pero entonces vivían en el desierto! –exclama Xavi-. Actualmente no tiene sentido. ¿Si he de lavar un plato con arena tengo que irme a la Playa de la Barceloneta?
 -Las religiones han sobrevivido hasta ahora porque no han cambiado en dos mil años –dice Rafa-. Eso lo dijo Goering, el ministro de propaganda nazi.
-¡Ese era Goebbels, hombre! –responde Xavi-. Goering era el jefazo de la aviación, la Lufftwaffe –extiende los brazos e imita el ruido de un Stuka en picado-: ¡Ñiaooo! ¡Ta-taca- ta!
 -¿Qué piasa, Baron Ruojo?
Acaba de entrar Hycham, un profesor de idiomas (habla ocho lenguas) exiliado de Siria por la guerra. Su fluido castellano tiene un gracioso acento que recuerda a Apu, de Los Simpson.  Hycham se acomoda en la barra, pide un bocadillo de chorizo ibérico y una copa de Rioja.
-¿Y tú que haces comiendo chorizo y bebiendo vino  si tu religión te lo prohíbe? –le dice Xavi recordando la conversación anterior-. Luego no te quejes si no te dejan entrar en el Jardín de Alá.
-Me la siuda el Jardín de Alá –declara Hycham y empieza a devorar el bocadillo.
HUEVOS ROTOS CON RAVIOLIS DE SETAS
Bueno, pues hace poco he probado una receta deliciosa y facilísima que no se da de patadas con ninguna religión:
Cocer en agua salada los raviolis. Escurrir y ponerlos en un plato. Freír huevos en aceite muy caliente y servir los raviolis con un huevo frito por encima para comer todo junto. Aconsejo aliñar con un poco de aceite de oliva virgen. Esta receta combina muy bien con los raviolis de setas.
Vaya, hombre, ahora recuerdo que los Adventistas del Séptimo Día consideran las setas como un fruto del diablo. Bueno, ténganlo en cuenta si invitan a cenar a un devoto adventista.
SALGO EN UNA PORTADA


El que da nombre a esta recopilación en inglés de relatos de Marsé, el teniente Bravo, es un oficial de Regulares-3 de Ceuta; la unidad en la que el escritor y yo hicimos la mili. Ya tenía claro que con una de mis fotos de uniforme tenía media portada hecha, pero añadiendo las estrellas de teniente. En dos minutos ascendí once grados; una meteórica carrera militar.

miércoles, 22 de enero de 2014

EXTRAÑOS SÍNDROMES Y DESAPARICIONES TELEVISIVAS

SINDROME DE DARRIN
En ocasiones un personaje de una serie es sustituido por otro actor que realiza su mismo papel pero, aparentemente, los demás actores no se dan cuenta del cambio. El nombre viene de Darrin Stephens, el personaje que Dick York interpretaba en la serie Embrujada.  Los problemas de salud que York arrastraba desde un accidente sufrido en el rodaje de Llegaron a Cordura (1960) con Gary Cooper motivaron su sustitución por Dick Sargent.

Probablemente el Sindrome de Darrin más chusco se produjo en Mendigo y ladrón, la continuación de Hombre rico, hombre pobre. Los protagonistas de ésta –Peter Strauss, Nick Nolte y William Smith (Falconetti)- se negaron a participar en la nueva serie por lo que los guionistas rescataron personajes secundarios del primer relato. Entre ellos Bunny Dwyer, antiguo socio de Tom Jordache (Nick Nolte) interpretado por un actor de raza negra que ahora pasaba misteriosamente a ser blanco con las facciones de Bob Hopkins, actor habitual en los films de Peckinpah.
SINDROME DE CHUCK CUNNINGHAM

O el personaje que desaparece así por las buenas. Puede que el público haya perdido interés en él o el actor se retira de la serie entre otros motivos.  Chuck Cunningham era el nombre del personaje interpretado por Randolph Roberts en Días felices (1974-1984).
 Matrimonio sin hijos fue la serie que más tiempo se mantuvo en la cadena Fox sólo superada por Los Simpson. Bud Bundy (David Faustino) el hijo menor saltó de la serie en su sexta temporada aunque tuvieron el humorístico detalle de mostrar su rostro en un cartón de leche donde se leía Missing (desaparecido).
 A todo el mundo le sonará esta frase: “Todo hubiera salido bien de no ser por esos chicos entrometidos”. Scooby Doo ¿Dónde estás? Es actualmente la serie de dibujos más veterana con casi 50 años emitiéndose. En 1976 introdujeron a Scrappy Doo, sobrino de Scooby, que sólo se mantuvo una temporada. Las numerosas cartas de fans de la serie a los que se le indigestaba ese Scooby en miniatura motivaron su desaparición. En su primera película con personajes reales (Scooby Doo: La Película, 2002) hay una irónica escena: un camión cargado con peluches de Scrappy choca y vuela por los aires.
 El caso más curioso –y trágico- de Síndrome de Chuck Cunningham es el de Phil Hartman, actor muy popular en la televisión estadounidense y doblador de los personajes Troy McClure y el inepto abogado Lionel Hutz en la serie Los Simpson.
En 1989 su esposa Brynn que padecía esquizofrenia mató a Hartman de un disparo en la cabeza. La productora decidió como póstumo homenaje que los personajes a los que daba voz - McClure y Hutz- no volvieran a aparecer en la serie.
…Y LAS SPIN-OFF

Cuando un personaje secundario de una serie aparece en otra como protagonista.  Durante mucho tiempo las spin-off no solían superar el éxito de la serie inicial hasta que llegó la británica Los Roper (1976) más exitosa que su predecesora Un hombre en casa.
El ejemplo más conocido de spin-off triunfadora es el de Frazier (1993-2004) basada en el personaje Frazier Crane de la serie Cheers.  La sit-com protagonizada por Kelsey Grammer  bien arropado por el magnífico David H Pierce, su hermano en la ficción, ha batido records con sus 37  Grammy, entre otros muchos premios.
 En España las spin-off no llegaron hasta recientemente. Una de las más populares ha sido Aída en Tele-5. Carmen Machi recuperaba el personaje de la serie Siete vidas.  Empezó a emitirse en el 20005 y duró nueve temporadas aunque el personaje de Aída García acabó siendo eclipsado por Mariano Peña (Colmenero, el dueño del Bar Reynolds) y sobre todo Paco León (Luisma) cuando la serie ya mostraba claramente su agotamiento.
Un caso insólito es el de La que se avecina (2007) pues se trata de una spin-off en masa procedente de la serie Aquí no hay quien viva. Prácticamente todo el elenco que formaba la comunidad de vecinos de la calle Desengaño 21 se trasladó a esta producción de humor coral donde se repiten tramas y situaciones muy parecidas aunque han incorporado nuevos personajes como el de Antonia San Juan (Stella Reynolds) y Jordi Sánchez (Antonio Recio) Aún sigue en antena.

MIS DOS PRIMERAS PORTADAS DEL AÑO
Para The Dinner su autor, Herman Koch, había pedido en el contrato editorial que todas las portadas debían mostrar una langosta. Lo curioso es que no aparece ningún crustáceo en la novela ¿Algún tipo de fetiche? Lust for a Vampire es una curiosa mezcla de Crepúsculo y 50 sombras de Grey ambientada en los años 30.

jueves, 16 de enero de 2014

PIZZA POTI POTI

LA RECETA MÁS SENCILLA DEL MUNDO: PIZZA ENCARGADA
Ingredientes: hambre, 1 lista de pizzas, 1 teléfono, 1casa donde recibir el encargo, 1interfono, dinero justo.
Preparación: elegir la pizza del menú previamente recibido por correo. Elegir una pizza, marcar el teléfono de la pizzería y con una dicción perfecta comunicar el nombre de la pizza elegida y la dirección donde deben enviarla.  En cuanto suene el interfono, comprobar que se trata del motorista portador de la pizza y pagarle. Se recomienda dar algo de propina.
 Una señorita hambrienta que ha encargado una pizza con ingrediente sorpresa.
 Los repartidores de pizza o Pizzaman en los USA son personajes habituales en las películas porno, la versión cosmopolita de nuestros castizos butaneros. Questions, una revista especializada en datos curiosos, ha desvelado que la marca de pizza que mayor número de veces ha aparecido en este tipo de películas es Domino´s Pizza.  ¿Propaganda subliminal? Y otra pregunta: ¿En serio hay gente que dedican su tiempo a averiguar chorradas como la marca de las pizzas que salen en las películas clasificadas X?
 Desde luego, los hay raritos.


DALÍ Y SU PIZZA CINCO ESTACIONES

Raúl Oliana  era el cocinero y propietario de Via Napoleone, la primera pizzería de Barcelona.Permaneció en la calle Pelayo hasta finales de los ochenta.  Salvador Dalí acudía de vez en cuando y pronto se hizo amigo de Oliana que además de excelente cocinero –yo le conocí, hablaré sobre él  en un próximo post- era muy culto y aficionado a la pintura. Una calurosa noche de finales de verano  en la que Dalí y Oliana estaban sentados en una discreta mesa del restaurante el pintor le preguntó si sabría hacer una pizza surrealista.
 “Bueno –respondió el cocinero-, puedo hacer una pizza cinco estaciones”. Dalí se rió: “Imposible, sólo hay cuatro estaciones. Si lo consigues, Dalí (siempre hablaba de él en tercera persona) te regalará una litografía.”
El día acordado Oliana esperaba a Dalí con varios volúmenes de su biblioteca que demostraban que hasta finales del siglo XVIII los años en España tenían cinco y no cuatro estaciones: primavera, verano, estío, otoño e invierno y así lo describe Cervantes en un pasaje de El Quijote: “La primavera sigue al verano, el verano al estío, el estío al otoño, y el otoño al invierno, y el invierno a la primavera, y así torna a andarse el tiempo con esta rueda continua.“

El estío era el periodo más caluroso del año, similar al ferragosto de los italianos, pero acabó imponiéndose la denominación verano. La pizza cuatro estaciones suele llevar champiñones, alcachofas, jamón y anchoas. El quinto ingrediente que añadió Oliana fueron filetes de salmonete de Cadaqués, muy buenos en la época del estío.  Dalí saboreó la pizza con cava rosado, su bebida preferida y regaló a Oliana una valiosa litografía.

miércoles, 8 de enero de 2014

DE EXTRA CON BIGAS LUNA


 Una de esas insomnes y empachadas madrugadas navideñas el canal autonómico TV-3 emitió Las edades de Lulú (Bigas Luna, 1990) Tengo alguna cosilla que contar sobre esta película.
En la escuela de arte Massana de Barcelona me había hecho amigo de Marta Bori que posteriormente trabajó como ayudante de dirección de Bigas Luna en esta película y la anterior Lola (1987) Gracias a las influencias de Marta fui convocado para hacer bulto (como llaman a los extras no remunerados) en la escena del bar nocturno que se rodó en el desaparecido Yabba Dabba Doo, propiedad del ex cantante Pedro Marín. Un año después, gracias al Pause de mi vídeo, pude verme un momento de espaldas y de lejos ¡De aquí a Hollywood!
Cuando concluyó el rodaje el equipo decidió dar una fiesta en la sala KGB, por entonces el local más de moda de la ciudad -¿aún existe?-  Marta, gracias de nuevo, me consiguió una invitación.
 El bar estaba a tope. Acudieron el equipo técnico y artístico casi al completo, cantantes  (Luz Casal, Coque Malla, Gurruchaga…) y actores como Feodor Atkine que ya  había trabajado con Bigas Luna en Lola. Cuando conseguí llegar a la barra abriéndome paso entre la masa de bailarines Marta me hizo esta foto. Sigo teniendo la misma cara de pardillo y pidiendo la misma consumición: cerveza y un chupito de bourbon Jim Bean.
Nos llevamos nuestras bebidas a una mesa lateral que compartíamos con una chica maquilladora (olvidé su nombre) y su pareja. Miraban hacia la sala y reían. Marta y yo miramos en aquella dirección: un fornido actor que tenía una breve intervención en la película intentaba ligar con todas las chicas guapas que se le ponían por delante sin ningún éxito. Iba muy cargado de copas. Era cómico de ver pues el pobre, con su aspecto rudo, parecía muy patoso.
  Le dije a Marta:
-Eh, la cara de ese me suena de haberle visto por la tele.
-Puede que le hayas visto en La bola de cristal –respondió Marta-, hacía de Superman en unos sketchs.
Era Javier Bardem.
Y es que como decía Roy –Nexus 6- Batty (Rutger Hauer) el replicante de Blade Runner: “Yo he visto cosas que los humanos  no podríais creer…” Bueno, al menos dos:
-Brigitte Nielsen paseando en top less por una playa de Sitges cuando vino a Barcelona a promocionar Cobra, la película que protagonizó con Stallone. Se oían los chasquidos de las vértebras de los bañistas al volverse para mirarla. Nadie pareció reconocerla, quizás no le vieron la cara.
-Javier Bardem echando el anzuelo a las chicas de un bar de copas sin comerse un colín.
Las vueltas que da la vida…
Ya he felicitado antes el Año Nuevo pero no podía dejar sin publicar este estupendo fotomontaje de Clementine, del blog La gran pantalla donde estoy con mis compañeros de uvas esperando las campanadas. ¡Gracias, Clementine y Feliz 2014 a todas y todos!