viernes, 13 de septiembre de 2013

S.O.S. ESTOY BLOQUEADO (2)

En mi entrada del 10 de julio publiqué un relato Toc, toc, toc, toc... en el que pedía ayuda para encontrar un final. Me decidí por el que me propuso Ricard del blog Classics del cinema. Aquí está la historia completa:
TOC, TOC, TOC, TOC...


Juno ha invitado a Eva a cenar a su nuevo piso. Su reciente mudanza es un buen pretexto para una cena íntima y lo que salga. La velada promete: Eva se ha presentado con un vestido que empieza tarde y acaba pronto.
Eva, ayudándose con la cuchara, arremolina espaguetis a la putanesca con su tenedor. El cubierto se queda a medio camino de su boca cuando advierte que Juno dirige una fugaz mirada a su reloj y luego al techo. Hay una vela encendida , la luz ambarina se refleja en el mantel y en el rostro expectante de Juno.
-Escucha -...dice y señala arriba con el índice.
Suenan unos golpes. Vienen del piso de arriba. Parece que alguien golpea rítmicamente el suelo con un palo o un bastón.
-Cada día a esta misma hora le oigo golpear durante un minuto más o menos -precisa Juno.
Eva se concentra en el sonido. Sus labios parejos y carnosos se entreabren.
-Llevan una cadencia -dice-. Son golpes regulares: cuatro golpes, pausa y sigue de nuevo ¿Dices que siempre es a la misma hora?
-A las diez en punto de la noche. Podría ajustar el reloj cuando empieza.
Los golpes cesan bruscamente. Eva pregunta:
-¿Y siempre suenan igual?
-Es probable. Cada noche termina con cuatro golpes largos muy irritantes.
-¡Cuatro golpes largos! -los ojos de Eva se iluminan - Sí, algunos golpes eran rápidos y otros más intensos, como un código.
-¡Claro! Secuencias de golpes largos y cortos -asiente Juno- Puntos y rayas... ¡Morse! ¿Intenta enviar un mensaje? No sé como será ese vecino. Llevo apenas un mes en este piso y no conozco a casi nadie.
Eva sonríe con un entusiasmo contagioso.
-¡Qué interesante! Se me ocurre algo. Mañana podríamos volver a vernos aquí y anotaremos los golpes. Si es Morse podremos enterarnos de lo que dice tu misterioso vecino.
La decepción produce un sabor demolido en la boca de Juno. Le alegra que Eva vuelva mañana a su casa pero si ha dicho volver a vernos es que no piensa quedarse esta noche.
-Compraré algo de cena -dice ella-, no quiero hacerte trabajar más. Oye, esos espaguetis están buenísimos.
Dirige de nuevo su atención al plato. Juno suspira y responde con un murmullo de aprobación.
FINAL DE RICARD
Al día siguiente Juno regresa del trabajo más fatigado que de costumbre. Cuando entra en el vestíbulo del edificio, hay una mujer que nunca había visto antes esperando el ascensor.
Aunque ella está de espaldas a Juno, él se siente inmediatamente fascinado. Tiene un cabello negro largo y sedoso y parece muy esbelta pese a que una gabardina de cuero y unos pantalones negros ocultan su figura.
Al llegar a su lado, puede apreciar la piel blanquísima de su rostro, sobre la cual brillan como destellos sus labios rojos y unos enormes ojos verdes.
Suben al ascensor sin mediar palabra. Ella pulsa el botón del último piso. Juno recuerda entonces los golpes misteriosos y la terrible pesadilla.
- ¿A qué piso va? - pregunta ella.
Atenazado por una mezcla de miedo y fascinación, él se ve incapaz de responder. Ella no insiste; se apoya en la pared del ascensor cruzando los brazos y contempla a Juno con descaro mientras esboza una enigmática sonrisa.
Llegan al último piso y salen juntos del ascensor. Él, incapaz de otra cosa, la sigue como un autómata. Entran en el apartamento de la chica. Ella señala un sofá forrado de terciopelo rojo en el centro de una sala tenuemente iluminada.
- Ponte cómodo - dice -. ¿Quieres una copa?
  Después, Juno no recordará haber respondido a la pregunta. Pero, en cualquier caso, ya está sentado en el sofá con un whisky en la mano. Aguarda a que ella, que ha salido de la habitación, regrese, mientras contempla en  la pantalla apagada de un televisor el reflejo de la figura de cera en que parece haberse convertido.
Entonces, ella vuelve y se queda ante él, de pie.
Está completamente desnuda. Su cuerpo es perfecto.
Salvo un detalle.
La chica no tiene pierna izquierda. La sustituye una pieza ortopédica sujeta con unas tiras.
- Espero que no te moleste. Pero a algunos de mis clientes les gusta.
Juno lo comprende perfectamente. Él también está fascinado. Y, ni siquiera cuando hacen el amor, en el mismo sofá, puede apartar la mirada de la pierna de plástico.
No puede discernir si ella finge o realmente se está corriendo. En cualquier caso, resulta muy convincente. "¡Oh, sí, oh, sí!" - exclama.
Al tiempo que golpea el suelo con la pierna ortopédica, rítmicamente.
Toc, toc, toc, toc…

36 comentarios:

Mario Salazar dijo...

Está muy bueno el anexo de Ricard, muy curioso como había que esperar y esta muy bien relatado, se plega al resto. Me hizo recordar Crash de Cronenberg, ese morbo de cogerse a una mujer con problemas en las piernas, esta sin una pierna. Un abrazo.

Marcos Callau dijo...

Es un buen final. Nadie hubiera sospechado que esos golpes venáin de una especia de burdel instalado en el último piso. Abrazos.

maslama dijo...

un final sorprendente, me ha gustado mucho

besos,

miquel zueras dijo...

Hola, Mario. Me enviaron colaboraciones muy buenas, fue dificil elegir pero creo que la de Ricard era la que guardaba más relación con el relato. Sí que recuerda a "Crash" una obra de Ballard que recientemente ilustré una portada. Qué casualidad.
Abrazos. Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Marcos. Es un final que me gustó mucho, no es rebuscado sino simple y directo y con un tono mórbido que le viene bien.
Abrazos. Borgo.

miquel zueras dijo...

¿Qué tal, Maslama? Sí, Ricard me echó una buena mano con el final. Ha sido divertido, igual lo vuelvo a hacer pronto lo de "las cuatro manos".
Besos. Borgo.

Sícoris dijo...

Un final muy "Tristana", además de ser también muy "Crash".
Felicito a Ricard por el talento demostrado y, por supuesto, a ti, Miquel. Parece realmente un relato escrito por una única persona.

Pepe Cahiers dijo...

Sorprendente final, aunque en tiempos de los piratas hubiera sido algo de lo más cotidiano.

ricard dijo...

No puedo imaginar mejor elogio que el destacar la similitud existente entre la parte escrita por Miquel y la mía. Supongo que algo se me pegó porque no pretendo ni mucho menos tener el nivel literario de Borgo. Al cual agradezco nuevamente esta "oportuniá". Gracias y un abrazo.

Cristina dijo...

Hola Miquel!! Qué bueno me parece ese final. Excelente!!!Podíais no ser tan "avariciosos", y compartir un poquito de imaginación con los demás, por lo menos conmigo jajaja
Un tándem perfecto el que hacéis tu y Ricard. ¡Enhorabuena!
Besos!!!

miquel zueras dijo...

Hola, Sícoris. Muy adecuadas esas referencias de "Tristana" y "Crash" que tenía muy presente al hacer las ilustraciones.
Gracias, creo que Ricard y yo hemos sincronizado muy bien.
Saludos. Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Cahiers. Sí, de hecho me ha recordado a Anne Bonny, una de las pocas mujeres acusadas de piratería. Me la imagino como la Helena Bonham Carter de "El llanero solitario" con su pierna ortopédica-cañonera.
Saludos. Borgo.

miquel zueras dijo...

Gracias a ti, Ricard. Ha sido una experiencia muy interesante y divertida, a ver si algún día repetimos.
Abrazos. Borgo.

miquel zueras dijo...

¿Qué tal, SqS? Pues el día que quieras hacer un "happening" de relatos conmigo yo, encantado. Todo es cuestión de ponerse. Y tu hija podría hacer una ilustración y quedaría bien bonito.
Ricard lo ha hecho muy bien pero también es verdad que me llegaron propuestas muy interesantes. Hay muy buenos escritores por esta blogosfera.
Besos y buen finde. Borgo.

Nury ruri dijo...

¡Qué sorpresa de final! Muy bueno. No te quejarás de esa estupenda colaboración.
Un abrazo.

miquel zueras dijo...

Hola, Nury. Qué va. Estoy muy contento con ese estupendo broche final que Ricard ha conseguido, con ese punto mórbido que encaja muy bien con el resto.
Saludos. Borgo.

Juan Esteban Bassagaisteguy dijo...

¡Excelente! Me encantó el relato, el suspenso generado desde el inicio del mismo, el acople de ambos autores y ese fantástico final.
¡Felicitaciones a ambos!

miquel zueras dijo...

¡Muchas gracias, Juan Esteban! Le pasaré tu felicitación a Ricard.
Saludos. Borgo.

Clementine dijo...

Mi enhorabuena a los dos, hacéis muy buena pareja literaria, están muy pero que muy bien acopladas las dos partes. Y, Miquel, qué bien te conoce Ricard, cómo se sabe tu estilo de historia... :-) Genial relato, me ha encantado. Besos, Borgo.

miquel zueras dijo...

Hola, Clementine. Gracias, me alegra que te guste. Lo cierto es que eso de un relato a cuatro manos ha sido muy interesante y divertido. Si un día te quieres apuntar, yo encantado.
Besos. Borgo.

Clementine dijo...

No sería por falta de ganas, Borgo... Y espérate que no te pida algún día que me ilustres algo que escriba yo fuera de los blogs, y te le digo muy en serio, para mí sería un auténtico lujo...

miquel zueras dijo...

Pues muy bien, Clementine, me haría ilusión así que ya sabes: cuenta conmigo.
Besos. Borgo.

abril en paris dijo...

Empastan totalmente las dos partes de la historia.
Un final a la altura de todo el relato.

¡Felicidades a ambos! :-)

miquel zueras dijo...

¡Gracias, Abril! El final de Ricard me pareció que se ajustaba bien al tono del relato. Un final entre Buñuel y Cronemberg y con pata de palo, como "Moby Dick".
Saludos. Borgo.

Anna Genovés dijo...

Jajajaaa... La exuberante morenaza con pata de palo.

Muy bueno Miquel. Me has hecho reír a mandíbula suelta.

Abrazos, Anna

miquel zueras dijo...

¿Qué tal, Anna? Gracias por pasarte por aquí. Yo, es que lo pensé al leer el relato completo y es que tenía un estilo parecido a los que escribes con esos toques de humor tan especiales.
Saludos. Borgo.

Doctora dijo...

Eso es afán de superación, en vez de rendirse usa su tara como reclamo para convertirse en la mejor prostituta del mundo. Podría ser incluso el argumento de una peli de Disney ;P

miquel zueras dijo...

Eso es, Doctora, afán de superación y un reclamo para clientes morbosillos. Dudo que Disney adaptara esa historia, a lo mejor Pixar... ah, no que ha sido adquirida por Disney.
Saludos. Borgo.

dvd dijo...

Muy buen final, muy "Cronenberg"...

miquel zueras dijo...

¿Qué tal, DVD? Me alegra volver a verte. Sí, un final a lo Cronemberg con aroma de "Crash".
Saludos. Borgo.

Licantropunk dijo...

Un anexo adecuado. Pero si te soy sincero a mí sin final ya me gustaba: cada cual que se imagine el resto.
Saludos.

miquel zueras dijo...

Hola, Licantropunk. Hombre... los finales abiertos también me gustan pero me pareció que aquí quedaba el relato algo cojo sin explicar qué causa esos golpes.
Saludos. Borgo.

Charly Hell dijo...

Jejejejeje, un final inesperado a los golpecitos dichosos, jejejeje. Hace años tuve una vecina de arriba, una señora mayor que vivía sola y que no se quitaba los tacones ni para mear. Literalmente. Porque se oía taconear a altas horas de la madrugada en pequeños paseos y los fines de semana en cuanto salía el sol. Mi por aquel entonces compañero de piso de la desesperación se subió a una silla y empezó a dar puñetazos al techo al mismo tiempo que gritaba: Quítate los putos tacones!!!. Ahora me pregunto si no sería la inquilina de tu relato...

Un abrazo.

miquel zueras dijo...

Hola, Charly. Pues mira, yo también tengo una vecina arriba que taconea desde las siete de la mañana. Debe llevar tacones hasta en la cama, como las actrices porno. Cualquier día subo y le digo: "Adivina, adivinanza, me estás tocando una cosa que rima con tacones..."
Saludos. Borgo.

UTLA dijo...

Hola Mr. Borgo,

Genial final de Ricard. Que imaginación.

Eso si, nuestro Juno iba a trabajar duro esa noche, ¿ verdad ? Primero la vecina, y después Eva.

Aiii... que mentes más calenturientas hay por la Blogosfera.

Esto podría casi tildarse de colaboración, ¿ verdad ? Una colaboración Borgo-David. Muy buena.

Ya tenía ganas de ver como acababa la historia. Y ha sido muy sorprendente a la vez que muy Borgoriana.

¿ Borgoriana ? Excelente palabrejo. ha ha ha

Un abrazo muy grande miquel.

miquel zueras dijo...

¿Qué tal, UTLA? Aunque he recibido finales muy buenos -me costó decidirme- el de Ricard creo que encaja bien con el resto del relato aunque no creo que a Juno le queden muchas ganas de juerga después de su cita con Jean Silver.
¿Borgoriana? Vaya, has inventado una nueva palabra. Igual te la compran en la Academia, por probar...
Abrazos, amigo. Borgo.