jueves, 27 de agosto de 2009

CROISSANT


En una de sus crónicas Quim Monzó reconocía estar desconcertado al descubrir que las dos puntas de un mismo croissant no saben exactamente igual “y no como ocurre con los dos muslos de un mismo pollo que saben idénticos”. ¿Les ocurre lo mismo? Yo no sabría decirlo, no tengo el paladar tan fino.
El grupo de video artistas colombianos Camello han mostrado este corto en que la protagonista Joëlle, una francesa residente en Bogotá, siente nostalgia y decide comerse un croissant pero al ver esa palabra tan mal escrita en la carta le entra un pasmo tal que la cosa acaba en un holocausto nuclear –eso sí, con música de Edith Piaf-. ¡Tampoco es para tomárselo así, Joëlle! Que en París vi una carta con “paheya” de primer plato.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

que forma de ahogarse en un vaso de agua es que hay algunas que no saben ya porque sufrir

lorezaharra dijo...

pa mi que el curasan es = a cuernos le sale mal y por eso pone la bomba atómica , falta de humor que tiene una

miquel zueras dijo...

Eso pienso yo. Pues espero que la Josëlle no se pase por mi barrio pues en el restaurante de la esquina han escrito en la pizarra "Vichisuás" y se han quedado tan anchos. Borgo.