Se llamaba Maurice Tillet (1903-1954) No se dejen engañar por su aspecto tosco. Hablaba catorce idiomas, era poeta, actor y un consumado ajedrecista aunque se hizo famoso como luchador de pressing catch llegando a ser nombrado campeón mundial de pesos pesados.
A los veintee años desarrolló la enfermedad de la pituitaria conocida como acromegalia -como Rondo Hatton, el actor de la Universal- que desfigura las facciones dándoles una apariencia simiésca por lo que decide interrumpir sus estudios de derecho y emigra desde Francia a los Estados Unidos buscando una profesión más acorde con su físico. Allí se convirte en luchador profesional con el nombre de El ángel francés aunque también se le conoce como El ogro del cuadrilátero. Pronto llega a reunir una considerable legión de admiradores pues con su especialidad -el abrazo de oso- parece no tener rival en la lona. En agosto de 1944 derrota a Trituradora Casey consiguiendo el título de campeón mundial por la American Wrestling Association. También se enfrentó en varias ocasiones a El ángel sueco Tor Johnson al que siempre derrotó
. Después de los combates a Tillet le encantaba relajarse en su casa de Hollywood y jugar al ajedrez con amigos, algunos tan conocidos como el escritor Francis Scott Fitzgerald y el actor Charles Laughton.
Y llegamos a la película Shrek estrenada cuarenta y seis años después del fallecimiento de Tillet. La productora Dream Works nunca lo ha reconocido pero resulta evidente que se inspiraron en el físico del luchador francés para conseguir la imagen de "Un ogro de aspecto amigable que recordara a una persona sencilla" Así fue como Dave Sheridan -dibujante del equipo de Shrek- definió a su personaje.
Tillet se quedó sin sus copyrights pero al menos Pixar está preparando una película de animación basada en su vida. Viggo Mortensen pone la voz del protagonista. Por ahora es sólo un proyecto. Tillet se lo merece, ya es hora de que sea debidamente recordado.
¡FELIZ AÑO NUEVO!!!
sábado, 29 de diciembre de 2012
lunes, 24 de diciembre de 2012
CUENTO ZOMBI DE NAVIDAD (CON RECETA)
Petit Goave, Haiti. Aquel año se esperaba una excelente cosecha de caña de azúcar. El viejo jefe del poblado, Ti Joseph, se presentó con un grupo de nueve trabajadores. Nueve hombres andrajosos, mudos y ausentes. Joseph explicó a Croyance, su mujer, que procedían de una remota aldea montañosa y no hablaban criollo ni francés. También le dijo que eran tímidos y asustadizos por lo que trabajarían lejos de los demás grupos de la plantación. La verdad es que Ti Joseph -un brujo bokó- temía que algún pariente los reconociera pues esos trabajadores eran zombis.
Trabajaban diligentemente durante el día y sólo paraban al atardecer para comer un potaje de miso sin sal. Es sabido que si un zombi ingiere sal el encantamiento se esfuma y se vuelve consciente de su verdadera situación. El día de Navidad Joseph dejó a Croyance al cuidado de los zombis durante el resto de la jornada. Croyance, que sentía lástima de aquellos harapientos que trabajaban sin descanso, decidió llevarlos a una feria. En un puesto callejero la mujer compró cacahuetes salados que ofreció a los zombis. Al instante los zombis se agitaron convulsivamente exclamando sonidos guturales. Iniciaron una improvisada asamblea en la que los zombis decidieron denunciar a Ti Joseph por explotación laboral en condiciones insalubres y práctica del vudú sin licencia. Hasta fundaron un sindicato:
MANGOS HAITIANOS
Pelar y cortar en dados los mangos. Saltear en una cazuela metálica con mantequilla y añadir ron -aconsejo el Ron Negrita especial para quemar- cuando el ron se caliente tomar una parte con un cucharón, prender con un mechero y verter el ron en llamas sobre los mangos. Dejar flambear un minuto y apagar el fuego con zumo de naranja. Servir inmediatamente con rodajas de piña cortadas a taquitos.
¡FELIZ NAVIDAD!
Ya sé que la jirafa no es un animal muy navideño pero me pareció que los renos ya están muy trillados.
Trabajaban diligentemente durante el día y sólo paraban al atardecer para comer un potaje de miso sin sal. Es sabido que si un zombi ingiere sal el encantamiento se esfuma y se vuelve consciente de su verdadera situación. El día de Navidad Joseph dejó a Croyance al cuidado de los zombis durante el resto de la jornada. Croyance, que sentía lástima de aquellos harapientos que trabajaban sin descanso, decidió llevarlos a una feria. En un puesto callejero la mujer compró cacahuetes salados que ofreció a los zombis. Al instante los zombis se agitaron convulsivamente exclamando sonidos guturales. Iniciaron una improvisada asamblea en la que los zombis decidieron denunciar a Ti Joseph por explotación laboral en condiciones insalubres y práctica del vudú sin licencia. Hasta fundaron un sindicato:
MANGOS HAITIANOS
Pelar y cortar en dados los mangos. Saltear en una cazuela metálica con mantequilla y añadir ron -aconsejo el Ron Negrita especial para quemar- cuando el ron se caliente tomar una parte con un cucharón, prender con un mechero y verter el ron en llamas sobre los mangos. Dejar flambear un minuto y apagar el fuego con zumo de naranja. Servir inmediatamente con rodajas de piña cortadas a taquitos.
¡FELIZ NAVIDAD!
Ya sé que la jirafa no es un animal muy navideño pero me pareció que los renos ya están muy trillados.
viernes, 21 de diciembre de 2012
Y EL CUERVO DIJO...
Muchísimas gracias a todas y todos los que me han deseado suerte para el concurso de la revista Nevermore. Bueno, no me han dado el premio pero lo importante es que hoy, día 21, el Mundo sigue girando -al menos mientras estoy escribiendo esto- y además se ha hecho justicia pues la ganadora, la neoyorquina Reba Adler, es mucho mejor dibujante que yo.
Me encanta el nombre de este grupo: Edgar Alan and the Po´Boys. Su tema Panic Button no desentonaría en La teta enroscada, el garito de la tarantiniana Abierto hasta el amanecer.
En cambio lo que sí he recibido es la multa. No me digan que no acojona, cuando uno encuentra en el buzón un sobre con la mitad en negro sólo puede traer malas noticias; como las velas negras del barco de Ulises.
Porqué será que me ha venido a la memoria esta portada que hice de El quimérico inquilino del genial Topor. Espero que mi vecino quisquilloso no pretenda hacerme acabar como el pobre Trelkovsky cuyo papel en el cine lo encarnó Polansky con mucho acierto.
Me encanta el nombre de este grupo: Edgar Alan and the Po´Boys. Su tema Panic Button no desentonaría en La teta enroscada, el garito de la tarantiniana Abierto hasta el amanecer.
En cambio lo que sí he recibido es la multa. No me digan que no acojona, cuando uno encuentra en el buzón un sobre con la mitad en negro sólo puede traer malas noticias; como las velas negras del barco de Ulises.
Porqué será que me ha venido a la memoria esta portada que hice de El quimérico inquilino del genial Topor. Espero que mi vecino quisquilloso no pretenda hacerme acabar como el pobre Trelkovsky cuyo papel en el cine lo encarnó Polansky con mucho acierto.
lunes, 17 de diciembre de 2012
MI PRIMERA MULTA
A mis años y me llega mi primera multa. Se ha hecho esperar por aquello de que no conduzco y es que a los daltónicos no se nos permite conducir por aquello de no saber con certeza si el disco de delante está en rojo o verde. En el documento se puede leer: Cants i/o crits domicil.liaris (Cánticos y-o gritos domésticos)
El pasado viernes se me ocurrió celebrar una fiesta en mi piso por lo de mis portadas nonminadas y al parecer tengo un vecino tiquis miquis pues alrededor de las doce y media oigo que alguien aporrea la puerta -¿porqué la policía no suele usar el timbre? ¿Creerán que así impresionan más?- y cuando abro me veo frente a un municipal recibido con gran alborozo por parte de dos amigas mías que creen que he contratado un stripper pues además el agente tiene un ligero parecido a Andrés Velencoso. La cosa está clara: se acaba el party y todos con la música a otra parte y es que algunas fiestas no suelen acabar bien:
Aunque parezca increible esta tira se basa en una anécdota real que me contaron hace años:
Pero lo de la fiesta me lo apunto y pienso ahora decirle cuatro palabritas al vecino aficionado a darle a la Black&Decker los domingos por la mañana. En cuanto sepa quien es, por supuesto.
Esta es la última portada que hago en lo que queda de año. La revuelta del cabo Asch está editada aquí por Planeta y es una excelente sátira sobre lo irracional de la disciplina cuartelera:
El pasado viernes se me ocurrió celebrar una fiesta en mi piso por lo de mis portadas nonminadas y al parecer tengo un vecino tiquis miquis pues alrededor de las doce y media oigo que alguien aporrea la puerta -¿porqué la policía no suele usar el timbre? ¿Creerán que así impresionan más?- y cuando abro me veo frente a un municipal recibido con gran alborozo por parte de dos amigas mías que creen que he contratado un stripper pues además el agente tiene un ligero parecido a Andrés Velencoso. La cosa está clara: se acaba el party y todos con la música a otra parte y es que algunas fiestas no suelen acabar bien:
Pero lo de la fiesta me lo apunto y pienso ahora decirle cuatro palabritas al vecino aficionado a darle a la Black&Decker los domingos por la mañana. En cuanto sepa quien es, por supuesto.
Esta es la última portada que hago en lo que queda de año. La revuelta del cabo Asch está editada aquí por Planeta y es una excelente sátira sobre lo irracional de la disciplina cuartelera:
viernes, 14 de diciembre de 2012
¡A VER SI TENGO SUERTE!
El fallo del premio se conocerá nada menos que el próximo viernes 21, una fecha célebre. Tendría guasa que por una vez que me dan un premio ese día se acabara el mundo. ¿Y qué me darán esta vez, un buitre de trapo? Bueno, sea lo que sea me hará ilusión. ¡Deséenme suerte! Estas son las otras portadas:
DOBLE ASESINATO EN LA CALLE MORGUE
LA MÁSCARA DE LA MUERTE ROJA
CORAZÓN DELATOR
EL CUERVO
EL GATO NEGRO
lunes, 10 de diciembre de 2012
LA MÁS INQUIETANTE ESCENA DE LYNCH
Carretera perdida (Lost Hyghway, 1997) Fred Madison (Bill Pullman) se encuentra en una fiesta cuando se le acerca un inquietante hombrecillo (Robert Blake) Él asegura que se conocieron anteriormente. Ante el escéptico Pullman, Blake afirma que se conocieron en casa del primero.
-No lo recuerdo ¿En mi casa, dice?
-Claro. De hecho estoy allí en este momento.
Blake entrega su móvil a Pullman y le pide que llame a su propia casa. No estoy seguro pero creo que Pullman marca tres veces la tecla "seis".
Robert Blake fue quien sugirió a Lynch la caracterización de su personaje: cejas depiladas y un extraño maquillaje blanco que le daba la apariencia de un payaso siniestro. El caprichoso destino estableció una curiosa relación entre el personaje de Pullman -que en la película es acusado de la muerte de su mujer (Patricia Arquette)- y la vida real de Blake que cuatro años más tarde sería juzgado por el asesinato de su esposa Bonnie Lee Bakley.
Blake se había casado con Bonnie, una mujer de la que se aseguraba que llevaba diez matrimonios a sus espaldas, la mayoría con ancianos adinerados. Tuvieron una hija, Rose, aunque Blake sospechaba que el verdadero padre era Christian Brando, el conflictivo hijo mayor de Marlon. En noviembre del 2001 Bonnie fue hallada muerta en su coche con un disparo en la cabeza. Blake fue finalmente absuelto a pesar de las numerosas pruebas en su contra.
Esta escena del teléfono era la primera que David Lynch tenía en mente al preparar el guión de Carretera perdida y se basa en un curioso incidente real. Un vecino de Lynch, un tal Grimes, denunció al director acusándole de introducirse en su casa cuando él estaba ausente. Según Grimes Lynch le llamaba por el teléfono fijo a su móvil siempre dándole el mismo mensaje: "Dick ha muerto". Las investigaciones concluyeron que todo estaba en la alucinada mente de Grimes que padecía esquizofrenia aguda.
-No lo recuerdo ¿En mi casa, dice?
-Claro. De hecho estoy allí en este momento.
Blake entrega su móvil a Pullman y le pide que llame a su propia casa. No estoy seguro pero creo que Pullman marca tres veces la tecla "seis".
Robert Blake fue quien sugirió a Lynch la caracterización de su personaje: cejas depiladas y un extraño maquillaje blanco que le daba la apariencia de un payaso siniestro. El caprichoso destino estableció una curiosa relación entre el personaje de Pullman -que en la película es acusado de la muerte de su mujer (Patricia Arquette)- y la vida real de Blake que cuatro años más tarde sería juzgado por el asesinato de su esposa Bonnie Lee Bakley.
Blake se había casado con Bonnie, una mujer de la que se aseguraba que llevaba diez matrimonios a sus espaldas, la mayoría con ancianos adinerados. Tuvieron una hija, Rose, aunque Blake sospechaba que el verdadero padre era Christian Brando, el conflictivo hijo mayor de Marlon. En noviembre del 2001 Bonnie fue hallada muerta en su coche con un disparo en la cabeza. Blake fue finalmente absuelto a pesar de las numerosas pruebas en su contra.
Esta escena del teléfono era la primera que David Lynch tenía en mente al preparar el guión de Carretera perdida y se basa en un curioso incidente real. Un vecino de Lynch, un tal Grimes, denunció al director acusándole de introducirse en su casa cuando él estaba ausente. Según Grimes Lynch le llamaba por el teléfono fijo a su móvil siempre dándole el mismo mensaje: "Dick ha muerto". Las investigaciones concluyeron que todo estaba en la alucinada mente de Grimes que padecía esquizofrenia aguda.
lunes, 3 de diciembre de 2012
¿QUIERE PASAR MIEDO? (RELATO)
Índigo empujó la puerta y entró. En un rápido vistazo consideró la absurda decoración por la mezcla de objetos exóticos y austero mobiliario de oficina. Sentado en una mesa le observaba un hombre de cabello y bigote grises con una extraña expresión de sosiego, como si la cara no encajara bien en los huesos.
-Buenos días. Venía por el anuncio -dijo Índigo mostrando un recorte de periódico: "¿Quiere pasar realmente miedo? Calle Muntaner, 28. Puerta 16".
-¡Adelante! -dijo el hombre gris con una meliflua sonrisa. Le indicó una butaca y como seguía con la mano extendida Índigo supuso que tenía que estrecharla lo que hizo sin asomo de cordialidad-. Me llamo Timor. He reconocido en usted a alguien que busca emociones fuertes: un hombre de mandíbula firme, pensamientos rojos y dientes blancos.
-¿Me asegura que pasaré miedo? -preguntó Índigo tomando asiento.
-¡Garantizado! -afirmó Timor- cuando salga de esta oficina lo hará presa del pánico a cambio de una simple transacción.
-Algo me dice que hablamos de dinero -dijo Índigo con una sonrisa amortigüadora.
-No. A cambio de diez años de su vida.
"Está loco" -pensó Índigo. Pero había algo en Timor que inspiraba seguridad, quizás aquel bigote recortado como un cepillo de dientes. "De todas formas no me va a costar nada. Entraré en el juego o lo que sea". Timor aguardaba con la mirada del que espera una rápida respuesta.
-De acuerdo.
Timor le tendió solemnemente un impreso de aspecto rutinario y una pluma. Le señaló una línea punteada:
-Firme aquí, por favor.
-Pensé que tendría que firmar con sangre -dijo Índigo mientras firmaba. Timor correspondió al comentario con una sonrisa cortés. En cuanto Índigo separó la pluma del papel Timor le arrebató el documento enrollándolo como un pergamino.
-Bueno, señor Timor ¿Y cuándo empezará ese miedo?
-¡Desde ahora mismo! -a Timor le centelleaban los ojos. Todo parecía irreal y desenfocado -¡Ya puede empezar a horrorizarse!
Aquellas inesperadas palabras provocaron una punzada en el estómago de índigo. Timor se levantó y salió rápidamente por una puerta a sus espaldas.
Índigo decidió seguirle. Rodeó el escritorio y abrió la puerta. Daba acceso a una sala grande y muy descuidada. Una mortecina bombilla iluminaba las telarañas que colgaban del techo como jirones putrefactos. Al fondo había otra puerta a considerable distancia, tendría que haber visto a Timor salir por allí. El suelo estaba cubierto por una gruesa capa de polvo ¿y dónde estaban las pisadas?
Índigo se precipitó hacia la calle. Echó a andar sorteando a los transeuntes que ahora le parecían sombras que le asustaban en las esquinas produciéndole pánico.
"Diez años de mi vida... ya no soy tan joven ¿Y si estaba destinado a morir mañana en un accidente absurdo?".
Tragó saliva. Índigo estaba demasiado aturdido para advertir que estaba cruzando la Diagonal con el semáforo en rojo. Un estruendoso bocinazo le hizo volverse. Lo último que vio fue un rótulo brillante: 78. Drassanes - Les Corts. Cuando el autobús dejó atrás el desmadejado cuerpo de Índigo ya no sentía ningún miedo. Ni sentía ni padecía, como suele decirse.
Timor dejó el impreso firmado por Índigo sobre un cenicero y le prendió fuego. Las llamas expulsaron un globo luminoso que ascendió lentamente.
-Qué cosa tan fascinante es el alma -murmuró Timor.
La puerta se abrió.
-Buenas tardes, venía por el anuncio.
MIEDOS NOCTURNOS
-Buenos días. Venía por el anuncio -dijo Índigo mostrando un recorte de periódico: "¿Quiere pasar realmente miedo? Calle Muntaner, 28. Puerta 16".
-¡Adelante! -dijo el hombre gris con una meliflua sonrisa. Le indicó una butaca y como seguía con la mano extendida Índigo supuso que tenía que estrecharla lo que hizo sin asomo de cordialidad-. Me llamo Timor. He reconocido en usted a alguien que busca emociones fuertes: un hombre de mandíbula firme, pensamientos rojos y dientes blancos.
-¿Me asegura que pasaré miedo? -preguntó Índigo tomando asiento.
-¡Garantizado! -afirmó Timor- cuando salga de esta oficina lo hará presa del pánico a cambio de una simple transacción.
-Algo me dice que hablamos de dinero -dijo Índigo con una sonrisa amortigüadora.
-No. A cambio de diez años de su vida.
"Está loco" -pensó Índigo. Pero había algo en Timor que inspiraba seguridad, quizás aquel bigote recortado como un cepillo de dientes. "De todas formas no me va a costar nada. Entraré en el juego o lo que sea". Timor aguardaba con la mirada del que espera una rápida respuesta.
-De acuerdo.
Timor le tendió solemnemente un impreso de aspecto rutinario y una pluma. Le señaló una línea punteada:
-Firme aquí, por favor.
-Pensé que tendría que firmar con sangre -dijo Índigo mientras firmaba. Timor correspondió al comentario con una sonrisa cortés. En cuanto Índigo separó la pluma del papel Timor le arrebató el documento enrollándolo como un pergamino.
-Bueno, señor Timor ¿Y cuándo empezará ese miedo?
-¡Desde ahora mismo! -a Timor le centelleaban los ojos. Todo parecía irreal y desenfocado -¡Ya puede empezar a horrorizarse!
Aquellas inesperadas palabras provocaron una punzada en el estómago de índigo. Timor se levantó y salió rápidamente por una puerta a sus espaldas.
Índigo decidió seguirle. Rodeó el escritorio y abrió la puerta. Daba acceso a una sala grande y muy descuidada. Una mortecina bombilla iluminaba las telarañas que colgaban del techo como jirones putrefactos. Al fondo había otra puerta a considerable distancia, tendría que haber visto a Timor salir por allí. El suelo estaba cubierto por una gruesa capa de polvo ¿y dónde estaban las pisadas?
Índigo se precipitó hacia la calle. Echó a andar sorteando a los transeuntes que ahora le parecían sombras que le asustaban en las esquinas produciéndole pánico.
"Diez años de mi vida... ya no soy tan joven ¿Y si estaba destinado a morir mañana en un accidente absurdo?".
Tragó saliva. Índigo estaba demasiado aturdido para advertir que estaba cruzando la Diagonal con el semáforo en rojo. Un estruendoso bocinazo le hizo volverse. Lo último que vio fue un rótulo brillante: 78. Drassanes - Les Corts. Cuando el autobús dejó atrás el desmadejado cuerpo de Índigo ya no sentía ningún miedo. Ni sentía ni padecía, como suele decirse.
Timor dejó el impreso firmado por Índigo sobre un cenicero y le prendió fuego. Las llamas expulsaron un globo luminoso que ascendió lentamente.
-Qué cosa tan fascinante es el alma -murmuró Timor.
La puerta se abrió.
-Buenas tardes, venía por el anuncio.
MIEDOS NOCTURNOS
jueves, 29 de noviembre de 2012
LA ÚLTIMA VOLUNTAD DE SCHIAVELI (CON RECETA)
¿Vincent Schiaveli? Posiblemente muchos no les suene ese nombre pero al ver esta foto sabrán de quien se trata:
Schiaveli (1948-2005) apodado El actor de los ojos tristes no podía pasar desapercibido con ese físico si ademas añadimos sus dos metros de altura.
Este polifacético actor (fue autor de varios libros sobre cocina siciliana) debutó con la primera película americana del director checo Milos Forman: Juventud sin esperanza (1971) Forman lo adoptó como su actor fetiche apareciendo en papeles secundarios en todas sus películas: Alguien voló sobre el nido del cuco, Amadeus, El escándalo de Larry Flint... aunque posiblemente sea más recordado por su papel de fantasma metropilitano en Ghost (1991)
En el año 2005 Schiaveli decidió instalarse en el pueblo de sus abuelos: Polizzi Generosa (Sicilia) de unos cinco mil habitantes. Las cosas le iban bien a Schiaveli pues además de sus trabajos en cine y televisión sus libros de cocina se vendían estupendamente. Decidió entonces satisfacer un curioso capricho: pagó de su bolsillo a un centenar de habitantes de Polizzi para que durante todo el mes de diciembre interpretaran diversos papeles de El Quijote vestidos a modo de la época. Las calles del pueblo se llenaron de paisanos con sombreros de plumas, leotardos y jubones. Schiaveli se reservó el papel protagonista y se paseaba ufano con sombrero de latón y una coraza exclamando: "¡Non fuyades gigantes, viles criaturas!" Decoró una taberna como una posada castellana del siglo XVI con sus toneles y bancos de madera donde no era raro ver a Schiaveli en los fogones preparando el plato preferido del famoso hidalgo: duelos y quebrantos. Un revuelto de huevos, jamón y sesos de cordero. En el pueblo el actor era ya muy querido por su caracter alegre y jovial.
Los hosteleros de Polizzi se las prometían muy felices para las próximas Fiestas pues la idea de Schiaveli atraía a numerosos turistas pero pocos días antes de Navidad dejaron de ver al actor por sus calles. Schiaveli tenía cancer de pulmón -sólo lo sabía muy poca gente aparte de su mujer e hijos- había venido al pueblo de su familia para pasar sus últimos días y hacer realidad su quijotesca fantasía. Falleció el 26 de diciembre.
Al funeral de Schiaveli en Polizzi Generosa se trasladarón sus amigos Danny deVito y Milos Forman. Quedaron impresionados al ver en el entierro a toda aquella multitud, muchos vestían de época.
En Londres adquirí un ejemplar de Bruculinu, America, su libro de recetas más conocido. Este es uno de sus platos más sencillos y sabrosos:
SPAGHETTIS A LA SIRACUSA CON MEJILLONES
Poner en una cazuela a fuego vivo 1 kilo de mejillones con un vaso de vino blanco, medio limón, sal y pimienta. Tapar y dejar que el vapor abra los mejillones. Colar y reservar un poco del jugo que han soltado.
Descartar los mejillones que no se hayan abierto y sacar los moluscos de sus conchas. Mientras hierve la pasta sofreír en una sartén con aceite ajo y perejil bien picados, añadir los mejillones con un poco de su jugo y dejar reducir. Escurrir los spaghetti y mezclarlos con los mejillones. Antes de servir apagar el fuego y tapar la sartén durante un minuto para que la pasta se impregne bien de su sabor.
Schiaveli (1948-2005) apodado El actor de los ojos tristes no podía pasar desapercibido con ese físico si ademas añadimos sus dos metros de altura.
Este polifacético actor (fue autor de varios libros sobre cocina siciliana) debutó con la primera película americana del director checo Milos Forman: Juventud sin esperanza (1971) Forman lo adoptó como su actor fetiche apareciendo en papeles secundarios en todas sus películas: Alguien voló sobre el nido del cuco, Amadeus, El escándalo de Larry Flint... aunque posiblemente sea más recordado por su papel de fantasma metropilitano en Ghost (1991)
En el año 2005 Schiaveli decidió instalarse en el pueblo de sus abuelos: Polizzi Generosa (Sicilia) de unos cinco mil habitantes. Las cosas le iban bien a Schiaveli pues además de sus trabajos en cine y televisión sus libros de cocina se vendían estupendamente. Decidió entonces satisfacer un curioso capricho: pagó de su bolsillo a un centenar de habitantes de Polizzi para que durante todo el mes de diciembre interpretaran diversos papeles de El Quijote vestidos a modo de la época. Las calles del pueblo se llenaron de paisanos con sombreros de plumas, leotardos y jubones. Schiaveli se reservó el papel protagonista y se paseaba ufano con sombrero de latón y una coraza exclamando: "¡Non fuyades gigantes, viles criaturas!" Decoró una taberna como una posada castellana del siglo XVI con sus toneles y bancos de madera donde no era raro ver a Schiaveli en los fogones preparando el plato preferido del famoso hidalgo: duelos y quebrantos. Un revuelto de huevos, jamón y sesos de cordero. En el pueblo el actor era ya muy querido por su caracter alegre y jovial.
Los hosteleros de Polizzi se las prometían muy felices para las próximas Fiestas pues la idea de Schiaveli atraía a numerosos turistas pero pocos días antes de Navidad dejaron de ver al actor por sus calles. Schiaveli tenía cancer de pulmón -sólo lo sabía muy poca gente aparte de su mujer e hijos- había venido al pueblo de su familia para pasar sus últimos días y hacer realidad su quijotesca fantasía. Falleció el 26 de diciembre.
Al funeral de Schiaveli en Polizzi Generosa se trasladarón sus amigos Danny deVito y Milos Forman. Quedaron impresionados al ver en el entierro a toda aquella multitud, muchos vestían de época.
En Londres adquirí un ejemplar de Bruculinu, America, su libro de recetas más conocido. Este es uno de sus platos más sencillos y sabrosos:
SPAGHETTIS A LA SIRACUSA CON MEJILLONES
Poner en una cazuela a fuego vivo 1 kilo de mejillones con un vaso de vino blanco, medio limón, sal y pimienta. Tapar y dejar que el vapor abra los mejillones. Colar y reservar un poco del jugo que han soltado.
Descartar los mejillones que no se hayan abierto y sacar los moluscos de sus conchas. Mientras hierve la pasta sofreír en una sartén con aceite ajo y perejil bien picados, añadir los mejillones con un poco de su jugo y dejar reducir. Escurrir los spaghetti y mezclarlos con los mejillones. Antes de servir apagar el fuego y tapar la sartén durante un minuto para que la pasta se impregne bien de su sabor.
domingo, 25 de noviembre de 2012
UNA COMIDA MUY EXÓTICA (2)
Jaume, mi agente, acaba de cerrar un trato con un editor neoyorquino de paso por Barcelona y para celebrarlo me invita a comer.
-Vamos a ir al He Cheng en la calle Entença doce. Me han dicho que es un chino muy auténtico, nada de rollos primavera ni chop-suey. Allí puedes comer sopa de sangre de cerdo, visceras, pililas y testículos de animales.
Entramos. Dentro hace calor y el pobre Jaume que viene trajeado de la cita con el editor suda como un pollo. No sé porqué pero en estos restaurantes exóticos y tan auténticos nunca hay aire acondicionado. El camarero oriental que nos trae las cartas tiene un extraño cutis rugoso y verduzco, al mirarle pienso en un colador repleto de lechuga visto desde abajo.
-Hoy tenemos escorpiones -nos susurra.
-¡Tienen lagartijas! -se asombra Jaume-. Aquí hay animales que no sabía que se comían.
-Jaume, en esta carta hay más de un animal que ni sabía que existía.
Pedimos de entrante un plato de escorpiones seguido de ensalada de lenguas de pato ahumadas, cazuela de anguila, piel de pescado salteada y cazuela de testículos de buey.
Somos los únicos occidentales del local. Estamos rodeados de asáticos que beben cerveza San Miguel y comen de humeantes cazuelas. Me parece estar en el restaurante chino de la película Existenz de Cronemberg.
-Vamos a ir al He Cheng en la calle Entença doce. Me han dicho que es un chino muy auténtico, nada de rollos primavera ni chop-suey. Allí puedes comer sopa de sangre de cerdo, visceras, pililas y testículos de animales.
Entramos. Dentro hace calor y el pobre Jaume que viene trajeado de la cita con el editor suda como un pollo. No sé porqué pero en estos restaurantes exóticos y tan auténticos nunca hay aire acondicionado. El camarero oriental que nos trae las cartas tiene un extraño cutis rugoso y verduzco, al mirarle pienso en un colador repleto de lechuga visto desde abajo.
-Hoy tenemos escorpiones -nos susurra.
-¡Tienen lagartijas! -se asombra Jaume-. Aquí hay animales que no sabía que se comían.
-Jaume, en esta carta hay más de un animal que ni sabía que existía.
Pedimos de entrante un plato de escorpiones seguido de ensalada de lenguas de pato ahumadas, cazuela de anguila, piel de pescado salteada y cazuela de testículos de buey.
Somos los únicos occidentales del local. Estamos rodeados de asáticos que beben cerveza San Miguel y comen de humeantes cazuelas. Me parece estar en el restaurante chino de la película Existenz de Cronemberg.
Llegan los escorpiones que se alzan ufanos sobre hojas de col china, en
posición de ataque, con las colas levantadas. Están tostados,
crujientes y saben a pipas de girasol.
El plato que más me gusta son las lenguas de pato. La anguila me deja indiferente y las pieles de pescado son muy sabrosas con su condimento de jengibre y cebolleta. Cuando nos sirven la cazuela de testículos de buey surgen los inevitables comentarios: "De lo que se come... je, je." En mi entrada del pasado 12 de julio Lolita y menús gore comentaba que Jaume tiene un extraño don, le suelen pasar cosas insólitas como lo que me cuenta de sus vacaciones en Tenerife:
-En la playa donde íbamos Marta y yo, a escasos metros de nosotros, había un hombre tumbado boca abajo en la arena. Me preguntaba como podía pasar tanto rato bajo el sol sin moverse. Al día siguiente aquel hombre seguía en el mismo sitio, tumbado boca abajo junto a una sombrilla azul. El tercer día encontramos la playa repleta de policía y curiosos. Un empleado de limpieza descubrió que estaba muerto; un infarto. ¿Te imaginas? ¿Cuántas horas de sol se pueden tomar en tres días?
-Supongo que unas veinte... no sé.
-Cuando lo levantaron parecía un helado de dos sabores: la espalda color chocolate y la parte frontal color vainilla.
-Jaume... no creo que una historia sobre un muerto medio bronceado sea lo más adecuado mientras saboreas una cazuela de testículos. Por cierto, estás mojando la corbata en esa salsa de escroto.
En los restaurantes chinos ortodoxos no hay postres pero nos traen galletas de la suerte. La mía dice: "Sigue siempre tu propio camino". Pues vale. De momento nos encaminamos hacia un cercano bar gallego para rematar la comida con tarta de Santiago y chupitos. El potente aire refrigerado convierte nuestra ropa húmeda en una fría camisa de fuerza y es que hace calor para el octubre de Barcelona. Brindamos con orujo deseando que lleguen pronto los encargos. De momento lo que me ha llegado es un buen trancazo con esos bruscos cambios de temperatura.
Antes se ha mencionado las lagartijas que me traen recuerdos infantiles:
El plato que más me gusta son las lenguas de pato. La anguila me deja indiferente y las pieles de pescado son muy sabrosas con su condimento de jengibre y cebolleta. Cuando nos sirven la cazuela de testículos de buey surgen los inevitables comentarios: "De lo que se come... je, je." En mi entrada del pasado 12 de julio Lolita y menús gore comentaba que Jaume tiene un extraño don, le suelen pasar cosas insólitas como lo que me cuenta de sus vacaciones en Tenerife:
-En la playa donde íbamos Marta y yo, a escasos metros de nosotros, había un hombre tumbado boca abajo en la arena. Me preguntaba como podía pasar tanto rato bajo el sol sin moverse. Al día siguiente aquel hombre seguía en el mismo sitio, tumbado boca abajo junto a una sombrilla azul. El tercer día encontramos la playa repleta de policía y curiosos. Un empleado de limpieza descubrió que estaba muerto; un infarto. ¿Te imaginas? ¿Cuántas horas de sol se pueden tomar en tres días?
-Supongo que unas veinte... no sé.
-Cuando lo levantaron parecía un helado de dos sabores: la espalda color chocolate y la parte frontal color vainilla.
-Jaume... no creo que una historia sobre un muerto medio bronceado sea lo más adecuado mientras saboreas una cazuela de testículos. Por cierto, estás mojando la corbata en esa salsa de escroto.
En los restaurantes chinos ortodoxos no hay postres pero nos traen galletas de la suerte. La mía dice: "Sigue siempre tu propio camino". Pues vale. De momento nos encaminamos hacia un cercano bar gallego para rematar la comida con tarta de Santiago y chupitos. El potente aire refrigerado convierte nuestra ropa húmeda en una fría camisa de fuerza y es que hace calor para el octubre de Barcelona. Brindamos con orujo deseando que lleguen pronto los encargos. De momento lo que me ha llegado es un buen trancazo con esos bruscos cambios de temperatura.
Antes se ha mencionado las lagartijas que me traen recuerdos infantiles:
miércoles, 21 de noviembre de 2012
UN DISCO NÚMERO UNO Y UN RITUAL SATÁNICO
A los que tengan más de cuarenta y cinco años es posible que les suene esta canción:
La pegadiza Carmen fue número uno en las listas de éxitos españoles a principios de los setenta cuando aolían aparecer en TV arropados por el Ballet Zoom. Sus autores fueron Trébol un trío musical cordobés liderado por Álvaro Bustos (en el centro) que abandonó la composición cuando le diagnosticaron esquizofrenia, desde entonces vivía con su padre Manuel Bustos, un catedrático de música muy conocido en Córdoba.
Álvaro se aficionó a los libros de brujería y satanismo, especialmente La Bíblia Satánica de Szandor LaVey, fundador de la Iglesia de Satán. Álvaro se obsesionó con la idea de que su padre -al que llamaba el Inícuo- era la reencarnación de Satanás y decidió darle muerte.
La madrugada del 4 de enero de 1987 Álvaro afiló una barra para cortinas de madera dándole la forma de una puntiaguda estaca, luego entró en el cuarto donde dormía su padre y gritando "Vade Retro, Maligno" le clavó el madero en el corazón provocando su muerte instantánea. Roció con sal su cuerpo "Para que no se reencarnara" -declaró en el juicio y rompió todos los espejos "Porqué mi padre se comunicaba a través de ellos".
Siete meses más tarde se celebró el juicio en el que sentenciaron a Álvaro a reclusión perpétua en un centro psiquiátrico.
CENA CON INGRID PITT (RELATO)
Mañana hará dos años que nos dejó Ingrid, así que he decidido recuperar un relato que publiqué en noviembre del 2010:
El estudio había decidido celebrar un sorteo entre los asistentes al estreno de The Vampire Lovers. El joven Dennis fue el afortunado que compró la entrada con el premio: una cena con Ingrid Pitt.
Al bajar del coche que le había dejado frente al local elegido Dennis le preguntó al chófer si no se había equivocado de dirección pero por toda respuesta el conductor cerró la puerta y arrancó a toda velocidad.
Estaba en la zona de los muelles, rodeado de lóbregos almacenes teñidos de hollín y justo enfrente de una casa de ladrillo rojo de apariencia algo más solemne que los negros edificios que la rodeaban. Cuando Dennis tocó el timbre le recibió un hombre de ojos acuosos y lentos movimientos. Dennis le mostró la tarjeta que le acreditaba como ganador. Aquella figura taciturna respondió con un vago gesto que el joven interpretó como una invitación para que le siguiera y arrastrando los pies le condujo a un agradable salón bien iluminado.
Ingrid Pitt estaba sentada en un extremo de una mesa decorada con candelabros. Dennis no podía hacer más que mirarla boquiabierto: más bella aún que en las películas, cabello castaño recogido alrededor de la cabeza formando una tiara griega, ojos violeta y un sedoso vestido rojo. Cuando Ingrid se levantó para saludarle Dennis vio sus medias con costura impecablemente vertical.
Empezaron a cenar en silencio el uno frente al otro. A su alrededor deambulaba un desastroso servicio de ocho silenciosos camareros vestidos de negro que parecían ausentes. Más que servir, dejaban caer indolentemente los platos sobre la mesa, pero Dennis estaba extasiado dejándose envolver con aquella larga mirada violeta. Apenas probó bocado, Ingrid dejó su plato intacto.
Sirvieron café. Un cadavérico camarero echaba una cucharada de azúcar tras otra en el café de Dennis hasta formar un islote en el centro de la taza. El joven estaba absorto contemplando aquella mirada aún más violeta. Ingrid le dedicó una sonrisa por encima de su taza de café. Sus labios rojos enmarcaban unos grandes colmillos y su mirada se volvió llameante.
Dennis se descubrió en el centro de un círculo de camareros de rostro ceniciento que se le acercaban tambaleantes. También mostraban enormes y afilados colmillos. Ingrid saltó sobre el paralizado Dennis clavando sus dientes en su garganta con gélida dureza.
Desde esa noche Dennis se convirtió en otro silencioso y desmañado camarero; aunque se advierte un destello de felicidad en sus ojos acuosos.
Álvaro se aficionó a los libros de brujería y satanismo, especialmente La Bíblia Satánica de Szandor LaVey, fundador de la Iglesia de Satán. Álvaro se obsesionó con la idea de que su padre -al que llamaba el Inícuo- era la reencarnación de Satanás y decidió darle muerte.
La madrugada del 4 de enero de 1987 Álvaro afiló una barra para cortinas de madera dándole la forma de una puntiaguda estaca, luego entró en el cuarto donde dormía su padre y gritando "Vade Retro, Maligno" le clavó el madero en el corazón provocando su muerte instantánea. Roció con sal su cuerpo "Para que no se reencarnara" -declaró en el juicio y rompió todos los espejos "Porqué mi padre se comunicaba a través de ellos".
Siete meses más tarde se celebró el juicio en el que sentenciaron a Álvaro a reclusión perpétua en un centro psiquiátrico.
CENA CON INGRID PITT (RELATO)
Mañana hará dos años que nos dejó Ingrid, así que he decidido recuperar un relato que publiqué en noviembre del 2010:
El estudio había decidido celebrar un sorteo entre los asistentes al estreno de The Vampire Lovers. El joven Dennis fue el afortunado que compró la entrada con el premio: una cena con Ingrid Pitt.
Al bajar del coche que le había dejado frente al local elegido Dennis le preguntó al chófer si no se había equivocado de dirección pero por toda respuesta el conductor cerró la puerta y arrancó a toda velocidad.
Estaba en la zona de los muelles, rodeado de lóbregos almacenes teñidos de hollín y justo enfrente de una casa de ladrillo rojo de apariencia algo más solemne que los negros edificios que la rodeaban. Cuando Dennis tocó el timbre le recibió un hombre de ojos acuosos y lentos movimientos. Dennis le mostró la tarjeta que le acreditaba como ganador. Aquella figura taciturna respondió con un vago gesto que el joven interpretó como una invitación para que le siguiera y arrastrando los pies le condujo a un agradable salón bien iluminado.
Ingrid Pitt estaba sentada en un extremo de una mesa decorada con candelabros. Dennis no podía hacer más que mirarla boquiabierto: más bella aún que en las películas, cabello castaño recogido alrededor de la cabeza formando una tiara griega, ojos violeta y un sedoso vestido rojo. Cuando Ingrid se levantó para saludarle Dennis vio sus medias con costura impecablemente vertical.
Empezaron a cenar en silencio el uno frente al otro. A su alrededor deambulaba un desastroso servicio de ocho silenciosos camareros vestidos de negro que parecían ausentes. Más que servir, dejaban caer indolentemente los platos sobre la mesa, pero Dennis estaba extasiado dejándose envolver con aquella larga mirada violeta. Apenas probó bocado, Ingrid dejó su plato intacto.
Sirvieron café. Un cadavérico camarero echaba una cucharada de azúcar tras otra en el café de Dennis hasta formar un islote en el centro de la taza. El joven estaba absorto contemplando aquella mirada aún más violeta. Ingrid le dedicó una sonrisa por encima de su taza de café. Sus labios rojos enmarcaban unos grandes colmillos y su mirada se volvió llameante.
Dennis se descubrió en el centro de un círculo de camareros de rostro ceniciento que se le acercaban tambaleantes. También mostraban enormes y afilados colmillos. Ingrid saltó sobre el paralizado Dennis clavando sus dientes en su garganta con gélida dureza.
Desde esa noche Dennis se convirtió en otro silencioso y desmañado camarero; aunque se advierte un destello de felicidad en sus ojos acuosos.
jueves, 15 de noviembre de 2012
MENSAJE OCULTO EN LA SAGA DE EL PADRINO (CON RECETA)
Para el director Francis Ford Coppola las naranjas son un elemento simbólico que precede a la traición y la violencia.
EL PADRINO I: aquí podemos ver la más famosa secuencia con estos cítricos. Don Vito (Marlon Brando) se detiene a comprar naranjas en una frutería justo antes de ser acribillado por los hombres de la família Tattaglia. El Padrino se desploma mientras que las naranjas ruedan sobre el pavimento. Al principio, en la escena de la boda, ya vemos a Tessio, amigo de los Corleone que al final traicionará a la família, pelando una naranja. La muerte de don Vito la precede otra famosa escena, cuando éste asusta a su nieto poniéndose la corteza de una naranja en la boca e imitando a un vampiro.
EL PADRINO II: en la feria don Fanucci manosea una naranja justo antes de ser liquidado por el joven Vito Corleone (Robert de Niro) que además recibirá unas naranjas de obsequio en dicha feria. Michael Corleone (Al Pacino) saborea una naranja en Cuba mientras mira desconfiado a Hyman Roth (Lee Strasberg) pues sospecha que le ha traicionado. Poco después Michael ordena su muerte.
EL PADRINO III: Michael se reune con sus socios y en el momento en que una naranja cae del centro de la mesa tiembla toda la sala y los asistentes a la reunión son tiroteados desde un helicóptero. Más adelante vemos a Michael en Sicilia jugando con una naranja mientras discute con su amigo y confidente don Tommasino (Vittorio Duse) sobre la supuesta traición de don Altobello (Eli Wallach) También hay una breve toma de unas naranjas justo antes de que Vincent (Andy García) liquide a Zasa (Joe Mantegna)
La última referencia a las naranjas se produce cuando Michael tiene una crisis diabética mientras se entrevista con el cardenal Lamberto (Raf Vallone) y pide que le traigan una naranjada.
TIRAMISÚ FÁCIL
Esta es la receta más sencilla que conozco de hacer este postre, curioso nombre: en italiano tiramisú significa levántame. Lleva licor de naranja, así que no desentona en esta entrada.
1 vaso de azúcar, 20 bizcochitos (tipo soletilla) 100 gr. de cacao en polvo, 1 taza grande de café solo frío, 4 huevos, 1 chorro de Cointreau, 1/2 litro de nata líquida, 500 gr. de queso mascarpone.
Echar una cuarta parte de azúcar en la nata líquida. Cascar los huevos y separar las claras de las yemas. Montar las claras en un bol hasta que se vean espumosas (a punto de nieve) y mezclar las yemas con el resto del azúcar y el mascarpone.
Añadir la nata y las claras de huevo y remover bien.
Calentar el café y disolver en él el cacao en polvo y un chorrito de Cointreau.
Mojar muy ligeramente -sin empaparlos- los bizcochos en el café una vez frío. Cubrir una fuente o un recipiente hondo con los bizcochos.
Cubrir uniformemente los bizcochos con la mitad de la mezcla de huevo, mascarpone y nata. Luego añadir una nueva capa de bizcochos remojados por encima. Echar el resto de la mezcla sobre esta capa y espolvorear todo con el cacao en polvo.
Guardar este postre al menos unas horas en la nevera.
EL PADRINO I: aquí podemos ver la más famosa secuencia con estos cítricos. Don Vito (Marlon Brando) se detiene a comprar naranjas en una frutería justo antes de ser acribillado por los hombres de la família Tattaglia. El Padrino se desploma mientras que las naranjas ruedan sobre el pavimento. Al principio, en la escena de la boda, ya vemos a Tessio, amigo de los Corleone que al final traicionará a la família, pelando una naranja. La muerte de don Vito la precede otra famosa escena, cuando éste asusta a su nieto poniéndose la corteza de una naranja en la boca e imitando a un vampiro.
EL PADRINO II: en la feria don Fanucci manosea una naranja justo antes de ser liquidado por el joven Vito Corleone (Robert de Niro) que además recibirá unas naranjas de obsequio en dicha feria. Michael Corleone (Al Pacino) saborea una naranja en Cuba mientras mira desconfiado a Hyman Roth (Lee Strasberg) pues sospecha que le ha traicionado. Poco después Michael ordena su muerte.
EL PADRINO III: Michael se reune con sus socios y en el momento en que una naranja cae del centro de la mesa tiembla toda la sala y los asistentes a la reunión son tiroteados desde un helicóptero. Más adelante vemos a Michael en Sicilia jugando con una naranja mientras discute con su amigo y confidente don Tommasino (Vittorio Duse) sobre la supuesta traición de don Altobello (Eli Wallach) También hay una breve toma de unas naranjas justo antes de que Vincent (Andy García) liquide a Zasa (Joe Mantegna)
La última referencia a las naranjas se produce cuando Michael tiene una crisis diabética mientras se entrevista con el cardenal Lamberto (Raf Vallone) y pide que le traigan una naranjada.
TIRAMISÚ FÁCIL
Esta es la receta más sencilla que conozco de hacer este postre, curioso nombre: en italiano tiramisú significa levántame. Lleva licor de naranja, así que no desentona en esta entrada.
1 vaso de azúcar, 20 bizcochitos (tipo soletilla) 100 gr. de cacao en polvo, 1 taza grande de café solo frío, 4 huevos, 1 chorro de Cointreau, 1/2 litro de nata líquida, 500 gr. de queso mascarpone.
Echar una cuarta parte de azúcar en la nata líquida. Cascar los huevos y separar las claras de las yemas. Montar las claras en un bol hasta que se vean espumosas (a punto de nieve) y mezclar las yemas con el resto del azúcar y el mascarpone.
Añadir la nata y las claras de huevo y remover bien.
Calentar el café y disolver en él el cacao en polvo y un chorrito de Cointreau.
Mojar muy ligeramente -sin empaparlos- los bizcochos en el café una vez frío. Cubrir una fuente o un recipiente hondo con los bizcochos.
Cubrir uniformemente los bizcochos con la mitad de la mezcla de huevo, mascarpone y nata. Luego añadir una nueva capa de bizcochos remojados por encima. Echar el resto de la mezcla sobre esta capa y espolvorear todo con el cacao en polvo.
Guardar este postre al menos unas horas en la nevera.
viernes, 9 de noviembre de 2012
PARA ALUCINAR EN COLORES
Pinchar sobre este enlace, luego pinchar sobre las palabras ¡A alucinar! y O.K. Comenzar, observar el centro de la pantalla durante 30 segundos y entonces mire la mano con la que maneja el ratón. ¡Es alucinante!
Bueno, como no quería que la entrada quedara muy escueta pongo también unas tiras. Feliz fin de semana a todos.
lunes, 5 de noviembre de 2012
DOS INVENTOS DIABÓLICOS
EL CROISSANT PRINGANTE
Por motivos de trabajo últimamente voy a desayunar a una cafetería delante de los estudios de doblaje Prodimag. El primer día piqué como un incauto y pedí un croissant para llevar, allí tienen de esos nefastos croissants adornados con un churretón de insípido caramelo por encima. ¿Si no sabe a nada para qué lo ponen? pues para pringarse los dedos y la ropa, no se me ocurre otro motivo. Llegué al estudio con un montón de Kleenex adheridos a mis pegajosos dedos. Estoy hasta las narices de esos croissants obra sin duda de algún repostero degenerado y lo peor es que cada vez son más frecuentes en bares y cafeterías.
LOS LAVABOS PÚBLICOS CON LUZ AUTOMÁTICA.
Esto es Ciencia Micción:
En un discreto laboratorio de Wisconsin el profesor Sibelius ha controlado el tiempo que han empleado 1.500 voluntarios entre los 18 y los 55 años para satisfacer sus necesidades en un lavabo público. Después de rigurosos controles Sibelius ha telefoneado a Kurt Böhemm, de la empresa Siemens, principal suministradora en un futuro próximo de interruptores de luz con temporizador.
-Herr Böhemm -dice Sibelius-, el tiempo medio que emplea una persona en pulsar el interruptor, desabrocharse y orinar es de un minuto y cincuenta y cuatro segundos.
-Bien -responde Böhemm-. La luz de los interruptores se apagará a los cuarenta y nueve segundos exactos.
Ahora todos ustedes ya saben quienes son los retorcidos cerebros culpables...
Dicen que en ese momento se pueden oir las risotadas de hiena de Sibelius y Böhemm, aunque lo más probable es que uno ya esté bastante ocupado intentando encontrar a tientas la luz piloto que normalmente no funciona.
Por motivos de trabajo últimamente voy a desayunar a una cafetería delante de los estudios de doblaje Prodimag. El primer día piqué como un incauto y pedí un croissant para llevar, allí tienen de esos nefastos croissants adornados con un churretón de insípido caramelo por encima. ¿Si no sabe a nada para qué lo ponen? pues para pringarse los dedos y la ropa, no se me ocurre otro motivo. Llegué al estudio con un montón de Kleenex adheridos a mis pegajosos dedos. Estoy hasta las narices de esos croissants obra sin duda de algún repostero degenerado y lo peor es que cada vez son más frecuentes en bares y cafeterías.
LOS LAVABOS PÚBLICOS CON LUZ AUTOMÁTICA.
Esto es Ciencia Micción:
En un discreto laboratorio de Wisconsin el profesor Sibelius ha controlado el tiempo que han empleado 1.500 voluntarios entre los 18 y los 55 años para satisfacer sus necesidades en un lavabo público. Después de rigurosos controles Sibelius ha telefoneado a Kurt Böhemm, de la empresa Siemens, principal suministradora en un futuro próximo de interruptores de luz con temporizador.
-Herr Böhemm -dice Sibelius-, el tiempo medio que emplea una persona en pulsar el interruptor, desabrocharse y orinar es de un minuto y cincuenta y cuatro segundos.
-Bien -responde Böhemm-. La luz de los interruptores se apagará a los cuarenta y nueve segundos exactos.
Ahora todos ustedes ya saben quienes son los retorcidos cerebros culpables...
Dicen que en ese momento se pueden oir las risotadas de hiena de Sibelius y Böhemm, aunque lo más probable es que uno ya esté bastante ocupado intentando encontrar a tientas la luz piloto que normalmente no funciona.
jueves, 1 de noviembre de 2012
CARTELES DE CINE IMAGINARIOS (CON RECETA)
Ayer estuve pachucho en casa y es que no es muy prudente comer dos platos de callos picantes por la noche pero es que me quedaron tan ricos... y perdón por la inmodestia. Así que decidí matar el tiempo haciendo algunos cartelitos de películas que me gustan:
FAHRENHEIT 451
COMA
COMER, BEBER, AMAR
¿QUÉ FUE DE BABY JANE?
JOHNNY GUITAR
CHE: EL ARGENTINO
Bueno y ahora mi receta de callos pero insisto: no los aconsejo para cenar.
Sofreír jamón cortado a taquitos, una cebolla picada y una guindilla a la que antes hemos quitado las semillas. Remover un poco y añadir chorizo cortado pequeño, una cucharada de tomate concentrado y dos de pimentón. Poner los callos cortados en porciones, una copa de vino blanco y cubrir. con el fuego al mínimo durante media hora.
Una nota final más apropiada para estas fechas.
Mira cómo baila el esqueleto, mira como se menea por completo
Pinchen aquí si quieren ver el baile del esqueleto.
Voy a brindar con sal de frutas. ¡Feliz Halloween a todo el mundo!
FAHRENHEIT 451
COMA
COMER, BEBER, AMAR
¿QUÉ FUE DE BABY JANE?
JOHNNY GUITAR
CHE: EL ARGENTINO
Bueno y ahora mi receta de callos pero insisto: no los aconsejo para cenar.
Sofreír jamón cortado a taquitos, una cebolla picada y una guindilla a la que antes hemos quitado las semillas. Remover un poco y añadir chorizo cortado pequeño, una cucharada de tomate concentrado y dos de pimentón. Poner los callos cortados en porciones, una copa de vino blanco y cubrir. con el fuego al mínimo durante media hora.
Una nota final más apropiada para estas fechas.
Mira cómo baila el esqueleto, mira como se menea por completo
Pinchen aquí si quieren ver el baile del esqueleto.
Voy a brindar con sal de frutas. ¡Feliz Halloween a todo el mundo!