¿Vincent Schiaveli? Posiblemente muchos no les suene ese nombre pero al ver esta foto sabrán de quien se trata:
Schiaveli (1948-2005) apodado El actor de los ojos tristes no podía pasar desapercibido con ese físico si ademas añadimos sus dos metros de altura.
Este polifacético actor (fue autor de varios libros sobre cocina siciliana) debutó con la primera película americana del director checo Milos Forman: Juventud sin esperanza (1971) Forman lo adoptó como su actor fetiche apareciendo en papeles secundarios en todas sus películas: Alguien voló sobre el nido del cuco, Amadeus, El escándalo de Larry Flint... aunque posiblemente sea más recordado por su papel de fantasma metropilitano en Ghost (1991)
En el año 2005 Schiaveli decidió instalarse en el pueblo de sus abuelos: Polizzi Generosa (Sicilia) de unos cinco mil habitantes. Las cosas le iban bien a Schiaveli pues además de sus trabajos en cine y televisión sus libros de cocina se vendían estupendamente. Decidió entonces satisfacer un curioso capricho: pagó de su bolsillo a un centenar de habitantes de Polizzi para que durante todo el mes de diciembre interpretaran diversos papeles de El Quijote vestidos a modo de la época. Las calles del pueblo se llenaron de paisanos con sombreros de plumas, leotardos y jubones. Schiaveli se reservó el papel protagonista y se paseaba ufano con sombrero de latón y una coraza exclamando: "¡Non fuyades gigantes, viles criaturas!" Decoró una taberna como una posada castellana del siglo XVI con sus toneles y bancos de madera donde no era raro ver a Schiaveli en los fogones preparando el plato preferido del famoso hidalgo: duelos y quebrantos. Un revuelto de huevos, jamón y sesos de cordero. En el pueblo el actor era ya muy querido por su caracter alegre y jovial.
Los hosteleros de Polizzi se las prometían muy felices para las próximas Fiestas pues la idea de Schiaveli atraía a numerosos turistas pero pocos días antes de Navidad dejaron de ver al actor por sus calles. Schiaveli tenía cancer de pulmón -sólo lo sabía muy poca gente aparte de su mujer e hijos- había venido al pueblo de su familia para pasar sus últimos días y hacer realidad su quijotesca fantasía. Falleció el 26 de diciembre.
Al funeral de Schiaveli en Polizzi Generosa se trasladarón sus amigos Danny deVito y Milos Forman. Quedaron impresionados al ver en el entierro a toda aquella multitud, muchos vestían de época.
En Londres adquirí un ejemplar de Bruculinu, America, su libro de recetas más conocido. Este es uno de sus platos más sencillos y sabrosos:
SPAGHETTIS A LA SIRACUSA CON MEJILLONES
Poner en una cazuela a fuego vivo 1 kilo de mejillones con un vaso de vino blanco, medio limón, sal y pimienta. Tapar y dejar que el vapor abra los mejillones. Colar y reservar un poco del jugo que han soltado.
Descartar los mejillones que no se hayan abierto y sacar los moluscos de sus conchas. Mientras hierve la pasta sofreír en una sartén con aceite ajo y perejil bien picados, añadir los mejillones con un poco de su jugo y dejar reducir. Escurrir los spaghetti y mezclarlos con los mejillones. Antes de servir apagar el fuego y tapar la sartén durante un minuto para que la pasta se impregne bien de su sabor.
¡Vaya historia! La desconocía por completa pero, sabes qué, me parece fantástica: que alguien que sabe que va a morir cumpla sus sueños, aunque estos sean un despropósito, debería ser obligatorio. Estoy seguro de que en su pueblo lo siguen adorando.
ResponderEliminarLa receta, con los mejillones que tenemos por aquí, me la quedo.
Un abrazo
Hola, deWitt, me alegra verte por aquí. Lo que hubiera dado por pasearme por ese pueblo mientras Schiaveli andaba haciendo de Quijote con sus "extras". Forman tiene el proyecto de llevar esa historia al cine con John Turturro de protagonista.
ResponderEliminarEsta receta es deliciosa además de fácil. Aprovechando ahora que es buena época para los mejillones. Saludos. Borgo.
Schiaveli tiene pinta de haber sido un bonachón. En los extras de Amadeus cuenta anécdotas muy graciosas como la del hotel de la República Checa en el que buscaban microfonos ocultos y desatornillaron una tapa "sospechosa" del suelo, descolgando la lámpara del piso de debajo. Ja, ja.
ResponderEliminarDebía gustarle mucho el Quijote, pero qué quieres que te diga, me sobran los sesos de cordero en los duelos y quebrantos. Yo no soy nada amigo de la casquería como tú.
El plato de los mejillones tiene buena pinta, pero para los mejillones soy muy especial, no me gusta mezclarlos con nada. He comido algunas veces una ensalada fría de pasta que lleva mejillones y primero me como los mejillones y luego ya la ensalada.
Una entrada apetitosa, como siempre.
Hola, Einer. Forman contaba que Schiaveli y deVito se conocieron actuando en "Alguien voló sobre el nido del cuco" y que eran los más populares del rodaje por su simpatía y afición por las bromas.
ResponderEliminarLos duelos y quebrantos los he probado y están ricos pero después de mi último análisis de colesterol me temo que se me va a acabar la casquería. Eso de los mejillones me pasa con los de roca, son tan buenos que no les pongo nada más, sólo unas gotas de limón. Saludos. Borgo.
Grandísimo homenaje el que le haces aquí a Schiaveli, Miquel, incluyendo además su receta. Yo también me hubiera paseado con gusto, y vestida para la ocasión, por ese pueblo en ese mes de Diciembre.
ResponderEliminarNo conocía esta historia que cuentas y me parece maravillosa. Si se encarga Forman de llevarla al cine, y encima con el gran John Turturro, saldrá algo bueno de ahí, seguro.
A mí me encanta Schiaveli en "Alguien voló..." y en "Amadeus", pero no recuerdo su personaje en "Ghost", desde que la vi en el cine no la he vuelto a ver.
Preciosa entrada, Borgo, preciosa. Besos.
Gracias, Clementine, me ha alegrado mucho saber que te ha gustado. Hace unos cuatro años que leí sobre ese proyecto en la revista Screen (más o menos el Fotogramas americano) y no he sabido más, espero que Forman lo lleve a cabo.
ResponderEliminarYo vi "Ghost" una vez y tuve bastante pues aunque empieza bien se vuelve demasiado empalagosa para mi gusto. Schiaveli hace el papel de un fantasma que se encuentra en un vagón de metro a Patrick Swayze y le enseña a desenvolverse por el mundo material. Besos. Borgo.
La cara, cierto, conocida sin saber quién está detrás y la historia estupenda. La receta parece sencilla. Por cierto, ahora que te veo hablar en un post de John Tuturro, tenía una película sobre cocina, en la que él y un hermano suyo querían darle marcha a su desconcido restaurante, y para eso se inventan una fiesta con un asistente de lujo: Louis Prima. No recuerdo ahora como se llama... lo siento pero ahora no se me viene el título.
ResponderEliminarSaludos
Roy
Ahora me doy cuenta que he metido la gamba confundiendo a Turturro con Stanly Tucci... la peli se llama Big Night. y es de mediados de los 90. Creo que hasta el la dirigía.
ResponderEliminarHola, Roy. Me apetecía recordar a Schiaveli, el típico actor al que todo el mundo le suena su cara ("Sí, hombre, es ese de...") pero pocos conocen su nombre. No me suena esa película de Turturro, a ver si la busco por ahí. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarRoy: ahora sé cual es. Muy buena, aquí se tituló: "Una gran noche" y si no recuerdo mal también la dirigía Tucci. Por cierto que este actor también ha escrito un libro de cocina italoamericana. Gracias por recordármela. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarmuy bueno. Osea que andaba por el pueblo haciendo de Quijote. A mi tampoco me gusta la casqueria pero los mejillones y la pasta si. Deberías hacer un libro de recetas y cine...
ResponderEliminarHola Borgo!Este actor es un secundario inolvidable, de esos que por sus características físicas reconoces de inmediato; Yo lo recuerdo perfectamente en varias de las peliculas que has mencionado, pero desconocía lo de su muerte. Se parecía un poco a Silvester Stallone pero en grandote. El pueblo notará mucho su ausencia, eso es lo que le pasa a la buena gente: que siempre permanece en el recuerdo, aunque ya no estén entre nosotros. La receta la cocino seguro. ¡Me encantan los mejillones! Besos
ResponderEliminarQué poco agraciado era Schiaveli... no tenía ni idea de su faceta culinaria ni quijotesca.
ResponderEliminarA mí los mejillones no me gustan. Probaré a hacerla con almejas, o aún mejor, con coquinas :)
Un saludo
Hola, Aris. Desde luego debía ser un espectáculo ver a Schiaveli con sus dos metros de estatura haciendo de Quijote. Pues no es mala idea lo de ese libro de recetas cinematográficas, a priori se me ocurren los spaghetti colados en sartén como hacía Jack Lemmon en "El apartamento". Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, SqS. Pues es verdad que tenía un aire a lo Stallone, quizás por esa mirada algo perdida. Schiaveli era muy popular en la industria del cine por su simpatía y el humor que gastaba en los rodajes. Me alegra que prepares la receta, también queda buena con un poco de tomate pero no mucho para no anular el sabor de los mejillones y el perejil. Besos. Borgo.
ResponderEliminarPues claro que sabemos quién es, tiene parecido a Stallone sólo en los ojos así como caidos.
ResponderEliminarMe apunto la receta porque los mejillones me encantan, bueno ya lo sabes todo los productos del mar...soy tonta, jajajaja
Un besote.
Su final tiene mucho de quijotesco, sin duda. Admirable tanta enmmergí apara pasar sus últimos días. Qué curiosidades traes hasta tu blog, amigo Miquel. Y siempre aderezado con estupendas recetas. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Mara. Esta receta también la he probado con coquinas y queda buenísima. Te la recomiendo. Por cierto que vaya paliza le ha metido el Sevilla a los pericos. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Susan. Schiaveli tiene una mirada que recuerda a esos perritos de orejas gachas.
ResponderEliminarTodos los productos del mar son muy buenos y los mejillones que tienen mucho hierro también, por descontado. Molts petons. Borgo.
Hola, Marcos. La verdad es que ese actor llevó su vida con una envidiable energía y ánimo hasta el final. Siempre que puedo me gusta incluir alguna receta (o dibujo) que puede venir bien en cualquier momento, estos spaghettis me los he hecho para cenar y estaban muy buenos. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarMr. Borgo, imposible olvidar a este gran actor, Schiaveli fue de esos actores que cuando aparecia hacia que el film, si era flojo, subiera puntos, sin ir mas lejos, Ghost, sin duda, lo mejor del film fueron este actor y Goldberg y en Tomorrow Never Dies la parte de este actor fue maravillosa. Que en Paz Descanse, era un grosso. Saludos y muy buena entrada.
ResponderEliminardesde luego tiene un rostro extraño y difícil de olvidar, pero por lo que cuentas fue un buen hombre, con una imaginación extravagante
ResponderEliminarapunto la receta, que seguro que surge ocasión de probarla
besos,
Gracias, Belknap. Además de su físico Schiaveli era un actor de gran personalidad que hacía suyas las escenas en las que aparecía. Tengo que ver esas escenas de "Tomorrow Never Die". Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Maslama. Schiaveli era muy apreciado en la profesión, siempre hacía amigos en los rodajes en que colaboraba: DeVito, Jack Nicholson, Patrick Swayze... Seguro que te gustará la receta, a las gatas que he tenido les encantaban los mejillones y siempre les daba cuando los preparaba. Besos. Borgo.
ResponderEliminarUn rostro con carácter y el mejor fantasma de Ghost, película ciertamente empalagosa, pero que se salva por los papeles de algunos secundarios.
ResponderEliminarHola, Cahiers. A mí me encanta ese actor y desde luego se destacaba del resto del reparto de Ghost entre el soso Swayze, la sobreactuada Woopie y la Demi antes de ponerse voluptuosa. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarUna lástima lo de su defunción. Tenía que ser buena persona y estamos seguros de que era un buen secundario.
ResponderEliminarCon esa mirada de perrillo pachón daban ganillas de llevártelo a casa, aunque a ver donde lo metías con sus dos metros de altura.
Saludos Miquel, le paso la receta a mi contraria.
Hola, Alimaña. Todo un gran (de dos metros) personaje. Me encantó en un episodio de Expediente X en que hacía el papel de trabajador del hotel de un pueblo de freaks cirquenses.
ResponderEliminarYa me dirás que tal te ha salido la receta. Con almejas también queda muy bueno. Saludos. Borgo.
Esta anécdota resulta una de las más aleccionadoras y hasta simpáticas de entre las que relatas de vez en cuando sobre muertes frikis de actores idem. Por cierto, me deprimió un poco la historia de hace unos días sobre el cantante esquizofrénico que mató a su sufrido progenitor con la barra de una persiana; la vida es muy chunga a veces. Saludos.
ResponderEliminarEsta anécdota resulta una de las más aleccionadoras y hasta simpáticas de entre las que relatas de vez en cuando sobre muertes frikis de actores idem. Por cierto, me deprimió un poco la historia de hace unos días sobre el cantante esquizofrénico que mató a su sufrido progenitor con la barra de una persiana; la vida es muy chunga a veces. Saludos.
ResponderEliminarHola, Ricard. Sí, la verdad es que aquella historia aunque interesante era algo deprimente por eso quise suavizarla con el relato sobre Ingrid Pitt y ahora con la entrada sobre Schiavelli (ahora escribo bien su apellido) que es un relato muy emotivo. Esos actores frikis suelen ser las mejores personas. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarMe ha gustado tu entrada. Y, sí, tienes razón por nombre no lo conocía, pero nada más ver su imagen lo ubiqué en diversas películas.
ResponderEliminarUn personaje peculiar con una vida muy especial...
Saludos, Ann@
Un gran final, ¡sí señor! Y una estupenda historia digna de una persona que me hubiera gustado conocer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Anna. Su aspecto era reconocible siempre y eso es una buena cosa para los actores secundarios: Jack Elam, Peter Lorre... todos con un físico característico. Desde luego que Schiavelli era un personaje muy peculiar, sólo su iniciativa de convertir un pueblo siciliano en un escenario de El Quijote ya lo demuestra. Saludos. Borgo.
ResponderEliminar¿Qué tal, Víctor? A mí me pareció una buena historia, muy emotiva y curiosa y una muestra de que hay gente que no se resigna y decide cumplir sus sueños aunque le quede poco tiempo en el mundo. Desde luego me habría gustado compartir mesa con Schiavelli y uno de sus platos sicilianos. Saludos. Borgo.
ResponderEliminar¡Grande Schiavelli! No conocía esa anécdota.
ResponderEliminarViva siempre el hombre que nos enseñó a chutar latas.
No tenía ni idea que, además de ser un secundario excelente en cine y televisión de la segunda mitad del siglo pasado, el amigo Schiaveli fuese también reconocido cocinero.
ResponderEliminarSí supe de su final, pero no, tampoco, de la forma en que lo encaró, una muestra vitalista a recordar.
Un abrazo.
Te acaban de plagiar descaradamente la entrada. Esto lo encontré cuando estaba buscando información en inglés acerca de Schiaveli: http://susomendive.blogspot.com/2012/11/vicent-schiaveli.html
ResponderEliminar¡Ja, ja! Eso, Möbius. Vaya estilo que tenía Vincent chutando latas. ¿Era en "Ghost" no? No la recuerdo muy bien. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Josep. El padre de Schiavelli era un prestigiosos cocinero y el recogió y cocinó muchas de sus recetas como el zambaglione, un postre dificilísimo de preparar, yo lo dejé por imposible. Es una buena manera de definirle: vitalista y entusiasta hasta el último momento. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, @lfredo. Gracias por enviarme ese enlace. Lo cierto es que no doy mucha importancia a esas cosas. Casi me lo tomo como un cumplido pues veo que hay gente que le gusta lo que publico. Ya se sabe que la blogosfera es una tierra de nadie en lo referente a derechos de reproducción y ese tipo de cosas. Saludos. Borgo.
ResponderEliminargracias por la curiosísima historia, la receta y recordarme el papelón que hace él (y todos) en el Cuco.
ResponderEliminarUn abrazo tentacular.
A ti por pasarte, Kalamar. Son muchos los papeles memorables de don Vincent. Abrazos tentaculares. Borgo.
ResponderEliminarQué bueno!!! No sabía todo lo que cuentas. Justo el otro día vi Alguien voló sobre el nido del cuco, no lo había visto en esa película, y está genial...
ResponderEliminarSaludos
Muy bienvenida a Borgo, Eva. Schiaveli tenía ese físico que en seguida reconocías y eso viene muy bien con los actores secundarios. Esa idea de El Quijote en Sicilia es magistral. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarMaravillosa historia!! Eso si que es cumplir uno su última voluntad...
ResponderEliminarUn saludo
Bienvenida a Borgo, León. A mí me pareció una historia entrañable, una maravillosa forma de ocupar los últimos días. Espero que Milos Forman lleve a cabo su película sobre la idea de Schiavelli. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola. Quede maravillado con su ultimo deseo, y como no recordarlo en ghost.. esa pelicula me encanta. Su papel aunque fue secundario fue muy importante para mi gusto. Le enseña a Sam como moverse en el mundo de los vivos.
ResponderEliminarEn cuanto a la receta, este sabado la haremos en casa, somos fanaticos de la pasta y los mejillones. Saludos.