Entretanto devoraba todas las novelas de serie negra que
pillaba: Chandler, Hammet, Spillane… y una idea me cosquilleó la cabeza: ¿Y si
me hiciera detective privado? Recordé a un compañero del instituto cuyo padre trabajaba en la agencia Vélez-Troya, le llamé por teléfono y concerté
una cita con él, un tal Rius.
Quedamos en una coctelería, la primera vez que ponía los pies en uno
de esos locales. Rius tendría más o menos la edad que yo tengo ahora (53) pero
su aspecto fatigado le hacía parecer mayor. El blanco de sus ojos era
amarillento y debajo tenía bolsas. “Falta de sueño”, pensé. Tenía un perfil
peculiar: frente abombada y barbilla saliente; recordaba a las medialunas con
ojos y boca de los dibujos animados. “Nunca nos llamamos detectives, somos
investigadores privados”, fue lo primero que me dijo. Y lo segundo:
-Chico, olvida todo lo que has visto en las películas y
leído en las novelas. ¿Has visto alguna vez en el cine un detective aporreando
una máquina de escribir? Pues los informes y el papeleo nos llevan un montón de
horas –. Prosiguió:
- Las leyes españolas no nos permiten llevar armas de fuego.
Nos dedicamos más que nada a casos de divorcios, infidelidades matrimoniales… por eso los polis nos llaman
huelebraguetas. Es muy duro, horas y horas aguardando en un coche con una
máquina de fotos con teleobjetivo. Estás solo, y si en ese momento tienes
problemas personales y le das al tarro acabas fatal. A mí me han dado dos veces
la baja por motivos psicológicos. Es de las profesiones con mayor número de
divorcios…
Pidió al camarero un par de Manhattan y criticó la película
El corazón del ángel, con Mickey Rourke
en el papel de un detective que habían emitido por televisión la noche anterior.
-El tío descubre un asesinato y sigue trabajando como si
nada. Paparruchas. Si un investigador descubre un crimen tiene que informar inmediatamente
a la policía y abandonar el caso o acabas en la cárcel y sin licencia. Dasniell
Hammet, el de El halcón maltés, sí es creíble. Se nota que él trabajó de
detective en la Pinkerton.
Trajeron los Manhattan. Rius me miró fijamente, su nariz
curva le daba a su rostro un aire interrogativo:
-Y no te hagas ilusiones de ligarte a una bella cliente. En
este país las mujeres casi nunca solicitan los servicios de un investigador, a
saber porque…
No me quedaron ganas de intentar lo de detective, Rius me lo pintó mucho menos glamuroso de lo que suponía. Ya me está
bien ilustrar algunas portadas de ese género. Al menos tomamos Manhattan, un
combinado urbano que sabe a Broadway; a Balas sobre Broadway:
MANHATTAN: (Preparar en vaso grande o jarra) Hielo, 2/3 de
whisky, 1/3 de vermut rojo.
Mezclar y servir en copa de cóctel adornada con una guinda
roja.
PATATAS BRAVAS Y CAFÉ DE CACA DE GATO
Acabo de llegar de Moriles donde he visitado a mi ex
compañero de mili El Córdoba, el de mi entrada anterior (RISA LOCA) Yo soy el de la
izquierda (estaba tan flaco que no se me sostenía el correaje) Héctor, así se
llama, prepara unas patatas bravas sublimes:
PATATAS BRAVAS AL ESTILO MORILES: pelar las patatas,
cortarlas en trozos y sofreír lentamente en abundante aceite de oliva con 2
dientes de ajo. Cuando las patatas tomen color, escurrirlas y reservar.
Preparar la salsa salando ligeramente 300 gr de tomate pelado y sin semillas y
cocerlo en aceite hasta que haya perdido el agua y se vea concentrado. Añadir
una cucharada de pimentón picante y un chorrito de vinagre de vino blanco.
Dejar cocer y agregar unas gotas de tabasco. Pasar la salsa por la batidora y
dejarla enfriar.
Antes de servir, dorar bien las patatas en aceite muy
caliente. Escurrirlas sobre papel de cocina y regarlas con la salsa.
Héctor se dedica a la importación de café y me invitó a
probar el café más caro del mundo: el Kopi Luwak, de Indonesia. Para
conseguirlo el proceso es diferente al habitual de otros cafés. En este caso
los frutos de la planta de café son ingeridos por las civetas, unos pequeños
felinos del sudeste de Asia. Las civetas defecan unos granos que han sido
químicamente tostados por las enzimas digestivas del animal obteniendo un grano
caramelizado y muy aromático. Es muy bueno. Cada mañana Héctor me gastaba la
misma broma: “¿Un cafelito de caca de gato, Miquel?” Casi me atraganto cuando
me dice que se venderá en un Starbuck de Sevilla a 40 euros la taza.
Pero no será así: después de ver un informe de grupos contra
el maltrato animal que muestran esas civetas hacinadas en jaulas diminutas ha
anulado el pedido de este café y prepara una campaña de boicot contra el Kopi
Luwak. Bravo.
Efectivamente, es así. Los detectives que publican avisos se dedican a divorcios, infidelidad, a meterse en la vida privada ajena. Muy poco literario.
ResponderEliminarEs más interesante la ficción.
"Showtime" es bastante mala, pero en ella Robert De Niro (que sí es poli) describe el trabajo que hace y también lo pinta muy aburrido, explicando que se pasa la mayor parte del tiempo escribiendo informes y declarando en juicios.
ResponderEliminarYa había oído sobre ese café. Es asqueroso, pero no es para echarse las manos a la cabeza. ¿Es que la gente no sabe cómo hacen la miel las abejas?. Por no hablar de los huevos, más o menos nos estamos comiendo la menstruación de las gallinas.
Pues tiene que ser aburrido ser investigador privado. Siempre me los he imaginado tomando café de termo con una gabardina mugrienta y un palillo entre dientes. Conduciendo un coche destartalado y observando a alguna fémina desde la distancia con unos prismáticos.
ResponderEliminarVamos, como los de cualquier teleserie al uso.
Creo que en la ficción lo pintan todo más sugerente porque siempre ocurre lo inesperado...
Saludos
En Mataharis, la película de Iciar Bollaín, se cuenta la vida de unas detectives, pero más cercano a lo que quizá sea la realidad, o al menos más lejos del estereotipo.
ResponderEliminarOye, lo que cuentas de los dálmatas, ¿es verdad? Qué barbaridad
Hola, Demiurgo! Divorcios, infidelidad matrimonial y empresarial... es a lo que se dedican pr lo visto los detectives en la realidad. Falta más bourbon, luces de neón y gabardinas... como en la ficción, que suele ser más atractiva.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Hola, Doctora! Creo que "Showtime" es una de esas películas de parejas "Buddy Movie" con Eddie Murphy, pero así parece que es este trabajo en la realidad.
ResponderEliminarEs verdad lo de los huevos, "La regla de las gallinas"... me recuerda a aquella frase de "Ants" en la que beben zumo de pulgón y el protagonista dice: "Es que no me gusta beber del culo de un bicho". Mejor no saber de donde sale según que tomamos.
Saludos. Borgo.
Hola, Alimaña! No, si puedes llevar un termo y una gabardina mugrienta, hasta sombrero, pero aquí termina el parecido con los investigadores de las películas, con los Bogart y los Robert Mitchum. La ficción suele ser más sugerente por eso, porque es ficción.
ResponderEliminarSaludos, amigo! Borgo.
Hola, Ricar2! Me alegra verte de nuevo. Tengo que ver esa curiosa película de detectives femeninas con Nawja Nimri ¿qué es de ella?
ResponderEliminarSí que era verdad lo de los dálmatas a finales de los ochenta. Tienen poca camada y aún les queda instinto salvaje pues esa raza estuvo sin domesticar hasta no hace mucho tiempo. Supongo que actualmente ya no hay ningún peligro.
Saludos. Borgo.
Hola, Miquel.
ResponderEliminarQué entrada más auténtica. ¿Todos los dibujillos son de la casa? Oye, cuando escribas tu autobiografía me lo dices, que yo te la compro ya :)
Muchos besos y feliz semana, Borgo.
Ah, y me encanta esa foto tuya, pareces bueno y todo :P
ResponderEliminarYo también había idealizado la profesión de detective: siempre al acecho, pose misteriosa, seguimientos interesantes, con momentos peligroso inclusos... pero con la realidad hemos topado de bruces y al final es de lo mas aburrido y rutinario.
ResponderEliminarAunque me siguen fascinando los relatos de detectives, en la literatura y el cine.
Ya había oído de ese café...cagado, así literalmente, ya puede ser el mas caro pero sabiendo por el proceso (digestivo) que ha pasado yo me echaría atrás a la hora de probarlo.
Si que estabas delgado en la mili, se te caía el cinto, jeje.
:D
Hola, Clementine! ¿Qué tal? Sí, todos los dibujos son de cosecha propia. Lo de mi autobiografía creo que aún va a esperar mucho.
ResponderEliminarBesos y te deseo lo mejor para esta semana.
Borgo.
Hola, Clementine. Bueno... pues a ratos. Desde luego "El Cordoba" se le ve hecho un Rambo a mi lado. Yo parezco un espantapájaros.
ResponderEliminarBesos! Borgo.
Hola, Ana! Aunque yo estaba muy influenciado por el cine y las novelas no me lo imaginaba tan tristón como me lo pintó ese detective. Eso sí, yo habría llevado gabardina y sombrero, faltaría más. Creo que mi película clásica de detectives favorita es "El sueño eterno", versión Bogart, la de Mitchum no está muy lograda.
ResponderEliminarEse café es bueno (como lo tomo sin azúcar lo noté enseguida) pero espero que los granos estuvieran bien lavados.
"El Córdoba" me lo decía: "Pareces la radiografía de un suspiro". Qué poeta...
Saludos! Borgo.
Yo también me planteé la posibilidad de hacerme investigador privado y sigo con ello en la cabeza no creas. Guarda relación con mi gremio. Además de pasar hora smuertas, sé un rato. Pero, claro, no es tan atractivo como en las películas. Muy buena la fotografía de la mili. Y la anécdota del café, bueno ya te he comentado... Abrazos, amigo.
ResponderEliminar¿Qué tal, Marcos? Pues igul habríamos podido abrir una agéncia. Me imagino ya una puerte con un letrero pintado en el cristal: "Callau-Borgo. Private Eyes" y debajo: "Pase sin llamar", como la puerta del despacho de Marlowe. Eso de pasarse horas en un coche con una cámara esperando que una pareja entre o salga de un hotel es lo que menos me sedujo del tema.
ResponderEliminarSaludos! Borgo.
Un espantapájaros muy bien parecido, Miquel, que eras/eres muy majete :) Y oye, si llega a buen puerto eso de "Callau-Borgo. Private Eyes" me avisáis, que yo quiero ver esa película :)
ResponderEliminarBesos, Marlowe y Spade.
El detective a la española parece ciertamente deprimente, aunque siempre nos quedará Alfredo Landa y su papel de Areta el piojo en las dos esplendidas "El Crack".
ResponderEliminarMe ha encantado la historia del detective privado, desde luego sabía cómo quitarle el glamour a un trabajo, pero yo también he oído que es más o menos así.
ResponderEliminarLos de ese café se han enfrentado al grupo más poderoso, el que de hecho manda más en internet: el de los gatitos.
Métete tú con un gatito que toca el piano y ya verás cómo destruye tu producto en cuanto te descuides.
¡¡Gatitos que tocan el piano al poder!!
Huy, gracias, Clementine. Eres muy amable... puedes estar segura de que te avisaré cuando Marcos y yo nos pongamos la gabardina y el sombrero y hagamos una película en plan "Buddy Movie".
ResponderEliminarBesos. Borgo.
Hola, Cahiers! Ya me lo dijo Rius, que en el cine los detectives se parecen más a James Bond que a un investigador real. También me comentó que le gustó esa película. A mí me gustó más la segunda ¿Era aquella en que Landa se traslada a Nueva York, verdad?
ResponderEliminarSaludos! Borgo.
¿Qué tal, loquemeahorro? Lo que me acabó de echar para atrás fue eso de no poder llevarme a la cama a una cliente en apuros como siempre le pasa a Marlowe.
ResponderEliminarEl lobby de los gatos pianistas de internet es temible y poderoso. De momento le estoy enseñando solfeo a mi gato Asmodeo pero no avanza mucho.
Saludos! Borgo.
No te imagino haciendo de Sam Spade/Bogart o Marlow/Mitchum, no porque no tengan tu "sex-appeal"(no hay más que verte en esa foto..jaja)
ResponderEliminares que en la literatura todo es más galmouroso y siempre se enrollan con la chica que suele ser muy atractiva y a mí me parece que en la realidad no hay para tanto, además corres el riesgo de que te rajen la nariz como a Gittes/Nicholson en Chinatown.
Las ilustraciones están muy bien Miquel, me gustan.
Del cafe ni probarlo..y mejor no pensar de dónde vienen muchas cosas que comemos o bebemos..aggg
Saludos Miquel
Hola Miquel!! El caso es que por mi cabeza también pasó alguna vez el dedicarme a la profesión detectivesca, motivada por "Se ha escrito un crimen" que me encantaba ya que sin ser detective, era escritora de novelas de suspense,tenía una intuición asombrosa-
ResponderEliminarTambién pensé en ser criminóloga , pero lo desestimé porque no hubiese sido capaz de enfrentarme a mentes tan perversas.
Recuerdo aquél detective Mike Hammer, que se ligaba a toda la que pasaba por delante: estoy segura que a raíz de esta serie se dispararían los indices de hombre que querían ser detectives
Lo de el café creo que ya te lo dije: prefiero quedarme con la civeta
Un besazo Miquel!
Que poco glamour tiene el trabajo de detective y como nos gusta dejarnos engañar por el cine y la literatura.
ResponderEliminarLas recetas del Manhattan y de las bravas me las guardo, que algún día caen fijo.
Nunca voy a los starbucks, muy caro y poco café de verdad.
Hola, Abril! Bueno, yo no espero ni mucho menos compararme a esos dos grandes del cine negro. Saldría perdiendo y qué fuerte esa escena de "Chinatown" con el pérfido Polansky: "¿Sabes qué pasa a los que meten la nariz donde no deben? Pues que ¡Zas! la pierden..." La de veces que la he visto.
ResponderEliminarMe alegra mucho que te gusten los dibujos y no te aconsejo ese café, está bueno pero no vale la pena pagar tanto por una taza.
Saludos! Borgo.
Hola, SqS!!! No me extraña que te dejaras influir por la entrañable Jessica Fletcher. Ese era uno de los estudios requeridos para ser detective, criminología, técnicas legales y un poco de defensa personal aunque los investigadores que conocí no parecían necesitarla para pasarse horas en un coche vigilando la puerta de un hotel.
ResponderEliminarRecuerdo bien a Mike Hammer, el detective de Spillane que en la TV lo interpretó Stacy Keach. Así imaginaba yo los detectives.
Besos! Borgo.
¿Qué tal, Chechu? En cuanto vi al señor Rius ya tuve claro que la idea que me había formado sobre los detectives no se ajustaba mucho al mundo real.
ResponderEliminarEsas bravas son buenísimas, también el Manhattan. A mí no me gustan los Starbucks. Son la típica franquícia con empleados con frialdad robótica y no soporto sus frappuccino, sus moccalatte y demás pijotadas.
Saludos! Borgo.
Mr. Borgo, a pesar de que aun ando con problemas de tecnologia, ya he actualizado el blog y espero que los problemas se solucionen pronto; muy buenas sus vivencias, por mi parte, mientras buscaba trabajo, hubo una epoca en la que se me ocurrio trabajar en un cementerio. Cordiales saludos.
ResponderEliminarTodo resulta más glamouroso, extraordinario, sórdido y apasionante en la ficción ¿para que la queremos si no? Como ya ha comentado alguien "Mataharis" de Bolláin se acera a ese universo más cotidiano que extraordinario del detective hispano. A mi me gustó, tal vez por su contraste con los súperdetectives a los que nos han acostumbrado.
ResponderEliminarHablando de dálmatas y hará unos 20 años, recuerdo como uno se abalanzó contra el galgo atado de mi padre hasta arrancarle los testículos, el muy bestia. No lo separábamos ni a patadas. Nos dijeron en el veterinario que eran perros muy tarados por estar mezclados entre camadas de las mismas familias. El motivo fue que se pusieron de moda tras el estreno de "101 Dálmatas" y había demasiada demanda de ellos.
ResponderEliminarSaludos
Qué vivencias más interesantes, Miquel, y que bien lo relatas todo. De recluta, muy guapo,eh? Lo de detectives mejor para el cine y la novela negra. Oye, y eso del café...lo de las civetas...creo que es verdad que tiene que estar bueno. Ahora no tengo tiempo de mirar, pero no me cuerdo si es ese animal el que tiene también una bolsa en el bajo vientre o cerca del ano con lo que creo que sale una sustancia para fabricar perfumes. Ya me dirás.
ResponderEliminarLa patatas fritas en dos veces creo que quedan bien.
Es un gusto leerte, sabes? se aprende mucho contigo.
Besos.
Hola, Mr. Belknap! Me alegra que se hayan solucionado sus problemas tecnológicos. ¡Trabajar en un cementerio! Seguro que habría resultado una fuente inagotable de anécdotas. Yo habría iniciado un blog con el título "El vigilante de la cripta".
ResponderEliminarSaludos! Borgo.
Hola, Conde! Tengo que ver esa película de la que me han hablado bien y que muestra el oficio desde una óptica realista. De echo, investigan una trama de infidelidad laboral que es un caso muy frecuente en los investigadores, Además sale una actriz que me gusta mucho, la desaprovechada Nuria González.
ResponderEliminarSaludos! Borgo.
No, esa es la primera, en la que investiga la desaparición de una mujer por petición de su padre.
ResponderEliminarMiquel, así que no viste futuro como detective, no importa escribes unos relatos muy interesantes, muy bonitas las ilustraciones y las patatas bravas yo también conozco un sitio en el que hacen las de verdad, lo del café, como tu bien dices estará muy rico, pero será para todos esos que manejan muchas pasta.
ResponderEliminarHola, Alimaña. Eso fue exactamente lo que me contó el veterinario de la escuela. Los cruces consanguíneos unido al instinto depredador de los dálmatas (de las últimas razas en ser domesticadas) convirtieron en peligrosos algunos ejemplares. Sé de un cuidador al que le volaron media oreja.
ResponderEliminarSaludos! Borgo.
Hola, Marian! Vaya, gracias aunque era un recluta muy debilucho. Si yo fuera detective me iría a otro lugar más sugerente como Nueva York o Chinatown. Creo que te refieres al ciervo almizclero, al que se le extrae una glándula que se usa mucho en perfumes. Tuve un pariente que fabricaba perfumes que usaba otro ingrediente curioso: esperma de ballena.
ResponderEliminarSí, las patatas fritas quedan mejor pasadas dos veces por aceite, así quedan más crujientes por dentro.
Me alegra mucho que te guste la entrada y ya sabes, aquí siempre eres bienvenida.
Borgo.
Uy, Cahiers, perdón! Me he saltado su comentario y es que ya empiezo a notar los efectos del sueño. Gracias por la aclaración. Cierto, esa era la primera de las aventuras de Areta. Me gustaba el papel de su antiguo superior, el gran José Bodalo.
ResponderEliminarSaludos! Borgo.
¿Qué tal, Arantza? En fin, quizás no sería tan buen detective. Creo que prefiero leer sus novelas (aunque no sean muy verídicas) y si puedo dibujar la portada, pues mejor. Yo también sé de algún sitio donde las hacen con buena salsa y no con esa mayonesa picante de bote como te cuelan en muchos bares.
ResponderEliminarSaludos! Borgo.
Me gustaria probar ese cafe.
ResponderEliminarSaludos
Hola, Chaly! Muy bienvenido a Borgo. La verdad es que ese café es bueno, yo que lo tomo sin azúcar ni leche "sin disfrazar" lo noto. Claro que el precio y el maltrato de civetas le hacen a uno pensar.
ResponderEliminarSaludos! Borgo.
Imagino que lo de los detectives privados debe ser similar en todos los países de habla hispana.
ResponderEliminarRecordé, con tu posteo, a la serie televisiva «Detective de señoras», comedia policial emitida en Argentina a principios de los 90 (más info en http://es.wikipedia.org/wiki/Detective_de_se%C3%B1oras ; y también puede verse algún video por youtube: https://www.youtube.com/watch?v=59jIJwGLTms).
La foto en la milicia es de antología, ja.
Y te cambio el café por el mate ;).
Las ilustraciones, como siempre, geniales.
¡Saludos!
¿Qué tal, Juan? Gracias por enviarme ese enlace, creo que había oído hablar de esa serie. Ahora recuerdo una serie de culto de los 70 "Los casos de Rockford" sobre un curioso detective (James Garner)que vive en una roulotte con su padre (!!!) algo poco habitual en el género.
ResponderEliminarNo he renunciado al mate. Aún suelo comprar "La hoja" en una tienda de productos argentinos donde también vende alfajores y redondos de ricotta.
Saludos! Borgo.
Desmitificación del detective privado, miquel !! jaja
ResponderEliminarEl corazón del ángel es una maravillosa película sobre un detective que se las ve con el diablo. Puro cine de detectives privados, con gran guión. A mí Parker no me entusiasma, pero creo que ésta es su mejor peli, o por lo menos la que más me gustó. Rourke está grandioso; ni 8 semanas y media ni pamplinas.
Estás muy bien, muy simpático, en la foto de la mili. Un abrazo. Divertida entrada, como siempre, miquel.
Recomiendo una película con detective (o ayudante de detective, más bien) poco glamuroso pero muy enamoradizo: "Besos robados", del gran Truffaut. Saludos.
ResponderEliminarHola, Javier! Sí, a mí también me gusta mucho la película de Alan Parker con Rourke en su mejor momento pero te aconsejo la novela de William Horstj con una buena escena de aquelarre en una estación de metro abandonada de Nueva York que me extraña que no se aprovechara en la película.
ResponderEliminarMe alegra mucho que te guste la entrada. Abrazos!
Borgo.
Hola, Ricard! Sí, ya conozco esa película de Truffaut con su alter ego Jean Pierre Lèaud aunque hace mucho tiempo que la vi y es hora ya de revisarla. Buenísimo el encargo que le hace el dueño de una tienda de zapatos para que averigue porque las empleadas le odian. Eso no se ve en las clásicas películas del cine negro.
ResponderEliminarSaludos! Borgo.
Pues suena de maravilla ;-P lo del aquelarre en la estación de metro! Sí que le hubiera venido bien a la peli, la verdad, pegaba.
ResponderEliminarPues sí, Javier. La película está bien pero creo que la novela es mejor. Además, el viaje del detective a Nueva Orleans me parece que no le sienta bien a la trama original donde todo ocurría en Nueva York. Es como una pausa innecesaria.
ResponderEliminarSaludos! Borgo.
En serio tengo un vecino que es detective o eso dice y la verdad que es peculiar, muy cotilla e incluso aburrido...
ResponderEliminarBesos buen fin de semana
Hola, Inma! Por mi experiencia deduzco que los verdaderos detectives tienen que ser cotillas... y hasta algo aburridos. Yo es que lo imaginaba como Phillip Marlowe, conduciendo un Chevrolet por los alrededores de Malibú con sombrero y gabardina.
ResponderEliminarBesos y muy buen fin de semana!
Borgo.
Es una pena cómo se pierde el glamour de ciertas profesiones cuando sales del cine y de las novelas para introducirse en la cruel realidad...
ResponderEliminarMenos mal que no me gusta el café, soy más de infusiones, aunque seguro que también las hay extrañísimas. No indagó en ello que seguro me sorprendes con alguna. ;)
Un saludo.
Hola, Nury. Eso pasa en muchas profesiones. Cuando empecé a trabajar de ayudante de cocinero comprobé que muchos chefs eran unos tiranos politoxicómanos. Me quedo con el de "Comer, beber, amar" y otras películas.
ResponderEliminarSí, hay muchas infusiones curiosas como la ruda. Me gusta su sabor amargo aunque me advirtieron que es abortiva pero no creo que eso me afecte mucho.
Saludos! Borgo.
El investigador gastrónomo a lo Pepe Carvalho es el que te hubiera quedado mejor, ¿no? Ja, ja. A mí fijo que es el que me hubiera gustado más ser, con Biscuter y la Charo cerca, por supuesto, y en aquellos mismos años, en la época setentera-ochentera de sus aventuras, sin duda.
ResponderEliminarSaludos
Hola, Licantropunk. Ya me habría gustado ya, ser un Pepe Carvalho que come en Casa Leopoldo, un local fuera de mis posibles así que mejor me preparo yo la comida. En el cine creo que Carlos Ballesteros fue el actor más adecuado con "Tatuaje" de Bigas Luna, quizás la mejor adaptación de Carvalho a la pantalla. Ahora se ve como un interesante muestra de la Barcelona de los años setenta.
ResponderEliminarSaludos! Borgo.
Vaya, si que tiene poco glamour la profesión de Investigador Privado. Aunque recientemente cayó en mis manos un informe de un detective de éstos sobre un tipo que había fingido un robo en su almacén y a todas luces parecía uno más de los muchos que se habían cometido esa noche en el polígono industrial donde estaba situado. Pero el investigador empezaba a desmontar una por una todas las teorías del tipo y además con una lógica basada en las pruebas y de pedir que le indemnizaran con más de 30.000 euros, la cosa acabó con él siendo acusado de fraude. En esos casos tipo CSI si que me gustaría ya que no se puede ser uno tipo Bogart, que es mi vocación secreta.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Charly! Eso no es todo, Rius me llevó a la academia de criminología donde se sacó el título y pocas veces he visto un lugar tan sórdido. Eso sí que pegaba con la idea que tenemos del cine negro. Solo faltaba el letrero de neón que se enciende y se apaga en la fachada de enfrente.
ResponderEliminarCasos como los que describes son la mayoría de esa profesión, aunque lleves sombrero, gabardina y conduzcas un Chevrolet.
Saludos! Borgo.
Qué difícil ser detective entonces.
ResponderEliminarOjo que el Wallander de Mankell suele tener e medio de sus casos sucesos vulgares que tienen que ver con divorcios, infidelidades o recuperación de objetos secuestrados.
Tal vez en ese punto es donde la ficción de Mankell se cruza con tu realidad como detective.
Pero claro, no es el estilo Chandler o Hammet que a vos te gusta tanto.
Abrazo grande, la seguimos.
yo café paso. Gracias
Hola Miquel yo tambien soñé con ser detective privado pero como dice el refrán los sueños son eso sueños.
ResponderEliminarTu por lo que cuentas casi lo consigues pero la cosa se quedo en eso "casi".
Esas patatas bravas tienen buena pinta😊
Un abrazo
Puri