Dedicado a Isabel del estupendo blog PELICUARIO que me dio la idea para este relato.
Ofidio Villegas era un apasionado de las serpientes. Un amigo le facilitó la
dirección de una granja donde vendían clandestinamente especies exóticas, allí
tenían una Ophiophagus (literalmente: serpiente que devora
serpientes) de casi tres metros de longitud. Quitaron la calefacción del
terrario para que la serpiente entrara en letargo y Ofidio pudiera llevársela a
casa.
Una noche Ofidio se despertó bruscamente. Dos puntos luminosos brillaban en la oscuridad de la
habitación, la serpiente le observaba desde los pies de la cama. No había
cerrado bien el terrario. Se acercaba, sus ojos ahora eran como chispas
eléctricas que irradiaban agujas luminosas. El animal fue reptando por la cama
hasta situarse completamente paralelo a Ofidio. Parecían mirarse frente a
frente. Su ancha mandíbula se apoyó en la almohadilla mientras su largo cuerpo
escamoso se extendía sobre la colcha dejando la cola enroscada en el suelo. Ofidio
no se atrevía a moverse. Los ojos del reptil emitían ahora anillos concéntricos
que se desvanecían como pompas de jabón, se acercó un poco más y sacó su lengua bífida cosquilleándole la nariz.
-Es una muestra de afecto –pensó Ofidio-.¿Porqué no? Hasta las serpientes pueden
demostrar cariño como otras mascotas.
Quizás la serpiente tenía poderes hipnóticos, el caso es que Ofidio entró
rápidamente en un dulce y profundo sueño barbitúrico mientras los vidriosos
ojos de la bestia seguían observándole fijamente.
Al situarse frente a Ofidio la serpiente ya había comprobado que podría
digerirlo sin problemas. Le sacaba un metro, palmo más o menos.
En cuanto esté profundamente dormido
me enroscaré en su cuello hasta asfixiarlo y lo engulliré. Será muy fácil.
juas, a Ofidio le salió más cara la mascota de lo que esperaba.. le pasa por tener un nombre tan apetitoso
ResponderEliminarbesos,
Hola, Maslama. Mal día para Ofidio cuando a su serpiente le dio por tomar medidas. Eso con los mininos no pasa. Besos. Borgo.
ResponderEliminarYa había oído eso (que tiene toda la pinta de una leyenda urbana) de la serpiente que se tumba paralela al dueño o dueña en lo que parece un gesto cariñoso y en realidad es que lo está midiendo para ver si "le cabe" jejejeje.
ResponderEliminarLa definición de tu amigo sobre la película es buenísima!!! jejejeje. A ver la tercera, si, a ver si le ponen "antes de merendar", "antes de que suene el despertador" o similar.
Un saludo.
Ofidio Villegas... Este nombre lo llevarían en el cine López Vázquez o Alfredo Landa. Las pasiones deben ser mínimamente controladas, que luego pasan estas cosas... Besos, Borgo.
ResponderEliminarBueno, pensaba que la cosa iba de Las Trinca Sisters, " Palmo mas o palmo menos..."
ResponderEliminarPor cierto, Ofidio nada te envidio...
Saludos.
El relato divertido, y además me has dado a conocer un nuevo blog. Ya lo dicen: nunca te acuestes sin haber aprendido algo. Para un maestrillo, eso debería ser su única biblia. Salud!
ResponderEliminar¡Uhi qué miedito ! No me gustan nada las serpientes..uffff tan frias tan silenciosas...¡ me estremezco !
ResponderEliminarUn relato de terror y humor negro jiji
Saludos
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ResponderEliminarPor un momento se me ha representado Kaa, la serpiente de "El libro de la selva", sobretodo cuando le aparecen esos círculos concéntricos en sus ojos. Dicen que las serpientes miden el cuerpo de su víctima antes de engullirlo. De hecho, las parejas que tienen un bebé y una serpiente, deben dedshacerse de la serpiente cuando ésta, desde el terrario, se extiende midiendo la longitud de la cuna. Y es una historia real. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Charly. Eso de tomar medidas antes de engullirlo es un poco lo que hago yo con los "cojonudos" de los bares de Castilla: rebanadas de pan con chorizo y huevo de codorniz que se han de comer de un bocado. Saludos antes de cenar. Borgo.
ResponderEliminarPor eso yo no tengo mascotas en casa. Un saludo.
ResponderEliminarMuy buen relato y muy entretenido y si antes no me gustaban las serpientes....ahora menos
ResponderEliminarun saludo
Hola, Clementine. Sí que es un buen nombre para uno de esos actores o también para un personaje de culebrón latinoamericano ¿no? Hay pasiones que matan y hasta se te comen. Besos. Borgo.
ResponderEliminarHola, FATHER. Ah, sí aquella canción que en su letra original decía: "No ve d´un pam, no ve d´un pam. Triiii-lirulirú" Pero este relato lleva serpiente incluída. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Lluís. Te recomiendo de verdad el blog PELICUARIO. Lástima que ya no le dejen poner descargas como antes pero siempre habla de películas muy interesantes. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Abril. Las serpientes suelen provocar una mezcla de atracción-pánico. Tan sibilinas, susurrantes... como Kaa de "El libro de la selva". Un amigo mío tiene una pitón de dos metros y me dijo que le daba besitos, toma ya. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Marcos. Ahora veo que es una historia más real de lo que pensaba. En la escena de los círculos concéntricos me imaginaba a Kaa que en la versión original le ponía voz el gran Sterling Holloway, el que puso voz a Winnie Pooh. ¡Mírame a los ojoooosss! Fzzz... Abrazos. Borgo.
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ResponderEliminarHola, Ricard. Bueno, yo he tenido perros, gatos, pajaritos y ahora un cuervo de peluche pero era poco probable que alguno se me comiera. Los mosquitos sí que se me comen vivo últimamente. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Lost Boy. A mí no me gustan ni como primer plato. En México probé serpiente y tenía un sabor entre bacalao y pollo pero una textura correosa poco agradable. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola Borgo!A mi me encantan todos los animales, pero hasta el punto de tener una serpiente por mascota me parece a mi que no.Mejor están en su hábitat; tengo entendido que en el Amazonas hace unos años aún se encontraban serpientes que acababan de tragarse literalmente a un ser humano, generalmente niños. ¡Horrible!Besos querido Borgo
ResponderEliminarComo es la "serpiente que come serpientes" y se metía en la cama de Ofidio, pensé que le iba a comer la serpientilla del amor (cosa que al fin y al cabo, también acabaría haciendo).
ResponderEliminarMuy bonito el relato, me he acordado de la serpiente-sombrero de "Le petit prince" con Ofidio Villegas en su interior, dirigiéndose al trabajo dando saltitos, envuelto por la piel del reptil.
-Bonitas botas, pantalones, camisa, cartera...etc... de piel de serpiente Ofidio!
- Gracias, señorita Moneypenny.
Ufff, no me gusta tener como mascota a ningún animal con el que no puedas interactuar, para qué te sirve una serpiente???
ResponderEliminarA mí no haría falta que me midiera, podría comerme por duplicado si quiere, jajaj
1besico!
Muy bueno borgo. Sobre todo que tengo especial sensibilidad hacia las serpientes (las de dos patas también)
ResponderEliminarcomo Indiana Jones, el mero hecho de que haya una en mi habitación aunque sea de 5 Cmts. me quita el sueño. Espero tenerlo olvidado esta noche, sino seré otro Ofidio a la plancha.
saludos
Roy
Hola Miquel, muchas gracias, aunque podías aclarar que te di la idea pero porque te conté esta historia, no porque sea una víbora, ¿o psssssí? (estoy sacando mi lengua bífida)
ResponderEliminarBesos mussol, como te descuides te engullo, ¿tu talla era M, L, XL? jajajaja.
Escuché lo que se supone que es una leyenda urbana de dos personas diferentes que tenían un amigo que...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho lo relatado!!!
Por cierto magnífica la portada de Nero Wolfe!!!
Feliz Finde!!!
PD: ainssssssss cuanta razón tienes. Alaska y Mario siempre han pretendido tener un rollo-Tommy-Lee-Pamela-Anderson que no me acabo de creer. El reality me encanta, sin embargo.
prefiero mi periquito, como mucho te pica un poco, pero te aseguro que es incapaz de comerme, nos llevamos más de 79 kg
ResponderEliminarHola, SqS. No llego a la fóbia de Indiana Jones pero las serpientes no me hacen gracia. Un amigo mío tiene una pitón y ha de alimentarla con presas vivas -un ratón- una vez por semana. Yo me desharía de la serpiente y me quedaba con el ratoncito. En un reportaje del National Geographic mostraron fotos de una anaconda que se había tragado entero a un pescador. Ecs. Muchos besos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Sr. Pérez. Hombre, es que una serpiente de casi tres metros con la pilila de Ofidio -por muy bien dotado que estuviera- no tenía ni para el aperitivo.
ResponderEliminarAh, sí, cuando el Principito va a parar a África y encuentra una serpiente que le dice "Buenos días", yo ilustré esa escena para un libro de texto. Saludos. Borgo.
Hola, Fiona. Yo es que soy de gatos, sin dudarlo. Lo de comerte por duplicado ¿significa comerte primero de cintura para arriba y el resto para cenar? ¿O al revés? Besicos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Roy. Bueno, en las noches frías no debe ir mal una serpiente enroscada al cuello en plan bufanda siempre y cuando no sea una de esas que asfíxian. Pensándolo mejor no quiero ningún ofidio en mi cuarto, ya tuve uno de dos patas. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Isabel. Gracias a ti por proporcionarme la idea. No, no ers una serpiente de lengua bífida aunque no te quedaría mal una colita con cascabel para hacer ring-ring. Engulle, engulle. ¿Me pongo salsa tártara por encima? Besos, mussol. Borgo.
ResponderEliminarGracias, CINEXIM y también te deseo buen finde. Me confieso adicto del reality Alaska y Mario. Lo que decía: ¿Viste cuando están a punto de irse de viaje? Alaska le hace a Mario el equipaje como una mamá preparando la mochila del cole para su hijo. Son increibles. Borgo.
ResponderEliminarHola, Aris. Uf, ya puede ir haciendo medidas tu periquito, claro que bien picadito como en los canelones... Saludos. Borgo.
ResponderEliminarYo no hubiera picado con lo de "serpiente que come serpientes". Suena a rollo Lorena Bobbitt XDD
ResponderEliminarUn saludo, maestro!!
Creo que las serpientes no tienen esa extraña facultad (para ellas ;-P) de demostrar demasiado cariño; le ocurre parecido a otros animales, como el escorpión :-D
ResponderEliminarEl relato tiene un final agónico. Durillo. Me ha gustado, miquel.
Un saludo
Si hubiera sido Harry Potter en vez de Ofidio otro gallo cantaría, por eso de que hablaba con las serpientes (Pársel)...Por cierto no se si conocías aquel que dice: mujer bilingüe busca hombre bipene...
ResponderEliminarUn abrazo.
Las serpientes adoptadas como mascotas no creo que den mucho cariño.
ResponderEliminarGary, el hamster de mis hijos si, palmó la semana pasada después de matar a su compañero/a de jaula a la avanzadísima edad de 3 años... Una tragedia para los pequeños, pobrecitos.
Por otro lado sería una muerte muy dulce la del relato. Ofidio, (bonito nombre) no sufriría en absoluto...
¿Conoces el chiste de "me han dicho que te mueres"? Buenísimo
Saludos
Hola, Wolfville. Vaya personaje la Lorena que le dio al gato el miembro de su marido, ese John Wayne Bobbit -vaya nombrecito- un ex marine que rodó películas porno, supongo que le cosieron el chisme. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarGracias, Javier. Quizás sea egoista pero me gustan los animales que dan muestras de cariño como los gatos o los perros. Supongo que ya conoces aquella historia de: "No puedo evitarlo ¡soy un escorpión!" Saludos. Borgo.
ResponderEliminarJa, ja. Hola, Víctor. Pues no, no conocía ese de la mujer bilingüe. Los que se lo montan bien son los caracoles que podéis tener sexo cuando queréis, pillines. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Alimaña. Siento lo de tu hamster. Quería tener uno de niño pero cuando supe que las hembras se zampan a sus crías me cortó el rollo.
ResponderEliminarNo conozco ese chiste pero me he acordado de Tono, el humorista de La Codorniz. Sus amigos fueron a verle en su lecho de muerte y cuando se iban les dijo: "Perdonad que no os acompañe a la puerta pero es que me estoy muriendo". Genio y figura. Borgo.
Será que el tamaño sí importa (a veces)
ResponderEliminarHola, Mö bius. Aquí sí que importa, desde luego. O engulles o no engulles. Son increibles los calamares que pueden tragarse una presa tan grande como ellos. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarEs que con ese nombre no se podía aspirar a otra cosa. Entre ofidios anda el juego. Por un momento, pensé que el relato tomaría alguna dimensión sexual...
ResponderEliminarAhí va el chiste.
ResponderEliminarDos hombres van solos cruzando a pié el desierto. Allí una serpiente venenosa le pica en el pene a uno de ellos. Inmediatamente el compañero llama por teléfono al médico preguntando que se puede hacer al respecto. El doctor le responde que debe limpiar y chupar la herida para extraerle el veneno.
Este se dirige compulgido al amigo y le suelta: "Paco...me han dicho que te mueres".
Saludos
Hola, Cahiers. Es curioso que no sea el primero en relacionarlo con algo erótico pero es que la serpiente es un claro símbolo sexual -femenino, concretamente- soñar con serpientes siempre se ha interpretado como símbolo del erotismo y la tentación en muchas culturas. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarJa, ja, muy bueno, Alimaña. Creo que tengo que renovar con urgencia mi stock de chistes que ya está obsoleto. Ahora te envío una portada que he hecho que tiene relación con el género de los Infectados. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarEs bien sabido mi poco interés por los bichos, domésticos o no, de compañía o a distancia, pero al leer el relato, recordaba alguna portada de Whitesnake, donde alguna serpiente se lo montaba muy bien con alguna maciza!!
ResponderEliminarHola, Tirador. Yo recuerdo el disco de los Whitesnake "Lovehunter" de mi hermano con una insinuante serpiente blanca en la portada. No era muy fan de su música pero reconozco que tenían portadas muy buenas, qué tiempos aquellos antes de los CD. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarJajajaja. ¡Qué mal rollo!
ResponderEliminarPor cierto, muy bien elegido lo de "Ofidio".
Hola, Pablo. Es que con un nombre como ese estaba escrito que te debían gustar los reptiles. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarInquietante relato Miguel,
ResponderEliminarha sido un placer leerte.
que tengas una feliz semana.
saludos.
Gracias, Ricardo y bienvenido a Borgo. También re deseo muy feliz semana. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarAy, pobre serpiente. Qué quieres que le haga, es una serpiente. Y a un tipo que se llama Ofidio lo suyo es que le pasen estas cosas. Muy buen relato.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Licantropunk. Es verdad, no había caído en la fábula del escorpión y... ¿era una rana? "Lo siento, soy un escorpión". La naturaleza puede ser cruel. Saludos. Borgo.
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