Los gatos y sus costumbres nocturnas... esta es una de las tiras que publico mensualmente para la revista Pelopicopata:
GATO ASADO
.Elige un gato joven que tenga buena facha.
Cébale con riñones, asadura y pichones; prohíbe darle sustos,
desazones, castigos y disgustos, y al año tendrá el minino
el cogote muy ancho y el pelo fino.
Ya gordo y reluciente, acariciándole con la mano,
degollarás al gato dulcemente como si degollases a tu hermano.
Desuéllalo con arte, pásale un espadín de parte a parte y ásalo a fuego lento:
Báñalo con aceite aderezado, limón y ajo machacado en tanto lo volteas,
y a medio asar, es el instante, con sal lo espolvoreas.
Si al asarle seguiste mis consejos, ríete de liebres y conejos.
Y sólo algún mentecato pedirá que le des liebre por gato.
NOTA: no se ha maltratado a ningún gato al transcribir este poema-receta.
Dedicado también a mi gato Gatony. Espero que estés ahora en el cielo durmiendo sobre nubes de whiskas.
Me salvo porque no me gusta el conejo ni la liebre, así nunca podrán darme gato! jajaja.
ResponderEliminarLos gatos, con eso de tener 7 vidas, no se cortan un pelo.
1besico!
Hola, Fiona. Pues no sabes lo que te pierdes con un buen conejo al allioli.
ResponderEliminar"Que siete vidas tiene un gato" cantaba el hijo de Lola Flores. Curioso: en Estados Unidos los gatos tienen nueve vidas. Besicos! Borgo.
Justo es lo que iba a decir!! A mi el conejo no me gusta ni con arroz ni en salsa, solo me gusta con allioli i patatas al caliu!!
ResponderEliminarPetons prerevetlla!!
Hola, Sidhe. Buen menú para una calçotada ¿Y con caracoles? Una delicia, claro que si no te gustan...
ResponderEliminarPetons prerevetlla!! Borgo.
¡Me chifla esta entrada, Miquel! Geniales portada y tira, más que ingeniosa receta... y redondo el título del post. ¡Y sales en la revista de Pelopicopata! Besos, Borgo.
ResponderEliminarHola Borgo! como ya te dije una vez no me gusta el conejo, porque me recuerda a un animal de compañia, y porque cuando era pequeña mi madre compró uno vivo para sacrificarlo y cocinarlo en casa, y casi me coge un patatús cuando vi a mi padre pegándole un golpe, casi de karateka, en el cogote;esa receta de gato que describes, me pone los pelos de punta, tal vez soy demasiado susceptible. Por cierto en un pueblo cercano a donde yo vivo , tras muchos años de fama por sus célebres y apetitosos guisos de conejo, se descubrió que daban gato por liebre, y acabaron cerrando.
ResponderEliminarNo sabía que escribías para la revista pelopicopata, eres una cajita de sorpresas.La ilustración me gusta mucho y Poe también. Besos
Jajaja, qué grande Rufus!! los gatos son todos unos truhanes, es así, aunque a mí me encantan, por eso lloré de lo lindo cuando me dijeron que era alérgica a los mininos. He tenido dos gatos y la verdad es que se les echa mucho de menos.
ResponderEliminarLa receta no la voy a poner en práctica, que yo no soy ni de gato, ni de liebre, ni de conejo, ni de perdiz. Y dejé de comer jamón una semana cuando vi "Babe, el cerdito valiente", un poco hipócrita que es una.
Un beso
borgo, ¡gracias mil por la dedicatoria! es emocionante, y el chiste divertidísimo, quería pedirte permiso para publicarlo alguna vez en la gatera (con cumplidos agradecimientos al autor, claro :)) de momento comparto el enlace en el face, merece la pena
ResponderEliminarlo que ya me ha escamado un poco es la receta a base de gato. Desde que lo he leído estoy mirando a l@s human@s amables con una sospecha..
besos,
Hola, Clementine. Me alegra mucho que te guste ¡incluso la receta! y es que no todos los días se ve una receta en verso. Ni Arguiñano lo hace. Colaboro en Pelopicopata desde hace casi dos años con una tira que aparece en la página 78, la de los pasatiempos. Besos. Borgo.
ResponderEliminarHola, SqS. Uf, sí, en mi pueblo también mataban conejos y una vez me quedé horrorizado al ver como le sacaban el pelaje de un tirón como si fuera un guante. Vaya, así que siguen dando gato por liebre, recuerdo cuando trajeron conejos sin la cabeza procedentes de China para el mercado. Aquí la gente no los compraba porque no se fiaban. Gracias, me encanta dibujar gatos, a ver cunado me encarguan El Gato con botas. Besos. Borgo.
ResponderEliminarHermosa la ilustración,genial el comic,y espeluznante la receta.
ResponderEliminarPor estos lados hace muchos años ya se había puesto de moda el llamado "Gato a la Rosarina",y es el día de hoy que cuando uno quiere hablar mal de un rosarino le dice "comegatos" o alguna otra lindeza por el estilo.
Besos
Hola, Mara. Las excursiones nocturnas de los gatos... En una plaza donde vivía antes a veces se reunían por la noche y sentados en el suelo formaban un circulo. Era muy curioso, parecía que se contaban historias. Yo he tenido varios gatos -en su mayoría negros como el de Poe- pero no he probado mis recetas con ninguno. Besos. Borgo.
ResponderEliminarPues el conejo, la liebre...es mi comida favorita, en todas sus versiones.
ResponderEliminarEn tiempos de hambrunas era muy común comer gato, y no es leyenda, mi padre recordaba haber comido gato durante la guerra, no había otra cosa.
Oye, genial la tira.
Ha sido un placer, Maslama. Publica lo que quieras, por mí encantado. Sí, a mi Gatony (q.e.p.d.) tampoco le hizo gracia esa receta y no iba a la cocina cuando yo estaba. Muchos besos. Borgo.
ResponderEliminar¡Fanny! Me alegra mucho verte de nuevo por aquí. Ja, ja, no sabía eso de los rosarinos. He estado en Chesire, Inglaterra y allí comprobé que es cierta su tradición de hacer quesos donde dibujan la cara de un gato sonriente, una forma más civilizada de comer gato. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Moniruki. Vaya, al fin una partidaria de comer conejo. La liebre también me gusta pero es más dura y hay que cocerla estofada al menos tres horas. Yo también conocí a alguien, mi tio, que había comido gato en la guerra. Decía que tenía una carne astillosa de sabor fuerte. Gracias por lo de la tira. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarLa portada está muy bien, pero hijo, con la receta de un gato te has superado (ja,ja).
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Miquel, esta receta me ha recordado al cab....azo de un amigo de mi padre, un bromista de tomo y lomo de gato. Hace muchos años nos invitó en casa a un guiso de "conejo", y ya sabíamos de su pericia en la cocina, era un buen cocinero. El resto te lo puedes imaginar, todos nos relamimos chupando hasta los huesitos, hasta que después de la contesa de helado nos enseño la cabeza de un minino... Como corría riendo el condenado moztruo jajajaja. Verídico.
ResponderEliminarEn fin, tu receta apoteósica.
Yo tambien soy "gato" con problemas de insomnio ¡Miau!
Saludos.
Gracias, David, cuando se trata de Poe hay que esmerarse un poco. Pues a mí me han entrado ganas de conocer la obra de ese José Fernández, su ciencia ficción del diecinueve puede der interesante y también sus recetas. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Alimaña. Jo, pues vaya bromita, me ha recordado a una escena del libro "La piel" de Curzio Malaparte: el protagonista se dedica a juntar los huesecillos del cordero de un cus-cus hasta darles forma de mano humana y convence a sus compañeros que se ha comido una mano auténtica. Veo que tenemos el insomnio en común, vaya jugada. Existía en el Madrid viejo -quizás aún esté- un callejón llamado del gato con espejos distorsionantes. Un Miau de saludo. Borgo.
ResponderEliminar¡Ah Rufus que golfo ! Mi gata quisiera largarse por ahí y más de una vez se ha escapado pero vuelve y se queda en la puerte por no molestar..:-)
ResponderEliminarPero amigo ¡ vaya receta ! No dudes que alguna habrá por ahí y no quiero saber en qué restaurante..("lico lico" )
Saludos
P.D.Los gatos negros no me entusiasman y no es por superstición...¡madera madera ! ;-D
Hola, Abril. Los gatos ya se sabe que son depredadores nocturnos y siguen con la manía de aventurarse de noche. Sí, me temo que habrá algún restaurante exótico poco fiable que sigan esa receta. Reconozco que el hombre sabía guisar por lo de echar sal a mitad de la cocción para que la carne no quede dura.
ResponderEliminarMis preferidos son los gatos negros y los atigrados o "romanos" como Gatony, la verdad es que todos parecen bonitos menos esos Sphynks sin pelo que se han puesto de moda. Saludos. Borgo.
ja ja! en casa aún nos estamos riendo de tu cómic, el gato con las llaves del coche es genial.
ResponderEliminarPor cierto, mi abuela contaba que durante la guerra se les acabaron los conejos y que a su madre no se le ocurrió otra cosa que echar mano d'uno de los gatos, uno que era muy ruin pero no dijo nada a nadie hasta que mi bisabuelo se percató de que hacia días no quedaban conejos...ejem..
El gato negro me suena a Poe, a un film de Ulmer, a una administración de loterías y hasta a conjunto musical de los 60, pero no a exquisita vianda. Por si acaso rechazaré tu amable invitación para quedarme a cenar.
ResponderEliminarRespecto a las viñetas el gato en cuestión parece aquel Don Gato, un bon vivant.
El conill y el allioli, si, aunque hace una eternidad que no lo cato. (he dicho cato no gato, please)
Saludos
Cuidado con asar seres vivos, mira lo que le pasó a Javier Krahe sólo por poner un Cristo en el horno (el que sale sólo, pasados tres días). Me he acordado del lindo gatito que aparece en "Alien el 8 pasajero", y que termina amigo de la bestia como no podía ser de otra forma.
ResponderEliminarHola, Aris. Me alegra de verdad haceros reir un poco, cada mes publico uno en esa revista. Vaya, así que tu bisabuelo relacionó la falta de conejos con la mengüa de gatos, una regla de tres. Desde luego las guerras son malos tiempos para todos, incluidos los gatos. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, FATHER CAPRIO. Qué buena película de Ulmer, la primera vez que el clásico caserón siniestro es sustituido por una casa vanguardista con Karloff y Lugosi. Está a punto de estrenarse "Don Gato, the Movie" con Benito, Espanto (mi preferido) y aquel sargento Matute entrañable.
ResponderEliminarHummm... el conill al allioli. Combinación deliciosa, pero que sea conejo ¿eh? Saludos. Borgo.
Hola, Lluís. Ah, sí el famoso video de Krahe, lo he visto en youtube y parece que tiene unos cuantos años. Puede que Arguiñano haga uno con el logo de Bankia. He leído que en la escena en que Jonesy tiene que asustarse le pusieron frente a un gran danés. Por cierto que fue con Ripley el único superviviente de el Nostromo. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarTremenda la receta y estupenda la tira cómica. Tenga cuidado con esa portada no sea que le premien con un gato disecado.
ResponderEliminarEn mi caso soy de perros más que de gatos, tuve un perro por 13 años y era como familia, pero también tuve un gato, por dos años, al pobre lo "estrangulaba" de chico cuando veía cine de terror, lo tenía fuertemente abrazado y como los gatos no son perros, te guardan una inquina de miedo. Por acá hay lugares que cocinan gato discretamente, en zonas pobres, es una cierta tradición de raza negra, pero es algo infrecuente. Un abrazo.
ResponderEliminarNo he encontrado todavía una película que se aproxime al Poe de la novela, la de la hammer con vincent price, creo recordar, y alguna otra más, pero no recuerdo los nombres. Vamos que sobrecoger como hace el libro, ni en sueños.
ResponderEliminarSaludos
Roy
Los gatos, ya se sabe, de noche son pardos, muuuy pardos. Las Másqueperras (aunque el nombre haga pensar lo contrario) somos TODAS de gatos, y tb nos gusta salir de noche y liarla muuuuuy parda.
ResponderEliminarEn cuanto a la receta, como diría mi santa madre, "A buen hambre no hay pan duro"...debe estar rico de verdad.
Kisssess, Zueras.
Mr. Borgo, seguro que sacando algunas partes del poema, los habitantes de Melmac, si leen este poema, se haran agua la boca, un saludo.
ResponderEliminarHola, Cahiers. Gracias y creo que no estaría mal un gato mientras sea de peluche como el cuervo que necesita un compañero de piso. Al menos un gato así me sale muy barato en Whiskas. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Mario. Alguno de mis lo pasaban bien en mis sesiones de cine de terror, sobre todo mi gato negro Asmodeo que me hubiera podido servir como modelo para esta portada, era algo siniestro pero muy cariñoso también. Si tienes alguna de esas recetas con gato aquí sería bien recibida pero con el aviso: "No lo intenten en sus casas". Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Roy. Poe no ha tenido mucha suerte en general en sus adaptaciones al cine. La película "Satanas, the Black Cat" con Karloff y Lugosi pasa muy de puntillas por el relato original. Ahora dicen que Tim Burton quiere llevar a la pantalla una versión del texto, espero que le salga un poco mejor de lo que hace últimamente. Saludos. Borgo.
ResponderEliminar¿Qué tal, masqueperras? Veo que todas sois muy felinas a pesar del nombre. Quién sabe si podría estar bueno ese minino a l´ast. Seguro que en los chiringuitos de la playa tendría éxito. Muchos kisses. Borgo.
ResponderEliminarHola, Belknap. Ja, ja, reconozco que he tenido que pedir ayuda en el buscador. Claro, el planeta de Alf, el extraterrestre comedor de gatos. Era una figura en los años ochenta y me pregunto si esa serie habrá mantenido bien el paso del tiempo. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarPor cierto Miquel, los "gatos" auténticos son los madrileños de padres y abuelos madrileños. No es ese mi caso jajajaja
ResponderEliminarLos espejos que deformaban del Callejón del Gato los retiraron hace unos 50 años, dicen que Valle Inclán los frecuentaba. Ahora podrás encontrar otros espejos similares junto a la entrada del Museo de Cera del barrio de Goya.
(Joer una vez leido esto parezco un guia turístico..)
Saludos
Perdón, no de Goya, de la Plaza De Colón para ser mas exactos.
ResponderEliminarHola, Alimaña. Vaya, no sabía que lo de gatos había que ganárselo con dos generaciones. Gracias por el dato del museo. Valle Inclán menciona esos espejos en "Luces de bohémia". "A mí me divierte verme en los espejos del callejón del gato" dice uno de los protagonistas. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarEntendido, Alimaña, plaza de Colón. Prometo visitar pronto ese museo, la verdad es que Madrid es una ciudad en la que me encuentro siempre a gusto. Gracias de nuevo. Borgo.
ResponderEliminarQue sepa que casi se me cae el monóculo del susto al leer la receta...
ResponderEliminarHuy, Nocivo, es verdad. Tendría que haber puesto aquello de "Advertencia de contenido" para gatos. Yo me quedo con el poema pero no con la receta, a ver si ahora me pondré a guisar mininos, eso nunca. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarAspecto inquietante tu gato de la portada, con semejanzas de rata de cloaca.
ResponderEliminarMuy buena tu viñeta Miquel, me he reído con ella. También enhorabuena por esas portada para el relato de Poe. La receta...espero que nadie la ponga en practica pero me ha recordado que lo de "dar gato por liebre" es un tema que daría mucho para hablar. Es algo muy frecuente y creo que todavía sigue pasando. Un abrazo Miquel.
ResponderEliminarGenial tira y como siempre, grandísimas ilustraciones. Felicidades.
ResponderEliminarGatony me parece un muy buen nombre para un gato, si mal no recuerdo, así se llamaba el protagonista del comic "La muralla" del gran Josep Maria Beà.
Desconocía tu trabajo en esa revista.
ResponderEliminarDivertida y muy buenos dibujos.
La receta.. jaja. muy buena y original, seguro que algún cocinero la toma prestada como medida ante la crisis!!
Un abrazo
Me gustan los gatos mucho, tu dibujo bueno como siempre. Poe a este señor le tengo olvidado, le leí hace tiempo y me marea, no decididamente no es de los escritores que admiro, es decir no aprendo nada con él ( pobre hombre)
ResponderEliminarM.Proust me deja alucinada perdida, con Bellow disfruto porque hace magía con las palabras, con Roth aprendo y con Martin Amis me río y lo adoro porque es muy listo. !!! Wow !!! que royo te he metido en un momento, bueno así ya sabes si quieres regalarme un texto que no sea de Poe.
Molts petons querido Miquel.
Ten cuidado que a Javier Krahe se lo querían "empurar" por cocinar un cristo, algún desaprensivo puede entender mal tu post y decir que sirves gato asado a las visitas, jajaja.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Quimérico. Es el aspecto amenazador del gato cuando reaparece (aunque tendría que haberlo dibujado tuerto) Un poco como el gato de "Pet Sematary" otro gato con yuyu. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marcos. Efectivamente esa receta es una forma poética de referirse al viejo dicho de dar gato por liebre pero no recomiendo a nadie cocinar esa receta, la verdad. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sr. Pérez. A mí me encantaba esa historia de Beà de la añorada revista "Rambla" y decidí ponerle ese nombre por ser mi primer gato atigrado después de muchos mininos negros. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Noodles. Quién sabe si un día Arguiñano nos sorprende con una receta de gato... rico, rico, rico. Saludos. Borgo.
ResponderEliminar¿Qué tal, Susan? Qué va, nada de rollo. Es curioso pero ya intuía que te gustaban los gatos. Poe es un autor bastante especial, a mí me gustan mucho sus poemas, "El cuervo" es fantástico. También me gusta Saul Bellow y estoy a la espera de que se solucione el tema de los derechos editoriales para hacer la portda de "Herzog", quizás su obra más conocida. Molts petons. Borgo.
ResponderEliminarHola, Charly. Uf, no lo vayas diciendo por ahí que este sábado tengo invitados a cenar y como hace tiempo que no les veo igual me preguntan por mi gato. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarSi haces Herzog... me vuelvo loca es una de mis novelas favoritas junto al legado de Humblod, bueno en realidad todas, Below es para mi como Bowie, pero escribiendo, es decir Dios.
ResponderEliminarMolts Petons Miquel.
PD: a ver cuando se puede realizar lo de la cena !!!, al final sera " Cena a las 8 " jejejejee !!!!!!!!.
Hola, Susan. Me encanta el personaje de Herzog con su manía de escribir cartas compulsivamente, cereo que incluso escribe una a Dios. A ver si hay suerte con el libro y con lo de la cena. Petons. Borgo.
ResponderEliminarVaya receta Borgo, seguro que la leyenda de los chinos y sus secretos culinarios tienen su origen ahí.
ResponderEliminarNo sabía que publicabas en pelopicopata, qué bien! Aunque no suelo comprarla ahora cuando vaya al veterinario te buscaré.
Un abrazo.
Hola, Víctor. Otra leyenda urbana que añadir a los chinos junto aquella de ¿Qué hacen con sus cadáveres, chop suey? Mi tira en Pelopicopata sale cada mes en la sección de pasatiempos. En la sala de espera del veretinario la podéis leer tú y tu mascota, je, je. Saludos. Borgo.
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