Para Dani en el día de su cumpleaños.
Este soy yo con mi hijo Dani –sí, Dani, como el niño clarividente de El Resplandor- cuando tenía un año de edad. Por supuesto yo le leía cuentos a la hora de acostarse pero esa etapa duró poco porque acabó siendo Dani quien me los contaba. Historias que improvisaba sobre la marcha con muchos personajes. La desbordante imaginación de este niño sigue sorprendiéndome siete años después pero hace unos días se superó a sí mismo.
La semana anterior la pasó conmigo (estoy separado) Una mañana paseando por la playa Dani me hizo una sorprendente revelación: su madre y yo no fuimos sus primeros padres. Según me dijo Dani él vino al mundo en un lóbrego caserón con dos padres a los que describe muy tontos y muy feos. “…y también muy malos –añadió Dani-. El día de mi cumpleaños me sentaban ante una gran tarta y cuando iba a probarla me atizaban un coscorrón y se la llevaban. Al final puse un anuncio en un periódico para encontrar unos nuevos papás y me fui contigo y con mamá porque erais los que más me gustaban”.
Esa noche le preparé su plato favorito, macarrones a la carbonara. Estalló una súbita tormenta veraniega con mucha electricidad. Dani pinchó con el tenedor un macarrón y detuvo la mano a medio camino con una expresión de alarma en sus ojos.
-Están aquí –susurró. La lluvia caía con estrépito-. Han vuelto. Son los padres tontos y feos que vienen para llevarme con ellos. Ahora están pulsando el timbre. Tú no los puedes oír pero yo sí…
La luz de un relámpago se filtró por la persiana pintando rayas en la cara de Dani.
-Ya han dejado de pulsar el timbre y están arañando la puerta de casa. Tienen una enormes garras, grandes y afiladas.
-Termina los macarrones, cariño -.Pero lo que quería decir en realidad era: “¡Dani, para ya que me estás asustando! ¡Pero qué canguelo me ha entrado, por Diosss!”
Esta mañana mientras lo veía dibujar un cómic repleto de extraterrestres, monstruos de cieno y arañas mutantes he llegado a pensar que a lo mejor he traído al mundo a otro Stephen King. Bueno, pues si años más tarde se convierte en un autor de éxito espero que tenga un detalle con su anciano padre y le encargue ilustrar sus portadas. Como ésta que he hecho del gran Fritz Leiber –autor de La chica de ojos hambrientos, uno de los mejores relatos de vampiros- con un terrorífico fantasma de hollín como protagonista… aunque no tan terrorífico como los padres tontos y feos de Dani.
Así preparo yo los macarrones a la carbonara: en una sartén sofreír la panceta ahumada cortada en trozos. Separar las yemas de dos huevos y reservarlas en un cuenco. Añadir a la sartén crema de leche, pimienta y una pizca de nuez moscada. Batir los huevos (no poner sal, la panceta ya tiene bastante sabor) y mezclar con la crema y la panceta removiendo con un cucharón. Cocer los macarrones en agua salada, escurrir y mezclar con la salsa.
jueves, 28 de julio de 2011
martes, 26 de julio de 2011
EL DÍA DE LOS MENÚS GORE
Jaume es un agente de ilustradores, él ha conseguido que mis portadas se publiquen en algunas editoriales extranjeras. Jaume y yo tenemos desde hace un par de años una cita gastronómica el último jueves de cada mes en la que preparo algunos platos que no prueba en su casa porque Marta, su pareja, se pone enferma solo con verlos. Hemos bautizado el evento como El Día de los Menús Gore y estos son algunos de esos platos: callos, sesos, riñones al jerez o al cava, pies de cerdo con caracoles (mi especialidad) hígado al vino blanco, lengua a la vinagreta… cuando le pregunté que le apetecería el próximo jueves Jaume debía tener un día poético porque me dijo: “Sesos de cordero a la romana. Es como comer pedacitos de nube”.
La verdad es que esta noche he soñado con sesos. No, no me he vuelto zombi, es que he visto el programa de Derek Darnell, un gourmet kamikaze que recorre el mundo probando los platos más desquiciados. Derek ha aparecido en Guinea advirtiendo que mostrarían unas imágenes no aptas para todos los estómagos: en una mesa con agujeros asomaban monos atados, de un certero tajo les levantaban la parte superior de la cabeza y vertieron aceite de palma hirviendo sobre los sesos ¡con el simio todavía vivo! En el programa decían que ese plato tiene los días contados por las presiones de las organizaciones pro animales; espero que así sea. Ahora recuerdo que en Indiana Jones y el templo maldito servían esos sesos de mono en un banquete.
Siempre voy al mismo puesto de despojos (qué mal suena el nombre) del Mercado de Sta. Caterina. Allí solía encontrarme a mi añorado Víctor Israel. El actor de ojo rebelde y anárquica dentadura me contaba divertidas anécdotas de los rodajes en que había participado e intercambiábamos recetas. Por cierto que el dueño de ese puesto es muy aficionado al cine de terror y siempre que compro sesos le hago la misma broma: me acerco encorvado, como un jorobado y recito: “Un cerebro para mi amo, un cerebro…” Nos partimos de risa mientras los demás clientes nos miran pasmados ante semejante exhibición de frikismo.
Por si se animan aquí tienen la receta, es fácil: poner los sesos en una cazuela con agua fría. Añadir sal, un chorrito de vinagre y cocerlos 10 minutos con el fuego al mínimo para que no se deshagan.
Sacarlos del agua y retirar con cuidado la telilla que los cubre. Batir en un cuenco 2 huevos con sal, pimienta, cebollino picado y un chorrito de agua con gas. Cortar los sesos en láminas más bien gruesas y pasarlos por el huevo. Freír en aceite muy caliente y cuando estén doradas dejarlas sobre papel de cocina para que absorban el aceite sobrante. Espolvorear con perejil y servir inmediatamente.
Ya tengo película para redondear una comida temática: Return of the Living Dead, aquí estrenada con el ocurrente título: Zombis obsesos buscan sabrosos sesos. Obra de culto que el amigo Alimaña ya comentó en su Blog Zombie. Para que lo disfruten todos aquí está el delirante tráiler de La revanche des zombis partouzers. Está producido por el mismo equipo que ha perpetrado “El ataque de los camemberts mutantes” que pueden ver en youtube.
sábado, 23 de julio de 2011
UN PAR DE CURIOSIDADES SOBRE LIBROS
Cuando se dice que un libro se cae de las manos solemos referirnos a una lectura que se nos hace muy cuesta arriba terminar. La prestigiosa editorial británica Penguin Books ha publicado los resultados de una encuesta entre 5.ooo lectores de edades comprendidas entre 14 y 55 años para averiguar cuál es el libro más vendido y a la vez más abandonado antes de llegar al final en los últimos 10 años. Ganador: Harry Potter y la piedra filosofal; el primero de la saga.
Según Penguin Books la novela de J. K. Rowling sería el libro más caído de las manos de la historia reciente. La verdad es que ya me siento un poco menos bicho raro pues me daba apuro reconocer que no he conseguido ir más allá de la página 100 de una obra que cuenta con tantos entusiastas seguidores. Lo comento con Gemma, una amiga propietaria de una librería y me dice: “Con la gran promoción publicitaria que tienen esos libros muchos se los compran compulsivamente –coge un ejemplar de Harry Potter y lo sospesa-, pero mira que tocho. Hay que ser un lector entrenado para poder con 260 páginas de letra menuda”.
Random House ha hecho una encuesta similar en Estados Unidos; el primer puesto ha sido para El Código Da Vinci de Dan Brown.
EL TIMO DE GROFAZ
En la editorial Arrow Books, distribuidores en el Reino Unido de los libros de Sven Hassel, se frotaban las manos. El escritor danés afincado en Marbella había interrumpido su retiro de casi 30 años para entregar un nuevo libro: Grofaz. El célebre Quinteto de la muerte (Porta, Hermanito, el Viejo, el Legionario y Sven) se encuentran disfrutando de un permiso en Berlín cuando se produce el fallido atentado contra Hitler –Operación Walkiria- del 20 de julio de 1944. Me encargaron esta portada, mi octava para la serie de Sven Hassel. Cuando el libro ya estaba en maquetación recibieron la visita del representante legal de Hassel para advertirles de que el verdadero autor de Grofaz es un impostor que actualmente está en paradero desconocido después de vender los derechos a otras dos editoriales.
Bueno, al menos los ingleses me han pagado la portada. Thank You.
jueves, 21 de julio de 2011
CINCO ÚLTIMAS CENAS
Las imágenes de este post pertenecen a la colección del fotógrafo Henry Hargreaves llamada “No Seconds” y al artista británico James Reynolds en una serie de fotografías que documentan las solicitudes de los condenados a muerte en Estados Unidos para su última cena antes de la ejecución.
La última cena del famoso asesino en serie John Wayne Gacy: pollo Kentucky,chile con judias, patatas fritas, fresas (que no le sirvieron) y batido de chocolate.
Jackie Wilson: una cebolla cruda, dos Coca Colas y un paquete de chicle.
Victor Feguer, pidió una simple aceituna, deshuesada. Segun él, al comer la aceituna, un olivo nacería de su cuerpo como un símbolo de paz.
Gary Gilmore: seis huevos duros sin pelar, pan y café. Sólo tomó el café.
Eddie Lee Mays rechazó la cena, pidió un paquete de Pall Mall y unas cerillas.
Si un condenado rehusa una cena especial -como el célebre physcho killer Ted Bundy- el estado le sirve una cena standar con filete, huevo frito, patatas fritas, zumo de naranja y batido; las bebidas alcohólicas están prohibidas.
Anteriormente los reos podían pedir lo que quisieran pero los recortes de presupuesto han decidido que la última cena no puede exceder de 40 dolares. Karl Nuntz, el último recluso ejecutado en Florida, pidió un filete Mignon pocos días después de aprobar esta medida y en su lugar le sirvieron una hamburguesa. Está claro que Nuntz no era un hombre afortunado.
La última cena del famoso asesino en serie John Wayne Gacy: pollo Kentucky,chile con judias, patatas fritas, fresas (que no le sirvieron) y batido de chocolate.
Jackie Wilson: una cebolla cruda, dos Coca Colas y un paquete de chicle.
Victor Feguer, pidió una simple aceituna, deshuesada. Segun él, al comer la aceituna, un olivo nacería de su cuerpo como un símbolo de paz.
Gary Gilmore: seis huevos duros sin pelar, pan y café. Sólo tomó el café.
Eddie Lee Mays rechazó la cena, pidió un paquete de Pall Mall y unas cerillas.
Si un condenado rehusa una cena especial -como el célebre physcho killer Ted Bundy- el estado le sirve una cena standar con filete, huevo frito, patatas fritas, zumo de naranja y batido; las bebidas alcohólicas están prohibidas.
Anteriormente los reos podían pedir lo que quisieran pero los recortes de presupuesto han decidido que la última cena no puede exceder de 40 dolares. Karl Nuntz, el último recluso ejecutado en Florida, pidió un filete Mignon pocos días después de aprobar esta medida y en su lugar le sirvieron una hamburguesa. Está claro que Nuntz no era un hombre afortunado.
martes, 19 de julio de 2011
HOMENAJE AL ACTOR MÁS FEO DEL MUNDO
Se llamaba en realidad Daniel Berenstein (1924-2006) y era chileno, hijo de emigrantes ucranianos. Se ganó el apodo de El actor más feo del mundo pero llegó a trabajar con míticos directores como Federico Fellini, Roman Polanski y Roger Vadim , su filmografía abarca un centenar de películas. “A los diez años asumí mi fealdad desplegando un gran encanto –decía Emilfork- lo que me fue muy útil en mi carrera como actor”.
En Chile trabajó en la compañía teatral de Alejandro Jodorowsky. El actor nunca ocultó su condición de homosexual lo que acabaría causándole problemas que le impulsaron a emigrar a Francia. Jodorowsky recuerda así una noche que pasó en el apartamento de Emilfork: “Tú duerme en la habitación –me dijo Emilfork-, esta noche me quedo en el sofá”. “Me pasó un pijama pero la parte del culo estaba toda desgarrada. Por si acaso cerré la puerta del dormitorio con llave.”
Su peculiar físico inspiró a dibujantes como Jacques Tardi y Milo Manara que lo incorporaron a sus personajes. En esta ilustración de Manara aparece Emilfork recreando su papel en el Casanova de Fellini.
Hablaba fluidamente inglés y ello le facilitó papeles en producciones de diversos países: ¿Qué tal, Pussycat? Piratas, Viajes con mi tía, Las tribulaciones de Baltasar Kober… siempre en papeles secundarios de vampiro, sicario o científico loco ; aunque a mí me gusta recordarlo en una breve intervención como siniestro cocinero en la estupenda comedia Pero…¿ quién mata a los grandes chefs? (1978) con el genial Robert Morley.
Por fin en 1995 llega su primer papel protagonista: La ciudad de los niños perdidos, para mi gusto la mejor película de Jean Pierre Jeunet que acababa de conseguir un gran éxito con su ópera prima Delicatessen.
En esta utopía perversa con diseño retro-futurista Emilfork interpreta a Krank, un científico que vive en una plataforma marítima y que está desesperado porque duerme sin conseguir soñar y eso acelera su envejecimiento. Krank secuestra niños con los que experimenta para poder robar sus sueños.
sábado, 16 de julio de 2011
SIENTE A UN MAFIOSO EN SU MESA
Leo, el cocinero del restaurante Battipaglia´s en Chicago, sonríe a Al Capone que está sentado en una mesa con cuatro guardaespaldas.
-Big Al, hoy tengo un plato nuevo que aún no le he puesto nombre, pero que estoy seguro de que le va a encantar.
Media hora después un satisfecho Al Capone se limpia cuidadosamente con una servilleta. Cuando se mete un puro en la boca un bosque de encendedores llamea ante él. Es un plato de pasta muy bueno, quizás siciliano, con una salsa que seguro es de almejas. Pero algo no le cuadra así que llama al cocinero.
-Leo… ¿Qué has hecho con las almejas? No he visto los caparazones.
-¿Almejas, Big Al? Le vongole sonni stanno nel mare! (Las almejas se han quedado en el mar)
Al Capone, que es algo lento de reflejos, permanece unos instantes en un perplejo silencio que inquieta a sus guardaespaldas hasta que celebra la respuesta con una sonora carcajada: ¡Las almejas se quedaron en el mar! Hasta Pat, el nuevo guardaespaldas irlandés ríe de buen grado al notar relajarse la tensión a pesar de que no entiende una palabra de italiano. El plato ya tenía nombre.
El resultado de mezclar estos ingredientes es un plato de pasta con una salsa que sabe a almejas… pero sin almejas. Esto hace el plato más económico, lo cual es interesante en estos turbulentos tiempos de crisis.
Rallar una zanahoria, picar una cebolla, 2 dientes de ajo y perejil. Freírlo todo muy lentamente en una sartén y añadir 4 filetes de anchoa aplastándolos con un tenedor hasta convertirlos en pasta. Verter un vaso de vino blanco y remover hasta conseguir una salsa cremosa.
Cuando los espaguetis ya estén cocidos en abundante agua salada y escurridos es el momento de mezclarlos con la salsa.
Esta violenta escena es de la magnífica Chicago años 30 (Party Girl, 1958) de Nicholas Ray y está basada en una anécdota real:una cena que Al Capone celebró con el gran capo Giuseppe Guinta. Siguiendo las indicaciones de Al la mesa había de tener forma de herradura (símbolo de la suerte) y no podía faltar ninguno de sus elementos rituales: el pan (que significaba la unión) la sal (la valentía) el vino (sangre y fidelidad) y el ajo (el silencio)
Capone y Guinta habían tenido sus más y sus menos y se suponía que celebraban un ágape de reconciliación. El menú fue cien por cien siciliano: caponata (berenjenas con tomate, orégano y alcaparras) ricotta frita, bucattini con sardinas, pauru marinati (pescado a la albahaca) y de postre los extraordinarios cannoli de Palermo.
Al llegar a los brindis Al Capone sacó de debajo de la mesa un bate de beisbol y sin mediar palabra se dirigió hacia Guinta. Capone esperó pacientemente a que Guinta rezase un padrenuestro antes de abrirle la cabeza con un certero golpe.
Uno de los asistentes a esa cena era el joven ayudante de Al Capone Salvatore Lucania (Lucky Luciano). Su muerte fue más apacible: un ataque al corazón en el aeropuerto de Madrid donde acababa de beber uno de sus 15 cafés diarios. En sus bolsillos encontraron un mechero de oro con esta dedicatoria: “A mi querido Lucky. Su amigo en la familia, Frank Sinatra”.
La escena del restaurante es una de mis preferidas de El Padrino. La tensión entre Pacino, Hayden y Lettieri llega a ser casi insoportable.
miércoles, 13 de julio de 2011
EL TIRADOR FANTASMA DE COLON
A mi amigo Ramón que ha resuelto un enigma.
Este recortable publicado durante la guerra civil que compré en una librería de viejo me pareció muy adecuado para este post.Las figuritas recrean los combates en las Atarazanas de Barcelona el 19 de julio de 1936. Muchos testimonios aseguraron que alguien disparaba contra los milicianos desde la semiesfera del monumento a Colón, justo debajo de la estatua. Lo más extraño es que cuando los milicianos entraron en ese lugar con el ascensor cilíndrico del interior de la columna (tras comprobar que no estaba conectado a ninguna bomba) no había rastro de nadie, ni siquiera casquillos. Empezaba la leyenda de El tirador fantasma de Colón. No abundan los misterios esotéricos en la guerra civil por lo que he buscado información sobre el tema hallando sólo datos muy superficiales.
En el Club Natación Barceloneta mi padre solía conversar con el encargado de guardarropía que participó en esos combates con la Columna Durruti. Él no tenía la menor duda: “Un emboscado nos disparaba desde lo alto del monumento. Un Paco. Llamábamos así a los francotiradores por el ruido ¡Pak-o, Pak-o! que hacían al disparar”.
Mi ex compañero de pupitre el físico Ramón Guillamón conocía mi interés sobre ese Tirador Fantasma y me prometió informarme de lo que averiguara durante un rutinario estudio del monumento a Colón en el que participaba invitado por el Ayuntamiento. Mi pobre amigo no lo tuvo fácil en el colegio, sus compañeros le cantaban “Ramón Guillamón, eres un…” y el resto a elegir, pero Ramón no desfallecía y coleccionaba sobresalientes a punta pala. Se licenció en física convirtiéndose luego en una autoridad en balística colaborando en muchas investigaciones. ¿Y porque un experto en balística en lugar de un investigador de lo paranormal para estudiar el caso del Tirador Fantasma de Colón? La respuesta más adelante.
Al día siguiente de concluir su trabajo de campo (12 de julio) Ramón se presenta en mi casa a desayunar. Es la comida más importante del día así que nos zampamos unos callos con su chorizo y morcillita que preparé la noche anterior, los acompañamos con un tinto del Penedés y rematamos con sendos carajillos de coñac.
Ramón enciende un cigarro. Sabe que me tiene sobre ascuas y aspira el humo con deleite antes de hablar con cierto aire de experta autoridad:
-Bueno, Miqui, mis conclusiones son estas: allí no hubo ningún tirador. Ni fantasma ni de carne y hueso.
- Bueno, explícamelo. ¿Qué averiguaste?
Ramón se sirve un prudente chorro de coñac antes de proseguir:
-Curioso este monumento con Colón señalando a América aunque está en dirección contraria… Vale, volviendo a tu fantasma he estado examinando desde un andamio la semiesfera de acero a los pies de la estatua. En ese acero – Fundiciones Wohlguemuth, muy sólido- hay muchos impactos de bala. La mayoría de fusiles Máuser 9 milímetros y de ametralladora Hotchkins modelo 1922, el reglamentario entonces en el ejército. Una cosa está clara: todos son mellas que deja un proyectil al rebotar sobre el metal. En el intenso tiroteo que se produjo durante el asalto al cuartel de Atarazanas muchas balas debieron rebotar en esa parte del monumento haciendo creer a los milicianos que alguien les estaba disparando desde allá arriba. Respondieron con más disparos aumentando la munición que rebotaba y no me extraña que creyeran que un fusil ametrallador había sido emplazado justo bajo la estatua.
-Así que no hay historia de fantasmas… -La decepción asoma por mi voz.
-Lo siento, Miqui -. Ramón aspira una bocanada de humo, saboreándola-. Soy un aburrido y racional científico y no un Iker Jiménez. Ah… ¡Esto sí que es un buen desayuno! No veas cómo se va a poner mi médico la próxima vez que me mire el colesterol. Y hablando de fantasmas, venga, tomemos otro par de espirituosos carajillos.
Este recortable publicado durante la guerra civil que compré en una librería de viejo me pareció muy adecuado para este post.Las figuritas recrean los combates en las Atarazanas de Barcelona el 19 de julio de 1936. Muchos testimonios aseguraron que alguien disparaba contra los milicianos desde la semiesfera del monumento a Colón, justo debajo de la estatua. Lo más extraño es que cuando los milicianos entraron en ese lugar con el ascensor cilíndrico del interior de la columna (tras comprobar que no estaba conectado a ninguna bomba) no había rastro de nadie, ni siquiera casquillos. Empezaba la leyenda de El tirador fantasma de Colón. No abundan los misterios esotéricos en la guerra civil por lo que he buscado información sobre el tema hallando sólo datos muy superficiales.
En el Club Natación Barceloneta mi padre solía conversar con el encargado de guardarropía que participó en esos combates con la Columna Durruti. Él no tenía la menor duda: “Un emboscado nos disparaba desde lo alto del monumento. Un Paco. Llamábamos así a los francotiradores por el ruido ¡Pak-o, Pak-o! que hacían al disparar”.
Mi ex compañero de pupitre el físico Ramón Guillamón conocía mi interés sobre ese Tirador Fantasma y me prometió informarme de lo que averiguara durante un rutinario estudio del monumento a Colón en el que participaba invitado por el Ayuntamiento. Mi pobre amigo no lo tuvo fácil en el colegio, sus compañeros le cantaban “Ramón Guillamón, eres un…” y el resto a elegir, pero Ramón no desfallecía y coleccionaba sobresalientes a punta pala. Se licenció en física convirtiéndose luego en una autoridad en balística colaborando en muchas investigaciones. ¿Y porque un experto en balística en lugar de un investigador de lo paranormal para estudiar el caso del Tirador Fantasma de Colón? La respuesta más adelante.
Al día siguiente de concluir su trabajo de campo (12 de julio) Ramón se presenta en mi casa a desayunar. Es la comida más importante del día así que nos zampamos unos callos con su chorizo y morcillita que preparé la noche anterior, los acompañamos con un tinto del Penedés y rematamos con sendos carajillos de coñac.
Ramón enciende un cigarro. Sabe que me tiene sobre ascuas y aspira el humo con deleite antes de hablar con cierto aire de experta autoridad:
-Bueno, Miqui, mis conclusiones son estas: allí no hubo ningún tirador. Ni fantasma ni de carne y hueso.
- Bueno, explícamelo. ¿Qué averiguaste?
Ramón se sirve un prudente chorro de coñac antes de proseguir:
-Curioso este monumento con Colón señalando a América aunque está en dirección contraria… Vale, volviendo a tu fantasma he estado examinando desde un andamio la semiesfera de acero a los pies de la estatua. En ese acero – Fundiciones Wohlguemuth, muy sólido- hay muchos impactos de bala. La mayoría de fusiles Máuser 9 milímetros y de ametralladora Hotchkins modelo 1922, el reglamentario entonces en el ejército. Una cosa está clara: todos son mellas que deja un proyectil al rebotar sobre el metal. En el intenso tiroteo que se produjo durante el asalto al cuartel de Atarazanas muchas balas debieron rebotar en esa parte del monumento haciendo creer a los milicianos que alguien les estaba disparando desde allá arriba. Respondieron con más disparos aumentando la munición que rebotaba y no me extraña que creyeran que un fusil ametrallador había sido emplazado justo bajo la estatua.
-Así que no hay historia de fantasmas… -La decepción asoma por mi voz.
-Lo siento, Miqui -. Ramón aspira una bocanada de humo, saboreándola-. Soy un aburrido y racional científico y no un Iker Jiménez. Ah… ¡Esto sí que es un buen desayuno! No veas cómo se va a poner mi médico la próxima vez que me mire el colesterol. Y hablando de fantasmas, venga, tomemos otro par de espirituosos carajillos.
lunes, 11 de julio de 2011
DISNEY, DALÍ Y UN DESTINO
Dedicado a mi buen amigo y extraordinario dibujante Francesc -Max- Capdevila.
En 1987 Max publicó en El Vibora un cómic genial: El encuentro entre Walt Disney y H.P. Lovecraft. El escritor de Providence se aparece en los sueños de Disney obligándole a realizar una película con un guión suyo. ¿Cuál habría sido el resultado de semejante colaboración?
Naturalmente esto es ficción pero no lo que voy a contar ahora: Disney quedó muy impresionado por el trabajo que Dalí hizo para el film de Hitchcock Recuerda; la escena onírica de Gregory Peck. El pintor tenía preparado un guión para una comedia con Harpo Marx: Ensalada de jirafas pero fue rechazado. Dalí fue entonces contratado por los Estudios Disney iniciando ambos una estrecha amistad que revelaba una mutua admiración.
En la foto vemos a Walt y Lilian Disney con el pintor y Gala durante unas vacaciones en Port Lligat. Los dos genios prepararon en 1946 el cortometraje Destino que narra la atracción de una bailarina por un jugador de beisbol, una relación amorosa condenada por el dios Cronos que representa el Destino. Nadie puede escapar al Destino, concluye el cuento animado.
Problemas de presupuesto, entre otros, acabaron por estancar la producción de la que sólo se filmaron 45 segundos.
En el 2003 Roy Disney, el sobrino de Walt que lleva las riendas de los estudios, decidió concluir el cortometraje con los muchos bocetos de Dalí conservados en los archivos -la mayoría hasta ahora inéditos, como el de la izquierda- y el asesoramiento de Alfred Decker considerado el más prestigioso experto estadounidense de la obra daliniana. Este equipo consiguió rescatar el más insólito de los cortos de la factoría Disney.
En 1987 Max publicó en El Vibora un cómic genial: El encuentro entre Walt Disney y H.P. Lovecraft. El escritor de Providence se aparece en los sueños de Disney obligándole a realizar una película con un guión suyo. ¿Cuál habría sido el resultado de semejante colaboración?
Naturalmente esto es ficción pero no lo que voy a contar ahora: Disney quedó muy impresionado por el trabajo que Dalí hizo para el film de Hitchcock Recuerda; la escena onírica de Gregory Peck. El pintor tenía preparado un guión para una comedia con Harpo Marx: Ensalada de jirafas pero fue rechazado. Dalí fue entonces contratado por los Estudios Disney iniciando ambos una estrecha amistad que revelaba una mutua admiración.
En la foto vemos a Walt y Lilian Disney con el pintor y Gala durante unas vacaciones en Port Lligat. Los dos genios prepararon en 1946 el cortometraje Destino que narra la atracción de una bailarina por un jugador de beisbol, una relación amorosa condenada por el dios Cronos que representa el Destino. Nadie puede escapar al Destino, concluye el cuento animado.
Problemas de presupuesto, entre otros, acabaron por estancar la producción de la que sólo se filmaron 45 segundos.
En el 2003 Roy Disney, el sobrino de Walt que lleva las riendas de los estudios, decidió concluir el cortometraje con los muchos bocetos de Dalí conservados en los archivos -la mayoría hasta ahora inéditos, como el de la izquierda- y el asesoramiento de Alfred Decker considerado el más prestigioso experto estadounidense de la obra daliniana. Este equipo consiguió rescatar el más insólito de los cortos de la factoría Disney.
viernes, 8 de julio de 2011
RELATOS ENTRELAZADOS
Prosiguen las entregas sobre los cuentos de la taberna El Enano Saltarín. Sybila Layna me lo puso muy interesante con ese umbral hacia un mundo fantástico. Suerte,amigo Tirador, ahora te paso el relevo.
Irene y Alonso abrieron los ojos despacio, como volviendo de las profundidades de sus sueños en pequeñas y espasmódicas olas de sorpresa. El Mapamundi los había llevado muy lejos, debía ser un puerto tropical por el embriagador aroma de flores exóticas.
En la ancha playa que tenían frente a ellos la gente empezaba ya a marcharse. Las pequeñas sombrillas, como hongos rayados, comenzaban a arrancarse de la arena. La pareja aún permaneció unos instantes cogidos de la mano observando las olas pequeñas e indolentes antes de caminar por el paseo que lucía una acera de mosaico de alegre diseño.
Bandadas de aves, puntitos destacados sobre el cielo que estaba oscureciéndose, bajaban en picado girando por encima del puerto. Alonso observaba las altas palmeras que se erguían como torres por encima del coloreado mosaico de la acera. Irene, no. Acariciando la piedra con su mano libre paseaba su mirada por las ventanas. Es un hecho que las mujeres suelen fijarse en las ventanas oscuras de los edificios iluminados.
-¡Mira, el Enano Saltarín! – exclamó Alonso.
Una taberna con un rótulo en el que aparecía un enano con un gorrito de mono de organillero y un ajedrezado vestido de polichinela. Detrás de la cortina de abalorios se oía el entrechocar de los vasos y el zumbido de los ventiladores.
Todos estaban allí y no estaban allí… ¿Cómo explicarlo?
Era como uno de esos sueños en que las personas que conocemos no tienen la misma apariencia física aunque los reconocemos al instante. Carloto estaba de pie detrás de la barra limpiando un vaso con los ojos entornados a causa del humo que salía de un cigarrillo apostado en la comisura de sus labios. Era él sin duda pero se le veía más joven. Sirvió el licor dulzón que ya conocía -aunque ahora su color era azul- y lo llevó hacia la mesa donde Leonardo, Don Floro y Jacinto jugaban a un olvidado juego de cartas: el Gato Viejo. En lugar de un mono, Jacinto llevaba un loro posado sobre su hombro. Sentada en un rincón estaba Gudrun ensortijándose con un dedo un mechón rubio trigueño.
-Cuantas veces habéis entrado en un bar y estaba lleno de gente –dijo don Floro mientras repartía cartas- , pues he desarrollado una teoría para resolver este problema: La Teoría del Hueco. Entras a un bar y está lleno de gente, pues sacas un hueco del bolsillo y asunto arreglado. Ya tienes tu hueco en el bar. Eso sí: recordad que debajo de un hueco queda la nada y la nada es peligrosa…
-…porque en la nada no hay nada, ni siquiera un hueco -. Prosiguió el loro de Jacinto dando a entender que aquella historia ya la había contado muchas veces.
Irene y Alonso seguían aún de pie, cogidos de la mano. Observando por una ventana el juego de los rayos de luna en las olas y sintiendo se agradablemente acariciados por la tibia brisa nocturna. Tuvieron que apartarse de la puerta cuando entró un hombre gigantesco que vestía de tirolés con unas prendas que le quedaban apretadas. Sus ojos parecían coléricos y sostenía un hacha entre sus poderosas manos. En dos zancadas se plantó a la derecha de don Floro. Su gesto fue tan rápido que sólo vieron brillar un instante el filo del hacha antes de cortar de un certero tajo las dos manos del boticario.
-¡Nueve, diez, jota, reina y rey! – Gritó el loro al ver la jugada que sostenían las manos amputadas sobre la mesa- ¡Eso hace un Gato Viejo! Hacía años que nadie lo conseguía .Es mucho más difícil que una escalera de color.
Irene y Alonso abrieron los ojos despacio, como volviendo de las profundidades de sus sueños en pequeñas y espasmódicas olas de sorpresa. El Mapamundi los había llevado muy lejos, debía ser un puerto tropical por el embriagador aroma de flores exóticas.
En la ancha playa que tenían frente a ellos la gente empezaba ya a marcharse. Las pequeñas sombrillas, como hongos rayados, comenzaban a arrancarse de la arena. La pareja aún permaneció unos instantes cogidos de la mano observando las olas pequeñas e indolentes antes de caminar por el paseo que lucía una acera de mosaico de alegre diseño.
Bandadas de aves, puntitos destacados sobre el cielo que estaba oscureciéndose, bajaban en picado girando por encima del puerto. Alonso observaba las altas palmeras que se erguían como torres por encima del coloreado mosaico de la acera. Irene, no. Acariciando la piedra con su mano libre paseaba su mirada por las ventanas. Es un hecho que las mujeres suelen fijarse en las ventanas oscuras de los edificios iluminados.
-¡Mira, el Enano Saltarín! – exclamó Alonso.
Una taberna con un rótulo en el que aparecía un enano con un gorrito de mono de organillero y un ajedrezado vestido de polichinela. Detrás de la cortina de abalorios se oía el entrechocar de los vasos y el zumbido de los ventiladores.
Todos estaban allí y no estaban allí… ¿Cómo explicarlo?
Era como uno de esos sueños en que las personas que conocemos no tienen la misma apariencia física aunque los reconocemos al instante. Carloto estaba de pie detrás de la barra limpiando un vaso con los ojos entornados a causa del humo que salía de un cigarrillo apostado en la comisura de sus labios. Era él sin duda pero se le veía más joven. Sirvió el licor dulzón que ya conocía -aunque ahora su color era azul- y lo llevó hacia la mesa donde Leonardo, Don Floro y Jacinto jugaban a un olvidado juego de cartas: el Gato Viejo. En lugar de un mono, Jacinto llevaba un loro posado sobre su hombro. Sentada en un rincón estaba Gudrun ensortijándose con un dedo un mechón rubio trigueño.
-Cuantas veces habéis entrado en un bar y estaba lleno de gente –dijo don Floro mientras repartía cartas- , pues he desarrollado una teoría para resolver este problema: La Teoría del Hueco. Entras a un bar y está lleno de gente, pues sacas un hueco del bolsillo y asunto arreglado. Ya tienes tu hueco en el bar. Eso sí: recordad que debajo de un hueco queda la nada y la nada es peligrosa…
-…porque en la nada no hay nada, ni siquiera un hueco -. Prosiguió el loro de Jacinto dando a entender que aquella historia ya la había contado muchas veces.
Irene y Alonso seguían aún de pie, cogidos de la mano. Observando por una ventana el juego de los rayos de luna en las olas y sintiendo se agradablemente acariciados por la tibia brisa nocturna. Tuvieron que apartarse de la puerta cuando entró un hombre gigantesco que vestía de tirolés con unas prendas que le quedaban apretadas. Sus ojos parecían coléricos y sostenía un hacha entre sus poderosas manos. En dos zancadas se plantó a la derecha de don Floro. Su gesto fue tan rápido que sólo vieron brillar un instante el filo del hacha antes de cortar de un certero tajo las dos manos del boticario.
-¡Nueve, diez, jota, reina y rey! – Gritó el loro al ver la jugada que sostenían las manos amputadas sobre la mesa- ¡Eso hace un Gato Viejo! Hacía años que nadie lo conseguía .Es mucho más difícil que una escalera de color.
miércoles, 6 de julio de 2011
JESUCRISTO CAZAVAMPIROS
Manga Films nos ha traído el DVD de una de las últimas cult movies, la producción canadiense Jesus Christ Vampire Hunters (2001) protagonizada por un actor con nombre de detective pulp: Phil Caracas. Esta película sumamente bizarra requiere altas dosis de complicidad y visionarla entre amigos, pizzas y cervezas.
El Mesías vuelve a la Tierra para combatir a un grupo de temibles vampiras lesbianas inmunes a la luz del sol. Sin que se nos explique el motivo decide cambiar de look: corte de pelo, afeitado y hasta se pone un piercing celebrando el evento con un delirante número musical. Poco después se enfrentará a un comando ateo que quiere probar que Dios no existe luchando contra Él (??!)
Pero la lucha contra las chupasangres es muy dura así que Jesús decide pedir ayuda a Dios que se le manifiesta a través de un postre de cerezas y le promete la ayuda de un santo y que santo: un fondón Santo el Enmascarado de Plata nada menos. Con el refuerzo de una congregación de curas punkies acuden a la batalla final contra las vampiras pero antes Jesús suelta una frase memorable: "Si no vuelvo en cinco minutos, avisa al Papa".
Actuaciones inenarrables, escenas de lucha con coreografía de juzgado de guardia... pero su director Lee Demarbre animado por el premio en el festival de cine independiente de Slamdance ya ha anunciado una secuela: Jesus Christ Vampire Hunters-2: The Messia´s Revenge.
Si mister Demarbre se anima a hacer una tercera entrega yo me ofrezco para hacer el guión. Ahí va la sinopsis: Jesucristo se dirige a Benidorm donde una secta de vampiros ha montado un chiringuito playero que solo abre de noche y donde sirven una extraña sangría. Formará equipo con un bisnieto de Van Helsing (Rutger Hauer) Torrente (Santiago Segura) y el padre Apeles que lleva un maletín con obleas consagradas que lanza sobre los vampiros cual estrellas ninja.
Dan Campos, especialista en cine trash, nos resume esta película:
lunes, 4 de julio de 2011
ISHA KANDISHA
-¡Companía, fiir-meees!!! -aulló el alferez Sánchez.
El sonido de doscientos pares de tacones al chocar ahuyentaron a las palomas que picoteaban por el patio del cuartel.
Se acercaba el capitán Ortega con el teniente Fitz pisándole los talones. Éste llevaba una libretita para apuntar los nombres de los arrestados que solían ser bastantes cuando Ortega nos pasaba revista. Sus fríos ojos recorrieron la fila como una ráfaga de viento ártico.
Mi uniforme era completamente reglamentario. Cargaba con la radio de campaña con el correaje correctamente ajustado. La pistolera a ocho centímetros de la hebilla del cinturón. Posición de firmes mirando hacia arriba pues en Regulares teníamos prohibido mirar directamente a los ojos a un superior. "Son como los gorilas -pensaba- se enfurecen si les miras a los ojos". Botas recién lustradas y hasta había frotado con limpia metales la media luna de mi gorra. El capitán se detuvo bruscamente.
-Zueras, lleva la bragueta desabrochada, cuatro días de arresto en la Compañía. Apunte, teniente.
Me llevaron a trabajar al almacén que tenía de encargado al cabo Sarguiri, un ceutí musulmán. Despues de varias horas acarreando uniformes roñosos y mascaras antigas pasamos a un diminuto cuarto donde Sarguiri tenía una cocinilla portatil y preparó un té.
Mientras tomábamos el té y nos rascábamos -los uniformes estaban infestados de ácaros- el cabo me habló de Isha Kandisha, una leyenda tan conocida en el Magreb como La Llorona en México.
-Es un djinn, un demonio femenino. Siempre va vestida de blanco y tiene patas de cabra en lugar de pies. Hay gente que asegura haberla visto por el Parque Botánico de Larache.
Esto me ha venido a la memoria al ver el anuncio de la proxima aparición en DVD de la coproducción americano-marroquí Kandisha dirigida por Jerome Cohen y estrenada en el pasado Festival de cine fantástico de Málaga. Un film bastante inusual no solo por ser la primera producción fantástica del cine marroquí, también es la última película en la que participó David Carradine antes de fallecer en un hotel de Tailandia en extrañas circunstancias.
Quizás me haré con ella, la verdad es que el trailer no tiene mal aspecto:
viernes, 1 de julio de 2011
LA BARBIE DE ´"LOS PÁJAROS"
Sara, la hija de mi primo Marc, está a punto de cumplir ocho años y le hemos preguntado qué le gustaría de regalo. Su respuesta nos dejó helados:
-Quiero un Chi-Chi Love.
Como tengo una mente retorcidilla eso de Chi-Chi Love me ha sonado a nombre de estrella del porno o a uno de esos artilugios que se ofrecen en los catálogos de los sex-shop hasta que Sara nos ha mostrado un anuncio: se trata de un chiuahua rosa de la empresa alemana Simba Toys. ¿Pero esos germanos no se han dado cuenta todavía que eso de Chi-Chi Love suena en castellano algo... peculiar? Pues parece que no porque el juguete incluye estos medallones en forma de hueso. Yo aún alucino en Technicolor.
Pero Sara ha venido a parar a una familia muy cinéfila y ya apunta maneras: ha olvidado el perverso Chi-Chi Love y se ha entusiasmado con esta Barbie Los Pájaros que mi primo ha encontrado en un folleto de ventas por correo. Su precio es de 49 euros, la edición para coleccionistas -200 euros- se agotó a los pocos días pues venían firmadas por la mismísima Tippi Hedren.
¿No es una maravilla? Hasta tiene tres cuervos que la picotean. De vuelta a mi estudio he estado considerando adquirir una de esas muñecas pero he desechado la idea al imaginar los cáusticos comentarios de mis amigos:
-So friqui.
-¿Pero tú te has vuelto moñas o qué?
Aún dándole vueltas al tema he reparado en una pluma de mirlo posada sobre la cornisa. La he escaneado, color aquí, texto allá y en cinco minutos me he currado una portada minimalista. Nunca se sabe, quizás los ingleses algún día me la encarguen y ya la tengo lista.
¡Qué fue primero, el huevo o los pájaros? Este falso trailer de una precuela de The Birds es sencillamente genial.