LA METAMORFOSIS SEGÚN MELMOTH
Gregorio Asmas había permanecido otra noche en vela debido a
su cada vez más incipiente insomnio. La pálida luz del alba empezaba a
filtrarse a través de la persiana de su habitación y él seguía siendo un
monstruoso hombre. Por lo tanto, le tocaría de nuevo quedarse encerrado en su
cuarto durante todo el día.
Gregorio subió por las escaleras de dos en dos directo a su habitación. En el pasillo se topó bruscamente con su hermana. El ortóptero con sus antenas cortas apenas se movía en mitad del largo y estrecho pasillo. Su hermana allí estaba de pie perfilada y contrastada con la macilenta y enfermiza luz artificial que penetraba por la ventana ubicada al final del pasillo. Gregorio se introdujo en su habitación y se metió en la cama, y allí, seguía todavía, pero con los latidos de su corazón más apaciguados. La puerta se abrió muy despacio hasta dejar entrever un par de brazos verdes y con forma de sierra para depositar la bandeja del desayuno en el suelo. Era su hermana; el único miembro de la familia que todavía se atrevía a cuidarle. Las patas desaparecieron de su vista. Se levantó de la cama y entreabrió un resquicio de la ventana para ver el exterior. Había empezado el trajín cotidiano y obediente de los coleópteros, ortópteros, dípteros, isópteros, himenópteros, lepidópteros, hemípteros, odonatos, en fin, toda esa amplia gama de artrópodos hexápodos que la desquiciada condición social había llevado a cabo a lo largo de su experimental Historia. Gregoria Asmas no sentía ningún tipo de amenaza. El mundo de los insectos, simplemente, aguardaba con paciencia la inminente transformación de Gregorio.
FIN
Este es uno de mis más oscuros relatos:
-¿Dónde estás, Jorge? ¿Jorge?
-Sí, soy yo –dice Juan desde el umbral.
-Pasa, pasa y siéntate -. Elena es ciega. Desplaza su cuerpo
medio abrasado en una silla de ruedas -. Pasa y cierra la puerta.
Cuando Juan cierra la puerta el viento agita un periódico
como un ave moribunda sobre la alfombra.
El timbre del teléfono suena. Elena coge el auricular desde
su silla de ruedas.
-¿Eres tú, Elsa? ¡Qué alegría! ¡Qué ganas tengo de verte ¿Ahora?
¡Magnífico! Dile al profesor que también puede venir y traerse a su amiguita.
Nos divertiremos.
Juan lanza una rápida mirada hacia la puerta.
-Escuche –dice a la mujer -. ¿No oye nada?
-Vendrán Elsa y sus amigos –dice Elena -.Gente muy
simpática. Te gustarán. ¿Tienes hambre? Abre una lata de atún.
-¿Quién eres tú? –pregunta una joven desde lo alto de la
escalera que conduce a la segunda planta. Es morena y guapa. Su único defecto
visible es un muñón descarnado.
-¡Elvira, es Jorge! ¡Ha vuelto! Jorge, ella es Elvira.
-Elvira –dice Juan -¿No oyes voces? ¿Gritos? Vendrán, no sé
porque pero estoy seguro.
-No -. Elvira escucha atentamente. Ahora se oye un coche
detenerse.
-Son ellos –anuncia Elvira como si dijese: “No te asustes.
Sólo son ellos”.
-¡Elena! –Exclama nada más entrar el profesor. Su traje
almidonado le mantiene rígido pero su nariz ha desaparecido y el corroído labio
superior deja al descubierto sus mandíbulas.
-¡Ya estamos aquí! –dice Elsa. Sus brazos fláccidos
cubiertos de escamas se bambolean caprichosamente.
-Creo que no conoces a mi amiga Eva –dice el profesor.
-Buenas noches, Elena –saluda Eva. Una oleada de perfume
caro acompaña sus palabras. Es una joven atractiva pero a través de su piel
azulada y transparente se le ven las vísceras.
-¡Elvira! – dice Elena-. ¡Trae la baraja! ¡Vamos a jugar!
Elsa empieza a subir la escalera. Se dirige a Juan:
-Sube, Jorge, por favor.
-Verás, Jorge -empieza Elsa-. Yo…
-No soy Jorge –dice Juan.
-Ya lo sé –dice Elsa-. Todos lo sabemos. Jorge murió. La
bomba…
-La bomba acabó con todo.
-¡Falta un as! –Oyen ahora la voz del profesor.
-Jorge… Juan, yo… te quiero –susurra Elsa. Los gritos de
Elvira la interrumpen:
-¡Oigo a los hombres! ¡Vienen los hombres!
Juan parece sentirse acorralado. Está dejándose llevar por
el pánico mientras por las calles lúgubres y vacías corren hombres
uniformados disparando nubes de color verde.
Juan y Elsa descienden la escalera. Todos miran hacia el
exterior por la puerta entreabierta.
¡Venga, que empiece la partida! -les apremia Elena-. Cierra
la puerta, Elvira.
Antes de cerrar la puerta Elvira dice:
-¡Otra vez están fumigando la zona!
NOTA ACLARATORIA:
Todos los personajes de este relato son cucarachas.
En primer plano: Jorge-Juan. De izquierda a
derecha y de arriba a abajo: Elena, Elvira, Elsa, El profesor, Eva y
alguien no identificado.
RECETA: MACARRONES A LA MALLORQUINA (Tranquilos, no lleva escarabajos)Sofreír tomates escaldados y pelados en una sartén con cebolla picada fina.
Está claro que el primer relato tiene una influencia de Kafka.
ResponderEliminarBuen efecto sorpresa el segundo cuento. Con esa revelación final, que todos los personajes son cucarachas, me recuerda a The eye of beyonder, una historia de La dimensión desconocida, que fue reversionada en la remake de 2002.
Saludos.
Hola, Demiurgo!
ResponderEliminarEs como el famoso relato de Kafka a la inversa. Melmoth ha estado muy acertado con esa visión de un ser humano entre un mundo de bichos, las metamorfosis son caprichosas.
Uno de los episodios más míticos de esa serie, la chica con rostro angelical que vive en un mundo de (para nosotros) deformes.
Saludos!
Borgo.
Excelente ejercicio, ser un insecto y despertarse convertido en un ser humano.
ResponderEliminarQue en cierta forma debe ser algo horrendo
Ahora bien la segunda parte, ya nos muestra mas en detalle ese mundo de insectos
y sus relaciones con los humanos, claro no lo detecte al inicio, ya con la advertencia
final lo relei y ya fue mas claro.
Buenos relatos los que nos regalas el dia de hoy
Bravo, entrar aquí es a ciencia cierto leer dos buenos relatos que siempre nos dejan con ganas de más. Felicidades. Y buenos ya puestos me ha entrado un poco de apetito ajja. Un abrazo y feliz velada.
ResponderEliminar¡Qué grande Melmoth, cómo nos dió vuelta el cuento/novela corta de Kafka! Nos lo muestra desde otro lado, buen giro
ResponderEliminar¡Hola Melmoth! No sabes lo que me alegra que hayas pasado por "mi casa". Con esto no quiero meterte presión, seguir blogs lleva su tiempo, se sabe. ¡Te agradezco! Ojalá algún día podamos tomarnos esos vinos prometidos comiendo lo que cocine Borgo.
Por un momento sospeché que había algo muy extraño en tu relato, Borgo. Es que las cucarachas suelen meterme presión, siempre espero que alguien más se encargue de ellas. Si no hay otro en la casa, y no queda otra opción me tengo que hacer valiente... siempre que no levante vuelo jajaj
Si hubiese sabido que iba a ser un post de escarabajos el chiste lo pensaba con los Beatles, y no con Gardel!
Me anoto en esa receta. Por suerte no hay escarabajos, bastante ya tuvo mi representante argentino Axel dándote el gusto con los caracoles.
Buenas ilustraciones!
Saludos a Silvina.
Abrazos
Hola, Miquel:
ResponderEliminarDesde luego, "Infestación" es un relato soberbio, lleno de fuerza. Se aprecian en él no sólo la influencia de Gonzalo Suárez, sino una impronta kafkiana en consonancia con el texto que le antecede en esta misma entrada.
Saludos.
“Infestación” es un relato excelente. Deberían leerlo todos los estudiantes de psicología y psiquiatría, porque en el mundo no hay nada concreto; todo son percepciones, creencias y desvaríos. La sociedad ha creado un mundo enfermizo y paranoide; de ahí que la ficción ha tirado del hilo para darnos excelentes historias fantásticas que llegan con más inmediatez a nuestra “realidad” que las presuntuosas historias “realistas”. La “metamorfosis”, de Kafka, “La mosca”, de George Langelaan, “Mimetismo”, de Donald A. Wollheim, donde se basó la película “Mimic”, de Guillermo del Toro. Recomiendo encarecidamente el relato de Wollheim; posiblemente uno de los cuentos más escalofriantes que se hayan escrito jamás, muy superior a la película. También está la famosa máxima del filósofo chino Chuan Tzu que dice, más o menos: “Érase una vez, yo, Zhuangzi, soñé que era una mariposa, revoloteando de aquí para allá, a todos los efectos una mariposa… Ahora no sé si yo era entonces un hombre soñando que era una mariposa, o si ahora soy una mariposa, soñando que soy un hombre.” También tenemos el genial relato de Julio Cortázar “Axolotl”, aunque aquí se trata de un extraño pez, pero sirve también de ejemplo por esa sensación tan humana de sentirnos de otras especies o ser una de ellas renegando a lo humano. Por ejemplo, yo tengo un buen crítico a la hora de valorar lo que escribo. Estoy redactando y siempre aparece una mosca que se posa sobre la pantalla de mi ordenador. Se pasea nerviosa por toda la pantalla. Sé que está leyendo lo que estoy escribiendo. Su movimiento va de izquierda a derecha, siguiendo el orden de las frases. La aparto con la mano. Se va, pero luego vuelve y sigue leyendo. No soy agradecido con ella. Luego, cuando ya se va por sí misma la sigo con la mirada. Se detiene en el mármol de la cocina sobre un montoncito de azúcar. Se frota las patitas como diciendo: ¡menudo festín! Ya ha olvidado lo que ha leído. Elimino lo que tenía escrito.
ResponderEliminarGeniales tus dibujos. ¡Hola Frodo! Muy bueno. ¿Sabes que escucho a Gardel? Me gusta mucho el tango sobre todo cuando estoy depre. Va muy bien esos tangos tristes y pendencieros para el desánimo. Cuanta poesía hay en el tango. Enrique Santos Discépolo con su “Cambalache”. “A media luz”, “Verás que todo es mentira”, etc. Gardel nació en Barcelona. Jajaja. Pues sí, estaría bien tomar unos vinos con Borgo. Te advierto que cada vez que lo hacemos Borgo y yo acabamos con lagunas mentales.
Muy buena pinta esos Macarrones a la Mallorquina.
¡Un fuerte abrazo!
Hola, Jose Casagrande!
ResponderEliminarEso, la metamorfosis de Kafka a la inversa, sólo se le podría ocurrir al gran Melmoth. No debe ser muy agradable, no.
He intentado humanizar a esos insectos, otra forma de verlo, aquí incluso juegan a las cartas y hacen vida social.
Muchas gracias, José. Me alegra que te hayan gustado.
Saludos!
Borgo.
¿Qué tal, Campirela?
ResponderEliminarMe alegra mucho que me visites, como siempre.
Esos macarrones son como los que hice la semana pasada y les añadí un poco de guindilla, creo que quedó mejor, sobre todo si te gusta el picante.
Abrazos y feliz día!
Borgo.
Hola, Frodo!
ResponderEliminarSí, un buen giro kafkiano el de Melmoth. Sería fantástico esa reunión con unos buenos vinos, yo encantado de cocinar para vosotros.
Más de uno me ha confesado que ha tenido que leerse dos veces el relato. Eso sí; no hay que perderse el dibujo del final con la Nota Aclaratoria.
Los Beatles, sin duda los escarabajos más famosos de la historia junto con el Herbie de Disney, el Volkswagen Beetle de 1963, y el de oro de Poe. Esa portada la dibujé imitando la etiqueta de Jack Daniels, guiño a la dipsomanía de Poe.
¿Qué, te animás a probar los caracoles cuando vengas?
Abrazos y saludos de parte de Silvina!
Borgo.
Hola, Cinefilia!
ResponderEliminarMuchas gracias, me encanta que te haya gustado el relato. Como Melmoth con Kafka he querido darle un giro a ese cuento de Suárez.
Saludos!
Borgo.
Hola, Melmoth!
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegra que te guste el relato, sabes que tu opinión me importa mucho.
He oído hablar de ese relato de Wollheim. Parece que le fascinaba el mimetismo y se le ocurrió ese relato viendo un documental sobre insectos palo y las polillas que imitan a las avispas. También hay un importante relato (que aún no he leído) sobre el tema: "¿Quién anda ahí?" de John W. Campbell jr. Casi el mismo nombre del personaje de Vonnegut.
He leído esa máxima de Chuan Tzu, la usé en aquel cuento de un notario de Vilafranca que se convertía en gato. También el cuento de Axololt: "Y sin embargo estaban cerca. Lo supe antes de esto, antes de ser un axolotl." Son originarios de México y me temo que comí alguno cuando estuve allí.
Vaya, así que tienes una mosca como crítico literario, seguro que es muy fiable. No te olvides de darle azúcar.
Claro que estaría bien tomarnos unos vinos con Frodo, y podéis contar con una buena comida.
Abrazos!
Borgo.
Un aplauso para esa reinvención de la maravilla de Kafka, excelente, me encantó la vuelta de tuerca. Deberías mandarla a algún concurso de cuentos incluso.
ResponderEliminarHablando del chiste de Frodo... uno es de algún lugar solo por nacer o por crecer allí? Tus dibujos hechos en Buenos Aires son argentinos o siguen siendo de un español? Difícil eh.. abrazo master!
También a mi me ha recordado a Kafka.
ResponderEliminarEstupendos relatos.
Y, muchas gracias, por la receta.
Un abrazo.
Hola, JLO!
ResponderEliminarCreo que tanto Melmoth como yo, hoy hemos estado muy kafkianos. Me alegra que te hayan gustado los relatos.
Interesante tu comentario. Francamente, creo que los dibujos no tienen nacionalidad, en aquellos momentos yo veía -o eso intentaba- lo que dibujaba con la visión de un argentino. Es una pena, perdí muchos bocetos que hice entonces de Buenos Aires y sus cafés, como El Federal.
Abrazos, JLO!
bORGO.
¿Qué tal, AMALIA?
ResponderEliminarKafka tiene otros muchos buenos relatos. A mí me gusta mucho "El fogonero" y me encantaría poder ilustrarlo.
Gracias a ti por visitarme, AMALIA.
Buen fin de semana!
Borgo.
Tus dos relatos... Eres increíble, Miquel, qué nivel.
ResponderEliminarMuchos besos, Borgo.
han sido un par de relatos de lo más inquietante. frodo ha estado de lo más ingenioso, casi como inspirado. ¿habrá sido el mate? jajaja.
ResponderEliminarun abrazo y feliz fin de semana.
¿Qué tal, Clementine?
ResponderEliminarBueno, el mérito del primero es de Melmoth con su versión del clásico de Kafka.
Creo que los dos hemos estado muy kafkianos.
Muchos besos, Clementine!
Borgo.
Hola, DRACO! Me alegro de verte.
ResponderEliminarPues yo también había tomado mate, quizás tiene efectos inspiradores. En cualquier caso, si se me aparece una musa la llamaré Mate.
Frodo tan agudo como siempre...
Abrazos y feliz fin de semana, DRACO.
Borgo.
¡Cierto, Miquel, se me escapó ese detalle!
ResponderEliminarMuchos besos, Borgo.
No pasa nada, Clementine. Yo, encantado de que me visites. Muchos besos! 😊 Borgo.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarUn poco de Raid que los mata bien muertos jaja. Me quedo con los macarrones (por los protagonistas no por la calidad de los relatos), sin ofender.
ResponderEliminarSaludos.
Vaya par de relatos de altura al alimón que os habéis marcado Paco y tú. Me dan un asco tremendo las cucas, no las soporto. Recuerdo cuando leí el relato de Kafka por primera vez, me dejó impresionado porque era muy joven y aún pienso en él de vez en cuando.
ResponderEliminarSaludos!!
Hola, Nury!
ResponderEliminarEs verdad, era el slogan de Raid, pensaba que era el de Cucal. Ése era más radical: "¡No les compadezca! ¡Mátelas!".
Seguro que te gustarán esos macarrones, te aconsejo un poco de pimentón si te gusta un toque picante.
Saludos, Nury!
Borgo.
Hola, Ethan!
ResponderEliminarYa ves, las cucarachas nos han inspirado. El cuento de Kafka es sin duda de los más inquietantes que se han escrito, y de los más surrealistas. La escena en que viene a visitarlo su superior en el trabajo cuando ya se ha convertido en insecto es tremenda. Yo tuve que hacer frente a una plaga de cucas cuando trabajé en una cocina, lo conté en una entrada en la que comentaste.
Saludos!
Borgo.
Fantástica reinterpretación del gran libro de Kafka, casi fíjate que me ha resultado más interesante esta visión de Melmoth.
ResponderEliminarTu cuento aunque en otra línea también bastante kafkiano.
Qué grande es el amigo Frodo, con ese humor argento. Lo más gracioso es que ninguno de ellos sabe que en realidad nació en Bilbao y como somos muy generosos los bilbainos, solemos repartirnos por el mundo para donar nuestro buen hacer jajajaja
Genial entrada, amigo Borgo.
Besos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola, Prozac!
ResponderEliminarMe encanta esa revisión del clásico de Kafka que ha hecho Melmoth, aunque creo que cada versión no puede prescindir la una de la otra. Vamos, como una simbiosis.
Mi cuento es bastante oscuro. Cuando lo mostré en facebook algunos me dijeron que no lo habían entendido, quizá no vieron el dibujo de abajo.
¡Eso, Gardel nació en Bilbao! y como buen bilbaíno nace donde quiere.
Muchas gracias, Prozac. Es un placer que te acerques a visitarme.
Borgo.
Hay un relato breve de Kafka que me gusta mucho, "El artista del trapecio", sobre todo esa parte en que el empresario accede a las peticiones del trapecista, pero luego piensa ¿será esto el fin de sus peticiones o el principio de mas? es un poco el miedo de los empresarios a que su "empleado perfecto" deje de serlo en el sentido que les pida unos dias personales , aumento de sueldo o cosas así...
ResponderEliminarhace un tiempo estoy releyendo "El proceso" ,una novela muy original en su planteamiento: un hombre que lo van a juzgar, no sabe de que lo acusan, pero ya está en el proceso, si no recuerdo mal la versión que hizo Orson Welles para el cine estaba bastante bien, al igual que Kafka tambien Welles fue un gran artista al que los estudios no consiguieron "domesticar"...
el termino "kafkiano" viene bien para muchas situaciones vitales a las que los seres humanos han de enfrentarse, por ejemplo el otro dia en el "Diario de Burgos" leia que el gran Juanito Mediavilla se enfrenta a un desahucio , y explicaba en el articulo una situación que a mi modo de ver es "kafkiana", en mi opinión a ese hombre deberian hacerle un monumento por sus grandes trabajos dentro del comic, y por supuesto siendo un artista como es deberian dejarle en paz y que pueda seguir creando en su casa...
No es de extrañar que viendo como en ocasiones los intereses economicos tratan a los artistas de forma injusta , Kafka crease "La metamorfosis" un reflejo de como el debia sentirse por dentro ante la sociedad .
Saludos.
Me encantó tu cuento oscuro. La verdad es que el insecto es recurrente en la literatura.
ResponderEliminarUn abrazo, Borgo.
¿Qué tal, Folk?
ResponderEliminarMelmoth fue el que me regaló un volumen de "La metamorfosis" (Ed. Alianza) con dos cuentos "El artista del hambre" con un "ayunador" cirquense, y el del trapecio. Los dos muy buenos. Sí, aquí el artista del trapecio pierde un poco su inocencia. Quizá esa adaptación de Welles fue la mejor de Kafka en la pantalla. Sé que hay un film ruso "La metamorfosis" (2002) de Vladimir
Fokin que no he visto.
Sí, ya he leído sobre el embrollo kafkiano de Mediavilla. La sentencia de deshaucio se cumple pasado mañana, el 21... crucemos los dedos. Su compañero Gallardo tampoco anda muy bien, ha superado hace poco un tumor cerebral, lo cuenta en una novela gráfica "Algo extraño me sucedió camino de casa" de Astiberri. Tuve más trato con Gallardo que con Mediavilla. Aquí hablo de nuestro último encuentro:
http://miquel-zueras.blogspot.com/2012/04/un-gran-dibujante.html
Yo también me he sentido así, aislado, por mi mala suerte con el cómic.
Saludos y me ha alegrado verte!
Borgo.
Hola, Rocío!
ResponderEliminarMe alegra mucho que te haya gustado. Sí que el insecto es muy recurrente y también los vecinos. Mañana tengo una reunión de inquilinos; suelen ser terroríficas.
Abrazos y muchas gracias.
Borgo.
Hola, Miquel !!! Muy buen post, como siempre !!!
ResponderEliminarEse relato kafkiano de Melmoth es buenísimo. Y tu dibujo de la cucaracha me ha recordado a tu relato de la vampira de biblioteca. Me imagino a esa apestosa vampira, durmiendo en su cubil, con un montón de cucarachas recorriendo por todo su cuerpo, hasta por los mocasines. Que inquietante, ¿no?
Ya sabes, si vas a una biblioteca y ves a una mujer pálida y cadavérica, vestida de negro y con zapatos oxford de hombre, huye en cuanto puedas, antes de que caigas entre sus garras... o te echará su asqueroso aliento a la cara, te morderá el cuello y te chupará la sangre.
A ver si me animo a escribir otro relato vampírico, si te parece bien te lo mando por mail cuando consiga acabarlo... aunque primero tendré que empezarlo, jajaja.
Un abrazo, y buen finde, amigo Borgo !!!
A la fuerza nos tenemos que acodar de Kafka después de leer tus relatos, el primero de Melmonth es un reflejo de la metamorfosis y el de las cucarachas la verdad hasta el final no me imaginé que fueran esos bichos que tienen tan mala pinta y cuando los pisas hacen cruaks uff que mal rollo.
ResponderEliminarMuy aclaratoria la foto de la familia de la cucaracha je je je.
El humor argentino muy bueno ji ji ji .
La receta para chuparse los dedos , gracias
Un abrazo Miquel
Puri
Hola, Shaun y muchas gracias!
ResponderEliminarAh, sí! aquella vampira que se alimentaba succionando la tinta de los libros. Luego pensé que recordaba a la vampira Marceline de Hora de Aventura que sorbía el rojo de las manzanas.
Cucarachas... en "Besos de vampiro" Nicolas Cage se zampaba una cucaracha viva.
Tendré en cuenta tu consejo cuando en verano abran la biblioteca nocturna del barrio.
¡Eso, dale con el relato! Mándamelo cuando quieras.
Abrazos y muy buen finde!
Borgo.
¿Qué tal, Dulcinea? El giro que Melmoth le da al clásico de Kafka es genial.
ResponderEliminarUna vez estuve en un club de cannabis en el barrio viejo, allí correteaban cucarachas que no escapaban cuando iban a ser pisadas, se quedaban ahí quietas en el piso y no podías evitar oír ese ¡Cruak!. Yo creo que estaban intoxicadas por el humo de marihuana.
Ese dibujo lo explica todo, así queda más claro.
Abrazos, Puri y gracias por visitarme.
Borgo.
Yo de momento me mantengo con que las aplicaciones de mi movil sean: llamar y recibir llamadas, bueno a parte de la calculadora y esas cosas que llevan cualquier movil, se que llegará el dia que ese tipo de "telefonos no inteligentes" ya no existan,y no habrá opción de tener movil si no es de los llamados "inteligentes"... no es un camino facil en esta sociedad ese de mantenerse con ese tipo de movil prehistorico , has de lidiar muchos dias con frases del tipo : a ver cuando te pones watssap, y ese tipo de cosas...
ResponderEliminarEl otro dia en "Cuarto milenio" daban un reportaje sobre lo que viene con los universos paralelos virtuales, llegará un punto que muchas personas que no sabrán discernir lo que es realidad o virtualidad, habrá gente que pasará mas tiempo en el universo paralelo virtual que en la realidad como tal, en fin que media humanidad acabará majara...
David Lynch me parece uno de los directores mas personales y geniales, en "Mulholland Drive" consigue una atmosfera bastante lograda, "Corazon salvaje" me parece una obra maestra...
Saludos.
Hola, Folk!
ResponderEliminarNada, bienvenido y ahora me paso por la otra entrada.
Gracias por visitarme.
Borgo.
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