Lo reconozco, soy un depresivo aguafiestas sin remedio,
aunque Ona lo expresa de otra manera:
-Tú lo que eres es un pelmazo hipocondríaco que está siempre
escuchándose a si mismo.
-Ya...
Además suelo tener unos irreprimibles accesos de melancolía
que sacan de quicio a Ona como ahora por ejemplo, que estamos sentados en la
mesa de la cocina tomando whisky una lluviosa tarde de domingo en la que me da
por hablar sobre la muerte.
-Nunca me dejes vivir en estado vegetativo -le digo a Ona-,
no soportaría depender de máquinas y del líquido de una botella. Si me ves en
ese estado desenchufa los artefactos que me mantienen vivo. Preferiría morir.
Ella se levanta con una sincera pincelada de admiración en
sus ojos y desenchufa la televisión.
Luego desenchufa el ordenador, el ipod, el smart mail, la
play station y por último me quita el vaso de whisky.
Me invade una -hasta ahora desconocida- sensación de paz y
abandono. A mi alrededor todo se vuelve más y más oscuro...
Disculpen pero allá al fondo veo una potente luz
anaranjada. Algo me dice que he de ir hacia esa luz.
Adiós.
FIN
MELMOTH: MIRADA AZUL
Él se fijó en ella porque leía una novela de George R. R.
Martin en el tren. Le gustó que prácticamente no alzara la mirada de la página.
Cuando ella se dio cuenta que había llegado a la estación, cerró el libro con
urgencia y se precipitó hacia la puerta. Solo entonces, cuando ella lo miró
fugazmente sin verlo, él supo que tenía los ojos azules. Aquella misma tarde,
él se compró la novela de George R. R. Martin. Empezó a leerlo pensando en la
mirada azul de la desconocida, pero al cabo de pocas páginas ya solo tenía en
la cabeza a Cersei Lannister. Al día
siguiente, cuando volvió a subir al tren, la bella desconocida estaba sentada a
unos metros más allá, pero no la vio: estaba demasiado absorto en las tramas
por hacerse con el Trono de Hierro. Fueron pasando estaciones en el mismo tren
de cada día, pero para él el mundo era solamente el mapa de Poniente. Tan
concentrado estaba que ni se fijó en una guapa morena que lo observaba.
Al día siguiente la morena leía George R. R. Martin con
tanta atención que no captó el interés de un hombre triste y solitario que,
veinticuatro horas después, empezó a leer la misma novela. Tal era su
concentración que una joven con gafas le tuvo envidia y al día siguiente
también leía a Larsson. A medida que transcurría el verano la fiebre de Canción
de hielo y fuego fue en aumento en el tren, como si fuera una lectura
obligatoria.
Cuando la mujer de ojos azules acabó la pentalogía, levantó
la mirada y lo descubrió a él leyendo con fruición la tercera novela de George
R. R. Martin. Le gustó tanto que imaginó que podría ser el hombre de su vida, pero
él estaba demasiado absorto en la lectura para poder captar el alto voltaje de
su mirada azul.
FIN
Mi amigo Ortuño ha dicho eso alguna vez y ha colado.
OTRA VEZ CON LA CORRECCIÓN POLÍTICA
Me han rechazado este dibujo para una marca británica de café alegando que era "demasiado colonialista" y podía herir susceptibilidades.
CHORIZO CRIOLLO CON SAMFAINA
Bueno, puede ser con salchichas, pero la auténtica samfaina (o pisto) es esta:
Cortar en taquitos berenjena, calabacín, pimiento rojo y cebolla.
Sofreír primero la cebolla y el pimiento, luego el calabacín y la berenjena con su piel. Cuando estén tiernos añadir tomate sofrito o concentrado y dejar sofreír todo junto a fuego lento unos 20 m.
Acompañar como guarnición.
hablando del dibujo de café me encanta la síntesis que lograste con tu estilo. Lineas rectas que dicen mas con menos, me encanta. A ellos parece que no pero por otra cosa ja...
ResponderEliminarNo puedo ver comida a esta hora! tengo hambre!!! y la verdad que se ve rico eso eh...
Tu blog es como un menú de degustación, que te permite probarlo todo sin llenarte a a las primeras de cambio.
ResponderEliminarUn abrazo.
No sé por donde comentarte porque es todo tan interesante que clasificarlo de primero a tercero no es justo, para nadie ni para mi tampoco , ajjaja así que resume en una sola palabra FANTÁSTICOS..y una nota de humor, el dibujo del café me parece ideal , hay mentes sucias, politicamente ...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo. feliz semana
Me ha encantado como has ido describiendo esa sensación depresiva.
ResponderEliminarEs tan completa tu entrada que a veces resulta dificil comentar, como dice Macondo, tu blog es como un menú de degustación, y al final se termina probando del plato que has cocinado, muy bueno todo.
Un placer leerte.
Besos.
No es mala salida la del relato tuyo.
ResponderEliminarMelmoth se lució con el suyo, toda una salida inesperada. Podría explicar el éxito de la saga.
Como el fracaso de algunos encuentros.
Saludos-
Hola Borgo. Tu relato tiene magia, no sólo por que en sí mismo ya me gusta, como fuiste llevando la tensión, el drama; sino porque también dejaste un mensaje claro, un golpe a todos nosotros de este lado de la pantalla. Está para boceto de guión de Black Mirror.
ResponderEliminarLo de Melmoth, como siempre, genial. Un eterno retorno de lectores distraídos en el tren. Me hizo recordar una publicidad sobre Roberto Arlt... a ver si la encuentro... (un minuto, ya vuelvo)
No lo encuentro, pero lo voy a buscar después, tengo que recordar de qué era la publicidad...
Ortuño tiene una gran coincidencia con mi amigo El Ñandú, y no es sólo esa "Ñ" en su nombre.
Coincido con JLO, lograste una gran síntesis con esa marca. Tal vez desde el punto de vista de lo que quieran dar a entender como británicos, puede que tengan razón. Si analizas la historia de la mayoría de los países colonizados, los británicos han dejado su marca. Siempre a su manera, a su manera británica.
Guardátelo para cuando tengas que hacer alguna publicidad Marroquí o algo de medio oriente, ahí entra como decimos acá "como por un tubo"
Me anoto con esa receta, pero en unos meses... hoy la sensación térmica acá es de 39º
Abrazo Borgo!!
Nos vemos pronto
¡La encontré! Era del canal Encuentro
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=qw8x3ElwGII
Abrazo para vos y para Melmoth
(es decir, un solo abrazo)
Gran relato. Además, tiene una cuántas interpretaciones, lo que lo hace todavía más interesante. Que todos andamos enchufados a algo es evidente, sino ¿cómo podríamos aguantar el vacío existencial? Sin embargo, todas esas cosas a las que nos aferramos provienen de ese mismo vacío; están producidas con claros intereses por parte de los creadores del vacío. Toda esa gente, desde hace siglos, han ido elaborando un mundo tedioso, aburrido, cruel, falto de interés, sin chicha, magro como la madre que lo parió, insulso, repugnante, durísimo, extraño, sin imaginación, previsible, cutre, carísimo en todo lo barato, y que cada uno se encargue de poner sus propios adjetivos, y todo esto con el fin de hacer dinero, mucho dinero y tener a la gente atontada perdida; que sale más a cuenta. No hay nada detrás del ipod, del Smart mail, de la play station, de la televisión y en el fondo de un vaso. Nada.
ResponderEliminar¿Cómo se sobrevive al desencanto? Han dado con el gran problema. Si todo lo que nos dan nos hiciera felices, no estaría mal. Sí, se tiene todos esos cacharros y de pronto la gente se va dando cuenta de que eso es "El Mago de Oz". Detrás de eso no existe nada. Totó, el perrito, tira de la cortina y deja ver un tipo patético al frente asustando a los demás para ganar dinero. No te compensa. Genera cierta desesperanza. Las armas de la felicidad no existen para ser feliz y eso es dramático.
Por otra parte, siempre me ha hecho mucha gracia ese tópico del túnel de cuyo final se ve una potente luz antes de diñarla. Es tan estúpido como el otro tópico de ver, en tus últimos minutos de vida, toda tu vida rebobinándose como una película. ¡Qué tortura, amigo! ¡Toda nuestra aburrida y estúpida vida vista de nuevo y más rápido! El final de tu relato se puede entender de muchas maneras. Yo no he podido evitar pensar que tu personaje se dirige hacia la compañía Orange donde encontrará nuevas ventajas en telefonía móvil, internet, televisión por IP, y una fibra óptica “como Dios manda”.
Me encantan los dibujos para esa mirada azul. Por cierto, este relato ha envejecido mucho. Ahora ya nadie se ve leyendo en los trenes. Todo el mundo anda sumergido en sus móviles y ni tan siquiera leen en libros digitales.
Ortuño+Zueras. Yo he llegado a ver, a lo largo de mi vida, cocinas que podrían haber sido el origen de todas las plagas bíblicas y modernas, de todos los virus y bacterias de ciencia ficción. Estoy totalmente convencido que el Ántrax, el Ébola, la Salmonela y ahora el Coronavirus nacieron en las cocinas guarras. Ya hemos hablado largo y tendido sobre los restaurantes chinos y sus cocinas y mira ahora como está China. Ha salido de una cocina. Caso resuelto.
Ese dibujo me encanta. ¿Demasiado colonialista? Entonces habría que derribar todas esas casas maravillosas de arquitectura colonialista, y quemar los muebles estilo colonial, y la literatura de aventuras del siglo XIX, y borrar incluso nuestra propia historia porque todo tiene algo que ver con el colonialismo. Me encanta ese fez. En la casa de mi abuela había uno y nunca me atreví preguntarse cómo había llegado allí. Me lo ponía para jugar, al mismo tiempo que mi abuela ponía los discos de Emilio el Moro. Con los años descubrí que el "Doctor Who" interpretado por el maravilloso Matt Smith le encanta ponerse un fez.
Como siempre, tiene muy buena pinta ese plato.
¡Un fuerte abrazo!
PD: El amigo Frodo se ha empeñado en no creer mi existencia. Desde aquí le digo que ahora tiene a Ortuño, otro tipo que se incorpora al grupo. Deberíamos de poner un nombre al club de cuyos ilustres miembros son: Borgo, Zueras, Ribot, Frodo, Melmoth y Ortuño.
¡Abrazos Frodo!
Viví seis años en un piso de estudiante. Aunque limpiábamos más o menos, nadie se atrevía con el espacio que había entre los fogones y la pared, donde iban a parar restos de comida día sí y otro también. Especulábamos con la aparición de extraños seres en ese reducto de porquería; pero nunca tuvimos constancia de que hubiese germinado alguna forma de vida oculta entre las sombras. La ignorancia nos permitía convivir con un probable horror digno de Lovecraft.
ResponderEliminarYo hago la samfaina sin calabacín y acompaño el guiso con unas hojas de laurel.
Saludos.
Querido Melmoth, voy sumando al club a Ortuño. Y ud. vaya preparando el carnet para asociar a mi amigo El Ñandú
ResponderEliminarabrazo grande!
Hola, JLO! Yo quise imitar la estética de los anuncios de los años 30 donde se podía dibujar palmeras, pirámides y escenarios exóticos sin problemas. Pero bueno, son otros tiempos...
ResponderEliminarLa samfaina es muy mediterránea. Berenjena, tomate, calabacín. Muy parecida a la caponata siciliana.
Abrazos, JLO!
Borgo.
Hola, Macondo! Es muy halagador lo que dices. A mí me gusta pensar que el blog es como uno de esos bufet orientales donde vas picando de aquí y allá, de ahí esa palabra de "poti-poti" que en catalán significa "un poco de todo mezclado".
ResponderEliminarAbrazos y gracias!
Borgo.
¿Qué tal, Campirela?
ResponderEliminarMuchísimas gracias, de verdad me encanta que lo pases bien en este blog. Es curioso que tengas que evitar los dibujos étnicos para anuncios de café o cacao. Ahora sería impensable aquella canción del ColaCao: "Yo soy aquel negrito del África tropical..."
Abrazos y feliz finde!
Borgo.
¿Qué tal, María? Pues yo encantado de que pases por aquí y que pruebes los platillos del menú que voy haciendo. Historias y dibujitos, el plato del día.
ResponderEliminarGracias por visitarme, María.
Borgo.
Hola, Demiurgo! Melmoth es un fiel seguidor de la saga de Juego de Tronos. Le ha sacado un buen partido con esa historia de amores encontradizos e imposibles en el tren aportando una nota nostálgica, pues ya no veo a nadie leyendo en el tren o el subte.
ResponderEliminarSaludos, Demiurgo!
Borgo.
Hola, Frodo! Pues ahora que lo dices es verdad, es un relato muy al estilo de Black Mirror que espero remonte un poco pues la última temporada me decepcionó bastante. Creo que deberían volver a los episodios cortos.
ResponderEliminarAh, pues a ver si la encontrás. Me interesa mucho todo lo relacionado con Roberto Arlt.
Me apetecía hacer una ilustración exótica, al estilo de los afiches de café o tabaco de los años 30.
Espero que afloje un poco esa calor. Acá tenemos un invierno con temperaturas altas y fuertes borrascas, se nota el cambio climático, no es broma...
Abrazos, Frodo!
Borgo.
Hola, Frodo! Muy bueno!!! y me encanta esa frase "Arlt habría cerrado el libro", eso seguro.
ResponderEliminarMelmoth y yo nos fundiremos en un cálido abrazo. De tu parte.
Saludos!
Borgo.
Hola, Melmoth! Coincido contigo. Hace poco estuve en casa de un amigo con un programa de ordenador que le decía "Buenos días" por la mañana y le indicaba la temperatura, previsión del tiempo y humedad relativa, como la maquinita a la que era adicta la mujer de Deckard. Estamos enchufados, conectados y clasificados. Ahora sólo nos falta el chip, como las mascotas.
ResponderEliminarEso de ver toda nuestra vida desfilando es una trola. Pensé que llegaba mi último momento cuando me caía de narices por las escaleras del metro y con las manos sin poder sacarlas de los bolsillos pero nada, sólo recuerdo el gran hostiazo que me metí. En la película de animación "Rebelión en la granja" (nada que ver con la de Orwell) una gallina se salvaba in extremis de ser sacrificada y decía: "He visto pasar toda mi vida en la granja... ¡qué aburrido!!!"
No, nadie lee en el metro, y menos el periódico. Tampoco se ven apenas libros digitales y decían que iban a arrasar.
¿El corona virus se inició en ese misterioso restaurante chino que tú y yo conocemos?
En la mili los Regulares llevábamos un fez cuando había que ponerse el uniforme de gala. Me lo puse una vez en la fiesta patronal -la Virgen de África, 5 de agosto- es una pena que perdí la foto... ¡vaya pinta!
¡Muy buena idea! ¡Formemos todos un club de los negocios extraños a lo Chesterton! Con rituales de iniciación.
Abrazos, Melmoth!
Borgo.
Los ingleses todavía son muy sensibles respecto a ese asunto, pero a mí me ha gustado el dibujo, no lo veo nada insultante.
ResponderEliminarEl relato me recordó a una señora que conocí. Todo el mundo dice siempre que no quiere vivir conectado a una máquina, y que llegado el momento prefiere que lo desenchufen. Pero ella decía que no, que mientras tuviese un hálito de vida la mantuvieran conectada, aunque fuese para hacer gasto. Que no había estado toda la vida pagando impuestos para que la desenchufasen a las primeras de cambio.
Pobre mujer, luego no tuvo la posibilidad de cumplir su deseo, murió de forma repentina. Pero cada vez que sale el tema me acuerdo de ella y creo que tenía mucho sentido.
Saludos!
Muy bueno tu relato, Miquel. Yo ya no sé si nuestra vida es una extensión del Ipod del ordenador o la maquina de turno. Hace tiempo que dejamos atrás las velas, la tinta y los manuscritos, con todo lo que supone. Imaginamos el futuro y nos da un poco de yuyu.... yo me resisto... pero no hay vuelta atrás.;)
ResponderEliminarTus poti-poti siempre son apetecibles y nos sacan una sonrisa.
Saludos
Tal cual Abril me siento
ResponderEliminarSacas sonrisas con tus escritos
y corazones con tus dibujos
Abrazos desde un dia sin lluvia en Miami
Tu relato, jajajajaja, qué genialidad.
ResponderEliminarEntrada completa, bravo. Mil besos, Borgo.
Tu blog Miquel es como un bazar de los de antes donde se encontraba de todo.El relato es muy bueno, hay que desconectarse para vivir. EL cuento de los que leen en el metro, muy completo. Genial la viñeta de la cocina. Y no entiendo la censura de tu anuncio del café, estos ingleses siempre tan moralistas. La receta tiene buena pinta.
ResponderEliminarUn abrazo
Puri
Buenas Miquel
ResponderEliminarMe ha gustado tu breve relato, en los tiempos actuales puede considerarse toda una historia de "terror" dada la dependencia tecnológica que hemos desarrollado. Precisamente hace unos dias pensaba yo en lo mucho que ha cambiado la cosa, desde que allá por el 1995 o 96 comenzaron a generalizarse el uso de los móviles y lo "analógicos" que eramos entonces.
Como todo, esa revolución ha traido sus cosas buenas y tambien malas. Las buenas, se han agilizado mucho las comunicaciones, los trámites, y se evitan desplazamientos. Las malas, lo que señala tu relato, la dependencia casi física que muchos tienen de estar permanentemente conectados... sin duda, será un filón para las historias de este S. XXI.
Pd. Sigo esperando impaciente alguna entrada sobre la II GM...;)
Hola, Ricard! Cuando compartía un piso con estudiantes universitarios escribí un relato sobre un organismo inteligente que se alimentaba con deshechos y detritus (me encanta esa palabra) de la cocina. Al final ese organismo (similar a "La cosa del pantano") se marchaba del piso después de reprocharnos que éramos unos guarros y que no podía vivir con tanta inmundicia.
ResponderEliminarLa próxima vez la haré con laurel, seguro que le da un toque bueno, como los platos con pasta.
Saludos, Ricard!
Borgo.
¡Muy bien,Frodo! Voy apuntando nuevos miembros para el club y por supuesto será muy bienvenido El Ñandú. Prepararemos una ceremonia con bebida y rituales secretos.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
¿Qué tal, Doctora? Allí la corrección política es un tema peliagudo como ya he comprobado con el tema de portadas de libros. Yo quería hacer un logo al estilo clásico.
ResponderEliminarMuy bien dicho lo de esa señora. Que no me desenchufen a la primera, como si no hubiera pagado la última factura de Netflix , qué caray...
Saludos, Doctora!
Borgo.
Hola, Abril! Muchas veces me pregunto si no hemos pagado un alto precio, el de la dependencia. Ahora nos cuesta imaginar una vida sin móvil ni internet, pero así hemos vivido mucho tiempo. Me temo que acabaremos llevando un chip incorporado y que la sociedad orwelliana se hará realidad... ¡Uf!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Abril! Hasta la próxima!
Borgo.
Hola, RECOMENZAR!
ResponderEliminarMe encanta todo eso que has dicho, aunque aquí es difícil imaginar un día de abril sin lluvia. ¿Hace mucho calor en Miami?
¡Los abrazos los tienes asegurados!
Hasta luego, MuCha!
Borgo.
Hola, Clementine! Siempre es un placer verte por aquí.
ResponderEliminarMuchas gracias y espero ver pronto algo tuyo. ¿Publicarás algo sobre Kirk Douglas, el último clásico de Hollywood? Bueno, aún nos queda Olivia de Havilland.
Muchos besos!
Borgo.
Hola, Dulcinea! Sí, me gusta imaginar mi blog como una tienda oriental, la de la película de los Greemlins, aunque aún no me ha salido ningún animalito de esos.
ResponderEliminarHace mucho que no veo gente leyendo en el tren, y menos con periódicos, es algo tan fuera de lugar como los transistores de oído, aunque tampoco veo casi eBook y pensaba que arrasarían.
No es la primera vez que me topo con la corrección política, en otros países es un tema delicado.
Abrazos, Puri y gracias por pasar!
Borgo.
¡Hombre, Von Kleist! Qué alegría verte de nuevo... Sí que hay mucha dependencia tecnológica, ya nos lo advirtió Philip K. Dick con esos aparatos domésticos que, supuestamente, iban a mejorar nuestra calidad de vida. No hace mucho nuestra comunicación eran los teléfonos fijos, ahora tenemos la impresión de que ya no sabríamos vivir sin móvil o sin internet. Las redes sociales ya son otro tema.
ResponderEliminarPues... ¿has visto un episodio de "Padre de familia" con un pariente de Peter Griffin y sobrino de Hitler? pues hace poco me enteré de que este personaje existe de verdad. Se llamaba Willy y era estadounidense (murió en 1989) fue a ver a su tío Hitler esperando un enchufe pero éste sólo le ofreció un puesto de vendedor en la Opel. Volvió a América, en el 41 se alistó en la marina y después de la guerra se cambió el apellido. Estoy pensando en dedicar una entrada a ese Willy.
Saludos, Von Kleist!
Borgo.
Muy bueno el relato. No sé cómo terminaremos con tanta tecnología...
ResponderEliminarLa receta me parece muy apetitosa. Me parece similar al pisto, que me gusta mucho.
Un abrazo. Feliz semana.
¿De verdad de la buena te han rechazado ese estupendo dibujo publicitario por cuestiones de corrección política?
ResponderEliminarMe parece, Borgo, que la cosa pinta más mal de lo que pensaba. Parece que el pensamiento único (que también es la base del relato de Melmoth, que dispara con balas emponzoñadas) se está imponiendo paulatinamente y los pensamientos libres van a ser azotados y perseguidos: mal va la cosa, mal.
¡Ojo! que te quiten la tele es una cosa, y que te quiten internet y el whiskey (como el irlandés que me acompaña) es ya una amenaza cósmica..... jajaja...
La samfaina, amb seques i una butifarra, si us plau....
Un abrazo.
Hola, Amalia! Me alegra que te guste el relato, creo que nosotros estamos más al servicio de la tecnología que no al revés, eso me temo.
ResponderEliminarLa verdad es que es la misma receta. Pisto en la zona castellana y samfaina en el Mediterraneo, pero igual de sabrosa.
Abrazos y muy feliz semana!
Borgo.
¿Qué tal, Josep? Pues sí, y lo lamento pues yo sólo quería hacer un dibujo al estilo publicitario años 30 (Melmoth y yo somos muy fans de ese look) pero ahora está mal visto. Imagina cómo sería ahora aquello de: "Yo soy aquel negrito del África tropical..."
ResponderEliminarSin internet ni whisky la vida se hace más complicada. Yo suelo acompañar mis paseos por internet con un vasito de Whisky Sour con su bourbon y su zumito de limón natural.
La samfaina queda estupenda con la butifarra y con el bacallà a la llauna. Está claro, lo del chorizo criollo ya es cocina-fusión.
Abrazos, Josep!
Borgo.
Los dos relatos son muy buenos, me gusta lo símbolico y acertado que es desconéctame, la verdad que también viene muy bien con lo que esta pasando con la eutanasia. El de los libros y el tren me ha parecido muy paradojico, me ha gustado mucho el final. Me apena lo de la corección politica, se nota que la piel está muy fina y que se mira si puede parecer incorrecto algo que no tiene nada de ofensivo. Y la receta perfecta.
ResponderEliminarSaludos Miquel
;)
¿Qué tal, Ana? Ahora que lo dices es verdad, el tema de desconectar está ahora muy de actualidad. Es curioso pero tomo el tren casi a diario y desde que publiqué ese relato de Melmoth veo más pasajeros leyendo, quizá es que me fijo más.
ResponderEliminarTrabajé un tiempo en una agencia de publicidad haciendo storyboards y ya tuvimos algunos topazos con la corrección política. En Estados Unidos el tema étnico lo suelen tratar con pinzas y a mí me rechazaron el dibujo de un indio (o nativo americano) tirando con arco.
Saludos, Ana!
Borgo.
Buenas historias, las dos.
ResponderEliminarGracias por compartirlas.
Respecto a la receta... Mmmmm.... Rica, rica.
Un beso lector y cocinero.
Hola, Eva! Muchas gracias. Espero que también te guste la receta. Muchos besos, Eva. ☺
ResponderEliminarQue me desenchufen todo lo que quieran llegado el momento, que yo sigo utilizando cafetera de las de rosca de toda la vida, sea colonialista o no.
ResponderEliminarBesos cafeinómanos
jjajaa nada mas deprimente que estar una tarde de lluvia y en domingo solos en la cocina jajajja y hablando de la muerte peor jaja yo ese tema ya lo tengo aclarado, si llego a estar por x motivo en estado vegetativo ya deje indicado que me pongan los auriculares y mi música preferida jajjaja sabes como resucito no, otra que Terminator jajaja, nose tengo la ilusión que la música me a sacar de esa situación, espero no llegar nunca a eso!!
ResponderEliminarY sobre los lectores es la tipica imagen que se vive todos los dias en el tren o subte nadie mira a nadie.... o si te ven pareciera que están en su mundo jajaja.... ahora con los celulares todos enganchados!!
Y tu plato parece riquisimo yo le cambiaría el chorizo por una porción de pollo al horno para no salir de la dieta ;)
Tus dibujos tiene un estilo y unas lineas muy particulares!!
Te felicito por tus relatos y los de Melmoth , tus dibujos muy lindos y tu plato se ve mas que bien!!
Besos Miquel!! y buena semana
Hola, A do outro lado da xanela! Me alegra volver a verte.
ResponderEliminarPues si ese dibujo les ha parecido de estilo colonial imagina que les presento un criado africano sirviendo café a un señor con salacot. Había visto propaganda de ese estilo de la época del imperio británico.
Besos de ristretto, mi café preferido, y sin azúcar.
Borgo.
¿Qué tal, Gra? Sin duda hay temas de conversación mucho más sugestivos para una tarde lluviosa de domingo, a menos que sea como en el Día de Muertos que pasé en México tomando tequila y mezcal. Quién sabe... dicen que la música tiene propiedades que no conocemos. Creo recordar que en la película "Coma" guardaban los cuerpos en un depósito con música de fondo. ¿Porqué no? no están del todo muertos.
ResponderEliminarCuando subo a un tren me parece estar entre los "contaminados" de "La invasión de los ultracuerpos", con la mirada fija y a la vez perdida.
Muchísimas gracias, me animas a publicar más recetas y sobre todo más dibujos.
Besos, Gra y muy feliz semana!
Borgo.
Me encanta la actitud de Ona, me la comería.
ResponderEliminarLa chica del tren y su admirador juegan a una especie de versión del juego del gato y el ratón.
¡Ah, por cierto! me encanta la sanfaina y la hago al menos una vez por semana, soy una adicta.
Un abrazo, Miguel, tus entradas nunca defraudan (al menos a mí)
Hola, Julia! Ona se ha decidido por lo de "Apaga y vámonos"... nunca mejor dicho.
ResponderEliminarSuele ser muy interesante ese juego de encuentros e intercambios de miradas en un tren. Tengo una manía: si veo a alguien leyendo en un bus o el tren no paro de hacer contorsiones hasta que descubro el título de su libro.
La sanfaina queda muy bien de guarnición tanto si es para carne o pescado, o con el arroz, es un plato muy parecido al ratatouille tan famoso desde la película de Disney.
Gracias, Julia y abrazos!
Borgo.
Sienta muy bien desconectar jaja. Aunque no sé si tanto, al menos en el primer relato. En el segundo si hubieran desconectado del libro en el justo momento....
ResponderEliminarUna pena lo de la portada. Que susceptibles!
Un abrazo.