En
abril del 2010 Kim y su pareja Yoon compraron en un restaurante unos najki para
comerlos más tarde en la habitación de su hotel en Incheon, cerca de Seul.
Poco
después Kim avisó en recepción de que su novia se había desmayado y no respiraba.
La trasladaron rápidamente a un hospital pero los médicos no lograron salvarla.
Certificaron que había muerto asfixiada por un tentáculo adherido a su faringe.
Pero
el calvario de Kim no había hecho más que empezar: el padre de Yoon apareció en
un popular programa de televisión surcoreano reclamando justicia. Estaba
convencido de que la muerte de su hija no fue accidental y basaba esa
suposición en el descubrimiento de un seguro de vida que Yoon había contratado
un mes antes de morir y que dejaba a su novio como único beneficiario de una
póliza de 200 millones de wons (130.000 euros) Kim fue detenido en marzo del
2012 y condenado a cadena perpetua. De nada sirvió que clamara por su inocencia
y alegara desconocer esa póliza. El abogado del joven recurrió y finalmente Kim
salió en libertad el pasado mes de abril.
-De
vez en cuando se leen casos de muertes por comer najki –me explica Shin
mientras bebemos soju, el sake coreano-, aunque más se producen en Japón por el
pez fugu. La prensa japonesa lo silencia y es que los turistas dejan mucho
dinero en los restaurantes donde lo sirven.
Recomiendan
masticar bien el najki –prosigue Shin-, pero nos gusta sentir retorcerse los
tentáculos al tragarlos. Aquí tenemos un estanque con pulpos pequeños, los
comemos los domingos por la noche cuando el local está cerrado y sólo para el
personal de la casa y algunos amigos. La legislación española prohíbe servir
animales vivos.
Shin
apura el soju y me hace un guiño:
-¿Qué,
Miquel? ¿Te animas este domingo a probar el najki?
-Er…
Mejor, no, pero gracias de todos modos.
No me seduce perseguir la comida por la mesa. Aviso que este vídeo no es apto para gente impresionable:
Este vídeo no tiene nada que ver con el tema pero es mucho más agradable. En El club de los monstruos (1981) aparece una stripper que se lo quita literalmente TODO:
Esta
receta lleva tentáculos pero bien cocidos:
TALLARINES
CON SEPIAS
Recomiendo
los tallarines negros al nero di sepia.
Limpiar
y cortar en tiras dos sepias. Sofreír en una sartén la sepia (hay un truco para
que no salpique: añadir un tapón de corcho al calentar el aceite) dos dientes
de ajo fileteados, una guindilla y una cebolla grande picada. Verter una copa
de vino blanco seco, cuando se reduzca un poco añadir tomate pelado y sin
semillas.
Cocer la pasta, escurrir los tallarines y mezclar bien con la salsa. Servir inmediatamente.
miquel la verdad es que prefiero el pulpo a la gallega que eso que se comen vivo. Menuda cara que pone el coreano cuando se zampa el pobre animalito! Yo no sería capaz, ni de coña.
ResponderEliminarUn saludo
¿Y qué tal un SPOILER ASÍ DE GRANDE justo después de tu portada primera, porque es tuya, verdad? El segundo video mola, al primero ni me he asomado, te libra que es una entrada poti-poti :-) Besos, Borgo.
ResponderEliminarNo se yo si me comería los tentáculos de ese pulpo, la verdad. Además el kimchi no me gusta y el soju es demasiado fuerte para mi (sí, el alcohol y yo no nos llevamos bien). Sin embargo la receta de los tallarines con sepia me la apunto.
ResponderEliminarAños después de "El club de los monstruos" Robbie Williams haría algo parecido para seducir a un montón de señoritas que se le resistían mucho en el videoclip de Rock DJ
Hola, Jorge. Yo también prefiero el pulpo a feira y es que eso de zamparte un plato que te puede mandar al otro barrio no me acaba de convencer. El video da repelús de verdad.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Pero Clementine, cómo eres... si he puesto el aviso pensando en ti. El SPOILER bien gordo lo habría puesto si hubiera aceptado la invitación y lo contara luego con pelos, señales y tentáculos pero ya ves que no. Sólo me faltaba tener que perseguir mi comida hasta la calle. Estos coreanos están locos. Jó, parezco Obelix.
ResponderEliminarBesos. Borgo.
Hola, Chechu. El kimchi, ese nabo marinado, no me gusta mucho pero sí el soju. Esa receta con los tallarines negros queda muy buena.
ResponderEliminarEstupendo ese vídeo (Recuerdo bien la canción pero no había visto el vídeo) en el que Robbie parece querer emular a la protagonista de "Hellraisesr" Eso sí que es un Full Monty integral.
Saludos. Borgo.
Lo de comer bichos vivos... como que no es para mi, no. Bien cocinadito y que se dejen de historias. (He pasado del primer vídeo; me temo que no soy capaz ni de verlo)
ResponderEliminarInsisto :) ¿has probado a añadir gambitas a esa receta?
Abrazos.
Hola, Nury. Aunque en Galicia comí almejas vivas no me convence mucho lo de comer cosas vivitas y coleando. Pues sí, con gambitas este plato queda muy bueno, seguro. En Italia tienen un plato parecido que llaman a la corsaria con gambitas y mejillones. Me has dado una idea para la comida del domingo: tallarines negros a la corsaria. Qué ricos...
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Hola Borgo! Debido a mi morbo no he podido evitar ver el vídeo del coreano comiéndose el pulpo vivo. De hecho ya lo había visto en un documental de uno de esos tipos que recorren el mundo para probar la gastronomía de otros países, y el tío se lo comió tan campante. Incluso se junto allí con dos o tres chicas de su misma nacionalidad, y todos se pusieron las botas con los pulpos.
ResponderEliminarPues fijate que yo pensé que tu eras de los que se atrevían con todo respecto a probar comidas y todo eso, ya que recuerdo que una vez contaste que comiste bichos asados o algo así, pero comprendo que no llegues a tanto, porque esa sensación del animal vivo bajando por la garganta debe ser Puaghhhh
La receta me encanta, la probaré con la tranquilidad que da saber que los pulpos están bien muertos jejeje. Un beso Miquel!
Hola, SqS. Yo también había visto algo sobre esos najkin en aquellos documentales del canal Discovery en el que sale un inglés que prueba las cosas más raras en países exóticos como el yogurt de pulpo en Japón.
ResponderEliminarNo, si yo estoy dispuesto a probar bichos y alimañas cocidos pero me echa para atrás una comida que me puede dejar asfixiado. Mejor un buen plato al "nero di sepia" con su tomate y vino blanco.
Besos! Borgo.
A mí la textura gelatinosa cefalópoda no me gusta, sólo como chipirones o calamares fritos, porque con eso del rebozado se me hacen menos desagradables. Así que los pulpitos vivos no me los planteo.
ResponderEliminarPosdata: Yo también he tenido que ver el vídeo... ¿Por qué, señor, por quéeeee? Puajjj
Un abrazo
Hola, Mara. A mí me gustan las rabas y los chocos que por cierto los comí muy buenos en Sevilla. Sin duda es una forma mucho más civilizada de comerse esos bichitos. Ese vídeo es muy fuerte y no es de los peores que he visto por youtube. Pobres cefalópodos.
ResponderEliminarAbrazos. Borgo.
Qué tremebunda entrada. Impagable para mí, como receloso/fascinado natural, y desde el año el anacardo, hacia todo lo que envuelve "el mundillo del pulpo". Menuda historia de inicio y magnífica proyección hacia la parte que te toca... El pulpo (que no el calamar o derivados). Menudo cabrito está hecho. Una bestia con una cara de mala gaita que arrastra de por vida, con tres corazones y la capacidad mental de aprendizaje más desarrollada tras (¿o no?) el ser humano... Insisto, estas bestias traman algo. Y seguro que los hay gigantes pero, argh, son tan puñeteros que no nos los podríamos zampar por el amoniaco (que me he informado). Perfecto posteo, mezcla de lo tronchante y la dura realidad, si señor. Y abrazo guzzero.
ResponderEliminarPd. Le invito a visitar, si apetece y/o hay tiempo, mi humilde entrada pulpera en celuloide: http://citizenguzz.blogspot.com.es/2012/08/la-entrada-del-pulpo.html
Gracias, Guzz y muy bienvenido a Borgo. Sí, el pulpo es un animal de cuidado. Tres corazones (debe venir bien cuando te parten uno) y dicen que tiene la inteligencia de un perro. Hay muchas leyendas sobre Krakens y cefalópodos gigantes. Julio Verne ya lo sabía.
ResponderEliminarAbrazos y ahora me pasaré por tu blog. Borgo.
Hola Mr. Borgo,
ResponderEliminarArrgg... no lei atentamente, los surcoreanos se comen vivos los pulpos.
La leche, ya puedes masticar bien.
Pues hay que respetar las culturas diferentes y todo eso, pero a mi no me ves comiendo eso.
Yo prefiero tu recetita de Tallarines con Sepia que tiene una pinta buenisima. ^_^
Y sobre la stripper, demasiado en los "huesos" para mi gusto. ja ja ja
Un abrazo Miquel.
supongo que lo de comer animales vivos puede tener un cierto encanto atávico. Vivimos una época tan artificial que lo visceralmente natural resulta exótico (y repugnante)
ResponderEliminarbesos,
Mr. Borgo , espanto, horror, miedo, terror, vaya a saber uno en que orden fue lo sintio aquel pulpito antes de que entrara en esa boca; sinceramente yo no soy capaz de hacer una cosa asi. Saludos.
ResponderEliminar¿Qué hay, UTLA? Pues ya ves, vivos y acompañados del vino de arroz llamado soju. Me invitaron a probarlos y mira que me gusta comer cosas exóticas pero por ahí no paso.
ResponderEliminarAnímate a preparar esa receta y añade gambitas como decía Nury y de paso contrata a esa stripper para animar la comida. Un número muy descarnado.
Abrazos. Borgo.
Hola, Maslama. Posiblemente, aunque lo de encanto... no sé. Ese plato me recordó a los de "El restaurante del fin del mundo" del autor de "El autoestopista galáctico" Douglas Adams. Te lo recomiendo si no lo has leído.
ResponderEliminarBesos. Borgo.
¿Qué tal, Mr. Belknap? Sí, que impresiona, ya lo advierto a los que vean ese vídeo. Una comida que parece del menú de la taberna galáctica de Star Wars.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
que salvajada comer animales vivos ja... y bue, hay gusto para todo...
ResponderEliminarahora se de donde sacó la idea Robbie Williams para su Rock DJ ja... salu2
como la pasaste le 18??? abrazo virginiano....
No probaré la experiencia de comerme algo que se retuerza en mi garganta. De hecho, el primer video da mucha grimilla...jeje El segundo, es mejor. Pero es muy curiosa la historia y aún me estoy preguntando cómo pudo ser juzgado aquel hombre por asesinato, por invitar a su novia a cenar. Increíble. Un abrazo, Miquel.
ResponderEliminarAggghhh! Pensé que se trataba de un relato de ficción hasta que he leído lo del recorte de "La Vanguardia".
ResponderEliminarDesde luego, la sombra del pulpo es alargada. Y los tentáculos, no digamos... De momento, me contento con la receta de los tallarines con sepia, siempre que ésta ya haya pasado a mejor vida. Por si las moscas...
Yo también soy más de pulpo a feira, que no corra mucho, jejeje. Me da mucha cosica todo eso de los bichetes vivos o coleando.
ResponderEliminarMe quedo con los tallarines, sin duda :)
Un saludo.
El pulpo hay que comérselo a la gallega, bien cocido y condimentado, lo demás es deporte de riesgo. EL vídeo de la chica en cuestión me ha producido cierta frustración.
ResponderEliminarHola, JLO. Sí, no me convence lo de los animales vivos, prefiero un buen asador libre y con chimi-churri. El vídeo de Robbie Williams tenía muchos más medios pero esta escena de "El club de los monstruos" es anterior y con un encanto naif.
ResponderEliminarEl 18, muy bien y espero que también tu 17. Abrazos.
Borgo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¿Qué tal, Marcos? Si el pulpo pudiese hablar le diría cuatro cosas al surcoreano. Ese suceso parece sacado de "Falso culpable de Hitchcock. Parece que cuando reabrieron el caso encontraron "pruebas indirectas" que incriminaban a Kim y la presión popular hizo el resto.
ResponderEliminarAbrazos, amigo.
Borgo.
Joder qué historia. Lo del pez fuju me ha recordado a aquel viejo episodio de Los Simpson...
ResponderEliminarEl primer vídeo no lo he visto. El segundo tiene gracia cómo acaba.
Pasa buen fin de semana.
Un saludito.
Hola, Sícoris. Es el momento del tópico: "La realidad supera la ficci´çon" Yo, desde luego, me quedo con los tallarines negros a la sepia que no tienen ningún peligro.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola, Charly. Me encanta el pulpo a feira con sus cachelos y su pimentón coloradito. Además, no has de cazarlo por la mesa con lo incómodo que debe ser.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
¿Qué tal, Cahiers? Todo un ritual el pulpo a la gallega. Escaldado hasta que sus tentáculos forman una "permanente"y servido sobre una tabla de madera que conserva el calor.
ResponderEliminarEn ese video la stripper se queda en los puros huesos, como Kate Moss.
Saludos. Borgo.
Hola, David, me alegra verte de nuevo. Recuerdo ese episodio. Hay cocineros que únicamente se encargan de preparar ese pescado. Lo probé en un restaurante japonés en París (a los clientes se les hace un seguro de vida, son las normas) y la verdad es que no me pareció gran cosa ese pez fugu. Prefiero una dorada a la plancha.
ResponderEliminarMuy buen finde. Borgo.
¡Marchando una de pulpo !pero que esté difunto ya.. sorprendiendo siempre Borgo :-D
ResponderEliminarSaluditos y buen finde
Leí el artículo en "La Vanguardia".
ResponderEliminarEntonces, me acordé de la película "Oldboy"; cuando el protagonista se come un pulpo pensé que era una quedada del director pero ahora resulta que en Corea es tan normal como aquí comer palomitas en el cine.
Saludos.
Hola, Abril! Sí que marcha el pulpo ¡Más bien viene caminando a tu plato!
ResponderEliminarQue tengas muy buen finde aunque parece que viene lluvioso.
Borgo.
Hola, Ricard. Creo que el artículo apareció el pasado día 13.
ResponderEliminarMe han recomendado bastante esa película "Oldboy" A ver si la veo que tengo que ponerme al día con el cine coreano.
Saludos. Borgo.
Hay que ver cómo se defiende el pulpito. Yo de él me hubiera enroscado a la campanilla del cefalófago así no me dejaba tragar :)
ResponderEliminarNo me atrevía a mirarlo, qué duro debe de ser al masticar..ecss. A los calamares no nos pueden hacer esta jugada, tenemos una pluma dentro!
¿Qué tal, Kalamae? Sím yo me esperaba una escena como en "El restaurante del fin del mundo" en la que un comensal es agarrado por unos tentáculos que salen de una sopera. Eso se llama defensa própia.
ResponderEliminarEso es lo que cantaba Paco Clavel: "No hay nada como tener pluma" Tú seguro quwe te defendías con pluma y pico.
Saludos. Borgo.
No he visto el vídeo, aún sigo recordando lo del hocico de foca, y eso que no pusiste documentos gráficos.
ResponderEliminarPor lo visto lo del silencio de la prensa es algo muy habitual en estos casos. Hace poco vi un reportaje de un español que vivía en Australia y decía que las víctimas de ataques de tiburón son más frecuentes de lo que se dice, pero el asunto se silencia porque allí van muchos turistas a hacer surf y no les conviene espantarlos.
Hola, Doctora. Pues mejor porque creo que ese vídeo es peor que lo de la foca lapona que al menos estaba difunta.
ResponderEliminarLo que cuentas de Australia es lo que motivó a Peter Benchley el tema de su novela "Tiburón" que Spielberg llevó al cine. Parece que en las costas de California se silencian los ataques de escualos para que sigan acudiendo turistas.
Saludos. Borgo.
Mira, para que veas cómo soy también... ¡FELIZ DÍA, MIQUEL!
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Clementine! Muy amable y mañanera, la tuya es la primera felicitación que recibo. Eres un encanto. Borgo.
ResponderEliminarBuenas Miquel, si está prohibido comer estos pulpitos por estar vivos, que yo sepa las ostras tambien se comen así... ¿se hará la distinción por el precio?
ResponderEliminarTampoco veo correcto comer sesos de mono con el amimal vivo... como ya mostraste en otra de tus entradas jajaja
Saludos
Pues que decir! No comería eso ni que me gatillaran en la cabeza, jaja! Por cierto, que historia increíble la que comentas.
ResponderEliminarBuen post, Saludos, Jorge!
¿Qué tal, Alimaña? Sí, yo he comido almejas vivas en Galicia aunque ellas al menos no salen corriendo por la mesa. Supongo que esa debe ser la diferencia.
ResponderEliminarPuaj, lo de comer sesos de mono creo que es algo que no sería capaz ni el mismísimo doctor Mengele.
A mí, de momento que me den unos buenos caracoles "a la llauna" como los que me he comido hoy y bien cociditos.
Saludos. Borgo.
Hola, Jorge! Yo tampoco me lo comería y eso que en México probé bichos, insectos y otras alimañas. Luego tendría pesadillas con tentáculos como en un cuento de Lovecraft.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.