Hungerfield miraba y cuando se volvió...
El monstruo estaba en la habitación.
(Campohambre. Robinson Jeffers)
Al principio éramos cuatro leñadores.
El último vestigio de civilización en aquel valle era una cabaña donde un enjuto indio pecquod vendía provisiones. Un trampero de ojos febriles que bebía aguardiente de centeno nos advirtió sobre el Wendigo: "Yo no lo he visto y es que siempre está detrás de algo. Por más vueltas que dé un hombre, siempre lo tendrá detrás. Por eso nadie lo ha visto, aunque ha matado y devorado muchos hombres. Mata caballos y hombres".
Pronto desapareció el primero de nosotros, durante la tercera noche.
El cuarto día oímos el desgarrador grito de un compañero. Un sendero de ramas quebradas nos indicó que había sido arrastrado hacia el interior del bosque. Nadie se atrevió a aventurarse.
Foster, el barbudo escocés, opinaba que debía merodear un oso por los alrededores. Encendimos una gran hoguera y hacíamos turnos de guardia, él con una enorme hacha y yo con un revolver Remington de cuando serví como explorador en el ejército durante las guerras indias. Varias veces estuve a punto de proponerle vigilar espalda contra espalda pero supuse que se reiría de mis temores: "Eso del Wendigo es un cuento para niños" -me dijo cuando le recordé la historia del trampero.
Me despertó el ruido del revolver al caer pesadamente al suelo. Me había vencido el sueño. Junto al linde del bosque había un hacha. Ni rastro alguno de Foster.
Llevo dos días sin comer de espaldas a la hoguera para que el Wendigo no me sorprenda por detrás. La leña se está consumiendo y el crujido del fuego ha dejado paso al chisporroteo de las brasas. Agarro con firmeza el revolver y en dos saltos me sitúo frente a un enorme roble. Giro sobre mí y me dirijo rápidamente de espaldas hacia el árbol pero no consigo apoyarme en el tronco. Un aliento abrasador me confirma que tengo al Wendigo atrapado entre mi espalda y el roble. Cuando unas garras afiladas se clavan alrededor de mi cuello apoyo el cañón del arma sobre mi corazón y disparo. El grueso calibre es más que suficiente para que un balazo a quemarropa hiera el cuerpo que tengo justo detrás. Un espantoso alarido es lo último que puedo oír.
Semanas más tarde un grupo de cazadores encontraron mis restos. Uno de ellos cogió mi revolver y se lo puso en el cinto. No repararon en un rastro de sangre a sus espaldas -sangre negra y maloliente que hasta los insectos evitan- que se perdía en la espesura del bosque.
No confío en que sobrevivan. Los cazadores cuando ojean sus presas siempre miran hacia delante. Casi nunca... detrás.
Escalofriante relato amigo Miquel, digno de una película y de un ente del que no había oído hablar nunca y que según la Wikipedia "El Wendigo "llama" a sus presas por su nombre, y cuando éstas oyen su llamada no pueden evitar el correr a las profundidades del bosque y perderse para siempre."
ResponderEliminarHola, Cahiers. Es un personaje fascinante que conocí por la novela corta "El Wendigo" de Algernon Blackwood de la que hice su portada (es el primer dibujo) También hay una curiosa película "Ravenous" que se acerca al mito.
ResponderEliminarSaludos, amigo y guarde sus espaldas. Borgo.
Hola Borgo! Cómo me gustan estas historias de miedo, disfruto un montón cada vez que publicas una sobre estos temas escalofriantes.
ResponderEliminarYo desconocía la figura de "El Wendigo,así que a partir de ahora la añado a mi lista de monstruos e historias para contar.
La portada inquietante, y el relato estupendo, me ha gustado mucho.
Un besazo querido Borgo.
Hola, SqS! Ya tenía ganas de colar un cuentecillo de miedo aunque falte mucho para Halloween. Espero que lo hayas disfrutado.
ResponderEliminarEl Wendigo parece que es un mito de los indios algonquinos. He leído que entre ellos se daba la "Psicosis del Wendigo" en la que tenían alucinaciones y terminaban volviéndose caníbales. Inquietante.
Gracias y muchos besos. Borgo.
El Wendigo de Blackwood tenía algo genial para mí que era el tema del viento. A fin y al cabo, el Wendigo es El camina sobre el viento, ¿no?
ResponderEliminarTu relato me ha gustado. Especialmente por la obsesión de no dormir y estar siempre vigilante.
El que camina sobre el viento, quería decir.
ResponderEliminarHola, Einer. Sí, en este relato el Wendigo vuela y se desplaza con el viento y por eso perciben primero un "olor salvaje y terrible". El origen del nombre tiene varias versiones, para algunos significa "El que llama a sus presas".
ResponderEliminarLo de no dormir le da mucha más inquietud, en esa situación uno es capaz de ver cualquier cosa. No me había dado cuenta, igual es una alusión a mi insomnio.
Saludos. Borgo.
Hola Miquel, un muy buen relato corto de terror, genial. También me ha gustado el dibujo, con ese ser sin definir su aspecto para dejar volar la imaginación.
ResponderEliminarUn saludo.
Leí el relato original en un recopilatorio con el lovecraftiano título "Los mitos de Ctulhu" y me pareció pavoroso. Muy buena también tu versión. Saludos.
ResponderEliminarQué curioso, hay un monstruo de Marvel que se llama Wendigo, y es enemigo de Hulk y a veces de Lobezno, pero no sabía que estaba basado en un personaje que ya existía.
ResponderEliminarMola el relato, desde luego si no eres un superhéroe estás jodido.
¿Qué tal, Lostboy? Gracias. El Wendigo no es un ser con una imagen tan precisa como los vampiros o el hombre lobo así que lo he dejado más indefinido, en la sombra.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Gracias, Ricard. Lovecraft también lo menciona. él aseguraba que el mito del Wendigo estaba basado en el folklore escandinavo y que los colonos lo dieron a conocer a los indios americanos.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Hola, Doctora. Sí, yo recuerdo un cómic en que el personaje del Wendigo lucha también contra Dientes de sable.
ResponderEliminarAquí más que superpoderes vendría bien dos cabezas como el Dios Jano, con la de detrás que estuviera siempre "al loro".
Saludos. Borgo.
Escalofriante..un ser que no es visible que se acerca por detrás y no duerme..ummm..parece un gato salvaje..¡con el dia que tenemos tan oscuro hoy no salgo de casa ! :-S
ResponderEliminarSaludos terroríficos Miquel (jeje)
Hola, Abril. Sí, escalofriante pero agradecido para dibujar ya que como nadie puede describirlo le pones la pinta que quieres. Por Barcelona también tenemos un día oscuro y lluvioso, muy apropiado para un cuento de miedo.
ResponderEliminarSaludos pavorosos. Borgo.
Hola Miquel, la historia me ha recordado a un viejo cómic de Max en El Víbora sobre un ser llamado (creo recordar) el "Escondetrás", aunque no recuerdo que él hiciese referencia al Wendigo.
ResponderEliminarHola, Anónimo. Sí, recuerdo ese cómic que por cierto Max dibujó inspirándose -como yo he hecho, más o menos- en "El libro de los seres imaginarios" de Borges. Creo recordar que allí lo llama el Hidebehind y no se refiere al Wendigo.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Buen relato Borgo. Recuerdo haber leído el de Blackwood, pero aquel comía seres humanos? Lo tendré que volver a leer.
ResponderEliminarTambien creo que hay una revista de comics con ese nombre, desde hace ya unos años.
La portada muy chula.
Saludos
Hola, Noodles. Pues en el relato de Blackwood el Wendigo era vegetariano, comía musgo pero arrastraba a los hombres hacia la locura.
ResponderEliminarSí, Wendigo es también el nombre de la revista de cómics más veterana del país, de 1974 y aún -creo- se sigue publicando.
Gracias y hasta la vista. Borgo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy buen relato de terror, miquel. Consigue mantener la tensión de principio a fin. Enhorabuena. Le pegas a todo, eh!! :-D
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Javier. Me encanta poner un cuentecillo terrorífico de cuando en cuando. Así no pensamos en la crisis que da más miedo.
ResponderEliminarAbrazos. Borgo.
buf, leyendo tu estupendo relato me he acordado mucho de esas acampadas en medio de la oscuridad del bosque. La verdad es que en las ciudades tenemos un poco olvidado el terror de lo natural, de la Naturaleza, pero no hace falta mucho para revivirlo
ResponderEliminarbesos,
He leído el cuento de Algernon Blackwood, el tuyo está muy bueno también. Me gusta el terror, el cine y la literatura al respeto, por ello me gusta tu post. Bien escrito. Un abrazo.
ResponderEliminarCuánto se aprende en tu blog... Genial relato e ilustración, Miquel, ¿para cuándo tu libro recopilatorio? ¿eh, eh, eh?
ResponderEliminarMuchos besos, Borgo.
Hola, Maslama. Este relato parece indicado para ser leído en una tienda de campaña, de noche y con una linterna encendida. Lo cierto es que el Wendigo representa el temor hacia los espacios inmensos y los bosques inmensos.
ResponderEliminarBesos. Borgo.
Hola, Mario. Gracias, me alegra mucho saber que te ha gustado. Un personaje muy interesante el Wendigo que no ha sido aún adaptado al cine, que yo sepa, salvo en "Ravenous" (Hambre de lobo) con Guy Pearce que toca el tema en su aspecto canibal.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Gracias, Clementine. Aún sigo con lo del libro recopilación en el que incluiré una secuela de este relato titulada "Principe y Wendigo". Vale, prometo no hacer más chistes malos, ha sido un momento de debilidad.
ResponderEliminarMuchos besos. Borgo.
Pues te veo perfectamente capaz de escribir esa secuela, así que vigila tus debilidades...
ResponderEliminarMuy buenos, tanto el relato como las ilustraciones.
ResponderEliminarEstos seres abstractos e informes (que además nunca aparecen de cara) son más terroríficos que aquellos que podemos identificar.
Me ha gustado el detalle del relato post-mortem del protagonista, muy del estilo del que hacía el personaje interpretado por William Holden en "Sunset Boulevard".
Gracias, Clementine, por la confianza que me demuestras. Estoy conmovido.
ResponderEliminarQue tengas muy buen finde. Borgo.
Muchas gracias, Sícoris. Como no hay descripciones de la apariencia del Wendigo (los dibujantes lo hacen a su aire) lo he dejado en sombras, es como más misterioso.
ResponderEliminarEsa escena de "Sunset Boulevard" me encanta. Con la voz en off de Holden: "Es curiosa la amabilidad de la gente cuando estás muerto". Genial.
Saludos. Borgo.
Anda que con lo fácil que es llevar retrovisor, je, je, je... muy entretenido... SaLu2
ResponderEliminar¡Uyuyuy, qué miedo!
ResponderEliminarSuerte que no me gusta la caza ni el bosque. Literalmente me aterroriza.
Desconozco si cuando me recogieron en una cestita, estaba en la linde de unos robles con un rastro sanguinolento…
Me gustó mucho, Miquel.
Un abrazo, Anna
muy bueno...por cierto, Wendigo era un magnífico fanzine de ciencia ficción...
ResponderEliminar¡Qué tal, Xim? Pues mira, no se me había ocurrido lo del retrovisor para guardarse las espaldas. Buena idea.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Hola, Anna. Pues sería una buena historia lo de la cestita entre un reguero de sangre negra. Yo creo que el wendigo tiene que ver con el miedo atávico hacia los bosques más profundos.
ResponderEliminarMe alegra de verdad que te haya gustado. Abrazos. Borgo.
Gracias, Aris. Sí, Wendigo ya es la publicación de cómics más veterana de España y aún organizan festivales como el salón del cómic de Gijon. Tiene mérito lo suyo.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Muy bien. Uno se queda ahí con la intriga, el escalofrío... pero me he quedado con ganas de más. Ya sé: lo bueno si breve... Pero una novelilla, un guión para una peli... ¿por qué no?
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Nury ¿Una peli? Bueno... el leñador podría ser Colin Farrell y el Wendigo Mickey Rourke que al natural ya da bastante miedo. Un poco de maquillaje y listo.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Me encantan las historias de miedo a mí... Muy buena!!!!
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Eva. Ya son unas cuantas las historias de miedo que he puesto aquí en Borgo, espero que me siga viniendo la inspiración pues a mí también me gustan.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Muy chulo el relato. Yo al Wendigo lo conocí por los tebeos de La Patrulla-X, y es muy mítico ya que Hulk y Lobezno se enfrentaron a él en un tebeo en el que se estrenó el de las garras... Soy un friki, lo sé.
ResponderEliminarPor cierto, has diseñado tu el cartel del Cazorla Blues de este año. Es que se parece mogollón a tu estilo y te lo tenía que preguntar.
Un abrazo
Hola Miquel,
ResponderEliminarBuenísimo!!!
Lei hace tiempo mucho sobre esta criatura. No me imaginaba que nadie más lo conociera.
Me ha dado mal yuyú tu relato.
"El wendigo siempre se situa detrás."
Tus dibujos amenizan la lectura de una manera que no te puedes ni imaginar.
Tu lado oscuro es muy poderoso, menos mal que solo le das rienda suelta cuando escribes estos maravillosos relatos de Terror.
Un abrazo Miquel.
Gracias, León. Sí, conozco ese cómic, que yo también tengo mi lado friki... Es verdad lo del cartel de Cazorla Blues, se parece mucho a mi estilo pero no lo he hecho yo ni he conseguido encontrar el nombre del autor. Ya me gustaría que me encargaran carteles de ese tipo. Por cierto que el Festival promete, con George Thorogood y Fito y los Fitipaldis.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
¿Qué tal, UTLA? Moraleja. No viene mal mirar atrás de vez en cuando. Después de una temporada de sequía ya tenía ganas de un cuento gótico con su monstruo y sus bosques encantados.
ResponderEliminarAbrazos. Borgo.
Terorífico relato Miquel, sería conveniente ir con tapones en los oidos por los bosques para evitar oir tu nombre por la espalda... que nunca se sabe.
ResponderEliminarSaludos
ResponderEliminarQué buen relato Miquel, además de dibujar bien tienes buena pluma. Saludos.
Hola, Alimaña. Es verdad, las leyendas dicen que el Wendigo pronuncia el nombre de su próxima victima y que esta acude corriendo a su llamada. Menudo es el Wendigo.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Gracias, Álvaro y muy bienvenido a Borgo. Espero que por aquí encuentres cosas que te gusten. Saludos. Borgo.
ResponderEliminar
ResponderEliminarMuy bueno de verdad el relato, amigo Borgo. Y para añadir leña al fuego aporto el dato de que el Wendigo también es parte de la novela de Stephen King "Cementerio de Animales". Aunque su corta, pero importante aparición fue obviada en la película que lo adaptaba.
Un saludo!!
El Wendigo que conozco yo es el de los cómics de Marvel. En los cómics la maldición del Wendigo la sufre aquel que recurre a la carne humana para alimentarse en los bosques de Canadá, creo que siendo además de noche y con unas condiciones especiales de la luna (no sé si llena). Está recubierto de pelo blanco y al morir la maldición pasa a otra persona.
ResponderEliminarHablo de oidas. Tu relato genial, como siempre.
Hola, Wolfville. Sí, recuerdo que aparecía muy brevemente en la escena del protagonista dirigiéndose al cementerio de animales. Es una pena que no tuviera un papel más importante.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Gracias, natsnoC y me alegra verte de nuevo por aquí. El Wendigo se hizo popular en esos cómics en los que se enfrentaba a Lobezno. Parece ser que el canibalismo entre los nativos americanos estaba muy mal visto, los que lo practicaban eran desterrados al bosque y allí puede estar el origen de la leyenda de el Wendigo.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Qué bueno, Miquel. Excelente relato. Me ha gustado mucho la última escena y el asesinato con suicidio incluido. Abrazos.
ResponderEliminarFantástico relato, me ha gustado mucho, sobre todo el personaje del escoces, los demás con armas de fuego y él con hacha.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Marcos. Ya tenía ganas de publicar un relato estilo Halloween y con el inquietante wendigo.
ResponderEliminarAbrazos. Borgo.
Gracias, Shimulo. A mí también me gusta el personaje -aunque dure poco- es como un Jeremiah Johnson de las montañas aunque algo más salvaje.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Muy bueno, Miquel.
ResponderEliminarEse final abierto, con el Wendigo malherido que volverá a seguir cobrando venganza, de lo mejor.
Para cuando tengas unos minutos libres, te invito a leer mi microrrelato "Temporada de caza", siguiendo el link http://thejuanitosblog.blogspot.com.ar/2013/03/temporada-de-caza.html . De alguna manera se relaciona con "Wendigo (relato de terror)
¡Saludos!
Hola, Juan Esteban! Disculpa por no haber visto hasta ahora tu mensaje. Ahora me leeré tu relato con mucho gusto.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.