Posiblemente la película que más muertes ha supuesto, y todas por una misma causa: El conquistador de Mongolia (1956) protagonizada por John Wayne quien aceptó un papel que antes habían rechazado -afortunadamente para ellos- Marlon Brando y Charlton Heston. Todo un despropósito ver a Wayne con bigotes a lo Fu-Manchú sólo superado con su papel de oficial alemán en El zorro de los océanos (1954)
El rodaje tuvo lugar en el desierto de Yucca Flatts, donde el ejército norteamericano había llevado a cabo pruebas nucleares contaminando la zona de radioactividad. De esto no fue informado el equipo de rodaje ni el estudio. Al cabo de 25 años después del rodaje comenzó a destaparse una macabra trama cancerígena.
Los primeros en fallecer de cáncer en 1963 fueron Dick Powell y Pedro Armendáriz, director y actor del film, el segundo cortó por lo sano pegándose un tiro en la sien al recibir el diagnóstico. En la década de los 70 el mal acabaría con los intérpretes Thomas Gómez, Agnes Moorehead, William Conrad, Jeanne Garson (que protagonizó La novia del monstruo de Ed Wood) Susan Hayward y John Wayne.
De 150 actores y técnicos que tomaron parte de manera directa en el rodaje, 91 estaban aquejados de cáncer y 46 habían fallecido de la misma enfermedad. Nunca se sabrá cuántos de los extras corrieron la misma suerte. El director de efectos especiales Lingwood G. Dunn murió de cáncer en mayo de 1998, fue el último superviviente de este reparto de pesadilla.
Curiosamente el lugar del rodaje fue el mismo de la famosa La humanidad en peligro (Them!, 1954) En esta película las hormigas alcanzaban proporciones gigantescas a causa de las radiaciones atómicas.
El conquistador de Mongolia recibió críticas demoledoras y su productor, el extravagante Howard Hughes, decidió enlatarla. No pudo volver a exhibirse hasta después de la muerte de Hughes según su propia decisión.
¿QUÉ VA A CENAR HOY, SR. HUGHES?
Howard Hughes era un hombre brillante –diseñó un motor para hidroaviones aún no superado e inventó el wonderbrá para resaltar el busto de Jane Russell en El forajido (1943)- aunque también de mente compleja, atormentado por su misofobia (pánico a los gérmenes) y con curiosas manías. Durante 37 años cenó exactamente lo mismo: un filete muy hecho con guisantes y helado de pistacho. Incluso creó su propio tenedor que era más grande y con las púas más separadas para descartar los insípidos guisantes pequeños.
El servicio de cocina de su mansión preparaba diariamente un menú que un sirviente entregaba a Hughes en una carta por si cambiaba de opinión pero… nada.
Pues la historia del rodaje de "El conquistador de Mongolia" da para una buena peli, sinceramente, sabiendo lo que les pasaba a los que trabajaban allí. Menos épica, pero con la horrible intriga de saber a quién le aparece primero la enfermedad...
ResponderEliminarSin radiaciones pero con todo tipo de desgracias, hay una pequeña joya del documental sobre rodajes que no te puedes perder: El hombre de la Mancha, de Terry Gilliam, sobre el rodaje frustrado del Quijote.
Joder, anda que ya los podía haber advertido alguien, qué fuerte.
ResponderEliminarA saber la cantidad de hormigas que también murieron por eso! La verdad que ya es casualidad...
Al Hughes éste lo que habría que haber hecho era ponerle la cena sin preguntar, ya verías como entonces, justo ese día, cambiaba el menú. 37 años...tela...
1besico!
Hola, Lluís. Ya lo creo que da para una película, se podría llamar "El rodaje de la muerte".
ResponderEliminarHe visto ese magnífico documental, parece que las adaptaciones cinematográficas del Quijote tienen una especie de maldición pues Orson Welles también las pasó canutas con ese personaje y la versión televisiva con Fernando Rey y Alfredo Landa en los papeles de Quijote y Sancho estuvo plagada de accidentes. Saludos. Borgo.
Hola, Fiona. Parece ser que en aquella época aún no tenían claro como podía afectar la radioactividad a la gente, por eso no tomaron más precauciones.
ResponderEliminarLo de Hughes no sería de extrañar con lo rarito y tocapelotas que era. Al final de su vida sólo se alimentaba de pistachos y té frío, fíjate. Besicos. Borgo.
Curiosamente Miquel, el escritor Javier Márqwuez Sánchez, aborada de lleno el tema en "Letal como un solo de Charlie Parker", donde el detective protagonista debe investigar una curiosa muerte de una mujer extra, en el rodaje de "El conquistador de Mongolia" Aquí el enlace de la reseña: http://francescoalbertosinatra.blogspot.com.es/2012/06/letal-como-un-solo-de-charlie-parker.html#comment-form
ResponderEliminarUn abrazo.
Algo sabia de las manías del sr. Hughes, sin embargo lo que me es totalmente nuevo es todo lo referente a la película, ni siquiera la conocía de oídas.
ResponderEliminarP.S.: Me alegra haberle traído buenos recuerdos con la canción de la semana.
caray! no he visto la película, y después de lo que has contado creo que me daría pena verla.. ¡y qué extraño que nadie dijera nada! supongo que pudieron más los sueldos y los beneficios millonarios
ResponderEliminarbesos,
Hola Borgo! Sabía lo de Susan y Wayne, pero desconocía, aunque imaginaba, que pocos se habrían librado de esta tragedia. No he visto la película,y ahora se me han quitado para siempre las ganas de verla: es que de pensar que todos murieron de la misma enfermedad me entra un yuyu Generalmente los hombres brillantes tienen muchas manías y son bastante extravagantes,se han contado mil historias sobre estos genios, aunque la verdad, a todos y cada uno de nosotros se nos podría descubrir alguna que otra fobia. Besos querido Borgo
ResponderEliminarIncreible pero típico de esa época, como tu muy bien dices no daban importancia a los efectos de la radiación. Por eso el John Wayne era fluorescente despues de ese film.
ResponderEliminarEn "Una breve historia de casi todo" de Bill Bryson, se cuenta que incluso se llegaron a vender productos "con radioactividad", como reclamo, pensando que era beneficiosa, así que no es tan raro que se fueran a rodar allí. Y Madame Curie manipulaba alegremente el uranio, polonio y radio y así acabó. Más sobre el tema: http://indianapublicmedia.org/amomentofscience/true-people-drink-water-laced-radium/
ResponderEliminarTiene gracia de todos modos que ni posesiones diabólicas, ni fantasmas, ni casas encantadas; el verdadero rodaje de la muerte fue este. Por cierto, no he visto la peli, perolo de John Wayne de chino, tremendo. También estaba raro, pero raro, de romano en La historia más grande jamás contada. Saludos
Ostras, desconocía la trágica y radioactiva historia de esta película que, por cierto, nunca he visto (y nunca veré, probablemente).
ResponderEliminarPobre Dick Powell, hizo de Marlow en Historia de un detective.
Jajajaja, qué bien se muestran las locuras de Hughes en El Aviador, una película que encuentro magistral.
Es que estoy mirando el fotograma y no veo a Gengis Khan, veo al hombre que mató a L.V. en una fiesta de disfraces...
Estoy de acuerdo con Lluis. Este caso da para un peliculón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Marcos y muchas gracias por este enlace. Promete ser interesante aunque sólo sea por el fantástico título que eligió Javier Márquez. Mi amigo Juan Miñana publicó un curioso libro "Noticias del mundo real" sobre las andanzas de John Wayne en Barcelona durante el rodaje de "El fabuloso mundo del circo". Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Nocivo. Es que es una película muy, muy maldita y poco conocida a pesar de su reparto y gracias de nuevo por esos bonitos recuerdos. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Maslama. La verdad es que por entonces no tenían muy claros los efectos de la radioactividad, hasta se vendían unas supuestas pastillas de yodo radioactivo con una bonita etiqueta con el dibujo del átomo. A ver si lo encontráis que quedaría bien en vuestro blog. Besos y maullido. Borgo.
ResponderEliminar¿Qué tal, SqS? Yo recuerdo haber visto esa película en un lejano pase de "Primera sesión" de TVE y además de un guión muy flojo recuerdo los decorados de un clarísimo cartón piedra que le daban a todo un aspecto irreal. El pobre Hughes terminó acosado por sus fobias y tenía empleados encargados de impedir que entrasen moscas en su casa. Besos. Borgo.
ResponderEliminarOstras, Aris, eso del Wayne fluorescente me recuerda al radioactivo y brillante Lon Chaney jr. de "El hombre que fabricaba monstruos" donde Lionel Atwill creaba el primer monstruo atómico. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Ricar2 y gracias por el enlace. Muchos se dieron cuenta demasiado tarde de que manipular la radioactividad podía ser fatal. Supongo que John Wayne -que en versión original tiene una poderosa voz- quería probar nuevos registros, aunque el público de entonces no lo supiera apreciar. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Mr. Lombreeze. Sí, Powell fue un inolvidable Phillip Marlowe en una película que adaptaba la novela "Adiós muñeca". Robert Mitchum interpretó una versión posterior.
ResponderEliminarWayne es uno de los orientales más imposibles del cine junto al Marlon Brando de "La casa de té de la luna de agosto", otra película que es preferible olvidar. Saludos. Borgo.
Hola, Signum. Para un peículón de los buenos quizás dirigido por Clint Eastwood que en "Cazador blanco corazón negro" demostró que se le daban bien las películas sobre rodajes. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarConocía la tragedia de este rodaje pero aún no he visto la película, menuda pinta John Wayne, no le pega nada. En cuanto a Hughes, sabía que era muy suyo pero también desconocía lo de sus cenas, muy buena tu historieta. Besos, Borgo.
ResponderEliminarHabía escuchado la historia Miquel, pero fíjate, pensaba que era una especie de leyenda urbana, pero las cifras son abrumadoras...
ResponderEliminarY sin llegar a los extremos de Hughes, como todos los días laborables almuerzo en la calle, recuerdo que durante un año me pedía de primer plato salmorejo con atún...¡delicioso!
Bueno, el tema no deja ganas de gastar bromas. Artistas como Dick Powell (Historia de un detective), Thomas Gomez (La mujer pirata), Agnes Moorehead (Embrujada o El cuarto mandamiento, Susan Hayward (Quiero Vivir) eran auténticos fueras de serie y esto fue una lástima.
ResponderEliminarRespecto a William Conrad, por los datos recogidos murió en 1994 (no se en que estado)
Claro que la radioactividad no estaba tan comprobada en cuanto a sus efectos e incluso se pensaba que no pasaba nada, y a veces incluso así parecía: Hagamos historia y recordemos Palomares y aquellos calzonazos que decía La Trinca.
Bueno, la broma ha sido una excepción, que aquello fue muy duro. Y no quedan ganas de ver el film pues parecería la seccion de esquelas.
Respecto a Hughes me pregunto que harían con la cena de la noche anterior si por un casual estuviese inapetente.
Saludos
Conocía esta terrible tragedia que supuso el rodaje de "El conquistador de Mongolia" y conocía también las estrafalarias costumbres de Hughes pero no con tanto detalle. Sabes que con su muerte también pasaron cosas "extrañas". Me has dado una idea y quizás lo cuente en YO CONFIESO, tengo que recopilar la info. Te la dedicaré, jeje!
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Clementine. Créeme, no te pierdes nada con esta película, su guión es flojo y los diálogos risibles. No debía ser fácil trabajar al servicio de Howard Hughes. Besos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Tirador. Fue un médico de Utah, el estado donde se rodó la película, el primero en relacionar esas muertes con la exposición a la radioactividad. Qué bueno el salmorejo, es uno de esos platos que se me resisten, no consigo que me quede con la consistencia adecuada pero lo seguiré intentando. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, FATHER CAPRIO. Lo de William Conrad quizás escape a esta maldición cinéfila pues murió de un ataque al corazón. Menos mal que en Palomares no se repitió la historia y todo quedó en Fraga bañándose con aquellos... bueno, lo que fuera.
ResponderEliminarEl menú de Hughes no me parece tan mal para un par de días pero eso sí: el filete lo quiero sangrante. Saludos. Borgo.
Hola, deWitt. Quedo impaciente esperando tu YO CONFIESO siempre tan interesante y si además me lo dedicas te lo agradezco mucho. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarIncreíble historia que desconocía, de verdad que no se me ocurre nada más que decir que increíble, pobrecillos.
ResponderEliminarUn abrazo y buena tira.
Hola, Víctor. Mucha gente pensó al principio que se trataba de una maldición-leyenda urbana hasta que se comprobó que los fallecimientos estaban relacionados con los efectos de la radiación. Me alegra que te haya gustado la tira. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarVaya escabechina cinematográfica. Ni he visto la película ni conocía la historia. Se ve que no sólo los especialistas viven situaciones de riesgo.
ResponderEliminarMe ha encantado la viñeta, menudo tio rarito ese Hawks, "pa matarlo", desde luego.
Un abrazo
Digo Hughes... ¿en qué estaré pensando?
ResponderEliminarHola, Mara. Es como tú dices, el equipo al completo de esa película hizo de especialista de riesgo pero sin saberlo.
ResponderEliminarDesde luego Hughes era muy raro, ya se vio como se las gastaba en la película "El aviador" de Scorsese que como a casi todas las de ese director le sobra una hora de metraje. Saludos. Borgo.
Ja, ja, te has equivocado de Howard, Mara. Ni es Hawks ni es el pato. Por cierto ¿Alguien se acuerda de aquel bodrio de "El pato Howard"? Saludos. Borgo.
ResponderEliminarJaja, pues por eso me habré equivocado!! Cuidadín con lo que dices sobre el pato Howard, Borgo, pues no me avergüenza decir que soy una fan total. Bueno, tengo que reconocer que la vi en mi tierna infancia y desde entonces no he vuelto a cruzarme con esa película (ni quiero, se me vaya a caer el mito), pero no te puedes imaginar lo que me gustaba el pato ese...
ResponderEliminarMara: jo, el Pato Howard... la primera película sobre un personaje de la Marvel. Una película tan maldita como la del conquistador de Mongolia (pero sin muertos, menos mal) pues no se ha vuelto a saber practicamente de ella aunque quizás un día nos sorprenden con una secuela. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarQue pena que Wayne hiciera esta película, no le pegaba para nada, y como dices, con ese bigotito... pffff
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Charly. Desde luego, si el pobre al menos hubiera hecho un papel más digno de ser recordado... y encima, el bigotito. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarOtra película maldita y durante algún tiempo estuvo incluida en las listas de las peores de todos los tiempos.
ResponderEliminarMe alegra vehiers. Sí, una película con mala prensa. Dicen que quizás por eso Hughes decidió comprar todas las copias pero también es cierto que solía proyectarla en su mansión casi tan a menudo como "Estación polar Zebra" su película preferida. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarTerrible lo de esta película, que sí conocía. No es la única película "maldita", aunque también hay mucha leyenda urbana. En todo caso parece ser que aquí sí había gato encerrado. Un saludo!
ResponderEliminarHola, Quimérico. Si no recuerdo mal creo que hablaste sobre esta película en tu blog. Realmente se trata de una producción maldita como pocas, lo que se dice un rodaje letal. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarSupongo que el extravagante Hughes enlataría la cinta en un contenedor de plomo, por lo que pudiera pasar; todo para seguir disfrutando muchos días más del filete y los guisantes.
ResponderEliminarSaludos
Hola, Ethan. Tampoco me extrañaría nada que Hughes viera cada proyección de esta película con un traje antiradioactivo, menudo era él. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarLo del encargado del casting fue de traca. Supongo que le diría a John Wayne: "Ponte este bigotillo, entorna un poco los ojos, sonrie mucho y ¡a triunfar!" Partiendo de este punto ya nada me parece serio jajajaja
ResponderEliminarGracias Miquel de nuevo por la curiosísima anécdota
Hola, Alimaña. A mí me parece que el pobre Wayne tenía aquí cara de estreñimiento crónico. Un rodaje con mucho cartón piedra (las escenas del campamento mongol son puro delirio hollywoodiense) y technicolor que sería risible sino fuera por el trágico final de los que participaron. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarEl problema grave es que el filme es de muy pero que muy difícil digestión... que no hay quien lo aguante, vamos! Ni por el kitsch siquiera, ni como mero jolgorio de ver a Wayne disfrazado, ni como cosa épica, que no la tiene, ni como desenfadado peplum de mongoles... película realmente maldita!
ResponderEliminarSin duda, Abuelito, esta película no hay por donde cogerla. No se sabe si Hughes decidió enclaustrarla por mala o por los malos recuerdos que le traía. En cualquier caso, el film más maldito de la historia. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola Miguel,
ResponderEliminar¿De dónde coño sacas tanta información o quién te las ha contado?.
Eres un pozo sin fondo de la sabiduría cinematográfica. Qué envidia me das.
La historia es fatídica donde las haya, digna del mejor guión de cine posible.
Un abrazo desde el infierno (por el calor que sufrimos en Sevilla, no seas mal pensado :D:D)
¿Qué tal, Jorge? Bueno, eso es el resultado de mi insómnio crónico que lo paso buceando por la red en busca de historias curiosas. "Un abrazo desde el infierno" -me gusta como suena, parece el título de un western- estuve en Sevilla por Semana Santa hace unos años y ya pasé mucho calor. Todo muy bonito pero en verano debe ser cosa fina, tómata un rebujito a mi salud. Borgo.
ResponderEliminarMr. Borgo, una pelicula en verdad maldita, saludos tardios.
ResponderEliminarMe alegro de verte, Belknap. Posiblemente la película más maldita -y mortífera- de la historia. Si hubiera Óscars de esas categorías sin duda se los llevaba. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarno sabía toda esta información de la película, la verdad excelente historia y los personajes muy reales.
ResponderEliminarvoy a verla de nuevo en mi apartamento buenos aires esta noche ya que hace mucho no la veo