sábado, 14 de enero de 2012
¿CONOCEN LA MANIOBRA HEIMLICH?
¡Aaargh! ¡Socorro, que me ahogo!!!
¿Qué te ocurre, Cari? ¡Me estás haciendo la señal internacional de estar ahogándose! Esto lo arreglo con la Maniobra Heimlich.
Ahora una buena sacudida. Oye, cari, luego me explicas como has hecho para cambiarte de vestido mientras te estás asfixiando.
¡Hala, ya está fuera! ¿Te has vuelto a tragar un canelón entero? Mira que eres bruta, cari...
Una vez me practicaron la Maniobra Heimlich durante la mili, en Ceuta. Yo estaba en un cafetín comiendo un excelente cuscus. En esa fracción de segundo que separa la calma de la tempestad un traicionero hueso de pollo se me alojó en la tráquea. Me llevé la mano a la garganta súbitamente incapaz de pronunciar palabra mientras agitaba mi otro brazo pidiendo auxilio. Un compañero empezó a darme furiosos palmetazos en la espalda.
-¡Dale que se está poniendo azul! –le jalearon.
-Mil pelas a que la espicha aquí mismo – dijo un legionario de una mesa vecina.
-¡Dejadme a mí! –irrumpió Villegas, un fornido cabo de gastadores. Acto seguido me rodeó por detrás con sus brazos, puso el puño justo bajo el esternón y apretó con fuerza, un huesecillo salió propulsado unos metros más allá.
Todos los presentes aplaudieron al héroe del momento. Todos excepto aquel pérfido legionario, claro.
Aquí estoy pocos días después. Sonriente y agradecido a Herr Hiemlich y al cabo Villegas, a ellos les dedico esta entrada.
¡Qué guapo soldado! (ja,ja)
ResponderEliminarVale. Y ahora en serio. Lo del vestido es curioso, sí.
Hola, David. Es que cuando se tiene glamour se tiene siempre, incluso cuando una se está asfixiando, esto no lo hace ni Lady Gaga. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarPues me alegro que lo hayas podido contar. Ahora nos "reimos", pero estoy seguro que durante algunos segundos, en aquel momento, pensaste que la ibas a espitchar en la tierra del moro. Saludos.
ResponderEliminarGracias, Lorenzo. Fue uno de los peores momentos de mi vida. Temí espicharla y que mis "compañeros" me pirularan las botas y comprobaran a ver si tenía algún diente de oro. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarMiquel, a banda de l'anècdota, m'encantes les fotos! Bravo!
ResponderEliminarHola, Enric. Bones les fotos, oi? La manera més glamourosa de pressentar la Maniobra Heimlich. Arreveure. Borgo.
ResponderEliminarPero que guapo estás de uniforme ;)
ResponderEliminarBesos mussol
Gracias, Isabel pero cuando me estaba ahogando perdía bastante con ese tono azulado. Besos, mussol. Borgo.
ResponderEliminarHombre, lo mejor es que alguien te aplicó la maniobra citada, pero no está mal que el pérfido perdiera sus mil pelas que en aquellos tiempos eran "del ala".
ResponderEliminarPor cierto, aclaro, que eso no era "ir de maniobras"
Saludos
Ufff, esa sensación de ahogo es lo peor. A mí una vez, cuando era pequeña se me quedó un trozo de carne atragantada, mitad dentro mitad fuera, y mi madre me tuvo que meter los dedos hasta la garganta para sacármelo...lo pasé fatal. Míralo qué chulo en la foto, jajaj, por cierto, mi familia materna es de Ceuta.
ResponderEliminar1besico!
Eso, Father Caprio, le estuvo bien perder mil -de las antiguas pesetas- como dicen en el telediario. Y, sí, desde luego a eso no se le puede llamar "ir de maniobras". Je,je. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Fiona. es un momento muy desagradable. A mi sobrino le hicieron la Heimlich para niños, cogiéndolo de los pies y agitándolo como un yoyo. Vaya así que tu família materna es "caballa" como se llaman por ahí. Besicos. Borgo.
ResponderEliminar¿ese eres tú? qué guapo.
ResponderEliminarNunca habia conocido a nadiea quien le hubieran hecho la maniobra Heimlich.
Hola, Moniruki. Ya ves qué pinta... a lo mejor me hago una camiseta con el texto: "He sobrevivido a la Maniobra Heimlicht". Ja, ja. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarVaya, vaya, veo que mis atentados contra el mundo sanitario te llevan a evocar el pasado.
ResponderEliminarYo de momento espero ser la provocadora antes que la asfixiada.
Un abrazo.
Hola, goodbye kitty. La verdad es que tu entrada me evocó un pasado que casi no recordaba y es que eso de ahogarse con un hueso de pollo no da para muchas conversaciones de sobremesa. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarHola Borgo! Los comentarios sobre las imágenes son estupendos. ¡Qué risa! lo del vestido es genial, le dió tiempo a cambiarselo y todo y eso que estaba a punto de dejar este mundo jajajaja. A mi también me pasó algo parecido: casi me muero comiendo una hamburguesa; todo por darle al pico,no paraba de hablar y de repente noté como el aire no entraba adecuadamente,y cada vez era peor; mi hija me mirada con ojos como platos, la pobre no entendía nada, y claro como yo no podía ni hablar me dió tiempo hasta de hacer un balance de mi vidajajaja. Ahora me rio....pero eso sí cuando como hamburguesa procuro estar bien calladita.Besos
ResponderEliminarHola, SqS. En ese momento comprobé que es verdad eso que dicen, que tu vida pasa por tus ojos, claro que entonces tenía 20 años y la cosa era breve. Yo espero no volver a tener jamás esa experiencia. Haces bien en comer despacio las hamburguesas aunque leí en un artículo que la gente suele atragantarse sobre todo comiendo tallarines. Besos. Borgo.
ResponderEliminarPues vaya susto que tuvo que pasar, amigo mío...recuerdo que la actriz Luisa Sala falleció por un hueso de pollo...en fin, cualquier día me animo también a deleitarles con mi anecdotario castrense...
ResponderEliminarHermoso Miquel de uniforme,qué mal momento habrás pasado...el padre de una conocida murió atragantado con un carozo de aceituna,lo que le suma a la tragedia el hecho de que cuando la pobre lo cuenta todos se creen que es una broma...
ResponderEliminarMe encantó el legionario que ya estaba levantando apuestas mientras el pobre soldadito se ahogaba.
Buena foto.
ResponderEliminarTiene que ser una situación increíble. Yo no quiero ni imaginarme que me ocurriera algo así, gracias a Dios que está de puta madre y haciéndonos pasar ratos divertidísimos con tus historias.
ResponderEliminarPor cierto, ¿la foto de qué año es?, yo le calculo de los 60/70
Un abrazo Michael
Mi hermana casi la espicha por un trozo de calamar en la garganta. Que mal rato pasamos todos...
ResponderEliminarDiEz hurras a Villegas!!! Por salvarte para que pudieras compartir todas esas anécdotas tan divertidas con nosotros.
Dices tu de mili... jajajaja
Saludos compañero.
Hola, Tirador. Sí, recuerdo lo de esa actriz, yo leí que fue a causa de un pedazo de carne pero tanto da... los atragantamientos pueden ser muy peligrosos. Pues venga lo de las anécdotas, no vienen mal unas batallitas de vez en cuando. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Fanny. Vaya jugada la de ese pobre hombre, encima se lo toman a risa con lo mal que se pasa. Sí, ese legionario tuvo su merecido cuando otro soldado cubrió su apuesta y perdió las mil pesetas... afortunadamente para mí, claro. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarGracias, Octopus, aunque para fotos la de la chica que se cambia dos veces de vestido mientras se atraganta, eso sí que tiene merito. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarGracias, Jorge. Sobreviví y aquí estoy contando historietas. No me haga tan viejo, hombre, la foto es de principios de 1984 aunque ya se ve descolorida, de todos modos en aquel cuartel el tiempo no había avanzado mucho desde el 36. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarGracias, Alimaña. Me alegro de que tu hermana pueda contarlo. Desde luego si no fuera por ese Villegas yo sí que no podría contar nada. Volví a verlo años después en una comida de ex compañeros de mili y pude darle las gracias de nuevo. Claro que durante la comida me senté cerca de él por si acaso. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarMr. Borgo, gracias a Dios que estaba ese soldado alli para darle una mano, le entiendo perfectamente, el año pasado, mientras almorzaba, crei que iba a terminar en el hospital o que iba directamente al cementerio, por suerte el pedazo de carne paso, poco a poco y un tanto dolorosamente, pero paso. Un saludo.
ResponderEliminar¿Qué tal, Belknap? Ese cabo no podía llegar más oportunamente, a saber dónde estaría ahora sin él. Me alegra que también superara un percance parecido. Eso me pasó varias veces en mi época juvenil de "avestruz" pues tragaba más que masticaba. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarOye, no has hecho nunca de modelo fotográfico? yo creo que la Chacón tenía que haberte contratado par un anuncio del Ejército Español "Alistate, todo por la patria".
ResponderEliminarMi padre tambien hizo la mili con legionarios y cuenta cada anecdota de ellos que si no fuera por que es mi padre no me lo creería... Salud!
Hola, Aris. Uf, me temo que ya estoy un poco pasado de rosca para modelo fotográfico del ejército, si acaso para una película tipo "El pelotón chiflado".
ResponderEliminarJo, la verdad es que aquel legionario era terrorífico con aquellas patillas y mirada de buitre carroñero. Suerte para mí que no ganó la apuesta. Saludos. Borgo.
Creo que como a ti le puede pasar a cualquiera, yo que como con velocidad un día de estos no dudo que caiga en estos trances. De verdad que por lo que te leo haz hecho/haces muchas cosas como tiene que ser, el ejército nunca ha sido para mí, no puedo con las rigidez de otros pero respeto mucho la institución y quienes sirven en ella. Saludos.
ResponderEliminarPues si no comentas lo del vestido a lo mejor ni me doy cuenta.
ResponderEliminarMenos mal que aquel compi sabía lo que hacer.
Hola, Mario. Yo también comía como una aspiradora hasta que tuve esa experiencia. Desde luego mi estancia forzosa de un año en el ejército no es lo mejor de mi vida aunque hice algunos amigos a los que todavía veo. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarEiner, pues acabo de darme cuenta de que ella aún se cambia otra vez de vestido y eso que el tío la tiene bien sujeta con las manos entrelazadas. Esto sí tiene mérito, ni Fregoli ni Houdini lo lograban y menos mientras se ahogan. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarPero que soldado más apuesto... Jejeje...
ResponderEliminarHay un libro de Chuck Palahniuk que es buenísimo, "Asfixia", que habla de la maniobra de Heimlich esta.
Un saludo, compañero!!!
Cierto, Lazoworks (lo digo por lo de "Asfixia", no por lo de apuesto. Je,je) Aparece en una escena de ese libro que he leído como todo lo que atrapo de Palaniuk que es un autor que me encanta. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarSon los riesgos de la mili, antes muerto por un cuscus que por una bala enemiga. Por cierto, el Tirador lo más cerca que ha estado de un cuartel fue cuando fue al cine a ver "Cateto a babor". Fue declarado no apto por miopía, algo que lamentablemente no me sirvió a mí.
ResponderEliminarNi a mi tampoco me sirvió lo de la miopía, Cahiers. Los cuscus pueden ser peligrosos con esos huesos acechando entre la sémola. Los chinos sí que saben, todo bien cortadito y pequeño para no atragantarse. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarAy Miquel !!! yo casí me ahogo con un dichoso Farmathon y estaba sola en casa, tosí y tosí y al final lo expulse de la glotis, pero te lo juro, por unos instantes creí pensé que muerte más tonta voy a tener, desde entonces no he vuelto
ResponderEliminara tomar la dichosa vitamina, !!! lla he cogido fobia !!!!
besote.
Hola, Susan. Uf, es que el Farmathon es una auténtica píldora de caballo, no me extraña que te atragantaras. Es un momento que se pasa fatal pero menos mal que podemos contarlo y por mucho tiempo, espero. Besotes. Borgo.
ResponderEliminarhace dos años hice lo mismo con un amigo y la semana pasada con mi madre en verdad hay que aprender técnicas de primeros auxilios ya que con ello salvamos una vida, espero pronto aprender sobre ese tema porque no sabemos si en el futuro tengamos que salvar más vidas y más en mi méxico con violencia en varias regiones del país cuidate animo!
ResponderEliminarHola, Anónimo y bienvenido. Precisamente ese compañero sabía primeros auxílios pues había trabajado de socorrista y eso siempre puede ser útil. Yo viví en DF casi un año, en el barrio de Tacubaya y lamento mucho la dificil situación por la que está pasando México por su clima de violencia, esperemos que todo se solucione. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarYo hice un trabajo con ilustraciones y todo sobre la maniobra de Heimlich en el instituto. Aunque desde entonces me la sé perfectamente, si alguna vez tuviera que ponerla en prática no sé qué pasaría. Sí vi por el contrario a mi padre evitando que se asfixiara un hombre en un restaurante gracias a la famosa maniobra.
ResponderEliminarHola, natsnoC. Qué casualidad, yo también hice un trabajo con dibujos sobre esta maniobra en el instituto, quién me iba a decir que algún día la practicarían conmigo. Muy oportuno tu padre que hizo una gran acción. Si no recuerdo mal hay una escena en "Atrapado en el tiempo" en la que Bill Murray también le hace la maniobra a un comensal. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarMiquel, y el ahogo no sería porque llevabas demasiado apretado el fajín de Regulares?
ResponderEliminarEntiendo el enfado del legionario, perder unas pesetillas por culpa de un regular, con la rivalidad que debías tener en Africa...
jajjajja, terrible mal trago, ¿eh? Yo estuve a punto de diñarla de niño con un caramelo de los duros. Ni maniobra ni nada. Mi tío-abuelo me trincó de los pies y me puso cabeza abajo, dándome sopapos en la espalda. Creo que del miedo tragué el caramelo, porque no recuerdo que lo expulsara.
ResponderEliminarHola, Joan. Pues sí que igual fue cosa del fajín aunque entre Regulares la mayor rivalidad la teníamos con los de artillería, esas enemistades tontas que hay en el ejército. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Insanus. Me alegro que sobrevivieras al ahogamiento. Lo tuyo parece una Maniobra Heimlich algo pedestre pero al menos fue efectiva. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarCompartimos Ceuta, amigo.
ResponderEliminarAllí era más fácil que el humo se te fuera por otro lado, que atragantarse...
;-)
Salu2
Hola, Toni. Sí, recuerdo tu foto y lo que decían de Ketama: "Mala hierba nunca muere" o como humo se va. ¡Saludos! Borgo.
ResponderEliminarDebo afirmar de forma solemne que lo dice Cahiers de mis andanzas militares...es totalmente cierto. Tuve la gran fortuna de que me midieron en 1985, un año portentoso por aquello del baby-boom de los sesenta, y es que un tercio se libraba ya por exento de cupo...y los que alegábamos algo fuimos tratados con indulgencia suprema.
ResponderEliminarCahiers entro en la ceremonia del año anterior...y lo pescaron sin remisión...lo cual le permitió vivir un año apasionante de milicia...
Sí señor, a mi abuela le salvó la vida un vecino practicándoel esta maniobra. Otro abrazo, Miquel.
ResponderEliminarPues qué suerte, Tirador, esa fue más o menos mi época pero yo no me pude beneficiar de los muchos excedentes de cupo que salieron, ninca se me han dado bien las rifas. En fin, a otros les pasó igual como al amigo Cahiers. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Marcos. Eso de Maniobra Heimlich suena a táctica de la guerra franco-prusiana pero la verdad es que este señor ha salvado muchas vidas. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarHola! soy la hija del cabo villegas saludos de parte de mi padre! se alegra de que sigas bien!
ResponderEliminarHola, Mónica! Disculpa, hasta ahora no había visto tu mensaje. Tengo muy buenor recuerdos del simpático Villegas "Mi gastador", me llamaba.
ResponderEliminarDale por favor saludos afectuosos del "Soldado Caricaturas" y espero que todo le vaya muy bien.
Abrazos. Borgo.
jejej Muy bueno! Hace apenas unos días vi un capítulo de Futurama donde había un robot en un restaurant que practicaba la maniobra a los que se ponían debajo de ella.
ResponderEliminarAbrazo!
Es verdad! Recuerdo ese capítulo y también la escena de "El día de la marmota" cuando Murray lo practicaba. Salados! Borgo.
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